¡Saludos desde el salvaje y lejano oeste! Como reza el Evangelio de Jonas para las almas sensibles... "No odiarás el desierto por no tener agua... te limitarás a temerlo. Será un buen comienzo". Y precisamente de buenos inicios va la cosa, pues, con la obra objeto de reseña, se inicia el tercer arco argumental en una de las mejores series europeas y del género del oeste que podéis encontrar. Hace ya tiempo que caí rendido a los encantos de este universo ficticio, y con gran placer voy a comentaros mis impresiones de "Undertaker 5: El indio blanco" de Norma Editorial.
Esta quinta entrega de la serie Undertaker fue publicada por Dargaud-Lombard en 2019, y en ese mismo año ya estaba en tierras españolas gracias a Norma. Lo que me planteo a estas alturas es lo siguiente... ¿qué puedo deciros que no haya comentado ya en otras reseñas sobre el altísimo nivel de esta colección? Cuando uno ha leído ya los cuatro álbumes previos a éste del que os hablo ahora, es inevitable pensar en varias cuestiones, siendo una de ellas la referente a si el nivel de las próximas historias será bueno, bajará la calidad, o se mantendrá en la misma línea. Y esto lo digo teniendo en muy alta estima los guiones de Dorison, cuyo trabajo en esta colección es fantástico, y consigue que cada arco narrativo me seduzca poderosamente. En cuanto al apartado gráfico, no albergaba ninguna duda de la calidad que me encontraría, pues el arte de Meyer me tiene enamorado desde el primer álbum. Así pues, con la buena premisa a mi favor de que diferentes personas en redes sociales ensalzaban este nuevo ciclo argumental, únicamente quedaba que pudiera echarle el guante y sacar mi propia valoración.
Algo que merece la pena ser destacado, es el camino que se ha venido recorriendo en esta serie hasta llegar a este punto. Partiendo del hecho de que Dorison eligió a un enterrador como protagonista de su obra, lo primero que consiguió el guionista fue darle una capital importancia a una figura que, hasta la fecha, ha venido tenido un papel bastante anecdótico en las historias del salvaje oeste. Siendo ésa la primera piedra sobre la que cimentar esta narrativa, lo siguiente que se trató fue el carácter de Jonas Crow, que se mostraba inicialmente como un ser solitario y errante. Pues bien, uniendo a esto el hecho de que había adoptado a un buitre como mascota, uno ya podía imaginar fácilmente que este personaje no iba a dejar indiferente a nadie. El primer ciclo argumental deparó una misión casi suicida para Jonas, quien, acompañado de las mujeres Lin y Rose, tuvo que enterrar el cuerpo de un millonario que le había contratado antes de fallecer. Tras estos sucesos, ambas mujeres decidieron asociarse con Jonas, para dedicarse a vivir de la prestación de servicios fúnebres. Así las cosas, poco a poco Jonas comenzó a disfrutar de la compañía humana, aunque era reticente a sentir demasiado apego por nadie. El trío de personajes tuvo que hacer frente en el siguiente ciclo al "Ogro de Sutter Camp", un psicópata que, gracias a sus inmensos conocimientos sanitarios, fue una terrible amenaza para los personajes. El final de este episodio provocó que tanto Lin como Rose cogieran diferentes caminos, dejando nuevamente solo a Jonas, que, además, tenía el corazón roto por haberse enamorado de Rose y no tener un final feliz con ella. Y es así como nos encontraremos a este enterrador, un tanto perdido y desorientado.
¿Qué autores han participado en este cómic? Los creadores son el equipo habitual formado por el guionista Xavier Dorison (escritor de obras como "Aristophania" o "Long John Silver") y el ilustrador Ralph Meyer (que colaboró anteriormente con Dorison en "Asgard", y también es conocido por "Ian"), un tándem que ya había formado equipo antes de esta serie. También participa como colorista Caroline Delabie (quien dio color al arte de Meyer en títulos como "Página negra" y "XIII Mistery: La mangosta"). La traducción al castellano es de Elisabeth Falomir.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis oficial es la siguiente:
"Joséphine Barclay, la mujer más poderosa de Arizona, está dispuesta a hacer todo lo necesario para recuperar el cadáver de su hijo, transformado en esclavo por los Apaches hace una década y recientemente asesinado.
Sid, su prometido, convencerá a su viejo colega Jonas Crow para adentrarse con él en tierras indias y traer de vuelta el cuerpo... aunque ello pueda costarles la vida."
Lo descrito en los párrafos anteriores no será lo primero que suceda, pues el hielo se romperá observando cómo una diligencia en llamas intenta escapar de sus perseguidores, los indios Apaches. La cosa no tendrá un final feliz, y ello servirá como detonador para dos cosas. Por una parte, para tener una primera imagen de "Salvaje", personaje conocido por su fiereza, que lleva un tiempo poniendo en jaque cualquier diligencia del hombre blanco que atraviesa aquellas tierras. Y, por el otro lado, la muerte que Salvaje deje al final de la persecución, servirá para tener el primer contacto del álbum con Jonas Crow, quien aparecerá un tiempo después en ese mismo escenario, para dar sepultura a los cadáveres.
