Nota introductoria: Aunque este texto puede leerse de manera independiente, la primera aparición de Windor, en la que cuento sus primeros años de vida hasta acabar la universidad, tuvo lugar en el microrrelato "El secreto para ser mago" (para leerlo, clickad en el título).
Este texto que podéis leer a continuación, retoma la historia de Windor desde que se licencia como mago en la universidad mágica...
Los primeros trabajos de Windor el mago
Aunque Windor nació con un talento para la magia
similar al de un taxidermista para proteger la vida de los animales, sí que
poseía una fuerza de voluntad incansable. Esa cualidad le hacía inmune a todo
fracaso en su intento por adquirir habilidades mágicas. Y gracias a ello, una
vez que entró en la universidad mágica, se licenció como mago. No siempre le
salían los hechizos, pero tuvo la inmensa suerte de hacer de un modo aceptable
los que se necesitaban para aprobar los exámenes.
Windor vestía una túnica sumamente ofensiva a la
vista por su fealdad, pero la había confeccionado él mismo, junto con un
sombrero que no se pondría nadie en su sano juicio. Pero a pesar de su
esperpéntico aspecto, era todo un mago, con un pergamino oficial de la universidad mágica que lo atestiguaba, y una varita de segunda mano que había adquirido a buen
precio.
Eso sí, no siempre le salían los hechizos con la
varita. Una de las primeras cosas que hizo cuando se licenció, fue aceptar un
trabajo temporal como animador de fiestas de cumpleaños. Su puesta en escena
era fabulosa, pero le fallaba un pequeño detalle: la ejecución. Cuando tenía a
todos los asistentes del cumpleaños reunidos ante él, se quitaba el sombrero,
lo sostenía en el aire, y decía algunas palabras mágicas mientras agitaba su varita.
Pero cuando le daba la vuelta al sombrero para dejar caer lo que debía
aparecer, no caía nada, salvo algo de pelusa con suerte. Por eso no duró más de
un mes en aquel trabajo, a pesar de que sus gatillazos mágicos no le impedían
cobrar el precio pactado por cada cumpleaños.
Realmente Windor había deseado desde pequeño ganarse
la vida como consejero y mago de algún rey. Pero claro, para poder aspirar a
tal trabajo, era consciente de la necesidad de condimentar su currículum.
Aunque antes de entrar en la universidad había sido aprendiz de un modisto, ni
eso ni su experiencia como animador de festejos le servían de mucho. Por eso su
mente no dejaba de idear posibles trabajos a desempeñar. Y entonces entró en el
mundo de la música.
Invirtiendo parte del dinero que tenía, adquirió
algunos instrumentos musicales, y tras alquilar una habitación en una pensión
cerca de la universidad, dedicó algunas semanas a practicar su número musical,
que esperaba que resultara tan exitoso como original. Aunque no terminaba de
lograr el efecto que buscaba con los instrumentos, se decidió a organizar una
exhibición en la calle. Así fue como, en una de las plazas de la ciudad, colocó
encima de varias sillas unos bongos, un laúd, una flauta, una bandurria, y unos
platillos. Hizo un llamamiento a toda persona que pasaba por allí, y cuando
reunió un considerable público, explicó lo que iba a hacer.
La idea era ejercer de director de orquesta con su
varita mágica, sin músicos. La magia haría que los instrumentos se elevaran de
las sillas, se sostuvieran en el aire, y sonaran correctamente. Esa explicación
captó toda la atención de los allí presentes. Entonces Windor se colocó frente
a los instrumentos, movió su varita mientras decía algunas palabras, y la
música empezó a sonar.
Si pudiera definirse con una frase la actuación
musical de Windor, esa frase sería: la intención es lo que cuenta. Es cierto
que los instrumentos sonaron, pero no del modo correcto. Los bongos sonaban
como unas maracas, el laúd como la flauta, la flauta como una guitarra, la
bandurria como una armónica, y los platillos como un gato rabioso. Sin embargo,
Windor no se desanimó por su fracaso, ya que al menos había logrado hacer reír
a unas cuantas personas, que le dieron algunas monedas por su actuación.
No volvería a dar más conciertos, pero a diferencia
de su anterior trabajo, al menos en éste había logrado hacer magia. No la que
él quería, pero iba puliendo su destreza. Y además, ya podía añadir algo más a
su experiencia laboral. Tras su paso por los terrenos de la moda, las fiestas
de cumpleaños, y la música, Windor ya se sentía más preparado para aspirar a su
anhelado trabajo como mano derecha de un rey. Con ese ánimo renovado, un día
fue al tablón de anuncios de la ciudad, y encontró justo lo que buscaba.
