En cualquier lugar podemos encontrarnos burbujas, y en cada burbuja hay una historia que contar.
26 de febrero de 2021
Reseña de Champignac 1: Enigma. Descifrando mensajes codificados en la Segunda Guerra Mundial
24 de febrero de 2021
Reseña de Winterworld. Un mundo gélido donde lo único que importa es sobrevivir
22 de febrero de 2021
Reseña de Cachorro. Una historia policíaca ambientada en Valencia y narrada en distintas épocas
21 de febrero de 2021
El discutible progreso
19 de febrero de 2021
Reseña de Nils 2: Cyan. Descubriendo el reino que hace peligrar la vida en el mundo
Sed bienvenidas/os a una nueva reseña de cómic. Siempre que me encuentro una historia dividida en varios actos, es una agradable sorpresa cuando las distintas partes que voy leyendo me satisfacen, y he aquí que eso mismo me ha vuelto a suceder con la trilogía Nils. Concretamente, hoy estoy aquí para analizar el segundo tomo, publicado nuevamente por Ediciones Kraken, y titulado "Nils 2: Cyan".
16 de febrero de 2021
Reseña de Brindille. Una aventura de fantasía ambientada en un enorme bosque
13 de febrero de 2021
Reseña de Dredd: Urban Warfare. Una estupenda manera de seguir paladeando la última versión fílmica del personaje
Hola gente lectora. El tomo que toca analizar hoy ha sido mi segunda lectura de este personaje. Ya os conté en mi anterior reseña que hasta hace poco, mis únicos acercamientos al universo ficticio de Dredd habían tenido lugar a través de las dos adaptaciones cinematográficas que tiene en su haber. Pues bien, "Dredd: Urban Warfare" de Ediciones Kraken es una estupenda manera de seguir disfrutando de la adaptación más reciente, protagonizada por Karl Urban en 2012.
10 de febrero de 2021
Un San Valentín inolvidable
Era ya casi de noche cuando una fuerte tormenta irrumpió en Ogiar, un pueblo de Granada. Al principio comenzó como muchas tormentas, con una leve y fina lluvia que caía de forma interrumpida, pero poco a poco fue adquiriendo más intensidad, se añadieron fuertes truenos a la ecuación, y un primer relámpago hizo su entrada estelar en el cielo. Beatriz tenía la sensación de que aquella iba a ser una noche prometedora, y eso era justo lo que esperaba para aquel día de San Valentín.
A tal fin, ella llevaba un par de horas en casa preparando un ambiente acogedor para su chico, al que había conocido meses atrás gracias a unas reuniones con un grupo de amigos. Beatriz había decorado el salón con velas estratégicamente colocadas, e igual había hecho con pétalos de flor, que delimitaban una bonita y enorme figura por toda la estancia. Colocada justo en el centro de esa figura, estaba preparada la mesa donde cenarían cuando él viniera. El plato estrella de la cena estaba terminando de cocinarse en el horno, mientras que las demás cosas de picar ya estaban sobre el mantel. Beatriz también había dejado una botella de cristal sobre la mesa, junto a un par de copas y un libro. En el rato que le quedaba por delante, debía vestirse para la ocasión y terminar de coger un par de cosas.
El tiempo fue transcurriendo, y, a falta de un rato para que él llegara, Beatriz estaba preparada y ataviada para la ocasión. Comenzó a encender las velas, apagó el horno, y se sintió muy complacida al notar que la tormenta había ganado en intensidad en el exterior de su casa, ella apagó todas las luces, quedando iluminada únicamente por las llamas de las velas. Siendo consciente de que él tardaría poco en llegar, sacó del horno el plato principal y lo colocó en el centro de la mesa del salón. Beatriz se sentó en su silla, cogió el libro, y comenzó a leer en voz alta un pasaje del mismo, escrito en un dialecto arcaico.
Poco a poco, mientras ella proseguía con su lectura, la intensidad de las llamas de las velas creció progresivamente. El aroma del plato principal de la cena, que era corazón de cabra, estaba por toda la casa. Beatriz, consciente de que estaba muy cerca de estar con su amado, cogió la botella de cristal y le quitó el tapón, y una vez hecho aquello, se levantó de la silla, y vertió el contenido del recipiente por toda la figura que había hecho con los pétalos de rosa.
Cuando acabó de rociar el pentagrama floreado, ella se sentó de nuevo en la mesa, reanudando su lectura en voz alta. Los truenos resonaban con fuerza en el exterior, y pronto los pétalos comenzaron a arder con unas llamas de tono azulado, muy diferente al habitual del fuego. Cuando aquel fuego azul completó el pentagrama, las luces de las velas se apagaron. Un par de segundos después, y con Beatriz totalmente emocionada, las velas se encendieron solas, alumbrando al invitado de aquella velada, procedente del infierno, y al que conoció gracias a las reuniones con aquel grupo de adoradores del diablo. Sin lugar a dudas, aquel San Valentín sería inolvidable.