En los últimos meses, un acontecimiento había
convulsionado el vecindario, debido en gran parte a lo inexplicable del suceso.
Uno de los vecinos, un hombre felizmente casado y de carácter muy alegre, había
desaparecido de la noche a la mañana. Lo último que se supo de él, es que había
salido de casa para tirar la basura, y nadie más volvió a verle desde entonces…
La desaparición había tenido lugar en verano, y el
paso del tiempo, unido a la falta de novedades en las pesquisas policiales,
había ido sumiendo a las personas que le conocían en una extraña tristeza
generalizada, algo normal si se tiene en cuenta que apenas había criminalidad
en el barrio, y que todo el mundo, en mayor o menor medida, se conocía y se
trataba con cordialidad. Y así pasaron los meses, entre el misterio y las dudas
por lo sucedido.
Ese estado general de tristeza y desconcierto, iba a
ser eclipsado durante unas horas por un evento muy especial para los niños y
niñas del barrio: la noche de Halloween.
Como venía haciendo en los últimos 10 años, Jonás
había decorado el interior y el exterior de su casa concienzudamente para la
ocasión. Era fácil encontrar calabazas, ataúdes, murciélagos, lápidas,
telarañas, y un buen número de objetos decorativos repartidos tanto en el salón
como en el porche de entrada a la casa.
Aunque en su infancia no existía esa tradición
exportada del otro lado del charco, Jonás disfrutaba abriendo las puertas de su
casa a todas las personas del barrio que quisieran ver su decoración de
Halloween. Y por supuesto, también disfrutaba dando caramelos y chucherías a
cada niño y niña que llamara a su timbre. Era un hombre muy afable y apreciado
por sus vecinos. Claro que nadie conocía su profesión verdadera, porque
quizás…no le apreciarían tanto.
Para aquel año, Jonás se había superado con el
realismo de uno de los objetos que decoraban su salón. Lo había conseguido
meses atrás, y tuvo que trabajar mucho para darle la forma definitiva. Según
fueron llamando al timbre niños y niñas acompañados de sus padres, Jonás les dejaba
entrar en casa mientras buscaba algo de dulce para darles. Cada persona que
observaba el salón, se quedaba hipnóticamente atraída por el mismo objeto, el
que Jonás había añadido ese año a su habitual decoración. Ese objeto era una
calavera, y parecía muy real. Demasiado real.
No había persona que no le preguntara a Jonás sobre
el lugar donde había comprado la calavera. Éste respondía siempre igual: si lo
dijera, perdería la exclusividad y el misterio. Además, ya que no había en todo
su salón ningún objeto más del mismo tipo, destacaba sobremanera. Las horas de
la noche fueron pasando, y cuando Jonás creyó que no iría nadie más a su casa,
cogió una silla y se sentó a contemplar la calavera.
Le había quedado preciosa. Si sus vecinos supieran
que él en realidad era taxidermista, y que esa calavera había pertenecido a una
persona de verdad, concretamente al
vecino desaparecido meses atrás, jamás volverían a visitarle. Durante 10 años,
Jonás había decorado su casa con los típicos productos que podían comprarse en tiendas,
y había sentido la necesidad de dar una vuelta de tuerca a todo eso. Así que,
tras secuestrar al vecino aquella noche del verano pasado, había acabado rápidamente con él,
deshaciéndose del cuerpo, con excepción de la cabeza, que iba a ser su gran
trofeo, la joya de la corona. Había cubierto bien sus huellas, y esperado con
enorme ilusión la llegada de aquella noche, donde todo había sido un éxito.
Bendito Halloween, que permitía exhibir cosas así
sin levantar sospechas.
P.S: Si os ha gustado este relato, aquí tenéis el enlace de su continuación, acontecida en el Halloween siguiente. Se titula "El arte de seguir decorando en Halloween".
P.S: Si os ha gustado este relato, aquí tenéis el enlace de su continuación, acontecida en el Halloween siguiente. Se titula "El arte de seguir decorando en Halloween".
