10 de junio de 2022

Reseña de Hellboy en el Infierno: Integral. El final de la serie del personaje no podía terminar de otra manera que con el regreso al lugar que le vio nacer

¡Saludos desde el mundo de la investigación de lo paranormal! Desde que Hellboy apareció en nuestro mundo, siempre ha pesado sobre él la losa del porvenir que debía corresponderle como señor del Infierno, pero el personaje mostró en varias ocasiones que no quería hacer nada de eso. Sin embargo, tras su muerte en el tomo anterior, caerá directamente al lugar que le vio nacer, y donde deberá afrontar de una vez por todas su destino. Hoy toca hablaros de "Hellboy en el Infierno: Integral" de Norma Editorial. 


Lo primero que hay que recordar, es que esto es algo que ya se veía venir desde el comienzo de la serie de Hellboy. No tenía ni idea del cómo, pero estaba seguro de que tarde o temprano, el personaje debería hacer frente a su destino como líder del Infierno. Lo que no hubiera imaginado al principio, es que para ver eso, Hellboy moriría, siendo así la manera en la que caerá al lugar que le vio nacer en su día, y donde siempre se pensó que, a su regreso, él gobernaría a las legiones infernales para conquistar nuestro mundo y dominar la Tierra. Sin embargo, para quienes hayan podido seguir las andanzas de Hellboy a lo largo de su serie propia, no les pillará de sorpresa el hecho de que él no tenía ninguna intención de abrazar su destino, sino todo lo contrario. Y es aquí, en este último integral, donde se cierra el círculo, y donde Mignola acaba la serie como quería. 


Puede que, si no habéis leído el tercer integral, os preguntéis cómo ha podido suceder la muerte de Hellboy. Pues bien, ésta tuvo lugar en "La tormenta y la furia", arco argumental donde se producía al fin el enfrentamiento entre el personaje y Nimue, quien ansiaba acabar con la humanidad y teñirlo todo de sangre. Pero en la inevitable batalla entre el ejército de Nimue y el que logró apoyar a Hellboy, el enfrentamiento decisivo no tuvo lugar entre las huestes de ninguno, sino entre ellos mismos. Hellboy salió victorioso, pero, antes de exhalar su último aliento, Nimue le arrancó el corazón a su rival, produciendo así que ambos murieran. ¿Era esto el final del camino? Ni mucho menos, pues la historia de este gran personaje no terminaría así, sino con él en el Infierno, donde se interconectarán muchas tramas, personajes y sucesos ya vividos por él a lo largo de muchas aventuras anteriores. 

¿Qué autores han participado en este cómic? Como no puede ser de otra manera, el motor de esta obra es el creador de la misma, Mike Mignola (conocido entre otras cosas por "Batman: Luz de gas" o "Drácula de Bram Stoker"), que desempeñará la labor de guionista, y también de ilustrador. En la lista de más artistas que han participado en este contenido, la gran figura es Duncan Fegredo (en su haber tiene obras como "Enigma" o "MPH") , y luego están Richard Corben (del que destacan "La casa en el confín de la Tierra" o "Los espíritus de los muertos") o Gabriel Bá (que ya participó en "AIDP" y es co-creador "The Umbrella Academy") . En los colores destaca la figura de Dave Stewart (muy ligado al Mignolaverso con series como "Bogavante Johnson" o "Sir Edward Grey: Cazador de brujas"). De la traducción al castellano se ocupan Héctor Lorda, y de la rotulación Martín Garcés.

¿Qué historias nos encontraremos aquí? La sinopsis editorial desvela lo siguiente:

"La gran historia final del demonio rojo.

El descenso a los infiernos de Hellboy, dibujado por completo por su creador Mike Mignola, recopilado por fin en el popular formato integral. 

Un regreso a los orígenes tras el final de la saga de Hellboy que es de lectura obligada para todo fan del personaje. 

Además, incluye otras historias, realizadas por artistas de la talla de Richard Corben o Duncan Fegredo, que no se habían recopilado en formato integral y algunas incluso inéditas en España."

Las primeras páginas sirven para ponernos en antecedentes sobre los últimos acontecimientos vistos en "La tormenta y la furia",concreta mente el enfrentamiento final entre Hellboy y Nimue, con la muerte de ambos. Será a raíz de ahí, cuando sigamos la caída del héroe al Infierno, un lugar que no se parece mucho a lo que uno pueda imaginar en condiciones normales, pero que, repasando lo visto en toda la serie de Hellboy, no es para nada anómalo. Al mismo tiempo que esto se produce, aparece la figura de Sir Edward Grey, otro de los investigadores más famosos de este universo. Grey, consciente de lo acaecido a Hellboy, querrá ayudarle, a pesar de ser consciente de que esto podría tener un precio alto para él mismo.

