9 de junio de 2021

Reseña de Marsupilami 2: El bebé del fin del mundo. Un oso panda perdido en la selva palombiana

¡Huba! Vuelvo a escribiros desde la selva de Palombia, hogar del Marsupilami, el famoso animal de cola infinita y piel amarilla creado por André Franquin. Ya os habréis dado cuenta (si no, os pongo al día rápidamente), de que en este blog he dedicado varias reseñas a otros cómics de este simpático personaje que surgió en la colección de "Spirou y Fantasio" y se ganó por derecho propio su serie en solitario. Y hoy vengo precisamente a añadir un nuevo análisis, dedicado a "Marsupilami 2: El bebé del fin del mundo" de Editorial Base. 


Fue en 1988 cuando se publicó por primera vez esta historia en el mercado franco-belga, a través de Marsu Productions, editorial que ya había comenzado en 1987 la publicación en solitario del personaje gracias a la obra "La cola del Marsupilami" que encontraréis analizada en el blog. Pues bien, a día de hoy el sello Marsu pertenece a Dupuis, que en 2014 sacó una nueva edición de la obra que os reseño hoy. Y precisamente en diciembre de ese mismo año, Editorial Base hizo lo propio aquí en España. Esta editorial es la que está sacando desde hace algunos años todas las aventuras del personajes en nuestro país. No es quien empezó con esa labor porque ya hubo otras tiempo atrás, pero Base lleva realizando un muy buen trabajo con su colección del Marsupilami.


Hace poco me enteré de que a finales de este 2021 saldrá un nuevo videojuego del personaje, titulado "Marsupilami: Hoobadventure", y me alegró mucho la noticia, porque este simpático animal debería ser conocido por niñas y niños de todo el mundo. El Marsupilami es una de esas creaciones cuyas peripecias siempre resultan de lo más simpáticas, aunque a veces algunos sucesos ajenos a él no sean de esa índole, porque haya humanos que no tengan las mejores intenciones para él o su familia, o bien para cualquier otra criatura de la selva de Palombia. Y esto siempre causa agitación en el animal de cola infinita, pues sin ser un león precisamente, sí que es una especie de protector de la selva, dispuesto a ayudar a otras criaturas indefensas en situaciones desesperadas. Lo cual nos lleva al cómic de hoy.

¿Qué autores han participado en este tomo? Como guionista tenemos a Michel Régnier (1931-1999), más conocido como "Greg" (conocido por ser artista completo en "Aquiles Talón", o escritor en "Colby"), siendo sus colaboradores al dibujo el propio Franquin (1924-1997), y Luc Collin, conocido como "Batem", que es un autor que durante toda su carrera prácticamente ha estado ligado a los álbumes del Marsupilami. Al color les acompaña Leonardo Vittorio (conocido por colaborar en "Homenaje a Gil Pupila y M. Tillieux", y por "Natacha"). Este cuarteto repetía tras el anterior álbum de la serie. La traducción al castellano es de Mireia Porta Arnau. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis editorial avanza lo siguiente:

"El Marsupilami no es el único animal raro que puede encontrarse hoy día en Palombia. Por extraño que parezca, en la caótica capital sudamericana han encontrado un oso panda. 

Sin embargo, una delegación del gobierno de China tiene la misión de devolverlo a su hábitat natural.

Dispuestos a sacarles hasta el último céntimo, el gobierno de Palombia les alquila a los embajadores asiáticos el avión más destartalado que encuentran para el transporte del animal. 

La lata con hélice y alas en la que transportan al panda se estrellará sobre la selva de Palombia y el pequeño y ruidoso animal irá a caer en el territorio de los Marsupilamis, con los que mantendrá una divertida relación de amor y odio."