Para ser más precisos no era exactamente lo que
quería, pero se le parecía un poco, lo mismo que un guisante a un melocotón. El
anuncio decía lo siguiente:
“Se
busca mago que ejerza de consejero del rey de Trascania. El mago ha de tener
tolerancia suficiente para aceptar que sus consejos nunca sean seguidos, así como una
cabeza dura para soportar que el rey le use como diana tirándole objetos. Se
ofrece una remuneración por debajo del salario mínimo.”
La primera sensación de Windor tras leer aquel
texto, fue pensar que más que una mano derecha para el rey, iba a ser la mano
izquierda, tan tenido en cuenta como un grano de arena en el desierto. Puede
que hasta un tapiz del salón real fuera más tenido en cuenta que él. Pero podía
ser la oportunidad de oro para alcanzar su sueño. Y con el mismo ánimo alegre
de un ludópata antes de entrar a un casino, metió todas sus pertenencias en un
baúl, y compró un pasaje en barco para ir hasta el reino de Trascania.
Continuará...
Continuará...
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Tu texto tiene una segunda lectura. No pierdas la voluntad. Besos!
ResponderEliminarHola Ana, lo has captado a la perfección. Al margen de contar las peripecias de Windor, quería recordar que la voluntad, la constancia y el esfuerzo no caen en saco roto nunca :) ¡Un beso!
Eliminar¡Qué bueno que decidiste continuar con estas aventuras! Por aquí seguiré leyendo
ResponderEliminarHola Kéllyta, me alegra mucho tu comentario, le cogí cariño al personaje aunque surgiera en un microrrelato, y me apeteció contar cómo podía ser su vida como mago. Así que este viaje literario aún tiene algunas paradas más, será un placer avisarte cuando haya otra nueva parte. ¡Un saludo!
Eliminarme encanta ya le tengo cariño a este particular Mago, quiero saber que pasa con esa misión que le puede cambiar la fortuna, me divierte mucho estas situaciones un tanto Quijotescas, saludos :D
ResponderEliminarHola de nuevo, es un placer leerte que le hayas cogido cariño a Windor. Es un desastre como mago pero no se rinde y eso le hace ir superando los obstáculos del camino. Ya tengo algunas ideas para narrar su llegada a Trascania y lo que ello le depare, así que en poco tiempo volverás a saber más de él :)
Eliminar¡Un saludo!
Pues sí Nefertiti, ya has visto que Windor como animador, tenía el mismo porcentaje de trucos bien hechos que ese mago de la tele jaja.
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar, otro saludo :)
Tiembla Harry Potter!! Aquí llega Windor!! Que voluntad las del jovencito tras tanta peripecia, pero no se duda que tiene un corazón mágico. Ya muero por saber que le pasará en Trascania. Besos celdiacos mágicos!!
ResponderEliminarQue tiemble bien jaja :) Lo cierto es que Windor compensa con su fuerza de voluntad, todo talento mágico que no tiene desde su nacimiento, así que él mismo se construye ese corazón mágico que mencionas. Espero que cuando siga la historia te guste lo que le depare su viaje. ¡Besos mágicos!
Eliminarla fuerza de voluntad es lo mas importante !! ya estoy esperando la continuación de este personaje :)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Mery, la fuerza de voluntad es uno de los mejores motores para afrontar lo que nos depara la vida :) Espero que la continuación te guste cuando la suba al blog. ¡Un saludo y gracias por comentar!
EliminarTe felicito José Carlos, un fresco y simpático relato que se lee ávidamente, que sabe a poco y se disfruta. Tu mago tiene mucho que aprender (la universidad no le cundió tanto como a Harry Potter), pero su creador nos ha encantado al primer conjuro con una saga que promete momentos muy divertidos. Creo, como ya te han dicho, que has tenido un gran acierto al continuar la saga de este personaje, pues da mucho juego, con ese aire de torpón pero voluntarioso. Además, como es natural en este tipo de relatos, tienes a tu disposición todo un mundo fantástico en donde la imaginación no tiene límites. De seguro que lo vas a aprovechar. Sólo espero que la precariedad de ese primer empleo no desanime a nuestro amigo.
