Tras colgar el teléfono, Gabriel se sentía
invencible. Natalia le había invitado a cenar, y la idea le parecía maravillosa.
Lo cierto es que ninguna de las chicas con las que había estado hasta la fecha,
le había invitado a cenar a su casa, por lo que también era un frente nuevo el
que se le presentaba. Una vez que regresó al piso, comió con uno de sus
compañeros, y después se encerró en su habitación. Necesitaba pensar un poco
algunas cosas. Uno no podía presentarse a cenar en casa de alguien sin llevar
algo para acompañar, y, deseando aclarar sus ideas, encendió su ordenador
portátil para buscar algo de información en Internet. Anotó algunas cosas en
una hoja, y tras cambiarse de ropa, salió a la calle.
Algunas horas después, y de nuevo en su habitación, dejó
una bolsa en la cama. A continuación, abrió su armario, y escogió su mejor
camisa, una chaqueta americana, y unos pantalones a juego. Puso la ropa sobre
la cama, y añadió un cinturón a todo aquello. También escogió unos zapatos, y
se puso a limpiarlos un poco hasta dejarlos relucientes. Aunque nuevamente
seguía lloviendo en el exterior, y puede que los zapatos no tardaran en mojarse
o mancharse, quería ir lo más elegante posible. Una vez que acabó, se afeitó y
se duchó. Se estaba secando con una toalla cuando sonó el teléfono. Le había
llegado un mensaje de Natalia, y había una foto adjunta. Era la cena que estaba
preparando ella. Tenía un aspecto demasiado apetitoso como para que la foto le
hiciera justicia. Gabriel no pudo evitar sonreírle al teléfono, y mandó un
mensaje de respuesta, anunciando que pronto degustaría ese rico menú. Dejó el
teléfono sobre la cama y terminó de secarse. Un rato después, y ya vestido, se
marchó del piso, no sin antes escuchar el silbido de sus compañeros,
que le dedicaron además una infinidad de piropos cómplices.
Los dedos de Gabriel temblaban cuando pulsó el timbre
del piso de Natalia. La voz de ella le relajó un poco al escucharla, aunque
fuera a través de un altavoz. Una vez que atravesó el portal del edificio, y
mientras esperaba al ascensor para subir a la décima y última planta, examinó
el contenido de la bolsa que llevaba. Esperaba no haberse equivocado, a fin de
cuentas había seguido su instinto, y, lejos de haber comprado una cosa, se
había decantado por varias para acompañar la cena. El ascensor llegó, y se
adentró en él. Pulsó el botón y se preparó para subir al décimo cielo.
Cuando Natalia abrió la puerta, Gabriel supo en todo
su esplendor lo que significaba quedarse sin aire. Estaba sencillamente
espectacular. Llevaba un vestido verde turquesa de una pieza, unas medias
negras, y unos tacones de vértigo. El mejor complemento posible a eso ya estaba
a la vista, y no era otra cosa que la preciosa sonrisa que ella esbozaba en
aquel momento. Bastante nervioso, y hasta que lograra articular palabra, a
Gabriel no se le ocurrió otra cosa que imitar el sonido de sus compañeros de
piso, y silbar ante la belleza de Natalia. Y funcionó, ella empezó a reírse y
le dio un beso en los labios. Tras besarle, aprovechó para susurrarle al oído
que él también estaba espectacular. Eso envalentonó a Gabriel, que, rodeando
con un brazo la cintura de ella, le respondió con otro beso. La noche empezaba
a lo grande damas y caballeros. Natalia le hizo un gesto para que pasara al
piso, y él hizo lo propio. Una vez en el recibidor, y tras respirar un
delicioso aroma que debía proceder de la cocina, Gabriel empezó a hablar:
- Verás Natalia, no sabía qué traer para acompañar la
cena. Soy algo novato en estas cosas, y…bueno, he optado por varias opciones.
En primer lugar- y como si se tratase de un mago sacando un conejo de la
chistera, metió la mano en la bolsa-, he comprado una botella de vino. Soy un
total desconocido sobre el tema, pero el chico de la tienda me dijo que éste
era muy bueno, y confié en su criterio.
- No te preocupes- le interrumpió ella-, no hay mejor
acompañamiento para la cena que tú Gabriel.
- Vaya, gracias- las piernas de Gabriel habían
empezado a temblarle, y se apoyó en una pared cercana-, muchas gracias por
compartir esa información. Por otra parte- y tras meter el vino en la bolsa,
sacó una caja de bombones-, sé que es un tópico, pero traté de buscar unos
bombones tan dulces como tus labios, y como no los había, ni creo que los haya,
traje esta caja por si te gustan.
- Todo un detalle- el rostro de ella se había enrojecido,
y Gabriel supo que también se había puesto nerviosa-. ¿Hay algo más en la
bolsa?
- Sí, tras pensarlo bastante…compré un disco de jazz.