Una diferencia sustancial entre este álbum y el anterior, es que aquí sí aparece la capital de Palombia, que es una población sumamente caótica como podéis observar en la imagen. Ya no se trata de que parezca estar influenciada por diferentes culturas, sino que además los comerciantes locales están siempre dispuesto a sacarles lo que no está en los escritos a los turistas extranjeros que, o bien son atraídos por la fama del Marsupilami, o están en Palombia por otras razones. Y claro, cuando aparece una pareja de asiáticos que buscan un transporte para su valioso animal... la picaresca palombiana saldrá a relucir.

Eso provocará que los asiáticos, que tienen que devolver a China a un oso panda que está bajo su responsabilidad, terminen contratando a un piloto alemán cuyo avión es poco más que una lata con ruedas, y que se cae a pedazos con solo mirarlo. De hecho, desde que el avión despegue, se le irán cayendo partes durante el tramo inicial de su trayecto, que, como imaginaréis, terminará en tragedia. Pues bien, tras el accidente que sufrirá el avión, el panda que los asiáticos transportaban terminará cayendo en medio de la selva palombiana. Y es ahí donde el Marsupilami y su familia entrarán en acción.


Teniendo en cuenta que el oso panda, en cuanto se le termine el suministro de bambú que tenía para comer en su jaula, romperá a llorar, la familia Marsupilami le escuchará, y se acercará hasta el lugar donde está el animal. Será así como los diferentes miembros de la familia intentarán cuidar del oso panda, cuya principal necesidad será comer más bambú. Y qué casualidad que la única provisión de bambú está en el campamento de los bullangas, una tribu autóctona de la selva. Hasta ahí puedo contaros sobre los marsupilamis y su nuevo compañero. La trama será de lo más simpática, porque por otra parte, el piloto del avión accidentado terminará vagando por la selva, y también conocerá a los bullanga. Y aunque yo ya conocía a esta tribu de otras historias, si son desconocidos para vosotros, ya veréis lo peculiares que son. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Respecto a Greg al frente del guion, repite el esquema del primer álbum del personaje, ofreciendo una historia sencilla y simpática, con personajes codiciosos pero que terminarán conociendo por las malas las consecuencias de toparse con un Marsupilami. Las páginas se pasan con buen ritmo y no hay mucho lugar para el aburrimiento, por lo que al final, aunque la historia no se de lo más original, sí que desprende buen rollo, porque de eso se trata, de intentar disfrutar de la alegría que siempre tiene encima el Marsupilami, animal que no está mucho tiempo enfadado. Así que Greg realiza una buena labor. 

Y en lo referente al trabajo conjunto de Franquin y Batem en el apartado gráfico, os digo lo mismo que de Greg, pues estos dos artistas, que tienen el trazo característico del cómic franco-belga humorístico, vuelven a realizar una labor bastante disfrutable. Siempre digo que en este tipo de historias es tan importante el humor escrito como el visual, y en ese aspecto se plasma muy bien en las viñetas cada momento de humor que requiere de ese soporte para su expresión.

El color de Vittorio suma y no resta al conjunto, por lo que no hay mucho más que decir en este sentido, porque hace un buen trabajo y no se puede pedir más.

¿Merece la pena el cómic? Huba huba hop... ¡SÍ! Lo sé, soy una persona poco original con su respuesta ante cada nueva entrega del Marsupilami, pero... ¿qué queréis que os diga si con estos cómics me lo paso pipa? El que estén más destinados a un público infantil o incluso juvenil, no quita el hecho de que una persona que no pertenezca a esos grupos no pueda disfrutarlo, como ha sido mi caso. Y por eso os recomiendo disfrutar de las peripecias del Marsupilami.

Por último, y sobre el formato de Ediciones Base, este tomo está publicado en tapa dura, y tiene el lomo del color de la piel del Marsupilami, lo que le da un toque bonito para tener en vuestras estanterías. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver otra reseña del personaje tenéis la de "Marsupilami: Historias cortas por..." o si queréis reseñas de otro tipo las podéis encontrar aquí. ¡Hasta otra!

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