¡Saludos gente lectora! No os imagináis cómo me gusta hacer reseñas de cómic cuando son la consecuencia de habérmelo pasado en grande con una lectura, porque es cuando más ganas tengo de gritar (en este caso escribir) a los cuatro vientos que le echéis el ojo a tal o cual obra, porque os puede sorprender gratamente. Habitualmente siempre encuentro cosas que valorar para bien de las lecturas que os reseño, y el título de hoy no es una excepción. Toca hablaros de "Black Magick 1: El despertar" de Norma Editorial.
Esta serie, iniciada en el 2016 a través de la editorial americana Image Comics, llegó a España en 2019 a través de Norma Editorial, quien hace poco tiempo ha publicado el tercer tomo de la misma. No tengo ni idea de hasta qué número llegará, porque depende de muchos factores, entre otros el deseo de sus creadores, Greg Rucka y Nicola Scott, ya que Image es una de esas editoriales en las que los derechos de los personajes pertenecen a los autores. Al ser ésta una serie que ambos artistas realizan mientras trabajan también para otras editoriales más fuertes en la industria americana, a veces pasa un buen tiempo hasta que van apareciendo una nueva tanda de números. No obstante, por mi experiencia con esta lectura, es uno de esos casos en los que ser paciente merece la pena, porque el producto merece y mucho la pena.
Puede que os preguntéis... ¿qué hace tan especial a esta serie? En lo que a un servidor concierne (como siempre digo, lo que a mí me encanta puede no causar el mismo efecto en otra persona), mi flechazo con esta obra tiene que ver con un juego de ordenador llamado "Gabriel Knight", que vio la luz en 1993 gracias a Sierra On-Line. En la adolescencia y en una etapa más adulta he jugado a las secuelas de este primer juego de aventura gráfica, e incluso a ese mismo en una edición especial que tenía entre otras cosas los gráficos mejorados. Pero fue en la niñez donde seguir las andanzas de Gabriel Knight me cautivó, aunque quizás la trama del juego no fuera la más idónea para la edad que yo tenía por aquel entonces. El mundo de Gabriel era mezcla de investigación y elementos sobrenaturales, así como también tenía una fuerte presencia del vudú o la brujería. Y cuando comencé a leer el cómic objeto de reseña, me sentí de nuevo como si estuviera jugando a aquella aventura gráfica (hasta el apartado artístico me hizo rememorar los gráficos del juego del 93), con la diferencia de que el personaje protagonista era una mujer y no un hombre, y su trabajo no era el de librera, sino el de policía. El disfrute estaba asegurado desde las primeras páginas.
¿Qué artistas han participado en este tomo? Los creadores de esta serie, que ya han colaborado en otras ocasiones, son el guionista Greg Rucka (famoso entre otras cosas por co-escribir junto a Ed Brubaker "Gotham Central", o por crear "La Vieja Guardia"), y la ilustradora Nicola Scott (conocida por dibujar en colecciones como "Aves de presa" o "Wonder Woman"). La traducción al castellano es de Víctor Manuel García de Isusi.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Es el momento de compartiros la sinopsis editorial:
"Se acerca la noche de las brujas.
Rowan Black conoce: el olor de la carne quemada en la hoguera; el poder que tiene la mano izquierda de un asesino; lo peligroso que es derramar sangre sobre piedra durante la luna nueva. Rowan Black es bruja.
Rowan Black sabe: que una placa no vale sino lo que valga la persona que la lleva; que el móvil de un crimen está sobrevalorado; que siempre has de cuidar de tu compañero. Rowan Black es policía.
Y también sabe algo más. Sabe que la magia es real."
Vaya que si Rowan sabe que la magia es real, pues, como la misma sinopsis menciona, es una bruja, perteneciente a un aquelarre. En las primeras páginas del cómic el lector es testigo de una de las reuniones de su aquelarre. Mientras intentan realizar un ritual, el teléfono de Rowan comenzará a sonar. Este simple suceso deja bien claro que no siempre será fácil para ella sobrellevar las dos vidas que tiene, como policía y como bruja. Tras atender la llamada, tendrá que ir al escenario de un secuestro, ya que el sujeto que retiene a un grupo de personas solamente quiere hablar con ella. Una vez allí, sucederá algo inesperado..
Más adelante, Rowan deberá investigar la muerte de una persona que apareció con una de sus manos amputada. Por otra parte, una sociedad secreta europea mandará a uno de sus agentes a examinar sobre el terreno una serie de sucesos peculiares que están ocurriendo en Portsmouth, donde reside y trabaja Rowan. Y esto no será todo, pues poco a poco Rowan se dará cuenta de que están empezando a suceder cosas muy malas, y están conectadas entre sí. Esto solamente es un resumen de lo que podréis encontraros a lo largo de los cinco números que recopila el primer tomo de la colección. Además, el quinto número termina con un gancho final de los buenos, de esos que te deja con ganas de hincarle el diente lo más rápido posible al siguiente tomo.
