Reseña de Juez Dredd: Mega-City Zero (Vol.2). El extraño modo de vida en los pastos

Saludos ciudadanas y ciudadanos de... ¿Mega-City Uno? Me encuentro aquí por segunda vez para seguir hablando de esta atípica serie dedicada al Juez Dredd. Ambientada en un universo donde no está la mega-ciudad en la que han transcurrido la mayor parte de historias del personaje desde su creación, esta historia explora caminos desconocidos para el mayor adalid de la justicia en las viñetas. Por lo tanto, toca hablar de "Juez Dredd: Mega-City Zero (Vol.2)" de Ediciones Kraken. 

Quisiera recordar que esta serie, que llegó a los 12 números de grapa, fue publicada hace unos años por la editorial americana IDW Publishing en lugar de la habitual 2000 AD, que es la originaria del personaje. No obstante, eso no es algo malo, pues precisamente fruto de esta colaboración ya han surgido otras historias ambientadas en el universo de Dredd, como la disfrutable "Anderson: PSI-Division" cuya reseña tenéis en este blog. Pues bien, aquí en España, estos cómics están disponibles gracias a Ediciones Kraken, quien posee casi todo el catálogo del Juez Dredd en español salvo algunos crossovers con personajes de DC Comics, que están editados por ECC. 

Hay que tener presente dos cosas a la hora de hablar de este segundo cómic. Por un lado, que en los 4 primeros números de la serie, vimos a Dredd despertar en mitad de un verde prado, sin rastro de la Mega-City Uno a su alrededor; esto es, no había ni un edificio conocido, ni un vehículo, ni un juez hasta donde alcanzaba la vista. Se daba por tanto una paradójica situación, pues la mayor parte de las historias del personaje desde su creación, estaban ambientadas en la mega-urbe, y claro, prescindir de esa localización suponía un interesante punto de partida. Lo otro que hay que tener presente es el hecho de que en este mundo donde despierta Dredd, no existe la ley, que es precisamente para lo que el personaje ha consagrado siempre su vida. Por lo tanto, con esta premisa, la historia reviste mayor interés inicial si cabe, y eso se aprovechó bien en el primer tomo. Y claro, aquí se explora nuevamente ese camino, pero intentando explicar qué sucedió con la desaparecida Mega-City Uno.

¿Qué autores hay tras esta obra? Como guionistas tenemos a Erick Freitas (conocido por obras como "Cloudia & Rex" o "Motro") y Ulises Farinas (que ilustró "Juez Dredd: Mega-City Dos", y también es conocido por varios números de "¿Dónde está el wookie"?), que además de co-escribir las historias también se ocupa de las magníficas portadas. El ilustrador principal es Dan McDaid (quien ha dibujado números de "Golpe en la pequeña China" o "La Patrulla Condenada. Dc Young"), con ayuda de Jesús Redondo (participó en "El monstruo" e ilustró "Kitty Pride: Agente de S.H.I.E.L.D") en uno de los capítulos, mientras que el color recae sobre Ryan Hill (conocido por "The Fix" o "Rick y Morty"). Hay que añadir que todas estas personas ya han trabajado juntas en muchas ocasiones, por lo que no son para nada desconocidas entre sí. Y por último, la traducción al castellano ha sido realizada por Lara Moyano Alcántara.

¿Qué historia se nos cuenta aquí? La sinopsis de la editorial es breve pero concisa:

"Dredd descubre que es el único juez en una Mega City-Zero Uno que difícilmente reconoce. 

Junto a un trío de niñas salvajes, se ha hecho cargo del caso más desafiante hasta el momento: descubrir lo que le ha sucedido a la ciudad a la que ha jurado proteger y servir."

Para poneros un poco en antecedentes, en el primer tomo, además de lo que ya he comentado antes que sucedía, se nos daba a conocer una investigación que Dredd y la Jueza Anderson iniciaban en Mega-City Uno tiempo atrás, antes de que Dredd apareciera en aquella extraña realidad. En dichas pesquisas, los dos jueces debían resolver un gran interrogante... ¿Cómo podía un bloque de pisos desaparecer de la noche a la mañana junto con todos sus habitantes?

