En este espacio os iré comentando impresiones relativas a la colección de "Ice Cream Man" de la editorial Moztros. Se trata de una antología de historias cuyo punto en común es la figura de un siniestro e inquietante heladero.
¡Un saludo desde el interior de un camión de helados! La música ya resuena por las calles, tengo preparados los distintos sabores que habrá a la venta para los cucuruchos y las tarrinas, y empiezo a divisar gente aproximándose al área donde pararé el vehículo para ponerme a repartir felicidad azucarada. En esta ocasión, vengo a compartiros el análisis del primer tomo de "Ice Cream Man" de la editorial Moztros.
Fue allá por el 2018 cuando comenzaron a publicarse los primeros números de esta serie a través de la editorial americana Image Comics. Y en julio de este 2022 ha sido el momento en que nos han llegado a tierras españolas de la mano de Moztros. Me es imposible no copiaros aquí la frase promocional del cómic, ya que resume muy bien el tipo de lectura que os vais a encontrar: "Chocolate, vainilla, terror existencial, adicciones, fantasía musical… siempre hay un sabor adecuado para las miserias de cada uno.". Así es, no hay lugar a engaños, pues en esta nueva cabecera no solamente abundan las variedades de sabores de helado, sino también una extensa gama de historias que encuentran cobijo a través de su vínculo con un siniestro heladero que es mucho más de lo que parece a simple vista.
Es paradójico que una figura en apariencia tan atrayente para los niños, como es la de una furgoneta de helados, pueda ser el punto de partida para algunas historias siniestras y aterradoras. Me viene a la cabeza el asesino de la serie "Mr. Mercedes" (no he leído todavía el libro de Stephen King y prefiero usar de ejemplo la serie), que tenía como uno de sus trabajos el de vender helados, y que estaba delante de muchas potenciales víctimas que, en cualquier arranque de rabia, podrían haber sufrido de lo lindo. Y a su manera, y como si se tratara de una suerte de Pennywise de "It" pero con apariencia más humana la mayor parte del tiempo, se nos presenta al inquietante Rick, heladero de profesión, y muchas más cosas en todo lo que no es estar en la furgoneta dándoles algo dulce a los niños y niñas del vecindario. Éste personaje será el nexo de todas y cada una de las historias de esta serie cuyo primer tomo os analizo, y de la cual ya hay varias entregas más publicadas en España a estas alturas.
¿Qué autores han participado aquí? El guionista, un tanto desconocido en España, es W. Maxwell Prince (ha escrito entre otras "Haha" o "King of Nowhere"), siendo su acompañante el dibujante Martín Morazzo (conocido por participar en "Elektra: Corriendo con el diablo" o en "Generación-X"), y el colorista Chris O'Halloran (que ha estado en obras como "Folklords" o "El inmortal Hulk"). Traduce al castellano Matías Mir y se ocupan de la maquetación y el diseño Marina León y Germán D'Agostino.
¿Qué historias nos encontraremos aquí? Paso a compartiros la sinopsis:
"Ice cream man ha llegado para cambiar para siempre la forma en la que concibes los cómics con sus dispares historias autoconclusivas de horror, maravilla y redención.
Cada una de ellas presenta un nuevo reparto de personajes lidiando con sus propios cucuruchos de sufrimiento. Y en la periferia, como la alegre música de su furgoneta, está el heladero, un tejedor de historias. Un repartidor de postres. Un amigo. Un enemigo. Un dios. Un demonio.
Un hombre que, con un chasquido, puede alterar el curso de tu vida para siempre. Ice Cream Man nos presenta una colección de historias de terror en las cuales los protagonistas se enfrentarán a situaciones desquiciadas y aterradoras aparentemente independientes las unas de las otras, pero será tarea del lector reconocer las retorcidas relaciones entre ellas."
En este tomo están recopiladas las cuatro primeras historias de la colección, y cada una de ellas tiene una trama distinta, aunque en la mayoría se repitan ciertos elementos, como la presencia de Rick, el heladero, el maestro de ceremonias que, de una forma u otra, deja su sello en cada episodio. Quizás el más importante para él sea el primero, en el que se puede ver la peculiar naturaleza de este hombre de dientes afilados y mirada peligrosa, que se enmascaran un poco bajo una sonrisa del mejor amigo del mundo. Dicho sea de paso, la primera historia es la que más incomodidad me ha producido como lector, ya que tiene bastante importancia la presencia de una araña, y tengo cierta tendencia a la aracnofobia. Pero claro, como ya decía, es donde se empieza a ver quién es Rick y qué mal puede hacer en el mundo.
Otro de los episodios tiene relación con el mundo de las drogas, tanto en la forma en que va provocando la degeneración física y mental de quien consume dichas sustancias, como el peligro que puede tener quien tiene una adicción y ninguna forma de satisfacerla. En esa historia, se puede ver a una pareja de drogadictos que se conocieron tiempo atrás cuando clavarse una aguja en sus cuerpos no había sucedido. A través de la chica de la pareja, sabremos cómo conoció a su novio, cómo fue su vida y su caída al mundo de las drogas, y de qué forma van consiguiendo dinero para más chutes. Tan real como la vida misma, pero con la presencia de Rick el heladero en un par de momentos clave, así como la furgoneta del mismo.
