Saludos gente lectora. Poco a poco os he ido compartiendo el análisis de las distintas partes de la trilogía "Nils" publicada por Ediciones Kraken. Y como toda historia tiene un final tarde o temprano, he aquí que toca hablar de la tercera y última parte, donde alcanza su conclusión esta historia de ecologismo y mitología. Así pues, hay que abordar la reseña de "Nils 3: El árbol de la vida".
Esta trilogía, publicada originariamente en el marcado franco-belga por Editions Soleil, terminó en 2018 con el tercer y último tomo, si bien aquí en España nos llegó en el 2020 a través de Ediciones Kraken. Ya desde el principio de este viaje por las viñetas, tenía la sensación de que tenía delante una de esas historias que merece la pena leer. El primer tomo sentó las bases de una mitología más que interesante sobre el mundo en el que acontecían los hechos narrados, y además de eso, se nos presentaba la existencia de un presente en el que apenas había vida en el mundo, y todo parecía condenado a una muerte lenta e imparable, salvo que algo lo remediase. Eso fue lo que motivó que Nils, el protagonista principal de la saga, fuera junto a su padre en busca de respuestas a lo que ocurría, con la esperanza de encontrar una solución a la decadencia de su mundo.
Con un estilo gráfico que a menudo hace pensar que estamos ante una película de animación propia del estudio Ghibli, esta trilogía ha ido avanzando con esa estructura clásica y lógica de una historia: inicio, nudo, desenlace. El inicio fue alentador por la presentación de este universo en las viñetas, en el que las diosas existen pero no quieren intervenir en los asuntos humanos. El nudo nos mostró el único lugar donde había vida y la gente subsistía con comodidad, y además las diosas fueron tomando un papel más activo en todo esto, porque estaba en juego el destino de la humanidad, ligado de forma inherente a la figura de Yggdrasil, el árbol de la vida. Por lo tanto, y como ya podréis adivinar, es en este desenlace donde todo lo construido y desarrollado previamente coge velocidad de crucero hacia su final. Es muy importante que tengáis fresca la lectura de los anteriores tomos, especialmente el segundo, pues aquí todo avanza tan rápido que os puede costar asimilar las cosas que veréis en las páginas. Aunque ahora después hablaré de eso.
¿Qué artistas tenemos al frente de este cómic? Como era de esperar, y para la conclusión de esta saga, repiten los mismos autores, estando Jérôme Hamon (conocido por "Green Class" y participante en "Marsupilami") a cargo de los guiones, y Antoine Carrion (en su haber cuenta con cómics como "El canto de los sables" o "La sombra blanca") con el dibujo y el color. Ésta es su tercera colaboración tras las dos primeras entregas de la trilogía, y, aunque este tercer tomo ha sido el más flojo, se nota que se ha mantenido una buena sinergia creativa y una misma coherencia a la hora de continuar lo ya empezado. La traducción está hecha por Jorge García Valcárcel.
¿Qué se nos cuenta en este tercer tomo de la trilogía? En esta trilogía se mantiene la misma sinopsis para cada tomo, siendo la siguiente:
"Según las antiguas leyendas, hay un mundo más allá de la materia. Un mundo hecho de seres luminosos, sin los cuales la materia permanecería inerte.
Así, cuando los territorios del Norte, antes fértiles y florecientes, se convierten en tierras áridas donde nada crece, estas leyendas reaparecen y las miradas se vuelven hacia los antiguos dioses.
Nils, acompañado por su padre, trata de esclarecer el misterio.
Recuerdos, memoria, equilibrio entre el mundo de los hombres y el mundo de los dioses. Una historia que sumerge a través de preguntas metafísicas y existenciales."
Aunque os pueda resultar algo engorroso de leer, os resumo un poco el cómo se ha llegado hasta aquí. En el primer tomo se nos contaba que la vida comenzaba a desaparecer en el mundo, cosa que se veía en que no nacían niños o no daba frutos ningún cultivo. En esa tesitura, acompañábamos a Ruben y su hijo Nils en un viaje para intentar esclarecer las causas de todo lo anterior. Fue así como ambos conocieron la existencia de los elementales, que contribuían a la creación de vida en el mundo por su conexión con la materia orgánica. Pero claro, estos elementales eran cada vez más escasos por culpa del reino de Cyan, que gobernaba todo gracias a su ejército de poderosas máquinas.
