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4 de marzo de 2022

Reseña de Vietnam Horror. Cuando perder la cordura es tan sencillo como dar un paso en cualquier dirección

¡Saludos desde la selva vietnamita! No es sencillo mencionar la palabra "guerra" en esta época tan convulsa que vivimos, incluso aunque sea para hablar de algo tan inocente como una reseña de cómic. No obstante, la obra de la que voy a hablar en esta ocasión, y aunque tiene mucho de ficticio, está ambientada en uno de los conflictos bélicos que más marcó a los Estados Unidos, y no precisamente por ganar, sino por ser un desastre. Me dispongo a contaros qué me ha parecido "Vietnam Horror" de Leviathan Labs. 


Hay que comenzar diciendo que Leviathan Labs es una editorial italiana, y que el cómic objeto de reseña supone su primer título a la venta en castellano. Publicado originariamente en el formato grapa, aquí a tierras españolas ha llegado en tomo, recopilando los cuatro números de la obra. Como la guerra de Vietnam es muy conocida, y sobre ella se han hecho películas (muy curioso que el ilustrador del cómic comparta apellido con el director de "Apocalypse Now"), series, novelas gráficas y demás, no voy a ser yo quien venga aquí a hablaros una vez más de ese conflicto, sobre el cual podréis encontrar información fácilmente en internet o cualquier biblioteca. Ahora bien, lo único que hay que decir, es que supuso una de las mayores derrotas (en gran parte por infravalorar a su enemigo) de los Estados Unidos, y que la impopularidad de dicha contienda entre gran parte de la población americana, provocó que los veteranos que volvían de aquella guerra, no fuese vistos con buenos ojos por los demás. Pero claro, eso no es todo, pues, como suele pasar cuando el ser humano se embarca en una espiral de destrucción de sus semejantes, hay personas que nunca vuelven a ser las mismas. Y en eso se centra esta obra, en mostrar la evolución en la psique de su grupo de protagonistas, quienes vivirán un tour de los horrores que nunca esperaron encontrar allí. 


Es en este punto, donde entra el elemento ficticio en la historia, pues sus protagonistas, soldados de uno de tantos pelotones americanos repartidos por la selva vietnamita, irán viviendo situaciones que pondrán su cordura en peligro continuamente. He encontrado una fuerte influencia del legado de Lovecraft en esta obra, como también me ha hecho rememorar una de mis películas favoritas de John Carpenter por una escena concreta. No se trata de que esta historia copie elementos de aquí y de allá, sí que los usa de referencia, pero tiene la suficiente personalidad como para que queden bien ensamblados en lo que quieren contarnos sus autores, y la historia avance de una forma orgánica. En cierto sentido, y por compararlo con un tipo de videojuego, esto sería un "survival horror" de los buenos, de esos donde al principio las cosas parecen meridinamente normales, pero donde un jugador experto sabe bien que poco a poco comenzará el descenso a la locura, y solamente queda ver a qué velocidad tendrá lugar. 

¿Qué autores han participado en este cómic? Como guionista está Massimo Rosi (autor de "Gaijin Salamander" o "The Barbarian King"), mientras que el dibujo recae sobre Vito Coppola (que ha participado en la serie "Ghost Wolf"). Ambos artistas ya han colaborado juntos, precisamente en "Ghost Wolf". 

¿De qué va este cómic? La sinopsis nos cuenta lo siguiente:

"En Vietnam, una unidad de soldados estadounidenses lleva a cabo un reconocimiento subterráneo con hombres conocidos como «Tunnel Rats», siendo Colton Jones uno de ellos. 

Movimientos extraños y cantos inusuales provienen de una montaña cercana, lo que hace que los hombres sean enviados a los túneles en busca de miembros del VietCong escondidos. 

Sin embargo, en el interior de la montaña encontrarán algo para lo que nunca se habrían preparado."

Las primeras páginas ya dejan bien claro el corte de la historia que nos encontraremos, pues muestran a dos soldados mientras mantienen una conversación en los alrededores de su campamento. Uno de ellos estará relatando un extraño sueño que ha tenido, y que le ha inquietado sumamente, ya que, entre otras cosas, en dicho sueño aparecían unas criaturas un tanto aterradoras, y un eclipse solar. Hasta aquí no tendría por qué ser nada insólito, sino fuera por el hecho de que el otro personaje que hay en la escena, también ha soñado con eso mismo. Poco después, algunos soldados regresarán al campamento tras haber sufrido una emboscada de los vietnamitas. Uno de los que ha vuelto tiene una herida de lo más rara, y desconcertará al personal médico. Pero no habrá tiempo para mucha paz, pues algunos hombres tendrán que volver al lugar del ataque.

