Un huba saludo gente. Desde hace ya bastante tiempo, como podéis comprobar buscando en el listado de mis reseñas de cómic, vengo leyendo historias ambientadas en el universo de Spirou y Fantasio. Pero no empecé propiamente con este dúo, sino a través de colecciones centradas en el Marsupilami o Champignac, personajes que nacieron en la serie principal. Y tengo el placer de analizar precisamente "Spirou y Fantasio: Integral 2 (1950-1952)" de Dibbuks, que es donde nacen ambos personajes mencionados.
Este tomo se publicó por Dupuis en 2006, viendo la luz en nuestro país en 2018 a través de Dibbuks. No está de más deciros que en este espacio ya reseñé un integral de Franquin de esta colección (concretamente, el séptimo, de los años 1959 a 1960), aunque era un número más avanzado que, tal como sucede en este caso, era de capital importancia en el universo de Spirou y Fantasio, ya que en aquella ocasión nacía el personaje de Zorglub, villano de enorme carisma y que luego tendría gran presencia en posteriores aventuras, hasta tener su propia serie muchos años después. Así que si en aquel entonces os hablaba de la llegada de un gran enemigo en la vida de Spirou y Fantasio, justo en esta ocasión lo que haré será irme al lado opuesto, pues entran en este universo dos pilares clave desde su estreno: el Conde de Champignac y el inolvidable marsupilami.
La entrada en escena del Conde de Champignac, como también de la población del mismo nombre al que se refiere el título nobiliario, tendrán lugar en la primera de las tres aventuras extensas recopiladas en este tomo, titulada "Hay un brujo en Champignac", del año 1950. Será en la siguiente trama, perteneciente a "Spirou y los herederos" (1951), cuando aparezca por primera vez Zantafio, un primo malvado que tiene Fantasio. Pero además de este, veremos también al marsupilami, animal legendario de la selva de Palombia, y que enseguida generará un poderoso vínculo con Spirou y Fantasio. Finalmente, en "Los ladrones del marsupilami" (1952), tendremos al Conde de Champignac y al simpático animalillo en una misma trama, si bien no cruzarán directamente sus caminos todavía.
¿Qué autores han participado en este tomo? Como artista completo desarrollando todas las facetas, está el ya mencionado André Franquin (creador de personajes míticos como el Marsupilami o Gastón el Gafe, cuyas primeras apariciones tuvieron lugar en la revista "Spirou"), que ejerce de guionista (aunque Jean Darc y Yvan Delporte le dieron ideas para dos de las historias) y dibujante. La traducción al castellano de la obra es de Lorenzo F. Díaz.
¿Qué historias nos encontraremos aquí? Comparto aquí la sinopsis de la editorial, que nos indica lo siguiente:
En este periodo histórico, Franquin dibuja por primera vez al Conde de Champignac en la aventura "Hay un brujo en Champignac". Esta es considerada la primera aventura larga de Spirou y Fantasio.
Junto a esta historia, podemos encontrar páginas extras y dos aventuras más: "Spirou y los herederos" y "Los ladrones del marsupilami".
Arranca la historia de "Hay un brujo en Champignac" con Spirou y Fantasio planeando unos días de relax, en los que llegarán a la localidad de Champignac. Bastarán unas pocas páginas para mostrar que allí están pasando cosas raras. Conejos del tamaño de hombres, vacas que dan leche sin fin, animales que crecen demasiado rápido en poco tiempo, y setas que van apareciendo en algunos lugares. Muchas personas champignacianas creen que hay un brujo por la zona, y creen que la culpa de todo la tiene un gitano que ha llegado hace poco junto a su familia, y que acampa en las tierras del Conde de Champignac. Spirou y Fantasio, que tampoco estarán exentos de pasar algún que otro mal rato, y viendo que se podría estar cometiendo una injusticia con dicho gitano, investigarán lo que sucede, y entablarán una peculiar relación con el Conde de Champignac, más conocido como Pacome Hegesipo Adelardo Ladislao. A partir de entonces, su vida no será la misma, y su nuevo amigo no dejará de sorprenderles...
