Reseña de Marsupilami 5: Baby Prinz. Un golpe de estado y la vejez en los marsupilamis

¡Huba! Vuelvo a escribiros desde la selva de Palombia, hogar del Marsupilami, el famoso animal de cola infinita y piel amarilla creado por André Franquin. Ya sabéis que llevo un tiempo reseñando los distintos álbumes publicados del personaje por orden cronológico (a excepción de una antología muy reciente), y esa lectura ordenada permite conocer cada vez más cosas del ficticio país de Palombia, como también de las peculiaridades de la raza de los marsupilamis. Pues bien, hoy vengo a hablaros de "Marsupilami 5: Baby Prinz" de Editorial Base.

No es la primera vez que aparece en un álbum del marsupilami la población palombiana, pues no siempre todas las aventuras transcurren en la selva donde vive el animal. Tampoco es la primera vez que se muestra lo caótico que es vivir en este país, un tanto atrasado en muchos aspectos, y que es carne de revolución cada cierto tiempo. Precisamente habrá oportunidad aquí de conocer mejor la capital nacional, Chiquito, y la increíble tendencia que hay de atentar cada año contra el dictador que gobierna en la misma. Pero este álbum también enriquece el mundo de los marsupilamis, porque se aborda el tema de la muerte, de lo que pasa cuando estos animales notan que les puede estar llegando su hora, y lo que deciden hacer. 

Y aunque tarde o temprano llegará un punto en el que ya conoceré todo lo referente a los marsupilamis o Palombia, eso no quita el hecho de que este tipo de lecturas, que claramente tienen un público objetivo más infantil, pero también uno adulto (para saborear las dobles lecturas de muchas situaciones y comentarios), siempre me sacan una sonrisa. De todos los álbumes que he leído hasta la fecha, ha sido aquí cuando he asistido como espectador a situaciones tan surrealistas, que incluso he tenido la sensación de que, más que estar con un álbum del Marsupilami entre las manos, estaba deleitándome con una novela de Terry Pratchett, creador del Mundodisco, y uno de mis autores favoritos de literatura. Ese punto mordaz, ese retorcido y ácido sentido del humor que puede presenciarse en distintos pasajes de esta obra, han hecho que la haya disfrutado mucho recordando al ya fallecido Pratchett. 

¿Qué autores han participado en este tomo? Tenemos aquí a Yann Le Pennetier (escritor entre otras obras de la reseñada en el blog "Atom Agency", o de "Basil & Victoria"). Sus colaboradores son a los guiones el propio Franquin (1924-1997), y el dibujante Luc Collin, conocido como "Batem", que es un autor que durante toda su carrera prácticamente ha estado ligado a los álbumes del Marsupilami. Del color se ocupa el estudio Cerise (ha participado en "Natacha" o "Solos"), formado por Cynthia Englebert y Gianluca Carboni. Y la traducción al castellano es realizada por David Aliaga Muñoz. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La trama es la siguiente:

"El Marsupilami más carismático de la selva de Palombia emprenderá una aventura fuera de la jungla, acompañado por sus amigos Bip y Sarah, para salvar a un anciano Marsupilami que vive cautivo en el Zoo de Chiquito desde hace tanto tiempo, que ya nadie recuerda cuando llegó. 

Ahora que se acerca su muerte, el anciano animal ha decidido dejar de comer y sólo quiere que lo liberen para acabar sus días en el cementerio de los Marsupilamis. 

Pero no será fácil, los aventureros se encontrarán con que la revolución ha estallado en la capital de Palombia y su destino se cruzará con el del dictadorzuelo Baby Prinz."

La historia comenzará precisamente en el zoo de Chiquito, donde entre otras criaturas autóctonas de Palombia, se encuentra un viejo marsupilami. Pronto sabremos que ha perdido el apetito y, lejos del habitual buen carácter que suelen tener los animales de esta raza, está apático y triste, como si hubiese perdido toda razón para vivir, y no solamente por el hecho de vivir en cautividad. A través de un guacamayo que presencia todo eso y logra escapar del zoo, éste llegará a la selva, a un lugar donde se encuentran Bip y Sarah, dos jóvenes que viven en plena naturaleza. 