Una de las primeras cosas que le sucederá a Hellboy cuando llegue a su destino, es que volverá a encontrarse con uno de los enemigos que tuvo en "La cacería salvaje", y necesitará de la ayuda de Sir Edward Grey para poder hacer frente a esta primera amenaza, pero también para saber dónde está y qué le está pasando. Cuando haya un momento de relativa calma más adelante, Hellboy podrá saber más de su salvador, a quien se le daba por muerto desde hace muchas décadas. A través de Grey (que tiene su propia serie por si os interesa), sabremos qué fue de él y cómo terminó en un lugar como el Infierno habiendo sido un luchador del bien como el propio Hellboy. Pero eso no es todo, pues a lo largo de los números, Hellboy irá viviendo nuevos episodios de su estadía en este lugar, relacionadas con su familia y el Pandemónium, pero también con otras almas que se encuentran atrapadas como él, y a las que deberá ayudar. Por no olvidarme de que también se encontrará con más antiguos enemigos, como el que se las hiciera pasar canutas en la historia "El vampiro de Praga". 


Como este arco argumental es de 10 números, no se tarda mucho en averiguar lo que le sucederá a Hellboy, aunque a su manera hay dos finales, uno en el octavo capítulo, y otro en el décimo (el propio Mignola habla de estos finales en un texto posterior). Después la conclusión de esto (si me lo permitís, quiero señalar que el cómic "Koshchei el Inmortal" estaría ambientado después de lo acontecido aquí), viene todo un buen grupo de historias más cortas del personaje, estando algunas directamente relacionadas con su paso por el Infierno. Aparte de eso, tienen mucho peso los episodios ambientados en México, lugar donde Hellboy estuvo desaparecido unos cuantos meses, en una época donde le pegaba al bebercio tanto como a cualquier monstruo maligno. En esta época, de la que se menciona un episodio que sí apareció en otro de los integrales, tendrá lugar la boda del personaje con una novia muy peculiar, así como enfrentamientos con "El Hombre Ataúd" o un curioso campeón de lucha libre. Pero fuera de este ambiente, hay otras tramas bastante disfrutables, como la que llevará al pequeño Hellboy a conocer un extraño circo nocturno, o la que, ya nuevamente con el personaje adulto, le hará caer preso de la tripulación de un barco que navega en busca de algo de lo que es mejor estar bien lejos. En definitiva, se mantiene el espíritu de los integrales anteriores, permitiendo que estos relatos cortos no hagan otra cosa que enriquecer el mundo del personaje. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Aunque en alguna que otra historia corta el guion no lo escriba solamente Mignola, como en las que participan su hija Kate, su hermano Todd, o Gyanni, en el resto sigue siendo el director de orquesta. En todo el pasaje del Infierno se evidencian claramente los automatismos de Mignola en Hellboy, a saber, ambientar las tramas en una especie de mundo onírico, muy alejado de nuestra realidad y más cercano a la fantasía, pero no por ello exento de oscuridad y un tono lúgubre, terrorífico, dramático o trágico, según lo requiera la historia. A veces es fácil quedarse un poco perdido en una historia, no por aburrida o compleja, sino por la forma de ser llevada la acción o la interacción entre personajes, pero no lo veo un hándicap, porque sé de sobra lo que implica leer a este personaje. Mignola termina la colección de Hellboy como él quería (diferente es la interpretación que cada uno saque del final), y eso es importante y especial, pues es bonito ver que un autor logra llegar a donde quería. Además, las aventuras cortas, como ya pasaba en otras ocasiones, son la mar de divertidas y enriquecedoras para el universo de Hellboy, recordándome lo maravilloso que es que una serie de esta índole no me canse, sino que constantemente me siga sorprendiendo gratamente. Por eso me parece que Mignola está a un excelente nivel en este último integral de su gran creación.

A nivel visual me mantengo en lo expuesto sobre Mignola con los guiones, pues su estilo de dibujo es muy característico tanto en el trazo de cualquier cosa, personaje o escenario que ilustra, como en el uso de los claroscuros. Por conversaciones con otras personas sé que hay gente que no disfrutar del arte de Mignola, e incluso yo mismo hace algunos años no quedé muy convencido, pero me alegro mucho de haberle dado otra oportunidad, porque he disfrutado bastante de su trabajo aquí, al igual que en otros tomos. También hay un gran trabajo de otros dibujantes en las historias cortas, como el del mítico Corben (1940-2020) que ya había dejado su sello en el mundo de Hellboy tiempo atrás, o Fegredo, artistazo que me enamoró con su trabajo en el segundo integral, y que hace una aportación inmensa en la historia del circo, con diferentes tipos de trazos. No menos valiosas son las aportaciones de los hermanos Moon y Bá, de Mick McMahon (que ya me gustaba por Juez Dredd), o de Gary Gianni, autores que destacan por diferentes cosas cada uno, y que aportan mucho y positivo al conjunto de la obra. 

