9 de abril de 2021

Reseña de Juez Dredd: Dark Justice. Viajes espaciales y terror al servicio de una historia de aspecto cinematográfico

Saludos ciudadanas y ciudadanos de Mega-City Uno. Cuando creo que las historias del Juez Dredd no pueden sorprenderme más y que empiezo a ir conociendo bien su mundo... siempre aparece algo que me hace llevarme una grata alegría y ver que hay mucho más que disfrutar en este universo del personaje que crearon John Wagner y Carlos Ezquerra. Y eso me trae a la reseña de hoy, donde con un aspecto cinematográfico y una atmósfera de terror, he paladeado el cómic "Juez Dredd: Dark Justice" de Ediciones Kraken. 


Y no puedo empezar la reseña si no es hablando del gran impulsor de esta historia, el espectacular dibujante Greg Staples, al que no conocía previamente, y que me ha dejado con una gran incógnita en la cabeza... ¿de dónde saliste que no te tenía en el radar? Allá por 2011, y esto es algo que podéis saber por una página que viene de introducción en el cómic, Staples se puso en contacto con John Wagner, para proponerle el dibujar nuevamente una historia del Juez Dredd. Pero no una historia con un personaje cualquiera, sino que el ilustrador quería hacer algo relacionado con los Jueces Oscuros, figuras del pasado creadas por el propio Wagner junto con Alan Grant y el no menos talentoso dibujante Brian Bolland. Además, Staples remarcaba el hecho de querer hacer algo oscuro, escalofriante y atmosférico. 


Hay que decir que el guionista le respondió inicialmente que creía haber contado todo lo posible con estos personajes, pero que no se cerraba a la idea de colaborar. Con el tiempo, la insistencia de Staples y una serie de acontecimientos hicieron que el proyecto saliera adelante, y Wagner tuviera una historia que contar, que abarcó los números 1912 a 1921 de la revista 2000 AD. ¿Y quiénes son los Jueces Oscuros os preguntaréis? Encabezados por Muerte, que dirige a Fuego, Miedo y Mortis, este cuarteto son un grupo de jueces de otra dimensión que consideran la vida misma como un crimen, por el hecho de que las personas vivas son las que cometen actos delictivos, y por lo tanto la muerte es el único castigo posible. Vamos, que aunque seas la persona más bondadosa del mundo, te matan y encima te están haciendo un favor. Y éste ha sido mi primer contacto con estos Jueces Oscuros, pero qué gran impacto me ha causado el cómic, que por diversas razones me ha hecho pensar a menudo en la película de James Cameron "Aliens: El regreso" de 1986, mi favorita de la saga.

¿Qué autores hay tras esta obra? Los ya mencionados antes, el guionista John Wagner (escritor entre muchas obras de "Batman/Juez Dredd" o "Todo sobre Al's Baby"), y el ilustrador Greg Staples (que participó en "JLA: El acertijo de la bestia. Otros mundos" o "Slaine"), quien también se ocupa del color. Y hay que decir que el estilo de Staples, que hace recordar y mucho al del famoso Alex Ross, es de esos que se disfruta de principio a fin por lo artesanal de todo el proceso, ya que, como podréis leer en el apartado de extras, el dibujo está realizado a mano y sin retoques digitales. Aquel método de trabajo hizo que el proyecto le llevara unos dos años de tiempo, pero el resultado es espectacular. Y queda por mencionar a Rubén Martín Giráldez, quien traduce la obra al castellano. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis de la obra es la siguiente: 

"Tras ser destruido por una explosión nuclear y arrastrado al infierno por los espíritus vengativos de aquellos a quienes había asesinado, Muerte se las ha arreglado para regresar al mundo, listo para reanudar su misión aniquiladora de todo sistema de vida. 

Reunido una vez más con sus "hermanos" -los jueces Miedo, Fuego y Mortis- el terrorífico cuarteto ha invadido el Mayflower, una nave espacial en la que viajan cuatro mil de los habitantes más ricos de Mega-City Uno.

Cassandra Anderson, miembro de la División Psíquica, descubre que Muerte ha vuelto, de modo que ha de viajar con Juez Dredd al espacio remoto para tratar de detener a los Jueces Oscuros de una vez por todas."

Como si de una mega nave al estilo "Poseidón" se tratara, las primeras páginas nos mostrarán el "Mayflower", el que será el hogar flotante de unas cuatro mil de las personas más ricas de Mega-City Uno. Esta gente, cansada de la Tierra, de la violencia y de la existencia de los jueces, se embarcará en un viaje de duración indefinida por el espacio, hasta dar con un planeta idóneo sobre el que empezar una nueva vida, lejos de la polución, la degradación y la criminalidad de su planeta natal. Lógicamente, esta gente no estará privada de nada, ya que, conscientes de que podrían pasar generaciones hasta dar con un mundo apropiado, el Mayflower tiene un montón de cúpulas que sirven a diferentes fines, como el ocio, el cultivo de alimentos, la fabricación de oxígeno, y demás necesidades de los viajeros. Pero nadie contó con una posibilidad, y es que uno de los Jueces Oscuros entrara en la nave. 