Estos jóvenes, junto al guacamayo, se encontrarán con el Marsupilami más conocido de todos, y una vez que el guacamayo les cuente la situación en el zoo, se sentirán en la obligación de ir en rescate del viejo marsupilami. El problema no es tanto ese rescate, como el hecho de que se celebra un aniversario en Chiquito, dedicado a conmemorar un año más desde el golpe de estado que puso al frente del poder a la dinastía de los Prinz. La ironía de la historia, es que en cada aniversario, siempre se intenta atentar contra la vida del dictador que gobierna. Y para rizar el rizo, Baby Prinz, último descendiente del linaje familiar, es un adulto con mentalidad de niño pequeño, lo cual hace de lo más gracioso todo lo relativo a él.

Y sobre esos elementos girará el álbum, con los protagonistas intentando encontrar al viejo Marsupilami por un lado, y Baby Prinz intentando salvar los muebles ante una nueva tentativa de asesinato sobre su persona. La suerte para el dictador, es que tiene un peculiar mayordomo a su servicio que sabrá en todo momento guardar la compostura que su jefe no tiene, pues es más feliz jugando con peluches y encerrado en una habitación del pánico, que gobernando Chiquito. Y mientras se produce este aniversario en la ciudad, todo será retransmitido por cámaras de diferentes países, que presenciarán todos y cada uno de los sucesos surrealistas que vayan aconteciendo a lo largo de la historia. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Me es difícil ser duro a la hora de valorar la labor de Yann como guionista, porque ya sabéis (y si no no es difícil descubrirlo), que me encanta el personaje del Marsupilami. Partiendo de esa base, sí hay que remarcar lo que he dicho en otras reseñas, y es que las tramas no son especialmente originales en lo que proponen, pero sí muy hilarantes en la manera de ser contadas, y eso es un factor determinante en estos casos, el disfrutar con una sonrisa de la lectura, pues el poso que deja es de lo más agradecido. Y si en casos como éste, mencionando la muerte para los marsupilamis, se amplía lo ya conocido de estos animales ficticios, mejor que mejor. A estas alturas, Yann ya había escrito bastantes álbumes del personaje, y sigue realizando una buena labor como narrador, dando pie a una lectura dinámica y simpática, con ese toque surrealista que suele tener a veces, como aquí sucede.

Y aunque suene repetitivo, el trabajo de Batem me deja las mismas gratas sensaciones que el de su colega escritor, porque son autores que ya llevan tiempo narrando las peripecias del Marsupilami, y han hecho tan suyo el personaje como el propio Franquin, que sigue ayudando con la puesta en escena de la obra. En esta ocasión, Batem tiene muchas ocasiones para un mayor lucimiento visual por escenas como la que veis aquí al lado, representativa del carnaval que forma parte del aniversario de Chiquito. Con lo surrealista que es el apartado narrativo, en lo gráfico Batem realiza un excelente trabajo para terminar de perfilar el espíritu de la obra. 

En el color, aunque ya no está Vittorio, que era quien se ocupó de álbumes anteriores, realiza una más que correcta labor el estudio Cerise, demostrando que se mantiene la coherencia visual de entregas anteriores, dando esa agradable sensación de que sí, se ha cambiado de persona para ocuparse del apartado del color, pero el cambio no se nota, y eso es bueno. 

¿Merece la pena el cómic? ¿Huba hubibí? Pues claro que SÍ. Cómo no va a merecer la pena seguir al Marsupilami, si me lo paso pipa con cada álbum del personaje, sin importarme que haga varias décadas desde que fue publicado. Se trata de una colección que recomiendo sí o sí para los más peques de la casa, pero que también deberían descubrir o redescubrir los que ya no son tan peques, pero sí amantes de la lectura. El cómic se lee de una sentada y no es difícil que saque algunas sonrisas. 

Por último, y sobre el formato de Ediciones Base, este tomo está publicado en tapa dura, y tiene el lomo del color de la piel del Marsupilami, lo que le da un toque bonito para tener en vuestras estanterías. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver otra reseña del personaje tenéis la de "Marsupilami: Historias cortas por..." o si queréis reseñas de otro tipo las podéis encontrar aquí. ¡Hasta otra!