Yo voy a hacer igual pero en Navidad. En vez de poner en mi árbol Papas Noeles de mentira me quedo con el de verdad :P
ResponderEliminarUn vecino muy majo el tuyo. :D Un profesional de Halloween ;)
Un besote. :)
Entonces sí que tendrías una navidad diferente jaja. La verdad es que Jonás es todo un encanto cuando quiere y necesita, sobretodo de cara a la gente...
EliminarSin duda es un decorador muy peculiar, que no te extrañe que ahora que ha abierto la veda amplíe la colección en años venideros...
¡Un beso!
Si no estoy equivocada has ampliado tu relato un poco y le has dado más "sustancia" al argumento, verdad? Te ha quedado genial; ya me gustaba antes pero ahora está redondo :)
ResponderEliminarLa verdad es que si hay alguna ocasión en el año para exhibir con tranquilidad una auténtica calavera, es Halloween. Casi puedo sentir el placer malévolo de tu prota, ji, ji. Buena historia, José Carlos!!
Besos de jueves!!
Estás totalmente en lo cierto, es el relato de aquel concurso pero ya sin el límite de extensión, lo que permite como dices, darle más sustancia y suspense a la historia. Me alegra doblemente que te gustara cuando le leíste en su versión reducida y que ahora te cause el mismo efecto o mejor :)
EliminarUna noche mágica para exhibir impunemente una calavera jeje. Jonás ha disfrutado tanto que no me sorprendería que fuera aumentando la colección...
¡Gracias por pasarte a comentar, besos!
Eso es... Una premisa para adentrarnos en el mundo de este peculiar taxidermista y su gusto por la decoración realista. Un relato ameno y digno de uno de los "Cuentos de Halloween", podría ser perfectamente el corto número 11...
ResponderEliminarMuy bueno, J.C
¡Abrazo, Socio! :)
Lo cierto es que Jonás es un tipo discreto cuando ha de serlo, lo que unido a su profesión...le convierten en alguien peculiar e imprevisible, uno ya no sabe si cuando visite su casa tal o cual hueso será real o de mentira...
EliminarSiempre puede formar parte de "Cuentos de la Celda Acolchada" junto a más de una de tus creaciones jeje. Gracias por compartir tus impresiones.
¡Otro abrazo Compañero!
Ahhh la taxidermia, pellejos colgando y demás, huesitos que cuelgan tintilines por todos lados. Es verdad Josesito, Halloween en la mejor época para exhibir todos esos trofeos. Y Jonasito tiene mucha "materia prima" en ese vecindario. Tal vez se anime a decorar para las siguientes fechas. Hiciste que recordara una de mis primeras poesías, bueno creó que es eso. Me encantó el cuento. :D. Besos óseos.
ResponderEliminarPD. Te dejó el link de mi poesía sobre decoración, pero aquella, es de año nuevo.
http://piesfriosenlaespalda.blogspot.pe/2015/06/decoracion.html?m=1
¡Hola Mendiel! La verdad es que sabía que te iba a gustar esta historia jaja. Y tienes razón, Halloween es una ocasión especial para lucir sin miedo este tipo de "trofeos" y que la gente se crea que no son más que objetos decorativos.
EliminarQue no te sorprenda que Jonás tarde o temprano aumente la colección y vuelva a desaparecer alguien del vecindario...
Un placer leer tu comentario, ten por seguro que voy a leerme esa poesía :) Como has dicho antes, besos "óseos" jeje.
Pues no leí en su día el relato corto, pero este es digno de exponerlo en una vitrina junto a la calavera del pobre vecino desaparecido.
ResponderEliminarQuizá en un futuro no lejano sea Jonás el que decore algún habitáculo tenebroso dentro de un mausoleo.
No solo está él en el vecindario y muchos de los vecinos nunca son lo que realmente aparentan.
¡Fabuloso! me gusto mucho el relato al igual que el Hallowen no.
Un abrazo.
