¡Saludos gente lectora! Hace un tiempo os hablé en este mismo espacio del primer tomo de una serie donde lo policíaco y la brujería iban de la mano al servicio de una historia muy adictiva. Pues bien, en esta ocasión mantengo esas palabras, pues estoy aquí para escribiros mi valoración de lo que ha supuesto la lectura de "Black Magick 2: El despertar II" de Norma Editorial.
Hay que decir, que es algo que comentaba en la otra reseña, que lo único malo que le encuentro a Black Magick, es que la editorial que la publica al otro lado del charco es Image Comics, que si bien tiene la política de que los derechos de sus obras pertenecen a los autores de las mismas, esto quiere decir que difícilmente otra persona que no sean dichos autores puede escribir sobre ello. Y claro, cuando hablamos de alguien como Greg Rucka, que compagina su trabajo para Image con otras grandes editoriales y proyectos cinematográficos o novelescos, está claro que va sacando adelante esta obra cuando puede. Porque a Nicola Scott le pasa más de lo mismo con la apretada agenda artística. Al menos, éste que os reseño es el segundo tomo, que contiene los números 6 a 11 de la serie, que continúan lo iniciado en "Black Magick 1: El despertar", y ya está publicado en España el siguiente tomo, también por Norma Editorial.
Me es inevitable estar enganchado a esta colección por varios motivos. Me sigue recordando poderosamente en su apartado estético a la aventura gráfica "Gabriel Knight", pero también encuentro retazos de ese juego en la trama, al mezclar la brujería con elementos propios del género policíaco. Pero es que además la gran protagonista de la función, Rowan Black, es un personaje con bastante carisma. No es algo atípico en Greg Rucka, acostumbrado a ofrecer en el mundo de las viñetas a mujeres fuertes para afrontar todo lo que se les viene por delante. Y claro, Rowan no es una excepción, pues además de ser agente de policía, por encima de todo es bruja, y esa doble naturaleza es la que hace que tenga que afrontar muchos peligros, pero también implica que está doblemente preparada para todo ello. Y ojo, al margen de Rowan, personajes como Alex y Morgan no están exentos de interés, pues, además de una serie con buena trama, estamos ante un producto con muy buenos personajes.
¿Qué artistas han participado en este tomo? Los creadores de esta serie, que ya han colaborado en otras ocasiones, son el guionista Greg Rucka (famoso entre otras cosas por co-escribir junto a Ed Brubaker "Gotham Central", o por crear "La Vieja Guardia"), y la ilustradora Nicola Scott (conocida por dibujar en colecciones como "Aves de presa" o "Wonder Woman"). La traducción al castellano es de Víctor Manuel García de Isusi.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Esto es lo que nos desvela la sinopsis:
"Estas siete palabras resumen la REDE: Haz lo que quieras, a nadie dañes.
En la ciudad de Portsmouth vive una bruja que se llama Rowan Black. En la ciudad de Portsmouth, Rowan Black trabaja como detective de homicidios. En la ciudad de Portsmouth, una serie de fuerzas se han aliado para sacar de las sombras a Rowan. Fuerzas que están dispuestas a matar a mucha gente para conseguir su objetivo.
Atraída por el olor de la sangre, la antigua sociedad de cazadores de brujas conocida como Aira acaba de llegar a Portsmouth en busca de respuestas. Los Aira conocen el apellido Black. Han ejecutado a muchas que lo llevaban a lo largo de los años. Ahora, Rowan empieza a sentir el acoso y su vida empieza a desintegrarse poco a poco.
Morgan, su compañero, que está a punto de ser padre, cada vez sospecha más que algo pasa con Rowan. Por otro lado, no parece que Alexandra, una de sus compañeras de aquelarre, pueda ayudarla.
Y, por detrás, los poderes que pretenden despertar a Rowan siguen avanzando y manipulando, empujándola cada vez más hacia el punto de ruptura."
Hay que destacar que muchos de los elementos que se mencionan aquí, ya se introdujeron en el primer tomo. Se dio a conocer a la organización Aira y algunos de sus miembros (uno de ellos fue directamente enviado a la población donde reside Rowan para investigar sobre el terreno), así como también al aquelarre de brujas del que Rowan y su amiga Alexandra forman parte. Por otro lado, esas fuerzas malignas citadas en la sinopsis fueron la sorpresita final que Rucka nos dejó al final del primer tomo, revelando así la gran amenaza que iba a atacar a Rowan en la continuación, donde han sacado la artillería pesada. Y vaya si son entidades demoníacas y crueles, no sabéis hasta qué punto han estado presentes en la vida de Rowan.