La siguiente historia, "Spirou y los herederos", gravita alrededor de una herencia que podría caer en manos de Fantasio, a raíz de la muerte de un tío suyo. Ahora bien, cuando se hace la lectura del testamento, la parte más gorda de la herencia se la disputarán el protagonista, junto a su primo Zantafio, un pícaro de tomo y lomo que hace una villanía tras otra a lo largo de la trama. Pero para cobrar la herencia hay que superar tres pruebas, y Fantasio, ayudado de su fiel amigo Spirou, luchará contra Zantafio para ver cuál de los dos se lleva el gato al agua. Una de las pruebas será inventar algo original, otra quedar bien clasificado en una carrera automovilística, y la tercera consistirá en capturar un animal casi mítico y al que nadie ha visto, que resultará ser el marsupilami. Así que esta aventura abordará la realización de todas esas pruebas para ver qué familiar se lleva la herencia en juego.
Por último queda "Los ladrones del marsupilami". A raíz de la forma en que terminó la historia anterior, el simpático marsupilami palombiano se encuentra prisionero en un zoológico. Spirou y Fantasio, cuando visiten a su amigo de cola extralarga, llegarán a la conclusión de que merece estar en libertad, por lo que planearán su liberación del zoo. Claro que no serán los únicos interesados en el animal, pues alguien lo capturará y se lo llevará a otra parte. Mientras Spirou y Fantasio investigan el posible paradero del marsupilami, irán haciendo avances en la dirección correcta, lo que les llevará al circo de Zabaglione (personaje que ya aparecería muchos años después en la serie del marsupilami, concretamente en el tomo "El novato de la selva"), donde el animal se ha convertido en la próxima gran atracción. Y es lo que puedo contaros de la trama.
¿Qué valoración merece el trabajo del autor? En cuanto al tema de los guiones, Franquin, si bien tuvo ayuda para la concepción de las tramas, tiene muchos aciertos a lo largo de estas tres aventuras. Ya solamente por crear a personajes (algunos de los cuales tendrían serie propia con el paso del tiempo) como el Conde de Champignac, Zantafio o el marsupilami habría que valorar de forma notable las historias, pero es que además el ritmo narrativo es bueno, y el humor está siempre presente aquí y allá. Destacaría escenas como la enérgica y desternillante persecución al ladrón del marsupilami en el zoo como un ejemplo de lo que es narrar con brío y gran talento por parte de Franquin, ya que no habría necesitado textos de apoyo para que disfrutara uno de ese pasaje. Es cierto que hay momentos en los que uno no sabe hacia dónde va la historia y que puede dar la sensación de que los personajes dan vueltas para rellenar el número de páginas, pero es una sensación pasajera, pues las piezas van encajando bien y el autor hilvana buenas tramas que exprimen el potencial de los personajes. Me sería difícil escoger mi episodio favorito de los tres (aunque el de la herencia tendría muchas papeletas), lo cual habla del gran divertimento que me he encontrado aquí.
En lo concerniente a la parcela gráfica, es cierto que, por mi lectura del séptimo integral de la colección, mucho más avanzado en años, noto que aquí todavía no había explotado del todo el dibujo de Franquin. Ahora bien, eso no quiere decir que no haya disfrutado de lo visto aquí, para nada, pues he ido notando que cada vez se hacía más con los personajes el artista, mejorando a cada historia. Lo que está presente desde la primera historia hasta la última, es el gran manejo del humor visual que tiene Franquin, así como el dinamismo que le imprimía a las muchas escenas que tenían un ritmo más acelerado de narración. El diseño del marsupilami es fabuloso, ya que con unas pocas viñetas es difícil no encariñarse con ese simpático animal de cola infinita, que es altamente expresivo e incita a la carcajada en muchas de sus intervenciones. Por lo demás, también hay un más que buen trabajo con la creación de inventos de los personajes, o en escenas como la de la carrera automovilística. Así que el dibujo también genera muchas sensaciones buenas.
Aunque en el apartado del color no viene acreditada autoría y no sé si se ocupó de él también Franquin, baste decir que complementa muy bien el trazo del artista y ayuda a que entren bien por los ojos las historias.
¿Merece la pena el cómic? No tengo dudas en afirmar que ES IMPRESCINDIBLE PARA LOS FANS DE SPIROU Y FANTASIO, y altamente recomendable a quienes, sin serlo todavía, sí quieran empezar a leer sus aventuras. Es una obra que cambiaría para siempre este universo con los personajes que añade, y además presenta historias que, con sus aciertos y errores, resultan divertidas y entretenidas de leer. Por lo tanto sí o sí os animo a darle una oportunidad.
Respecto del formato en que Dibbuks ha publicado este cómic, es en cartoné, y la edición contiene muchos artículos interesantes que permiten conocer mejor al autor y su forma de trabajo, pero también el contexto en que se hicieron estas historias, y qué cosas influyeron en su concepción. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!
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