Así, y a medida que el capitán del Mayflower va relatando diferentes noticias del viaje, lo que empiezan siendo cosas buenas irán tornándose en algo malo. A su manera, esa parte de la narración evoca las anotaciones del capitán del Demeter en "Drácula", personaje que iba detallando el inicio de un viaje, y las tragedias que se iban sucediendo durante el mismo. Por otra parte, y en la Tierra, la jueza Anderson comenzará a tener visiones relacionadas con el regreso de los Jueces Oscuros. Eso, unido a la presencia del Juez Dredd, hará que ambos deban investigar sobre sus antiguos enemigos, a quienes creían muertos para siempre. Cuando ambos jueces tengan constancia de que esos seres tan peligrosos se encuentran a bordo del Mayflower, y ante el temor de la carnicería que pueden organizar con los pasajeros, tendrán que iniciar un viaje hasta alcanzar dicha nave, para lo cual contarán con un grupo de exterminadores como acompañantes, cosa que me recordó bastante la aparición de los marines en "Aliens: El regreso". 


Como ya podéis intuir, Dredd, Anderson y los exterminadores llegarán hasta el Mayflower, y deberán afrontar una misión de lo más peligrosa. Y hasta ahí os cuento. No he escondido en ningún momento el hecho de que me ha encantado la atmósfera de terror que hay presente durante gran parte del cómic, porque es algo que todavía no había visto en las historias del Juez Dredd. Se trata de un cómic que se disfruta de principio a fin y que se lee de un tirón, donde ya únicamente por el dibujo debería ser compra obligada. Pero es que además la historia es buena y maneja muy bien la manera en la que suceden los acontecimientos, desde el inicio del viaje hasta el momento en que comienzan a suceder trágicos sucesos, con todo lo que ello implica. La presencia de los Jueces Oscuros es poderosa, y están dibujados de tal manera que no puedes tomártelos a risa, sino que resultan inquietantes y siniestros, emanando maldad y muerte en cada escena donde aparecen. Si ya habéis visto antes películas de viajes espaciales donde terror y acción se dan la mano, os lo pasaréis a lo grande con esta lectura.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Para valorar el trabajo de Wagner a los guiones, parto de la premisa de que no he leído antes nada suyo relacionado con los Jueces Oscuros, y desconozco si ya ha contado algo parecido tiempo atrás con ellos. Obviando eso, me ha gustado mucho la historia, porque se va cociendo a fuego lento y contiene elementos narrativos que me han enganchado en la lectura. Hay abundantes escenas de acción, momentos para dosis de terror y de acción, buen manejo de los tiempos narrativos, y la historia se pasa en un suspiro. Sin duda mereció la pena que el amigo Staples le insistiera a Wagner para el proyecto, porque el resultado es genial.

¿Qué puedo decir de Staples? Podría confesar que es casi un crimen el que antes no hubiera leído nada ilustrado por este autor, porque su arte me ha encantado. Valoro mucho cuando un dibujante usa un estilo más tradicional para dar vida a una historia, y si encima se trata de una persona que logra que tengamos la sensación de estar viendo una película, la valoración gana enteros. El trazo es muy bueno, hay un alto nivel de detalle en las viñetas, y Staples se maneja igual de bien en escenas estáticas como en otras donde la acción copa todo el protagonismo. 

Con el color, estando realizado por el mismo Staples, no hay mucho que decir, porque es igual de fantástico que el resto de su trabajo. Ese toque de película no solamente se percibe por el dibujo, sino que también es gracias al uso de los colores y la iluminación en las páginas, que nos transmiten esa atmósfera oscura y trágica que envuelve todo el cómic.

¿Merece la pena el cómic? La leche que SÍ. Estamos ante una historia muy disfrutable del Juez Dredd, con unos villanos de lo más espeluznantes, y un arte gráfico ante el que pocas palabras más se me ocurren para refrendar todo lo que ya he valorado anteriormente. No considero que sea la mejor lectura para estrenarse y empezar a familiarizarse con el personaje de Dredd, pero es más que recomendable si ya habéis tenido previamente un contacto con sus historias. No os exagero, pero automáticamente tras su lectura ha pasado a ser de mis historias favoritas. 

Así que amantes del dibujo, de las historias del Juez Dredd, de las películas de terror y viajes espaciales, y de la lectura en general, os animo a darle una oportunidad a este cómic, porque no os dejará indiferentes. La edición de Kraken es en tapa dura, y entre otras cosas, en el apartado de extras vienen muchas ilustraciones, portadas, bocetos y distintas muestras del proceso creativo de Staples, donde veréis la manera en la que trabajó en este proyecto. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. También os dejo el enlace de mi guía de lectura del Juez Dredd, pensada para quienes deseen iniciarse con el personaje. ¡No quebrantéis la ley y sed buenos!

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