Un gran acierto en este tomo, es que, si en el primer tomo se presentaba al personaje de Rowan, una mujer policía y bruja muy capaz de salir adelante en cualquier situación, aquí ahondamos un poco en su vida. Eso retrotrae al lector hasta el momento de la adolescencia de Rowan, en el cual vivió un “despertar”, que le hizo conocer a todas sus otras vidas a lo largo de los tiempos. Porque la familia Black lleva muchos siglos existiendo, y Rowan es tan solo una de sus integrantes, muy poderosa sí, pero no la única de esa familia. Del mismo modo, también se conoce que Aira es una organización que ha ido acabando con distintas personas que llevaban el apellido Black.
Como es lógico, en este segundo tomo se van desarrollando las distintas tramas y subtramas que Rucka comenzó a hilvanar anteriormente, al tiempo que se cierran algunas. Si bien al final queda la sensación de que, a pesar de cómo se resuelve este segundo arco argumental, es la antesala de algo más grande, eso no quita el hecho de que lo narrado aquí carezca de interés. Al contrario, en estos números, al tiempo que el mal ataca a Rowan, la persona lectora va conociendo ese pasado de la propia Rowan, ve una mayor manifestación de sus poderes, y conoce la gran debilidad de la protagonista, que no es otra cosa que la vida de su compañero Morgan, por el cual siente algo más que amistad. Esa evolución de personajes-trama de forma paralela, hace que la serie siga teniendo un gran nivel, al menos en cuanto a mí respecta.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? No voy a decir nada muy diferente a lo que comenté en la reseña del anterior tomo, ya que Rucka es un guionista que me gusta bastante, y en este tipo de ambientes, donde hay un fuerte componente de género negro, se mueve como pez en el agua. La trama avanza a un ritmo pausado pero también tiene momentos de alta tensión, y ello va a la par de un constante desarrollo de personajes, tanto de la propia Rowan, como del resto. Como es lógico en una serie abierta, no todos los cabos se atan de golpe, siendo lógico que Rucka cierre algunas pequeñas tramas, pero abra y mantenga otras. Lo importante en un caso como éste, es que me quedo con bastantes ganas de leer más entregas de este producto, y me parece el mejor síntoma para valorar que el trabajo del guionista me haya enganchado.
Si esta serie es canela en rama no se debe solamente a la trama, sino también al excelente trabajo de Scott en el apartado gráfico. Me es difícil precisar si la ilustradora ha hecho un mejor trabajo aquí o en el otro tomo, porque en ambos me parece que está a un nivel brillante, ofreciendo a la persona lectora una demostración constante de su gran talento. Scott conserva ese trazo limpio, ese altísimo nivel de detalle en cada viñeta, y esa agradable habilidad para mostrar una gran expresividad en los personajes. El uso de las páginas dobles no suele ser gratuito como pueda pasar en algunos cómics americanos, sino que me parece acertado. No encuentro una palabra más apropiada que "embrujador" para valorar el dibujo de Scott.
No hay que dejar de lado el hecho de que, aunque la presencia de las tonalidades sepia es mayoritario, el color (donde ha vuelto a participar Chiara Arena) entra en escena cuando estamos en presencia de objetos, personajes o situaciones relacionados con la magia, reforzando así la sensación de los dos mundos entre los que vive Rowan. Y me sigue pareciendo muy acertada esa mezcla.
¿Merece la pena el cómic? No veo concebible otra respuesta que SÍ, claro como el agua que merece la pena. Ya no es que sea "lectura obligatoria" para quien leyera el primer tomo y disfrutara de lo que podía ofrecer esta serie, sino que considero "Black Magick" como un producto altamente recomendable para quienes disfruten de los cómics bien hechos, sin importar el género narrativo. Ahora bien, si os gustan las historias con la brujería y el género negro bien presentes, tenéis un filón aquí para explotar hasta que os canséis. En mi caso, el primer tomo me dejó con ganas de más por la grata sorpresa que me dio, y esta segunda entrega confirma el acierto que fue leer esta serie, y me deja ganas de mucho más.
La edición de Norma Editorial es en formato rústica, y contiene como extras una galería de cubiertas. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!
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