12 de diciembre de 2024

Reseña de Stern: La serie. Una colección que nos permite disfrutar de otro acercamiento a la figura del sepulturero en el lejano y salvaje oeste

¡Un polvoriento saludo desde las lejanas tierras americanas del salvaje oeste! Como fan que soy del género western, no me canso de leer obras que estén ambientadas en ese período de la historia americana que tanto interés siguen despertando a pesar del paso del tiempo. Mi elección en este caso ha sido la serie de "Stern", publicada por Norma Editorial. 


¿Por qué he decidido leer otra serie que se centra en un trabajador del mundo de los entierros? Porque me encanta "Undertaker", también editada por Norma, y me apetecía mucho ver qué más me podían contar otros autores eligiendo el mismo tipo de figura sombría del oeste. Es cierto que hay semejanzas evidentes entre los personajes de Jonas Crow y Elijah Stern, como el hecho de dedicarse a dar sepultura a los muertos, y a veces hacer algo más con cadáveres, como investigar un crimen. También viven en entornos similares, visten de negro, y son personas taciturnas en apariencia (cuando se les sigue la pista de forma continua no son tan herméticos). Y sí, se ven metidos en embolados de cuidado. Pero mientras en "Undertaker" se opta por contar un mismo arco argumental en dos álbumes, aquí solamente necesitan uno, y las vivencias de Stern se abordan desde una perspectiva más análitica que las del otro, que optan más por el salvajismo y la grandilocuencia. Lógicamente hay más diferencias y similitudes, pero a mi entender aunque partan de una misma figura como es la de un enterrador, cada serie tiene su propio camino y me gustan mucho ambos enfoques. 


El primer tomo de esta serie vio la luz en 2015 a través de Dargaud, existiendo hasta la fecha un total de cinco entregas. Esa es la parte buena, que la serie ha tenido éxito y sus autores han podido seguir con su labor durante unos cuantos álbumes. La parte mala es que en Norma solamente se han publicado los dos primeros tomos, uno en 2016, y otro en 2017. Viendo que desde hace siete años no han sacado ninguna entrega más... me apena saber que otra buena serie va a quedarse sin más recorrido editorial en nuestro país hasta a saber cuándo. Ojo, que esto pasa con muchos géneros narrativos en el mundo de los cómics, pero es cierto que en España parece que sucede más con el western lo de quedarse colecciones colgadas. Es un mal ante el que poco podemos hacer las personas lectoras, salvo esperar que se retomen las publicaciones, que los derechos cambien de manos, o que alguien la lea en francés en este caso. Poco más nos queda. Y es una pena, porque esta serie me ha sorprendido muy gratamente. 

¿Qué autores han participado aquí? Los creadores de la serie son los hermanos Maffre, es decir, como guionista Frédéric (del que no he encontrado cómics anteriores) y como ilustrador y colorista Julien (entre otras obras ha trabajado en "La corte de los milagros" y "La tumba de Alejandro").  

¿Qué historias nos podemos encontrar? Para no saturaros con las sinopsis largas de ambos tomos, os comparto unas breves:

"Elijah Stern, sepulturero local, lleva una existencia tranquila y solitaria hasta que le encargan la autopsia de un hombre hallado muerto en un burdel. Forense improvisado, descubre que la causa de la muerte no es natural y, a su pesar, se ve implicado en una investigación. Stern no se imagina que la clave del caso se encuentra en su propia infancia…"

"Kansas, 1882. El sepulturero de Morrison, Elijah Stern, se ve obligado a abandonar su apacible refugio del cementerio para satisfacer su pasión por la lectura. Para ello, emprende un viaje hacia una modesta biblioteca que se encuentra en la gran ciudad más cercana: Kansas City. Lo que él no imagina es que la aventura que comienza siendo una breve excursión de ida y vuelta se terminará convirtiendo en un desfile de extraños personajes cuando, nada más poner un pie en la ciudad, se ve acorralado en un callejón y despojado de su mula, su dinero y sus botas..."

En el primer tomo sabremos que en un lugar algo retirado llamado Morrison, trabaja un sepulturero llamado Elijah Stern. Él no usa caballos, sino que de su carro tira una mula. Sí que Stern es algo sombrío, como puede esperarse de alguien que se dedique a lo mismo que él. Pero ni ha sido su primer trabajo ni es la persona fría que pueda parecer en primera instancia. Sí que un suceso de su pasado le marcará para siempre, y su conexión con la masacre en la población de Lawrence, cuando era un niño, tendrá consecuencias en el presente. Pues bien, Stern será llamado para llevarse a un hombre muerto en el burdel de Morrison. Pero lo que parecía un fallecimiento natural, pronto se revelará como una muerte provocada a raíz del examen post mortem que el sepulturero le hará al cadáver.