Es el tipo de música que suelen poner en la cafetería donde nos conocimos, y
bueno, pensé que sería buena elección para escuchar mientras cenamos. ¿Qué
opinas?
- Me parece una propuesta genial Gabriel. Ahora
acompáñame, voy a enseñarte un poco el piso y nos sentaremos a cenar.
Acto seguido, Natalia le fue mostrando el piso en su
totalidad. Era bastante grande. Había dos dormitorios, un despacho, una
biblioteca, dos cuartos de baño, un amplio salón, la cocina, y una terraza con
una bonita vista nocturna de la Alhambra. Todo estaba decorado con un gusto
exquisito, o al menos eso le pareció a Gabriel, que no tardó en sentirse tan cómodo
como en la cafetería-librería. Además, en medio del salón había una mesa ya
preparada, y Natalia encendió unas velas que había sobre la misma. Segundos
después, ella fue a la cocina a por la cena, y Gabriel aprovechó para colocar
la botella de vino y los bombones sobre la mesa. Sacó el disco de la bolsa, le
quitó el plástico, y tras encontrar el equipo de música, lo puso en marcha. Un
reconfortante sonido de jazz se complementó a la perfección con el aroma del primer
plato que traía Natalia. A partir de ahí, todo fluyó con rapidez y complicidad.
El menú había consistido en un primer plato de pasta
con almejas, y en unos solomillos de ternera con salsa en segundo lugar. Ella
no desveló qué salsa era, pero estaba deliciosa. Para alivio de Gabriel, el
vino les gustó a ambos, y el contenido de la botella fue menguando con cada
plato. El postre consistió en un magnífico tiramisú casero, y Gabriel no pudo
evitar elogiar a la cocinera por hacer las cosas con tanto esmero. La charla
durante la cena había sido igual de mágica que el día anterior, y todo estaba
saliendo a pedir de boca. Tras recoger la mesa, y coincidiendo con el
final del disco de música, Natalia besó intensamente a Gabriel, le cogió de la
mano, y le llevó a su habitación. Una vez allí, dejó la luz encendida, y pasó
lo que ambos deseaban casi desde que se conocieron.
Todo transcurrió con dulzura y paciencia. Se
sentaron en la cama, y empezaron a besarse lentamente, sin dejar de abrazarse.
Se multiplicaban las miradas y sonrisas cargadas de deseo y lujuria. Poco a poco
Gabriel y Natalia se fueron desnudando, hasta quedarse en ropa interior. La
temperatura corporal de ambos era abrasadora, y habría fundido un cubito de hielo sin
problemas.
Gabriel le pidió a Natalia que se tumbara en la
cama, y una vez que lo hizo, le quitó la poca ropa que le quedaba. Poco
después, y tras maravillarse con lo que veía, empezó a recorrer su cuerpo con
la lengua y los dedos. Ella tenía la piel más suave que había tocado hasta esa noche,
y él supo que esa sensación perduraría en su mente hasta el fin de sus días.
Disfrutó de cada segundo de recorrido por su cuerpo, mientras ella se retorcía
y gemía de placer, lo que le alentaba a seguir así. Gabriel se extasió
lamiendo, besando y mordisqueando cada centímetro del cuerpo de Natalia, y a
veces ella le interrumpía el recorrido para acercar sus cabezas y besarse. No
había ni uno sólo de los cinco sentidos que no estuviera disfrutando de aquella
noche.
Al cabo de un rato, fue Natalia la que le ordenó
cambiarse los papeles, y Gabriel pasó a ser el sujeto del examen médico. Natalia
se relamió cuando comprobó lo mojado que estaba el bóxer de él, ya que era
síntoma evidente de la inmensa excitación que le había provocado. Tras quitarle
la empapada prenda, transportó a Gabriel al séptimo cielo con cada lametón, beso o
caricia que fue dispensándole a su cuerpo. Aunque hubiera sido lo fácil para
ambos, ninguno le hizo sexo oral al otro, era como si supiesen que esa noche
iba a ser muy larga, y había tiempo para disfrutar de cada cosa sin prisas. Y
la primera etapa, había consistido en un reconocimiento físico. Natalia se colocó
a la altura de Gabriel, y continuaron besándose. Poco a poco, empezaron a
masturbarse mutuamente, sin dejar de hacerlo con calma y dulzura. Tanto ella
como él terminaron con sus dedos mojados a los pocos segundos.
En esta ocasión, fue ella la que tomó la delantera,
y empezó a practicarle sexo oral a él. Si anteriormente el viaje había sido al
séptimo cielo, en esta ocasión todo el placer se había multiplicado
considerablemente. Para Gabriel lo sublime no era el acto de la felación en sí,
sino cada cruce de miradas, cada sonrisa que ella le dirigía antes de continuar
con la labor, y la dulzura que había en cada movimiento de su boca. Natalia no
hacía aquello por cumplir, sino que disfrutaba de verdad, y eso mismo sintió
ella cuando un buen rato después, era Gabriel el que jugueteaba con sus dedos y
su lengua en su clítoris. Los gemidos y los suspiros de ambos habían estado
omnipresentes en cada segundo de sexo oral que se practicaron.