¡Hola Francisco! Vaya, me honras con tus palabras nada más empezar. No te niego que, precisamente siguiendo lo que dices, algún día sea Jonás el que adorne la casa de alguien o algún mausoleo como mencionabas, por aquello del karma jeje.
EliminarHay mucha gente en el vecindario, y habiendo una sola persona más como Jonás, ya se puede armar el lío. Me alegra que te haya gustado tanto, es un placer haber logrado una valoración tan buena de tu parte.
¡Un abrazo y gracias por pasarte!
Te añado a mis enlaces compañero.
EliminarAbrazo
Gracias, otro abrazo.
EliminarVaya con Jonás! Exhibiendo como trofeo al pobre vecino q iba a tirar su basurita....pero qué bien queda en su salón, eh???? Buen relatito, José Carlos! Crees que puede existir gente así? ..Qué mieditoooo! Feliz noche y besitos!
ResponderEliminarVaya con Jonás, tú los has dicho Hada jaja. Tras 10 años con la misma decoración, esa calavera quedó de escándalo en su salón. Respondiendo a tu pregunta... con miles de millones de personas en el planeta, pienso que sí, alguien habrá como Jonás, y sí que inquieta pensarlo.
Eliminar¡Besos y feliz noche!
Wow!!!! Menudo vecino... Con lo que me gustaría tener una calavera, lo único que he tenido entre mis manos a sido un cerebro jijiji pero a los días lo tuve que devolver... Me encantó, felicidades felicidades !!!
ResponderEliminarHola Ana, menudo vecino eh jaja. Me has dejado inquieto con lo del cerebro jaja, espero que no fuera de verdad jajaja. Me alegra que te gustara, es muy especial leer que el relato te haya encantado.
Eliminar¡Un beso!
Pues te cuento que si era de verdad... Jajajaja en una clase de morfología había que aprender las regiones del cerebro y sus lóbulos,así que había que tener uno en tus manos.. Uno aprende mejor viendo y palpando... Jajaja
EliminarPues sí que era verdad jaja. Bueno, ya que has contado la experiencia completa, se entiende mejor :) Yo no habría osado ni mirarlo la verdad jaja.
EliminarOye, pues a original no le ganan. Es que hay que ir renovando las decoraciones porque si no te quedas obsoleto. Y además, baratisimo, oye.
ResponderEliminarUna joya ese Jonás, desde luego.
Besico.
Hola Sue, sin duda nadie del vecindario, al menos que se sepa, le gana a original jeje. El hombre se aburrió de tirar de la misma decoración, y fíjate de qué sádica manera renovó un poco el decorado, a un coste reducido como has mencionado. Que no te sorprenda que Jonás se haga aficionado a ese método jaja.
Eliminar¡Un beso!
Menos mal que por aqui por mis lares halloween no es tan popular porque sino ya me viera yo de trofeo con la sonrisa eterna brrr, buenisimo relato José Carlos me gusto mucho un fuerte abrazo
ResponderEliminarPues sí Anto, menos mal que por allí la celebración no es tan popular jaja, porque tendrías que sacar la basura mirando en todas direcciones y dispuesto a salir corriendo. Me alegra que te gustara amigo.
Eliminar¡Un abrazo!
Ayyyyy la verdad es que es tétrico de verdad. Me has dejado sin habla. Qu escalofríos, jejeje.
ResponderEliminarUn besillo.
Es lo mejor que me puedes comentar jeje, que te hayas quedado sin habla. Ay los vecinos y vecinas, qué malvados y retorcidos podrían llegar a ser (al menos en la literatura). Ya te imagino viendo una calavera por Halloween y saliendo por piernas jaja.
Eliminar¡Un beso María!
Los peligros de tirar la basura depende a qué horas... :O
ResponderEliminarY más si tienes vecinos perturbados que se escudan en cordialidad, jeje
Me gusta la ampliación del relato José Carlos, :)
Besos!
Hola Irene. Me alegra que te guste el relato ya ampliado y con un poco más de contenido que no pude incluir anteriormente. Hay que tener cuidado de tirar la basura de noche jaja, y la gente pensando que Jonás es un encanto de persona que no haría daño a una mosca...