En la segunda entrega, la acción se centraba tanto en el reino de Cyan como en algunos de sus habitantes, ya que anteriormente no sabíamos mucho de ellos, y se mantenían varias subtramas. Por un lado estaban Nils y Arun, quienes emprendieron la búsqueda de Yggdrasil, el árbol de la vida. Alba y un reducido grupo de guerreras marchaban hacia Cyan, para enfrentarse a sus enemigos. Y también tenía lugar una inevitable intervención de las diosas en el mundo de los hombres, como consecuencia de la soberbia de los dirigentes de Cyan a raíz de ciertos sucesos. La consecuencia principal de lo anterior, era que una de las diosas provocaba caos y destrucción entre la humanidad, y que la única manera de salvar al mundo radicaba en plantar un nuevo árbol de la vida, tarea para la que estaba destinado Nils.
Y es aquí, en este tercer acto de la historia, donde Nils deberá hacer frente a aquello para lo que estaba destinado, salvar la humanidad, al precio que sea. Mientras él recorre los últimos tramos del viaje que ha cambiado para siempre su vida y la esencia misma de su ser, los últimos dirigentes de Cyan recorren el mundo intentando encontrar un modo de salvar la vida del moribundo príncipe heredero del reino. Y por último pero no menos restante, la diosa más sedienta de sangre comenzará la creación de un ejército para acabar con los últimos habitantes de la tierra. Enfrentamientos, sacrificios, el destino de la humanidad en manos de uno de los suyos, la búsqueda de un lugar donde intentar plantar un nuevo árbol de la vida, y otras cosas, son las que estarán presentes aquí. La acción transcurrirá tan rápido que, aunque os parezca desaconsejable, lo recomendable es leerlas con calma para asimilar lo que ya sabíamos de antes y lo que está sucediendo.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Centrándome en este tercer tomo, el trabajo de Hamon ha pegado un bajón, no como para echarse las manos a la cabeza, pero en contraste con las dos partes anteriores, he notado menos brillantez a la hora de hilvanar los últimos sucesos de esta trilogía. Tampoco me ha terminado de convencer el final que ha escrito, pero no se puede decir que no sea acorde a lo que se ha venido desarrollando. El guionista sigue imprimiendo un ritmo alto a lo que sucede, lo que permite que en ningún lugar uno se aburra, pero en este tercer tomo habría sido quizás más conveniente un ritmo más pausado. No obstante, en líneas generales y respecto de la trilogía en su conjunto, Hamon ha realizado un trabajo destacable para bien.
Es curioso, pero Carrion también ha pegado un bajón en la calidad de sus lápices en este último tomo. Desconozco las razones, pero hay partes en las que el trazo no es tan preciso como en las otras entregas, ni el detalle de los fondos y los entornos tan pulido como en otras ocasiones. Eso no quita el hecho de que siga habiendo viñetas geniales, pero sí implica que su presencia es menor y da la sensación de que algunas imágenes se hicieron con cierta prisa. De todas formas, y volviendo a la valoración de la trilogía, Carrion está a un nivel notable con ese arte que permite leer algo, pero sentirse al mismo tiempo como espectador de una cinta de animación.
Y respecto al color, también hecho por Carrion, se mantiene al mismo gran nivel que en las otras partes, siendo por lo tanto su valoración general de sobresaliente.
¿Merecen la pena el cómic y la trilogía? En lo que mí respecta... un doble SÍ. En esta aventura encuadrada entre los terrenos del ecologismo y la mitología, sí que me ha merecido la pena el haberle dado una oportunidad. Es cierto que este tercer tomo es, al menos en mi opinión, el más flojo de todos y no termina de cerrar de manera brillante todo lo planteado. Pero no es un mal final, y la trilogía en sí es de calidad, razón por la que os animo a darle una oportunidad. Y también os recomiendo que, cuando acabéis este tercer tomo, aunque sea un tiempo después, leáis la trilogía del tirón para sacar en esa relectura cualquier matiz o resolver las dudas que os quedaran.
Respecto de la edición, se repite el formato de tapa dura. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. Os dejo con el índice de los análisis de la trilogía. ¡Hasta la próxima!
Nils 3: El árbol de la vida - Estás leyendo esta reseña
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