Uno de los puntos fuertes de la serie, que tiene un ritmo pausado pero no por ello carente de interés y de elementos que hagan la lectura absorbente, es el trato que se le da a los personajes. Desde Rowan Black, de la cual podemos ver su debilidad por su compañero de trabajo Morgan, y su afecto por su amiga y compañera de aquelarre Alex, hasta otros personajes como los ya citados, o los demás que aparecen en la narración. Esto no es casualidad, pues una de las virtudes de Rucka como narrador es el desarrollo de los protagonistas, y el hecho de que se maneja muy bien en el terreno de lo policíaco, siendo en este caso un complemento perfecto el mundo de la brujería. Personajes al margen, se va tejiendo una trama donde van uniéndose los pedazos de información que se han ido dosificando poco a poco, y se produce esa unión con el toque adecuado de naturalidad, no exento de golpes de efecto cuando es menester.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Rucka es un autor que ya me gustaba desde antes de leer esta obra, pues me agrada la manera en la que cuenta las historias donde lo policíaco se une a otros elementos, como en este caso el de la brujería. Otra virtud de Rucka es que sabe cómo retratar mujeres protagonistas fuertes y muy interesantes de seguir, logrando que, al sentir aprecio por el personaje, uno se sienta un poco más inmerso en la narración de cuanto acontece. Y ojo, que otros personajes tienen tanto interés como Rowan, pues he ahí la virtud del trabajo de caracterización y desarrollo del guionista. La historia en ningún momento decae en interés, y aunque tiene un ritmo lento en ocasiones, me parece el idóneo. Son solamente cinco números, pero suficientes para ver el gran universo que se está cimentando aquí, y el gran trabajo desempeñado por Rucka.
Y no menos sobresaliente me parece la labor de Scott en el apartado gráfico. Tal y como leí en una opinión de un lector de Whakoom sobre la obra... el dibujo de Scott parece más propio de una serie cerrada que de una abierta, por el altísimo nivel de calidad y de detalle, y la pulcritud del trazo. La ilustradora consigue mostrar unos rostros muy realistas y expresivos de los personajes, pero también se nota un exhaustivo trabajo para dotar de fondo y personalidad a las viñetas, manejándose también a la perfección cuando hay que dibujar escenas con un poco de acción. Parte del mérito de que esta serie sea tan interesante, es por el arte de Scott, cuyo tipo de trazo encaja como un guante con los géneros narrativos entre los que se mueve la historia.
En cuanto al color, donde Chiara Arena ha echado una mano a Scott, hay que decir que generalmente las páginas son de tonalidad sepia, excepto en los momentos en los que la magia o algún objeto con dicho poder entran en escena. En estos casos sí hay color, resultando una decisión muy acertada en mi opinión, por el buen contraste que nos queda de las escenas con y sin presencia de la brujería.
¿Merece la pena el cómic? No será necesaria la aparición de la magia para decir que rotundamente SÍ. Este primer tomo me ha encantado, dejándome con ganas de hincarle sí o sí el diente a la continuación (aquí tenéis la reseña de "Black Magick 2: El despertar II"), y convirtiéndome en un seguidor de las andanzas de Rowan Black, un personaje de lo más carismático, como también muchos otros que aparecen aquí. Ya me suelen gustar de forma aislada las historias policiales y las que tienen magia o brujería presentes, así que he disfrutado de lo lindo viendo mezcladas ambas cosas en estos primeros números de una serie muy buena, tanto por el alto nivel del tándem artístico, como por todas las cosas que ofrece en este arranque. Huelga decirlo, pero si todavía no habéis leído esto... ¿a qué esperáis para darle una oportunidad?
La edición de Norma Editorial es en formato rústica, y contiene como extras algunas portadas alternativas e información sobre los artistas que han participado en este primer tomo. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!
HEY!!!Creo que puede ser una muy buena combinación aunque los relatos policiacos no me acaban de convencer. Es llamativo por eso. Buena reseña. Saludos!!!
ResponderEliminarHola Keren, si te sirve de incentivo, en un balance de ambas cosas, tiene más peso el tema brujería, aunque Rowan sea policía y viva situaciones relacionadas con su trabajo. Pero si te ha atraído, te animo a darle una oportunidad, no te dejará indiferente. ¡Otro saludo!
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