Eliminar¡Besos!
Te lo leí en Edusique, y ahora con más palabras me sigue pareciendo genial tu relato.
ResponderEliminarSaludos José Carlos.
Hola Mila, muchas gracias por mantener esa gran valoración del relato :) ¡Un saludo!
EliminarSaludos Nefertiti. Entonces logré sorprenderte con la revelación de la taxidermia jeje. Me alegra que te gustara e impresionara el relato :)
ResponderEliminar¡Un saludo!
¡Huy! A mi vecino también le gusta decorar en Halloween... Saludos
ResponderEliminarHola y bienvenida al blog Luy. Pues cuidado jajaja es broma, a fin de cuentas hay vecinos amables que no ocultarán nada, al menos nada tan macabro jeje.
Eliminar¡Un saludo!
Hola Julio David. Efectivamente, Halloween ha sacado la peor parte que un taxidermista pueda tener. Ha sido un vecino ejemplar hasta que ha matado a alguien, esperemos que no le haya cogido el gusto jeje.
ResponderEliminar¡Un saludo!
Buenísimo tu relato, y has conseguido mantener la intriga hasta el final. No leí el micro, pero este te ha quedado redondo, me encanta. ¡Vaya con el vecino! Ya se podía haber dedicado a disecar cucarachas, que también iban a dar miedo a más de uno..... Un beso
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar Chari :) Pues el micro, al haber recreado el escenario, quedó algo más escueto, ya que revelaba que el cráneo era humano, pero no que era de un vecino, ni tampoco que había desaparecido nadie del vecindario.
EliminarVaya vecino el taxidermista jaja, tienes toda la razón. Y que no te extrañe que siga aumentando la colección...
¡Un beso!
Escalofriante la posibilidad de encontrar una calavera real decorando una casa en la noche de Halloween, desde luego el taxidermista se ha esmerado con su trofeo. Buen y estremecedor relato José Carlos. Un saludo.
ResponderEliminarUn placer leerte de nuevo Jorge. Es muy cierto que si imaginarlo en un relato ya es cuanto menos inquietante, encontrarse una calavera real (al menos una que no se exponga en un museo) expuesta como trofeo, ha de ser estremecedor. Me da a mi que en el próximo Halloween, miraremos con recelo las calaveras que no sean de plástico u otro material jaja.
Eliminar¡Un saludo amigo!
No veas con la decoración, me ha encantado el relato, aunque no me gustaría tener a Jonas como vecino...
ResponderEliminar¡Hola! Me alegra que el relato te haya gustado :) La decoración es inquietante cuando sabes que la calavera es real, pero sin esa información...a lo mejor la miras sólo con sorpresa por su realismo jeje. Es mejor no tener muchos vecinos con los secretos de Jonás.
Eliminar¡Un saludo y gracias por comentar!
Ja ja ja, con vecinos así se nutren los capítulos de tantas series de criminales psicópatas, pero el tuyo tiene su punto de gracia. Ese seguro que ha visto las técnicas que usan en "Bones" para descarnar los huesos, je je. Me parece verlo, cual Hamlet, ante su calavera, je, je
ResponderEliminarEstupendo relato José Carlos
Pues sí Isidoro, este vecino modélico (al menos de cara a la galería) daría para algún capítulo de una serie criminalística jaja. El hombre se ha servido de sus conocimientos de taxidermia con animales para, bueno, pasarse a jugar en otra categoría jaja.
EliminarEs un buen apunte el de Hamlet, y ya que lo has mencionado, también me viene a la mente una película antigua de Peter Cushing, llamada "La maldición de la calavera", donde el tipo conseguía la calavera del marqués de Sade, que tenía ciertos poderes.
Gracias por pasarte compañero, un abrazo.
