¡Saludos desde el mundo de la investigación de lo paranormal! A estas alturas, quienes me seguís en este espacio ya debéis tener clara una cosa... ¡me encanta el universo de Hellboy! Y dentro de ese disfrute, me gusta compartiros mis impresiones tras cada aventura que leo de personajes de este universo creado por Mike Mignola. Razón por la cual aquí me tenéis, para deciros qué me ha parecido "El joven Hellboy 2: Asalto al castillo de la muerte" de Norma Editorial.
La primera vez que vi a la versión infantil de Hellboy no fue en las viñetas, sino en un fragmento de la película "Hellboy 2: El Ejército Dorado" (2008) dirigida por Guillermo del Toro. Concretamente la escena tenía lugar al principio en una base militar, donde se encontraban celebrando la Navidad tanto Hellboy como su padre adoptivo, el profesor Trevor Bruttenholm. En ese fragmento de película, Bruttenholm le contó una historia a su ahijado, y, qué queréis que os diga, la caracterización que se hizo del personaje en esa etapa de su infancia me resultó tan simpática que, pese a no durar más de unos minutos la aparición en pantalla, le cogí aprecio. De ahí que una serie como "El joven Hellboy" me generase interés rápidamente. Aunque cuando leí el primer tomo de la misma, no sabía que iba a ser una colección, sino que pensé que era una aventura inédita en su infancia pero algo aislado.
Huelga decirlo, pero la temática de este cómic no va a ser nueva, ya que durante toda su vida, y teniendo en cuenta la espectacular cantidad que hay de publicaciones del Hellboyverso hasta la fecha, no han sido pocos los cómics donde la acción ha transcurrido en un castillo. La presencia de nazis y monstruos tampoco ha sido especialmente insólita, pues son el pan nuestro de cada día para Hellboy. Y aunque pueda parecer insólito leer un cómic donde coincidan el Bogavante Johnson y el demonio rojo, tampoco es la primera vez que esto sucede, aunque en el pasado ocurriera de una manera más... peculiar. Eso tuvo lugar en "El gusano vencedor", historia recopilada en el segundo integral de Hellboy. El justiciero de la pinza es uno de los héroes en la infancia del demonio rojo, por lo que verles formar equipo es un sueño para el protagonista, aunque la historia demostrará que es una asociación un tanto engañosa.
¿Qué autores han participado aquí? Lógicamente, uno es Mike Mignola (conocido entre otras cosas por "Batman: Luz de gas" o " Drácula de Bram Stoker "), creador de Hellboy, y siempre presente en un papel u otro en las obras de este universo. Su labor aquí es la de guionista, que comparte nuevamente con Thomas Sniegoski (conocido por "Bone" o por participar en " AIDP "). Del dibujo se ocupa una vez más Craig Rousseau (que ha trabajado en series como "Harley Quinn" o "X-Men"). Y como colorista está Chris O'Halloran (en su haber destacan "El armario" o "Una sed de venganza justificada"). Traduce al castellano Héctor Lorda.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis nos describe lo siguiente:
"Un febril Hellboy niño apunta maneras en esta trepidante aventura de su infancia.
Tras regresar de sus aventuras en una isla secreta, Hellboy, el profesor y la AIDP al completo se mudan de Nuevo México a Connecticut.
El cambio de aires resulta duro para Hellboy, pero ¿sufre de morriña o son los vagos recuerdos de la isla lo que afecta al pobre mocoso?
Al mismo tiempo, un enemigo desconocido se entera de que Hellboy ha sobrevivido. Dicho enemigo fracasó al intentar matarlo por primera vez, y no está dispuesto a fallar de nuevo."
En el tomo anterior, el profesor Bruttenholm y Hellboy iban en un avión hacia una misión, cuando un pasajero intentó acabar con el demonio, terminando la situación con un accidente. Así pues, profesor y demonio terminaron en una isla llena de monstruos de la que tuvieron que escapar, aunque tendrían ayuda de una de las heroínas favoritas de Hellboy. Pero una vez que los personajes vuelvan a los EEUU, no tardará en producirse el cambio de ubicación de la antigua a la nueva sede de la AIDP. Y esto no será del agrado de Hellboy precisamente, por mucho que le siga acompañando su fiel perro Mac.