No tardará en aparecer otra persona en el lugar, y Jonas y él se dirigirán hacia el pueblo más próximo. Allí Jonas, al que a todas luces le ha afectado mucho la marcha de Rose de su vida, entrará en contacto con Sid Beauchamp, un antiguo compañero de banda y fechorías, quien ha dejado atrás esa faceta de su vida, para ser sheriff y llevar una vida próspera. Sid le contará a Jonas que su futura mujer, la adinerada Joséphine Barclay, se ha enterado del fallecimiento de su hijo, Caleb, más conocido como el "Indio Blanco", quien fuera esclavizado hace muchos años por los indios, y que jamás volvió junto a su madre. Joséphine quiere recuperar el cadáver de su hijo para que éste sea enterrado, y Sid verá en su amigo Jonas a la persona indicada para ayudarle a llevar a cabo esa peligrosa tarea, para la cual deberán adentrarse en territorio apache.
Y aunque Jonas irá acompañado de Sid y la milicia privada de éste último, eso no hará más sencilla la tarea de recuperar el cuerpo del Indio Blanco, pues se encuentra enterrado en un cementerio apache. Por lo tanto se iniciará así una peligrosa travesía en la que el objetivo es conseguir el cadáver, que Jonas se ocupe de poner en práctica sobre él sus técnicas de conservación, y que posteriormente el cuerpo sea llevado ante Joséphine para celebrar un funeral. Y no hay que olvidar una cosa importante, y es que Salvaje vive en esas mismas tierras que Jonas y Sid deberán recorrer en su tarea. Hasta aquí puedo contaros. En cierto sentido, se produce en este álbum una repetición de la jugada vista en los dos primeros de la serie, con la salvedad de que, mientras en aquella ocasión debía producirse el fallecimiento de la persona que contrató a Jonas para que éste lo enterrase en el lugar acordado, ahora lo primero de todo es encontrar los restos mortales que deberán ser trasladados a otra parte. Diferente es el hecho de que aquí vemos a un enterrador algo más perdido de lo habitual. Conserva su instinto y su intuición, pero se nota que no atraviesa su mejor época. Ahora bien... ¿las semejanzas hacen que la obra sea de menor calidad a lo visto antes? Toca hablar de ello.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Una de las cosas que me gusta del guion de Dorison aquí, es el hecho de que, precisamente contando algo que en sus primeros compases guarda semejanzas con otro arco argumental de la serie, no pierde frescura, por el hecho de que esta obra recorre su propio camino, y en ambos casos lo disfruto mucho. Tarde o temprano, y siendo un elemento tan clásico del western, tenían que entrar los indios en la serie. La aparición de los Apaches, en especial de Salvaje, me ha parecido todo un acierto por la forma en que se presenta, y el desarrollo posterior del personaje, pues, como es marca de la casa en la colección, es mucho más de lo que aparenta ser en un primer vistazo. Del mismo modo, me gusta la manera en la que Jonas, que había empezado a acostumbrarse a tener a Rose en su vida, sufre inicialmente las consecuencias de su marcha, ya que esto no solamente solapa el anterior álbum a éste, sino que añade credibilidad por la mella que hace en el personaje. La trama, con esos giros argumentales que son costumbre, me resulta interesante y no exenta de interés, y el ritmo narrativo es bueno. La historia no se acaba aquí, pues queda el sexto álbum para que concluya. Pero, como lleva ya un tiempo logrando Dorison con su excelente trabajo, me ha vuelto a dejar necesitado de más, y con muchas ganas de saber qué ocurre en la próxima entrega.
A la hora de analizar el apartado gráfico, no tengo ningún tipo de dudas para elogiar el trabajo de Meyer, que vuelve a mostrar un nivel altísimo con su trazo. Pensaréis que es una exageración, pero es que el equipo creativo que conforman Dorison y Meyer me parece fabuloso, y cualquier entrega de esta serie es un buen ejemplo de ello. De hecho, y al margen de seguir esta lectura por su protagonista principal, lo primero que me atrae en cada nueva ocasión es comprobar con satisfacción que siempre estén al frente los mismos autores. Con un resultado visual impecable, ese acertado reflejo de las emociones humanas mediante una buena caracterización facial, y ese toque de cómic franco-belga moderno que tan bien le sienta al western, si a estas alturas no sabéis quién es Meyer ni por qué deberíais seguirle la pista, ya estáis tardando en curiosear sobre él.
No me olvido del trabajo de Delabie al color, pues, aunque también participe en este apartado el propio Meyer, hay que valorar de buena manera el resultado final, con esa paletas de colores suaves y sin estridencias marca de la casa.
¿Merece la pena el cómic? Me ha dejado tan buen sabor de boca como los anteriores, y, como dice la gente del podcast "Tierra Salvaje" , HAY QUE LEER SÍ O SÍ UNDERTAKER. Cada generación de lectores tendrá su colección predilecta de western, porque este género ha dado para muchas series a lo largo de las décadas. En mi caso, Undertaker será la mía, por la manera en que me ha marcado como lector, y por las constantes satisfacciones que me ofrece como aficionado del western. Os invito a descubrir si también será vuestra colección favorita y espero que, si os acercáis a ella, os deje tan buen poso como a mí, o al menos el suficiente como para no perderle la pista. Es una lectura muy recomendable que, como mencionaba anteriormente, no se termina en este tomo, sino que se resolverá en el siguiente, por lo que no estaría de más que os pilléis de golpe ambos cómics.
Por ir terminando, y sobre la edición, es de cartoné y trae como contenido extra algunos bocetos de Meyer. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. Más abajo os dejo los enlaces a las demás reseñas de la serie. ¡Hasta otra!
Undertaker 5: El indio blanco - Estás leyendo esta reseña.
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