Tirando de ese hilo, Stern irá conociendo más detalles sobre el muerto, así como sus hábitos y entorno. Como suele decirse, hay mucho más de lo que pueda parecer a simple vista. Aunque habrá que dilucidar sobre quién ha podido cometer un crimen y por qué razones, especialmente cuando una persona sea arrestada para apaciguar un poco los ánimos caldeados en Morrison. ¿Logrará Stern resolver este misterio y evitar una muerte más? Por otra parte, en la segunda historia, veremos que el protagonista, que ya se había revelado anteriormente como un aficionado a la lectura, tendrá un problema para conseguir nuevos libros. A propuesta de un amigo, llegará a la conclusión de que o se espera bastante tiempo hasta que lleguen nuevos libros a Morrison, o se va a Kansas City, la gran ciudad más cercana, para comprarlos allí. 


Y será Kansas su próximo destino, una gran ciudad donde ya había estado tiempo atrás el protagonista, y a la que precisamente no quería volver sabiendo lo que le esperaba allí. No tardará mucho en ser atracado, quedándose sin su mula, sin dinero... y hasta sin botas. Intentando encontrar a las personas que le han robado, se reencontrará con una joven que ha jugado un papel importante en su vida antes de ser sepulturero. Entre reencuentros, peleas a puñetazo limpio, venta de morcillas, realización de pinturas sobre lienzos y otras situaciones peculiares, Stern tendrá claro que deberá irse lo antes posible de la ciudad una vez que logre recuperar lo que le fue robado. ¿Pero podrá conseguir lo que quiere? ¿Y qué pasará con su afición por la lectura?

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Empezando por Frédéric, en cada historia va añadiendo detalles del pasado de Stern, que es algo que se agradece por tener desarrollo del personaje. Las tramas no destacan por su originalidad, pero sí tienen buen desarrollo, correcto manejo de los tiempos narrativos y entretienen. En comparación posiblemente el segundo tomo me ha dado bastante más diversión, pero es por lo gamberro y desenfadado de su enfoque, ya que Stern no para de meterse en un embolado tras otro. Por otra parte, se va perfilando una interesante cuadrilla de personajes secundarios, al margen de que tengan mayor o menor presencia en tomos posteriores a aquel en que aparecen. Para mí el trabajo de Frédéric, ofreciendo en estos dos primeros tomos una narración más calmada y detectivesca en el primer arco argumental, y una tipo montaña rusa en el segundo, es bastante interesante. Reincido en que por ahora, tras lo que he leído, ni estamos ante una reinvención de la rueda, ni esto es el típico western de pistoleros. Son historias entretenidas, con un protagonista que me ha generado interés por seguir sus aventuras, y no le pido más. Bueno sí, que ojalá publicaran en España el resto de álbumes. 

En cuanto al arte de Julien, tiene un toque marcadamente europeo que mantiene buen nivel de detalle y un trazo no especialmente complejo pero sí sencillo y funcional. No os voy a engañar, si ya he comparado antes esta serie con la de "Undertaker", en la tesitura de elegir el dibujo de una y otra me quedaría con el de Ralph Meyer en la anterior. Pero por suerte esto no es una competición y cada ilustrador tiene una voz efectiva para narrar visualmente lo que se requiere. Julien tiende a elegir buenos enfoques de planos y entrega páginas memorables cuando hay muchos personajes en las viñetas, cosa que también se agradece (como ejemplos, la escena inicial del primer tomo con el asalto al pueblo, o el plano general en el combate de boxeo del segundo). Así que también he disfrutado del dibujo, de igual  forma que el color, aplicado por el propio ilustrador (con ayuda de Laura Durandelle en el segundo álbum), que combina bien con su tipo de trazo, y donde se trabajan bien las iluminaciones de escenarios.  

¿Merecen la pena los cómics? Ya me despertaban interés antes de leerlos, por lo que HA SIDO AGRADABLE COMPROBAR QUE MI BUENA INTUICIÓN SOBRE ELLOS SE HA CONFIRMADO. Ojo, no son los mejores cómics del oeste que vais a leer, pero ni siquiera desprenden la intención de serlo. No hay grandilocuencia, sino sencillez, y eso me ha gustado, que los autores disfruten contando sus historias y confeccionando poco a poco un personaje que, si ya en dos entregas me ha gustado, posiblemente me encantara de haber salido en nuestro país los otros tres álbumes publicados en Francia. Pero eso ya es harina de otro costal. Por mi parte lo que sí hago es recomendaros que os leáis esta serie, especialmente si os gusta el western. Mejor tener dos tomos que ninguno para leer, especialmente siendo cada uno de trama cerrada. 

Por ir terminando, y sobre la edición, es de cartoné y no tiene contenido extra, pero como me ha dejado con muchas ganas de leer el siguiente tomo, ya lo considero un éxito. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí.

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