Pero claro, eso sucedía en el pasado, y en este extraño presente, el único rastro de civilización que Dredd pudo encontrar, fue precisamente el desaparecido bloque Angela Davis, que se encontraba en medio de los verdes pastos. Una vez cerca de la zona, entró en contacto con un grupo de tres niñas salvajes que intentaban subsistir como podían. Junto a ellas, Dredd vivió una peculiar aventura en el interior del Angela Davis, donde tuvo que hacer frente a los habitantes para poder seguir adelante su camino. Y al final de la aventura, dos de las niñas eran secuestradas por una especie de tribu local. Es ahí donde arranca este segundo tomo, con Dredd y la niña restante decididos a encontrar a las otras niñas. 

Además de avanzar a la hora de descubrir dónde están las chicas, Dredd se topará con diferentes grupos de población, cada uno regido por una atípica forma de coexistencia. Por ejemplo, conocerá a una comunidad donde la mayoría de personas, introducidas en tanques de líquido, viven en el mundo virtual, en una sociedad donde solo los hombres tienen el poder y las mujeres no son más que objetos a usar. Pero Dredd también acabará en una comunidad donde la gramática y la conducta pacífica rigen la convivencia. Y sí, tal como habéis podido ver en la imagen inicial, hay cabida hasta para una aparición de los Jueces Oscuros, antagonistas memorables en los cómics del Juez Dredd. Y al margen de todo esto, hay numerosos flashbacks del pasado sobre una investigación con una droga que unía de forma colectiva las mentes de los adictos, y aparece un personaje femenino llamado Berger que puede tener un papel crucial en la realidad donde está Dredd.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Hay que decir que el punto inicial del que partían Freitas y Farinas era muy interesante, por sacar al Juez Dredd del entorno habitual de sus historias. El principio de la serie me parecía mejor que el nudo aquí presente, pero no por ello penséis que me he llevado un chasco. Ciertamente ésta es una serie más bizarra y atípica de lo habitual en el personaje, y eso ya es decir, pues he leído historias de todo tipo con Dredd de protagonista. Pero algunas de las ideas aquí presentadas (en especial las de las comunidades de los pastos) y las nuevas tramas que se van presentando en la narración, pueden sacar un poco de la lectura al hacerla más difícil de seguir. No obstante, a pesar de eso, me he quedado con ganas de saber cómo termina esta historia, y eso es un punto a favor de Freitas y Farinas.

Respecto a McDaid, ya dije en la anterior reseña que tiene un estilo artístico bizarro, grotesco y sucio. No es mi tipo de dibujo favorito desde luego, pero como también comentaba la otra vez, con Dredd casan bien muchos tipos de trazos, y tampoco se puede decir que éste en concreto desentone, aunque en algunas escenas cuesta bien ver qué sucede. De todas formas es un dibujo pasable, al nivel de lo mostrado en el tomo anterior. Se nota el capítulo en el que Redondo entra en juego porque tiene un dibujo más limpio, cosa que hace que su aportación sea bienvenida.

Queda valorar el color puesto por Hill, que también realizada una labor positiva sin llegar a sobresalir, aunque a su favor hay que decir que el trazo de McDaid no es fácil a la hora de colorearlo. 

¿Merece la pena el cómic? Si os gustó lo que ofreció el primer tomo... SÍ. Ahora bien, si alguien comienza a leer la serie directamente aquí, no se va a enterar de la mayoría de las cosas y puede echarle atrás, por eso es importante que la serie sea leída desde el primer tomo, para poner cada cosa en su sitio. Es una lectura rápida, ya que, al recopilar 4 números de grapa, no se tarda mucho en dar buena cuenta de ello. Y por otra parte, sin ser brillante, es una correcta continuación de lo ya iniciado, que conduce a la recta final de lo que queda por venir.

Por último, y respecto de la edición, este tomo se sacó por Ediciones Kraken en formato de tapa blanda y contiene las portadas principales de los números, pero también algunas alternativas. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. También os dejo el enlace de mi guía de lectura del Juez Dredd, pensada para quienes deseen iniciarse con el personaje. ¡No quebrantéis la ley y sed buenos!

Cómo empezar a leer Juez Dredd: Cinco recomendaciones para adentraros en su universo