En tercer lugar aparece un capítulo relacionado con el mundo de la música. Lo protagoniza un tipo que, en su juventud, logró popularizar una de las canciones que tocaba con tu grupo. Pero claro, esa persona no logró escribir ningún otro pepino musical , y forma parte de ese enorme club de artistas de una sola canción popular. El tipo no ha logrado redirigir su vida y todo gira en torno a un tiempo pasado que fue mejor, y que se empeña en revivir a diario, preguntándole a la gente si conoce su gran tema. No obstante, una aparición de Rick el heladero permitirá que esta vieja gloria pueda vivir una situación nueva para sentirse útil. Y por último, cierra el tomo una historia relacionada con un funeral, y las consecuencias que esto provocará en varias personas, tanto por su vínculo con la persona fallecida, como por la conclusión que sacan de sus vidas y las decisiones que han tomado o quieren tomar.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Lo bueno y lo malo de una recopilación de historias es que siempre hay episodios que gustan, otros que no tanto, y algunos que ni una cosa ni otra. Aunque también es cierto que eso repercute en la calidad media de una obra. Prince hace una buena caracterización del heladero Rick, personaje que, aparezca más o menos, inquieta cuando está en escena. En ese aspecto se logra una buena tensión visual y narrativa. Las historias que más me han gustado han sido la del músico y el funeral, porque abordan sus tramas con un barniz de realidad que siempre piensa uno, como el hecho de qué pasa con el músico que nada más logró el éxito una vez, o por qué la muerte de alguien provoca siempre que uno se replantee su vida, con sus decisiones mejores o peores. Por lo tanto, a pesar de que la esencia de esta serie es que las historias pueden tener elementos de terror o suspense, es precisamente el drama humano el que me ha gustado, aunque se aborde con un envoltorio acorde al espíritu que se quiere imbuir a todo por la presencia de Rick. En líneas generales, ha sido una buena lectura, con un buen trabajo de Prince.
Respecto a Morazzo, su estilo artístico me ha hecho pensar en otros artistas como Frank Quitely o en algún aspecto a Ian Bertram (del cual reseñé "Little Bird"), ya que tiene un trazo puntilloso y lleno de detalles en las viñetas. Adolece un poco del defecto de dibujar rostros muy similares en la mayoría de ocasiones, pero en cambio tiene buen toque para la expresividad facial de los mismos, saliendo beneficiado aquí el diseño de Rick el heladero. Por lo demás, el capítulo donde más oportunidad tiene de lucirse, es el dedicado al músico, donde hay muchos homenajes a personajes que más de una persona reconocerá. Así que Morazzo también realiza un buen trabajo.
Y en cuanto a O'Halloran, también hace una labor competente en su cometido, viendo igualmente su mejor momento para lucirse en la historia del músico, ya que éste se moverá en un mundo de lo más colorido y pintoresco.
¿Merece la pena el cómic? Al ser el inicio de una colección, ES UNA BUENA PRIMERA TOMA DE CONTACTO con este universo que nos presentan sus autores. Hay cuatro historias cerradas, aunque la última página del cómic sirva de presentación a una especie de enemigo del heladero, alguien que se está dando cuenta de lo que está haciendo Rick en el mismo vecindario en el que se han ambientado todas las historias. Las tramas no están mal, hay una buena dosis de drama humano y real, permitiendo que lo que se cuenta se sienta cercano y tangible, y el personaje principal inquieta bastante, que es uno de los objetivos de la serie. Así que he tenido una buena lectura para saber de qué palo va esta nueva colección.
La edición de Moztros es de tapa dura, y como extra trae por ejemplo las portadas originales y alternativas de los números en grapa que salieron primero a través de Image Comics, y la editorial española ha recopilado en tomo. Esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo justo debajo para la misma serie, o bien aquí para otros cómics distintos.
Una de las cosas que quedó clara con la primera entrega de la saga, es el hecho de que estamos ante una de esas colecciones de relatos independientes en los que, al margen de sus personajes y tramas, sí que hay un elemento común en todos ellos, la figura del siniestro heladero Rick. Eso sí, al final del tomo anterior aparecía un hombre de negro llamado Caleb que parecía el enemigo de Rick, y aquí sabremos algo más de él.
En cuanto a lo que puede ofreceros este segundo tomo, hay que decir que es más de lo mismo a lo que se mostró antes, por lo que si os gustó, no creo que os vaya a defraudar. Aunque claro, si os dejó con dudas antes... es otra historia averiguar si aquí os convencerá más o menos el potencial de este universo.
¿Qué trama tenemos aquí? La sinopsis indica esto:
"La popular serie de historias unitarias desesperanzadoras continúa con cuatro nuevos relatos tan maravillosos como perturbadores que te dejarán sin aliento.