ResponderEliminarHasta la próxima compañero, un abrazo
Gracias Isidoro, si ya es un placer leer tus comentarios, recibir esa felicitación es un placer añadido. He disfrutado tanto escribiendo la historia, que ha salido prácticamente del tirón. Sin duda le queda un largo camino por recorrer ya que es lo opuesto al bueno de Harry jaja, pero me alegra haberte "embrujado" con la historia.
EliminarLa verdad es que tiene una manera de ser tan peculiar y tan poco dada a ceder ante las dificultades o los tropiezos, que eso le hace tan real como cualquier hijo de vecino, y me gusta leer por los comentarios que eso logra que la gente sienta empatía por él. Tienes toda la razón, hay mucho material con el que trabajar, no será por posibilidades.
Visto lo visto, si consigue el puesto es capaz de valorarlo como si de verdad fuera algo grande aunque se arruinara jaja. ¡Otro abrazo!
Me cae bien el bueno de Windor. No será un buen mago pero perseverancia no le falta. Espero las nuevas desventuras junto al rey de Trascania. Un saludo.
ResponderEliminarEs todo un personaje, nunca mejor dicho. Lo que le falta de talentoso lo tiene de voluntarioso. Será un placer tenerte por aquí cuando publique una nueva parte. ¡Otro saludo!
EliminarTiene futuro éste mago, de momento ya ha conseguido ascender hasta la Corte. Esperemos que no haga ninguna trastada y el Rey decida decapitarlo. Simpático relato José Carlos, muy divertido. Un saludo.
ResponderEliminarHola Jorge, aunque sus primeros pasos han sido breves, encontrarse con el anuncio de trabajo le permitirá conocer un poco más de cerca el oficio que desea desde pequeño, así se pondrá a prueba. Me alegra saber que te gustó y te tuvo entretenido, es un buen logro :) ¡Otro saludo compañero!
Eliminar¡Muchas gracias por comentar! Le he cogido cariño al personaje y la verdad es que me apetece seguir contando más cosas que le pasen, sobretodo con el gran aliciente que es leer tantos comentarios de apoyo al personaje y la historia :) Será un placer tenerte de seguidor. ¡Un saludo!
ResponderEliminarPobre Mago pero a más de uno, incluida yo misma nos ha enseñado que queriendo se consigue, y el esfuerzo al final da su fruto, ;)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho José Carlos, :D
Bonito mensaje.
Un abrazo!!!
Saludos Irene, una de las cosas que me gusta de Windor es que, a pesar de todo lo que le sucede, él sigue con su ánimo y su esperanza intactos, lo que le permite seguir su camino una y otra vez. Por suerte no todo es el talento natural, también se pueden lograr frutos de otra manera :)
Eliminar¡Otro abrazo!
Continúa la perseverancia, la ilusión y la esperanza de Windor, por ser un buen mago y ejercer como tal. No tiene el don ni el talento natural, pero tiene las cualidades necesarias para lograr cualquier objetivo que se proponga, es tenaz y no se rinde. Con divertidas escenas y frescura narrativa, todo un relato en su contenido y genial entretenimiento. Mi aplauso, José Carlos, en mi opinión eres un magnígico contador de historias, un gran escritor.
ResponderEliminar¡Abrazo, Compañero!
Totalmente de acuerdo con tu análisis inicial, Windor sigue siendo igual de constante en la consecución de su meta, y aunque las cosas no salen como espera, sí que a veces pasa algo mágico, y eso contribuye a alimentar el fuego de su ilusión.
EliminarMuchas gracias por ese aplauso y por tenerme en tan alta valoración. No me dejas más opción que no abandonar a Windor demasiado tiempo jaja.
¡Otro abrazo Compañero!
jejeje qué patoso que es. En fin, quien la sigue la consigue. Espero que al final encuentre su sitio. Sigo leyéndote que me ha enganchado tu mago. ;)
ResponderEliminarUn besote. =)
Sí que es patoso sí, ahí podría sentar cátedra tranquilamente :) En casos como el de Windor se hace realidad ese premio que llega para quien lo sigue intentando. Quien sabe qué sucederá en su próxima parada.
EliminarSerá un placer informarte de las novedades. Mientras tanto, si celebras un cumpleaños o quieres ver una orquesta...no acudas a Windor jaja. ¡Un beso!