El color... ¿no os parece que Stewart es de los mejores coloristas del cómic americano? Me es imposible no pensar en su nombre al coger un cómic del Hellboyverso, y es fabuloso que alguien como él esté tan presente en tantas obras, es normal que Mignola ensalce su valía para todo esto, pues vuelve a regalarnos un trabajo de los de quitarse el sombrero. Hay fuertes contrastes de color, especialmente en la parte del Infierno, que le dan mucha vivacidad a la obra por esa contraposición de tonalidades, como la imagen que tenéis aquí encima, o el hecho de que durante bastantes páginas, Hellboy tenga un color más apagado, y luego recupere el suyo propio. 

¿Merece la pena el cómic? Para alguien que lleva siguiendo la serie de Hellboy hasta aquí, ES UN TOMO IMPRESCINDIBLE QUE SIRVE DE BUEN COLOFÓN, pues es coherente con cosas ya planteadas y desarrolladas en la colección. Lógicamente, no os recomiendo leer este tomo para un primer acercamiento al personaje, pues ha de ser disfrutado cuando ya se tiene bagaje con él para entenderlo todo y pillar cuanta referencias a otras historias hay contenidas aquí. No quiero dejar sin mencionar el hecho de que, aunque esto es el final de la serie de Hellboy, eso no significa que no haya más historias del personaje, pues se siguen publicando otras ambientadas en épocas anteriores de su vida. Así que no os preocupéis, queda Hellboy para rato. 

Por ir terminando, y sobre la edición de Norma Editorial, es de cartoné, forrado con tela y con cinta marcapáginas. Como contenido extra hay bastantes textos sobre la publicación editorial y el recorrido del personaje, pero además, viene información extra sobre las historias cortas, y destaca una muy amplia sección de bocetos, portadas, diseños de personajes y demás hechos por Mignola y otros artistas, con comentarios al respecto. ¿Se puede pedir más? Esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

4 comentarios:

  1. Pues yo creo que la historia principal de "Hellboy en el infierno" está inacabada. Creo que Mignola volverá a retomarla y terminará sacando al Demonio Rojo del infierno. La historia de Hellboy y Alice merece otro final. No digo que sea un final ortodoxo como el que intentó darse en las películas de Ron Perlman, donde Liz y Hellboy son pareja estable y hasta tienen niños, algo que no va muy en consonancia con la vida de los dos. Pero merece un final digno de ambos personajes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos y gracias por comentar. Lo malo es que he leído algunas entrevistas donde Mignola decía que para él el final era precisamente el que ya se ha contado. Más allá de este integral, la única otra presencia de Hellboy que he visto hasta ahora es en el tomo de Koschei el Inmortal, donde los personajes que en su día fueron rivales, se convierten en algo así como camaradas en el Infierno, donde están los dos. No sé si con el tiempo habrá novedades, en cualquier caso a ver qué nuevas historias trae el Hellboyverso. Un saludo.

      Eliminar
  2. Pues a mi no me gusto nada el final. Siento que quedaron demasiadas cosas sin resolver, ademas Hellboy tenia un cierto encanto en su mezcla sencilla entre comic de aventuras, mitologias varias y una narrativa mas bien pulp. Pero eso se fue diluyendo en algo demasiado onirico y vago que para mi gusto no termina de encajar.

    Probablemente es cosa mia, pero tengo la sensación que a Mignola se le hizo bola el personaje y deicidio quitarselo de encima en cuanto vio que no iba a poder cerrarlo todo bien.

    Una lastima, pero el autor es el que manda y no nos queda otra que aceptar sus decisiones.

    Saludos y buen articulo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos Kame, y te agradezco tus palabras. El caso es que, de todo lo que he leído del Hellboyverso, precisamente el personaje principal es el que más onírico me resultó en manos de Mignola, especialmente en historias extensas. El toque más pulp lo tienes por ejemplo con el Bogavante, ya que Sir Edward Grey es más detectivesco y tanto AIDP como Abe Sapien van por otro camino. No he terminado de leer AIDP (aunque ya acabara mi ritmo de lectura son los integrales), por lo que no sé si ahí se aborda algo más de Hellboy. En cualquier caso, el Infierno es donde estaba destinado a estar, no es mal final, podría haber sido peor.

      Eliminar

Si has llegado hasta aquí, significa que has dedicado un tiempo a leer estas líneas. Gracias por hacerlo. Adelante, ahora no seas tímid@ y cuéntame tus impresiones al respecto. De igual modo, te animo a compartir este texto con más gente para que llegue lo más lejos posible.