Esta nueva recopilación incluye: la balada del hombre que cae; una meditación silenciosa de tres sabores; la travesía de una joven junto a su mejor amiga muerta; un popurrí de emergencias suburbanas.
Además, más información acerca del travieso heladero y su conexión con el vaquero de negro, Caleb."
Si hay una sensación que me ha transmitido fuertemente el primero de los episodios, es la de perdición. Pero no en el sentido de estar desperdiciando el tiempo leyendo el capítulo, sino en el hecho de sentir que todo lo que pasa en él, es el reflejo de que todo se está yendo al garete, y el mundo parece destinado a su destrucción. Vamos, me he sentido un poco como en alguna película de M. Night Shyamalan. Y toda esa espiral turbulenta arranca cuando un hombre salta desde lo alto de un rascacielos. Mientras el tipo cae, va recordando cosas de su vida, pero además de eso, otros personajes dentro del mismo edificio están pasando los momentos más aterradoras y mortales de sus vidas, como podréis experimentar a través del personaje de una mujer que va viendo todo lo que sucede a su alrededor, mientras intenta salir del lugar.
Otra de las historias es muy peculiar, pues, a raíz de un helado de tres sabores que Rick le ofrece a un joven, éste, a medida que se come el cucurucho, va experimentando tres posibilidades distintas de lo que sería su vida a lo largo de días, semanas o meses. En ese sentido, uno de los posibles futuros del joven le llevará a conocer una mujer con la que habrá afinidad, se casarán, e intentarán tener una vida feliz. En otra posibilidad, él terminará encontrando un perro malherido en la calle, se lo quedará, y se podrá ver el resto de su existencia con él. Por otra parte... se muestra qué pasaría si el joven fuese capturado por un psicópata, el cual no tendrá intenciones honestas precisamente. Las otras historias, por no destriparos gran cosa, van sobre una niña que habla con una amiga invisible, con la cual vive una peculiar aventura en el bosque. Y cierra el tomo un episodio en el que dos personajes que van en el interior de una ambulancia, van tomando drogas mientras el mundo a su alrededor es un caos, y mucha gente requiere ayuda sanitaria.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? W. Maxwell Prince, que sigue siendo el guionista, continúa mostrando más secretos sobre el siniestro Rick (que a todas luces es una especie de Pennywise en versión tipo de los helados), al tiempo que aparece el que podría ser su antítesis, Caleb el hombre de negro. En ese sentido, aunque sus encuentros son escasos y espaciados, sí se agradece intuir que ambos saben de lo que es capaz el otro, y se puede ver que, si bien el heladero no teme a este tipo, al menos es consciente de que es un obstáculo a su sed de crear mal por todas partes. Las historias de este tomo, analizando el conjunto, me han dejado mejor sensación que las del primer tomo que me parecieron más irregulares y menos disfrutables. De aquí destacaría el primer episodio por esa sensación de desolación y destrucción que me ha transmitido, y el segundo capítulo, porque prácticamente es mudo, pero está muy bien narrado visualmente para entender lo que pasa. Así que en líneas generales, Prince mantiene un buen nivel.
En el apartado gráfico repiten Martín Morazzo al dibujo, y Chris O'Halloran como colorista. Morazzo, cuyo trazo me sigue haciendo pensar en Frank Quitely, y en algunos momentos me ha hecho recordar a Juan José Ryp, rinde una vez más a un alto nivel. La mejor oportunidad para que se luzca ha sido el segundo episodio, ya que la dificultad en un capítulo mudo es que las imágenes permitan que la narración fluya bien, pero que además se entienda perfectamente lo que sucede, y Morazzo lo consigue con buena nota. El resto de partes no es que estén a peor nivel, para nada, pero me ha satisfecho especialmente ese episodio. Igualmente se mantiene una correcta labor de O'Halloran para completar el trazo de Morazzo, y aplicar buenas paletas de colores. Y aunque sea reincidir en lo mismo, luce mucho en ese episodio de los tres sabores de helado, porque en cada línea temporal del futuro se aplica un color concreto, como si fuese uno de esos sabores de helado.
¿Merece la pena el cómic? Aunque el primer tomo me dejó algunas dudas, SE DAN PASOS EN UNA BUENA DIRECCIÓN, lo que permite que uno espere con más ganas lo que pueda venir después. Ojo, no es que este tipo de obras reinvente nada, ni que cuente cosas nunca antes narradas, en ese sentido no os quedéis esperando nada espectacular. Pero vuelvo a mencionar en el hecho de que en las antologías de relatos, hay historias que gustan más y otras menos, pero sí se pueden disfrutar más algunas dentro de esa mezcla. Si el nexo entre todas es un personaje inquietante y monstruoso... pues la cosa gana en interés, y me deja con ganas de leer la siguiente entrega. La edición de Moztros mantiene el formato de tapa dura, y contiene portadas alternativas, además de algunas páginas de guion, bocetos y diseños de personajes.
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