Un elemental saludo gente amante del misterio. Aquí me encuentro para abordar el análisis de una nueva obra dedicada a la más famosa creación de Sir Arthur Conan Doyle. En esta ocasión, este tomo contiene una historia ambientada en una sociedad steampunk. Me dispongo a hablaros de "M.O.R.I.A.R.T.Y: Imperio mecánico" de Norma Editorial.
Este tomo contiene los dos primeros álbumes de la serie (el tercero ya vio la luz en el mercado franco-belga) publicados en 2018 y 2019 a través de Editions Delcourt. Aquí a España nos ha llegado en mayo de 2022 a través de Norma Editorial, editorial habitual en la publicación de numerosas obras de Sherlock. De hecho, en este blog ya he reseñado otros títulos holmesianos de Norma, como el espectacular "En la cabeza de Sherlock Holmes", o los acercamientos españoles al personaje en "Sherlock Holmes y el legado de Moriarty" y "Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona". Como podéis ver, soy bastante aficionado a la gran creación de Conan Doyle. Motivo este que me ha permitido participar en un programa especial de La Tierra Salvaje dedicado al mayor investigador privado de todos los tiempos y su universo expandido. Con todo esto, ya podéis imaginar que la obra objeto de reseña tarde o temprano iba a caer en mis manos.
A día de hoy, sea cual sea el formato para contar una historia, Sherlock Holmes y John Watson han vivido aventuras de todo tipo en diferentes épocas, ya fuesen episodios más ligados al canon holmesiano de Conan Doyle, u otras puramente inventadas pero revistiendo elementos clásicos de los personajes. También han hecho frente a amenazas de todo tipo, pues los he visto luchando contra criaturas sacadas de la mitología de Lovecraft, muertos vivientes, el mismísimo Doctor Jekyll/Mr. Hide (quien aparece en esta obra objeto de reseña) o Jack el Destripador, pasando por un duelo de inteligencia con Arsène Lupin. Y eso que me dejo muchas otras cosas sin mencionar. Los personajes se han movido tanto en la época propia de su existencia ficticia, como en otras más futuristas, y su entorno ha sido clásico o más moderno en función del contexto donde se encuadrase cada nueva investigación. En este caso, los autores optaron por ambientar su obra en una sociedad steampunk, circunstancia que les permitía valerse de muchos elementos propios de ello.
¿Qué autores han participado aquí? Los guionistas son Jean-Pierre Pécau (con obras en su haber como "Imperio" o "Sol frío") y Fred Duval (autor de "Carne de patíbulo" o "Wonderball"). El dibujo corre a cargo de Stevan Subic (ha trabajo en "Conan el Cimmerio" o "Tarzán"), y el color es de Scarlett Smulkowski (que participó en "Ars Magna" o "Baker Street"). El traductor al castellano es Robert Juan-Cantavella y quien maqueta Ro Vargas.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Os dejo la sinopsis:
"El napoleón del crimen, steampunk, autómatas y monstruos.
Londres, 1899. La capital del imperio se ha convertido en escenario de un duelo a gran escala entre dos contendientes de estatura mítica: Sherlock Holmes y el profesor Moriarty.
Sus peones pertenecen a distintos órdenes: humano, sobrehumano, mecánico y animal. Mientras dure la partida todo está permitido, incluidos el secuestro, la suplantación y el tráfico de armas y drogas.
El juego, por supuesto, es a muerte."
El inicio del tomo nos presenta al personaje del Doctor Jekyll, quien necesita grandes dosis de drogas opiáceas para que Hyde no salga a la superficie. Lamentablemente para él, no llegará a tiempo para adormecer a su bestia interior, y armará un gran estropicio en las calles de la ciudad. Al mismo tiempo, y en otra zona, Watson y Churchill observan cómo un hombre en silla de ruedas gana una partida tras otra a las cartas. No tardará en aparecer Holmes, que demostrará a todo el mundo lo que sospechaba, pues dicho hombre no es tal, sino un autómata construido para probar su potencial.