Perseverancia, esa es la clave de muchos éxitos y él parece que lo sabe. Muy bien presentado el personaje, como dicen en el comentario anterior, atrapa así que hay que seguir su pista jejeje.
ResponderEliminarHola Charis, estoy de acuerdo, la perseverancia contribuye de un modo variable pero siempre positivo a la hora de lograr éxitos. En ese aspecto Windor es todo un alumno aplicado. Será un placer avisarte cuando salga la continuación :)
Eliminar¡Un saludo!
Qué buen relato!!!!! Y qué importante es la fuerza de voluntad.
ResponderEliminarHas empezado muy bien, la comparación con el taxidermista es genial, nunca se me habría ocurrido resaltar la falta de dotes de alguien comparándolas con la "habilidad" de proteger animales de un taxidermista, me ha encantado!!!!!
Voy a por la segunda parte.
Un abrazo.
¡Gracias y bienvenida al mundo de Windor! La fuerza de voluntad es un arma muy poderosa si se sabe alimentar continuamente. Quería encontrar comparaciones poco vistas para resaltar las nulas habilidades mágicas de Windor, y me alegra ver que te haya sorprendido la del taxidermista jeje.
Eliminar¡Espero que te guste la continuación, un abrazo!
Muy bueno. De hecho, el anuncio ya merece la categoría de microrrelato. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias David, te confieso que me reía al tiempo que redactaba la oferta laboral, porque no tenía ni pies ni cabeza, pero es uno de los sueños de Windor jeje. ¡Un saludo!
EliminarHace tiempo que tenía pensado leer esto y lo había ido postergando. Ya me parecía que era un relato prometedor. Es divertido pero también motivador ver como él consigue interpretar cada situación con tanto optimismo y me encanta la forma en que lo muestras. Ojalá le siga yendo bien en Trascania.
ResponderEliminarHola Tania, me alegra que te animaras a leer un poco más sobre las vivencias de Windor, y que además estuviera a la altura de tu intuición inicial :) La verdad es que disfruto mucho pensando en distintas situaciones en las meter al pobre mago para ver cómo sale de ellas, siempre mostrando su naturaleza optimista y luchadora.
EliminarEspero que cuando leas la continuación sobre su llegada a Trascania te siga gustando y haciendo reír. ¡Un saludo!
Me gusta mucho como llevas esta historia del mago. El pobre Wildor voluntad tiene y perseverancia no le falta. gracia y salero como tu para contar historias y hacernos pasar un rato agradable, tampoco te falta. Aunque esta vez me he descuidado en leerte por falta de tiempo. e he reido y estoy disfrutando de lo lindo con las historias que le van a pasar al mago. Estoy deseando leer el siguiente. Un abrazo Carlos y sigue así. que eres el mejor contador de historias que he leído por aquí.
ResponderEliminarHola Maria del Carmen, muchas gracias por tan gentiles palabras. Disfruto mucho narrando las peripecias de este mago tan optimista y perseverante, le he cogido un inesperado cariño la verdad jeje.
EliminarPor otra parte, me siento muy halagado al leerte que mi manera de contar historias esté entre tus favoritas de la blogosfera, sabes bien que disfruto teniendo por aquí una compañera amante de las letras como tú.
No te preocupes por la falta de tiempo, es normal que todos tengamos rachas así, por suerte Windor no desaparecerá. ¡Otro abrazo!
Buen texto niño!! sin duda virtudes que no debemos abandonar pues nos llevaran al éxito en nuestros proyectos, constancia y voluntad. Besos!!
ResponderEliminar¡Gracias compañera! Toda la razón, la constancia y la voluntad son una dupla que contribuirán al éxito en las cosas que se emprendan. ¡Besos!
EliminarBonito comienzo. Un mago que se hace así mismo. Me pregunto qué habrá aprendido en esa universidad...
ResponderEliminarPensaba que ya lo había leído, pero me he dado cuenta de que no.
Genial, me ha gustado mucho, seguiré con los demás capítulos.
Un besillo.
Gracias, Windor es uno de esos personajes a los que uno le coge cariño y es demasiado tentador el seguir contando sus historias. Como su paso por la universidad lo resumí en el microrrelato originario, te copio un extracto aquí:
Eliminar"Con la edad mínima cumplida, logró entrar en la universidad mágica, y allí aprendió que un mago no es el que nace, sino el que lo es de corazón y lucha por lograrlo"
Espero que el resto de capítulos te hagan una windor-adicta jeje. ¡Un beso!