Al margen de esos acontecimientos nuevos para el joven, en otra parte del mundo se nos mostrará la existencia de una hermandad secreta que no es nueva en este universo, pues se nos cuenta que el intento de asesinar a Hellboy en el tomo anterior, estuvo orquestado por sus miembros. Para ellos, y gracias a una visión que tuvieron frente al esqueleto de alguien importante para dicha hermandad, el futuro será apocalíptico si Hellboy sobrevive y va creciendo, pues terminará gobernando sobre nuestro mundo como el enorme demonio que estaba destinado a ser. ¿No os suena esto de nada verdad? A día de hoy ya es sabido de sobra que el destino de Hellboy era gobernar a los humanos, pero aquello nunca llegó a suceder, pues el personaje haría lo que estuviera en su mano por evitar ese cruel destino. Aunque esta obra se ambienta en la infancia del héroe, y entonces estaba muy lejos de saberse lo que sucedería muchas décadas después. Por lo tanto esta hermandad volverá a intentar acabar con él, mandando un nuevo agente a completar la misión iniciada anteriormente por la otra persona.
Así las cosas, se van a juntar dos hilos argumentales. Por un lado, una nueva tentativa de asesinato de esta hermandad. Y por otra parte, el hecho de que el pequeño Hellboy enfermará, lo que hará que tenga mucha fiebre, y empiece a delirar con vivir una aventura con el Bogavante. Él no se dará cuenta de que es todo una invención de su mente, pero se verá como el Cangrejo Escarlata, el nuevo ayudante de su héroe, y junto a Mac los tres vivirán una pequeña aventura en las nuevas instalaciones de la AIDP, que para el caso actuarán como un castillo de la muerte. Se tendrán que enfrentar a monstruos, soldados nazis y evitar que un cohete sea lanzado al mundo para provocar el pánico. ¿Logrará el asesino acabar con Hellboy? ¿Y el demonio podrá cumplir con éxito su misión junto al Bogavante?
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Lo que cabe esperar de una serie como esta, centrada en las primeras aventuras del pequeño Hellboy, es que sean ingenuas y simples, aunque no por ello menos entretenidas. Es cierto que la dupla Mignola-Sniegoski ofrece un buen trabajo desde ese punto de vista. Claro está, para quien pretenda ver una historia del corte y desarrollo del Hellboy adulto, lamento decirle que este no es un tomo que vaya a satisfacerle (cosa distinta sucedía con el anterior, que sí era más fiel a esos cánones). Ahora bien, no hay que olvidar que este producto lo veo como una línea más infantilizada que seguramente pretende llegar a un público más joven, por lo que las aventuras son más humorísticas, menos sórdidas (sí, salen monstruos pero no pretenden atemorizar a la persona lectora), y su desarrollo es más ligero. Esto no implica que sea malo, porque sabía a lo que venía aquí y de todas formas he pasado un rato entretenido con esta simpática obra, pero recalco que o bien es para gente más joven que quiera adentrarse en este universo, o para completistas del Hellboyverso.
Respecto a Rousseau, mantiene ese estilo sencillo e infantil que ya mostrara en el tomo anterior. Los personajes, especialmente Hellboy junior desprenden simpatía, al igual que los villanos un aura de maldad fácilmente visible. Es interesante el diseño que se le hace al uniforme del Cangrejo Escarlata, y habitualmente al igual que se nos muestra al protagonista haciendo frente a enormes peligros en su febril visión, también vemos lo que en realidad está haciendo, lo que es una buena comparativa para ver hasta qué punto es todo invención del enfermo Hellboy. Por lo demás, no se le puede pedir demasiado a Rousseau, ya que su estilo está orientado a un público que no va a exigir un buen nivel de detalle (la mayoría de veces se despachan las viñetas sobre fondos vacíos o se hacen los escenarios con cuatro líneas sencillas), y tiene esa energía juvenil que puede apreciarla el público objetivo. Lógicamente esto está en las antípodas del Hellboy adulto, pero hay que saber dónde estamos, por lo que el ilustrador hace un trabajo correcto.
El color de O'Halloran luce aquí poco por la simplicidad del dibujo, pero de todas formas cumple sin grandes alardes su papel.
¿Merece la pena el cómic? Resumiendo de nuevo, SÍ, SI SABES A LO QUE VIENES CON ESTA SERIE INFANTIL. Yo lo he leído el cómic como completista del Hellboyverso que soy, pero también porque me apetece una obra ligera y sin más pretensión que entretener, cosa que sucede. Lógicamente no leería con asiduidad esta colección si las entregas salieran con frecuencia, pero como evasión puntual no me decepciona sabiendo lo que puedo esperar.
Respecto de la edición de Norma Editorial, es en cartón, y contiene en el apartado de extras bocetos y diseños de personajes, páginas y cubiertas. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí . ¡Hasta otra!