Cuando los soldados lleguen a dicho lugar, se le mostrará al lector uno de los túneles que utilizan los vietnamitas para moverse por el campo de batalla. Aunque la cosa estará un tanto tranquila, ya se sabe que la calma en una contienda bélica suele ser fugaz, y pronto estos soldados sufrirán otro ataque. Y más allá de esto, poco a poco la narración se irá bifurcando en distintos caminos, ninguno de los cuales estará exento de su porción de locura para los personajes que deban afrontar lo que el destino les deparará. Una guerra es dura psicológicamente, pero eso se magnifica si un soldado ya acumulaba experiencias vitales desagradables antes de embarcarse en combate. E igualmente sucede si se viven sucesos para los cuales uno no solamente no ha sido preparado, sino que no esperaba tener que afrontar. 


En este sentido, uno de los grandes exponentes de ese viaje a la locura lo encarna el soldado Colton Jones. Él arrastra un trauma previo a ser destinado en Vietnam. Él es quien comienza describiendo ese extraño sueño. Y él será quien, una vez que se adentre en uno de los túneles excavados en la tierra, encuentre a un grupo de personas que parecen estar rindiendo culto a una deidad desconocida para Colton. Como ya comentaba, otros personajes también irán afrontando distintas situaciones, y todo irá convergiendo de un lado y de otro hasta el tren de alta velocidad que es el cuarto capítulo, donde, como solían decir en las carreras de automóviles, si pestañea el lector, se lo perderá todo. Así pues, si queréis descubrir qué horrores tendrán que afrontar estos soldados que están muy lejos de sus hogares, no tenéis más que leer este cómic y obtener las respuestas. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? No es la primera vez que he leído algo de Rosi, pues precisamente en este espacio ya analicé su "Gaijin Salamander", así que sé de lo que es capaz el italiano con sus historias. Dosificando al principio con bastante calma los horrores que van teniendo lugar en estas páginas, Rosi narra con muy buen tino esta historia, en la que algunos fragmentos parecen inconexos al principio, pero luego van cobrando todo el sentido a medida que se avanza en la lectura, y la velocidad sube. También se nota que Lovecraft le gusta. No me cabe duda de que la intención del guionista era, por un lado (y aunque él lógicamente no haya estado en esa situación), transmitir lo que un soldado pueda sentir en una situación bélica. Y por el otro, o al menos así lo pienso, también ha intentando inquietar al lector y generarle un mal rollo de narices con todo lo que sucede. Y francamente, conmigo lo ha logrado, razón por la que valoro muy positivamente el guion. Este es de esos cómics que, por cómo acaba, uno no olvidará fácilmente. No me cuesta decir que no debería dejaros indiferentes.

Respecto de Coppola, no había seguido su trabajo hasta ahora la verdad, y realiza una buena labor al frente de esta obra. Es cierto que soy más de un dibujo tradicional, o de uno que, aunque esté hecho digitalmente, ofrezca más sensación de real y artesano, y el trazo de Coppola no obedece mucho a ninguna de esas dos opciones (aunque es solamente un criterio personal). Especialmente se nota en los fondos de las viñetas y en los escenarios, y eso es algo que, habida cuenta de que el entorno donde están los personajes es un elemento más para transmitir desasosiego y desesperanza, habría sido mucho más inmersivo de no dar esa sensación tan digital. Pero, obviando todo esto, es innegable que el ilustrador realiza una buena labor para mostrar visualmente los horrores que esconden estas páginas, y en líneas generales merece un aprobado. 

Como la obra es en blanco y negro, me queda la duda de si habría sido más intensa a color, porque en cualquier caso una buena narración no va a perder calidad por ese aspecto. Queda como curiosidad únicamente. 

¿Merece la pena el cómic? Por ese mal rollo que me ha transmitido, y que considero objetivo de los autores, claro que MERECE UNA LECTURA. Vuelvo a reincidir en que, en tiempos como los que vivimos, una obra ambientada en otra guerra puede ser poco apetecible para evadirse de la realidad. Pero este cómic no deja de ser una historia ficticia (aunque anclada en un suceso real), que está bien narrada, es de final cerrado, y puede satisfacer a los amantes del horror que quieran pasar un rato intenso. Además, es la primera publicación de Leviathan Labs en España, y está pasando un tanto desapercibida injustamente, cosa que espero que cambie. Por eso desde aquí os animo a darle una oportunidad y a darle a esta reseña toda la difusión posible, ya no solamente para que más gente conozca mi espacio, sino también este cómic y su editorial. 

En lo que respecta a la edición, el tomo es en formato cartoné, tiene buen papel, y como extras vienen algunos diseños de personajes hechos por Coppola. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

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