Vecinos como Jomás hay que tener pocos.... Menos mal que aqui s e estila poco esas decoraciones
ResponderEliminarPues sí, hay que evitar tener vecinos así, aunque eso no depende de nosotros... jeje. Y bueno, aunque esa decoración no sea típica de un lugar u otro... ¿quién no te asegura que cuando ves un hueso decorativo y que parezca real, no lo sea jaja?
Eliminar¡Un saludo!
Lo que se me plantea, amigo JC, tras leer tu relato es qué tendrá pensado hacer Jonás para el próximo Halloween.
ResponderEliminarQué buen micro, compañero, fruto de una mente retorcida, je, je, je.
Un abrazo.
Pues es un buen planteamiento el tuyo Bruno. Te confieso que aunque inicialmente no pensaba escribir más que este texto, según pasan los meses y se avecina un nuevo Halloween, mis ganas de narrar un nuevo episodio de Jonás aumentan.
EliminarGracias por tus palabras jeje, otro abrazo compañero.
Jajajaja todo un artista del DIY este Jonás. Te envio un privado :)
ResponderEliminarUn vecino querido, unas apariencias bien guardadas...y el Halloween como perfecta celebración para compartir su obra con el vecindario sin levantar sospechas. ¡Un saludo!
EliminarUn taxidermista muy profesional, tanto que llegó a engañar a sus vecinos ¡pobrecillos si lo hubieran descubierto y denunciado!
ResponderEliminarEl texto es muy original e ingenioso, de modo que encantada lo compartiré en mi perfil y esperaré con intriga su continuación.
Un abrazo.
Pues sí, se tomaba su profesión en serio, y a eso se añadió el desafío que él mismo se impuso para mejorar su decoración jeje. A ver qué te parece la continuación, transcurrirá un año después en la misma festividad. ¡Otro abrazo!
EliminarMe ha encantado, JC. Sin duda vaya con Jonás, a eso le llamo yo pasión. Y ser un psicópata también, jeje, por qué no añadir. Pobre vecino, de salir a tirar la basura a pasar a decorar, de forma clandestina, la mansión del terror de este forofo de Halloween. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarGracias por tan buenas palabras Ramón, puedes estar seguro de que estás en la lista de intocables de Jonás jeje. El tipo es todo un apasionado de su profesión, que ha querido cambiar el trabajo con animales en esta ocasión. ¡Otro abrazo!
EliminarComo he prometido he vuelto por tu casa a leer la primera parte de tu Halloween, la primera parte de la historia de Jonás, este peculiar señor que tiene la pasión por las calaveras y no ha dudado, parece, a la hora de secuestrar y quedarse con una parte de su vecino para admirarla en el salón de su casa. Me gusta mucho y disfruto de la lectura de prosa clara y limpia, así como del modo de contar, un sello distintivo de tu narrativa que mantienes a lo largo de tus historias. Digo sello porque, como todos los buenos escritores, en ti encuentro una particular manera de acometer la narración. Además, noto que en el modo lineal, habitual en el cuento, de seguir el argumento, cuentas con una habilidad muy sutil para el trato de la trama que, deliberadamente no la llevas a la complejidad de la intriga del policial inglés, y de ese modo logras una prosa que te distingue, con una estética y estilística muy cuidada, que le da características propias y muy delicadas. Eres un gran escritor José, me gusta leerte, seguiré pasando por aquí.
ResponderEliminarAriel
Hola nuevamente, me agrada ver que está siendo una costumbre que visites la burbuja jeje. Sobre lo demás, te agradezco ese comentario tan extenso y alentador sobre la historia y mi manera de acometer una narración.
EliminarDesde que empecé a escribir tenía claro que quería contar una historia de esta manera, es decir, intentando no generar enredos innecesarios para quien sigue la trama, pero tampoco hacerla demasiado simple y previsible. Ya sabes que, por otra parte, en el mundo de los blogs mucha gente no tiene todo el tiempo del mundo para leer a un mismo autor jeje, así que creo que es un buen medio para moldearnos a los autores a la hora de contar lo que queremos sin estirar mucho una trama. ¡Un saludo y ten por seguro que seguiré visitando tu blog!