¡Saludos a toda persona amante de los misterios! Confieso que el título que he puesto para la reseña transmite más sensación de urgencia y cuenta atrás de lo que tiene la protagonista de esta historia. Pero me ha quedado una sensación tan agradable tras leer el cómic, que lo menos que puedo hacer es intentar captar vuestra atención para que podáis leer esta valoración, y, con suerte, decidiros a darle una oportunidad a este "The Unknown" de Aleta Ediciones.
Publicado por primera vez en 2009 a través de BOOM! Studios, fue en 2015 cuando Aleta Ediciones la publicó aquí en España. He de confesar que lo primero que me atrajo de ella fue el guionista, Mark Waid, un habitual en las grandes editoriales como DC y Marvel, que en este caso escribió esta miniserie para una editorial más pequeña en comparación pero no por ello menos interesante. He disfrutado de unas cuantas etapas que Waid ha escrito de personajes de Marvel, y por ello me apetecía ver qué podía contar en un terreno diferente al habitual donde se venía desenvolviendo. Pero al margen de quién estaba como escritor, me atrajo también la trama, donde el misterio, el género negro y lo sobrenatural se entrelazan para contar una historia protagonizada por una detective privada que debe resolver un gran misterio, y a la que le quedan pocos meses de vida.
Hace un tiempo disfruté mucho de los cómics de "Black Magick" escritos por Greg Rucka y dibujados por Nicola Scott, protagonizados también por una mujer, aunque en este caso policía y bruja. Y no han sido los únicos que, dentro del género negro y el misterio, y teniendo un personaje femenino al frente de la historia, me han sorprendido gratamente. También guardo gran recuerdo de la serie "Fatale" de Ed Brubaker y Sean Phillips, donde la protagonista se veía inmersa en un mundo macabro y de perdición. Con esos precedentes (como dato curioso, ambas obras que menciono se publicaron tiempo después a la que reseño), y deseando que mi olfato no me fallara de nuevo, me he alegrado de ver que "The Unknown" me ha ofrecido lo que intuía y bastante más. Ha habido momentos en los que incluso me he sentido como si estuviera leyendo un episodio más de "Planetary" de Warren Ellis y John Cassaday.
¿Qué autores hay tras esta obra? Aunque ya he desvelado que Mark Waid es el guionista, (autor entre muchas otras obras de "Daredevil: La sonrisa del diablo" o "Heroes Return. Capitán América: Servir y proteger"), su compañero a los dibujos es Minck Oosterveer (conocido por "Ruse" o "Storm"), que falleció en 2011. No es la primera vez que estos artistas colaboraron juntos, pues también lo hicieron en la mencionada "Ruse", y en la segunda parte de "The Unknown". Al color tenemos principalmente a Fellipe Martins (que, aunque más experimentado en el campo de los videojuegos, participó en los cómics "Regular Show" y "Warhammer: Condemned By Fire"), echándole una mano Renato Faccini (conocido por "Rise of the planet of the Apes: Prequel" y "Vento Do Norte") y Andrés Lozano (colaboró en "Fábulas en Viñetas" o "Oiga mire mañana") en el último capítulo. De la traducción al castellano se ocupa Alberto Díaz.
¿Qué historia nos encontramos en este tomo? La sinopsis es la siguiente:
"Considerada la persona viva más lista, Catherine Allingham es la investigadora privada más famosa del mundo.
Afectada por un tumor cerebral y con una esperanza de vida de solo seis meses, la única forma que Cat encuentra para afrontarlo es resolver el mayor misterio de todos: ¿Qué ocurre cuando morimos?
Junto a su ayudante James Doyle, un testarudo ex-gorila de bar, Cat se mete de lleno en el mundo del misterio y lo macabro."
Lo primero que vamos a experimentar en carne propia, es una de las formas en las que se manifiesta la enfermedad de Catherine, ya que de vez en cuando tiene visiones, en las que siempre divisa a una misma figura, una especie de hombre gigante con la piel del color de una tiza blanca. Me parece una buena herramienta narrativa, porque permite construir situaciones en las que uno debe decidir si lo que está viendo es real o únicamente producto del tumor de Catherine. Esto es algo que irá cobrando más importancia a medida que la narración avance, pues no siempre la protagonista tendrá a mano la medicación que toma, y que habitualmente le ayuda a controlar esas visiones.