Pero claro, quien haya hecho aquello no solamente debe tener unos considerables recursos económicos, sino también la influencia necesaria para disponer de una tecnología tan puntera, pues el autómata está construido a partir de máquinas que por sí solas tienen una función, pero en conjunto logran otra. Así pues, Holmes deberá investigar más al respecto, y a partir de ahí entrarán en escena Mycroft, la viuda de Alfred Nobel, un misterioso y corrupto funcionario del gobierno, y la propia Reina Victoria.
Del mismo modo, volverá a entrar en juego la figura del Doctor Jekyll, pues alguien se ha hecho con su fórmula de transformación, y la peligrosidad que ese robo entraña puede hacer que se desate un peligro inmenso si cae en malas manos. Y como ha sido así, no tardarán mucho en verse las consecuencias de ello. Esto hará que todos los personajes involucrados en la investigación deban aunar esfuerzos y trabajar en las parcelas que mejor dominan, para intentar poner fin al gran peligro que ha comenzado a destruir la ciudad. No os comentaré más de la trama por si tenéis en mente leer la obra. Toca pues analizar si los artistas han confeccionado un buen producto o no.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? En el apartado de los guiones, Pécau y Duval confeccionan una historia que, siendo típica y sin innovar precisamente, al menos entretiene y está bien llevada en tiempos narrativos. Ha sido interesante el que la estética aquí haya sido steampunk, pues eso ha permitido que diferentes ideas de los guionistas tengan su interés a nivel tecnológico, al menos para lo que supone ver en esa época artilugios que tardarían muchos años en ver la luz en la vida real. No hay prácticamente desarrollo de personajes, por lo que poca profundidad encontraréis en ese sentido, y debéis valeros de lo que ya conozcáis de ellos previamente. La historia no es totalmente cerrada, pues su final, aunque sí acaba con parte de las tramas pendientes, deja un hilo para lo que seguramente apareció en el álbum inédito en España. Por lo tanto la obra se deja leer de un tirón, pero mis altas expectativas previas con la misma han hecho que únicamente la vea como un cómic pasable, pero prescindible si queréis leer al mejor Sherlock Holmes.
Respecto al arte de Subic, me genera un sentimiento contradictorio su trabajo. Cuando supe que iba a publicarse este tomo, las páginas que vi de muestra me llamaron la atención por el tipo de trazo. Pero una vez que he podido leer la obra, le he encontrado más carencias que virtudes, siendo un problema constante el abuso de los claroscuros, y que en muchas viñetas prácticamente el fondo o algunos personajes salen pintados con prisa y sin mucho miramiento; como ejemplo, un Zeppelin a cierta distancia parece una elipsis hecha con el Paint. Y esto a veces hace que la labor de Subic pierda puntos, pues en una obra donde la maquinaria y los avances son tan necesarios, un trazo sucio no ayuda a disfrutar bien del aspecto tecnológico. Así que, como mucho, el arte de Subic no va más allá de pasable.
No sé si la labor de Smulkowski ha hecho que el trazo de Subic fuese menos disfrutable con el uso de las paletas de colores oscuros (porque así decidiera colorear tal o cual cosa o ya le viniera indicado), pero es cierto que su trabajo no ha ayudado en demasía a que brillen el dibujo. No obstante, separando ese aspecto de la labor de colorista, hay un trabajo competente en la mayor parte del tomo.
¿Merece la pena el cómic? Es difícil decirlo, PERO DEPENDE DE LO QUE BUSQUÉIS. No es ni de lejos la mejor obra en viñetas del personaje, pero sí se lee con rapidez, y si os gustan las historias con toques steampunk y tenéis como yo la tendencia de leer cuantos cómics se publican de Sherlock Holmes, puede que os resulte de interés. Si por contra queréis una obra redonda y que os deje mejor sabor de boca, cualquiera de las que os mencioné al principio de Norma Editorial pueden sorprenderos gratamente. Eso sí, es mejor leerlo sin expectativas de ningún tipo, quizás así os resulte más placentera la lectura.
Respecto de la edición, el tomo de Norma es en cartoné, uno de sus formatos estrella. Esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!
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