Pero al margen de eso, estamos ante una figura que es famosa en el mundo por sus dotes investigadoras, cosa que se contrasta con el hecho de que, en plena noche, la telefoneen desde la policía para resolver un crimen. Para Catherine es un juego de niños, y hay misterios más sencillos de descifrar que otros. Sin embargo, esa primera investigación inicial, que no será de gran dificultad, le permitirá entrar en contacto con James, un gorila de discoteca con cara de bonachón, y que terminará por convertirse en ayudante de Catherine. Es cierto que la historia no aportada nada nuevo en ese sentido, ya que la pareja protagonista hace recordar fácilmente a Sherlock Holmes y el Doctor Watson por citaros el ejemplo más famoso. Pero soy un amante de las historias donde hay una buena dinámica de colegueo, estando presentes el buen rollo y el carisma entre varios personajes, y aquí he podido tener una buena ración de esa dinámica que permite que el lector pueda coger rápidamente cariño a los personajes.
Por lo tanto, en este punto ya sabéis cuáles son dos de los ejes sobre los que orbitará la historia. Además de las visiones de Catherine y la relación de ésta con su nuevo ayudante, queda la otra baza de este cómic, que son los diferentes misterios que deberá resolver la investigadora. El principal de todos está relacionado con lo que pasa cuando morimos. Siendo consciente de que vive con los días contados, Catherine se toma como algo personal investigar este hecho, cuyo arranque en esta historia tiene lugar a raíz de un experimento llevado a cabo por una pareja de hermanos científicos. No quiero contar más, ya que la mejor manera de disfrutar de un producto como éste, es ir descubriendo poco a poco el camino por el que nos lleva la narración, que se reserva algunos ases en la manga, avanzando por derroteros que quizás inicialmente no se espere el lector.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Comenzando el análisis de los guiones de Waid, he decir que me he llevado una más que agradable sorpresa. En su faceta de narrador de superhéroes me había gustado en casi todo lo que leí, mostrando siempre un nivel aceptable. Así que tenía el interrogante de descubrir si podía contar una historia alejada del pijameo que mereciese la pena, y he podido responder a dicha cuestión. Con una pareja de protagonistas carismáticos y una dinámica narrativa que da poco pie a respirar, Waid teje una historia condimentada que toca muchos palos, lo cual, según el lector, puede suponer una virtud o un defecto. Es cierto que, como aquí hay cuatro capítulos y se exponen muchas cosas, no se llega a profundizar demasiado en ninguna, pero en mi caso eso no ha supuesto ningún problema, porque al final siempre ha estado presente la labor investigadora de los personajes, desentrañando cada misterio en el camino. Por lo tanto, Waid realiza un notable trabajo, ofreciendo un cómic que se lee de un tirón y plantea muchas cosas de interés.
Respecto al trabajo de Oosterveer con el dibujo, no tengo más que palabras buenas. Con un trazo que sienta como un guante a las historias de este tipo, el artista trabaja bien el apartado de la expresividad de los personajes, y se maneja bien en las escenas estáticas, pero también en las de acción, si bien éstas tienen menos presencia en la historia. Pero por ejemplo el segundo capítulo, que tiene una intensa escena en un tren, el dibujante realiza un trabajo muy disfrutable. También hay buen nivel de detalle en las viñetas donde no se muestran primeros planos, y eso siempre es de agradecer. Por lo tanto Oosterveer está a un alto nivel.
Queda el apartado del color, donde Martins complementa muy bien el trazo de Oosterveer. Generalmente se usan tonalidades de colores más apagadas, cosa que vuelvo a decir, en las historias de este tipo, siempre es un acierto seguro. Así que tanto Martins como Faccini y Lozano realizan una más que satisfactoria labor.
¿Merece la pena el cómic? Lo sé, a estas alturas de la reseña sabréis que es fácil adivinar que SÍ, el cómic vale la pena. Aunque tiene elementos narrativos que ya habréis visto en otras historias, soy de los que siempre valora el hecho de que una narración esté bien aprovechada y plantee cosas que te enganchen. Este tomo no sería el último de la serie, que tiene otro más publicado, pero si por alguna razón no os termina de enganchar para leer el que falta, sí que éste primero tiene un final que puede considerarse cerrado, aunque deje entrever que fácilmente la historia iba a seguir, como así sucedió. En lo que a mí respecta, os animo a que le deis una oportunidad, ya os gusten el género negro, el misterio o lo sobrenatural, o incluso las historias bien contadas. Tiene buenos guiones y un dibujo bastante seductor, así que no os dejará indiferentes.
Por ir terminando, y respecto de la edición, Aleta Ediciones publicó este cómic en formato rústica. En el apartado de extras tenemos una introducción de Gail Simone (ha escrito entre otras obras "Dominó: Instinto asesino" y "Wonder Woman / Conan"), así como bastantes portadas alternativas. Y esto es todo por mi parte, aunque podréis leer aquí mi valoración del otro tomo de esta serie. Mientras tanto, y si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!
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