Pero no podían igualar el volumen que alcanzarían
cuando, llegado cierto momento de la noche, Gabriel empezó a penetrar a
Natalia, fundiéndose ambos en un solo ser, y empezando a adentrarse físicamente
el uno en el otro.
ufff!!! calor..... brujo....lo dejas ahí... Va bien encaminado tu relato........buena descripción de la envoltura del encuentro..... pinceladas sensuales jazz, vino... Continuará....
ResponderEliminarSaludos :) En algún punto hay que dejarlo para que vuelvas a por el siguiente :P Me alegra que te guste el camino envuelto de jazz, vino y sensualidad que va tomando el asunto. Gracias por pasarte a comentar.
Eliminar¡Un beso!
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, mi niño! Pero no me dejes así, a medias. Mira que eres malote, José Carlos... Creí que esta sería la última parte pero veo que esta aventura continuará. Gracias por esta historia.
ResponderEliminarBesotes.
Aaaaaay encanto, en alguna parte tenía que cortar jaja, pero en el próximo capítulo no volveré a dejarte a medias jeje. Aunque tampoco va a haber muchos capítulos, calculo que al menos sí un par más, espero tenerte atrapada hasta el final. Gracias a ti por ser parte activa de su seguimiento.
Eliminar¡Besos!
Sublime, José Carlos. "No había ni uno solo de los cinco sentidos que no estuviera disfrutando de aquella noche"... Una fantástica frase que describe a la perfección la velada de estos dos amantes que gozan el uno del otro. Escrito con elegancia y extrema sensualidad, un texto romántico y erótico que hace del instante narrado una exquisitez, un deleite totalmente sensitivo. Genial, J.C.
ResponderEliminar¡Abrazo, compañero!
Muchas gracias por tus comentarios Edgar, me pareció muy fidedigno citar que cada sentido estaba siendo bien usado para la causa jeje. Me alegra haber logrado describir la cena y la posterior escena de forma que te haya gustado. En ese punto intermedio entre lo romántico y lo erótico hay un componente fabuloso que es la complicidad, y Gabriel y Natalia van sobrados en ese aspecto.
Eliminar¡Un abrazo compañero!
Una velada con velas... me gusta. :P Por un momento me has asustado, pensaba que no llegarían al gran postre, jeje Pero sí, además del tiramisú han catado más cosas. :) A Eva (and company jiji ;)) la has dejado a medias jeje qué continúe pronto, eh, eh! :)
ResponderEliminarUn besico. :)
Una velada con velas, sí, no es una cata a oscuras como aquel texto tuyo, pero no anda muy desencaminado jaja. Hubiera sido cruel dejarles sin el broche de oro, así que merecían al menos empezar a catarse el uno al otro. Dejaros a medias es buen motivo para compensaros con un nuevo capítulo :)
Eliminar¡Un beso Soledad!
O_O Cielo santo amigo mio que episodio, y que barbaro al dejarlo a medio camino de la noche entre estos dos corazones que poco a poco nos conquisan con su historia de amor y nuevamente quedo atento al siguiente capítulo un fuerte abrazo amigo mio
ResponderEliminarHola Anto, en este capítulo se ha ido calentando la cosa jeje. Puede que haya sido algo cruel dejarlo en ese punto, pero al menos han avanzado mucho. Me alegra que aún te siga gustando esta historia, y que los personajes se vayan ganando tu aprecio, eso es una gran noticia. Te avisaré de las novedades.
Eliminar¡Un abrazo amigo!
me gusto la intensidad y la manera como logras captar la atención ,De lo otro no opino soy medio tímida.PERO COMO SIEMPRE DEJAS AL LECTOR CON GANAS DE LEER MÁS.
ResponderEliminarSaludos Edith, es importante transmitir intensidad y sensualidad, por eso es un placer haber logrado que como lectora sintieras todo eso. Te avisaré cuando suba un nuevo fragmento de la historia para que sacies esas ganas de leer más.
Eliminar¡Un beso!
Jesús , Maria y José! Que atrevido capítulo Josesito! Te comentaría pero iré a tomar un baño. XD.
ResponderEliminarMe gustó la pasión que surge de la energía de uno y la experiencia de la otra entre estos amantes que nos dejan con ganas de más.
A la espera del siguiente capítulo. Besitos!
Vaya vaya Mendiel, así que has pensado en un baño para relajarte jaja, entonces ha sido un éxito el relato si te ha transmitido sensualidad e intensidad. La mezcla de pasión y experiencia puede ser explosiva, y al menos en este caso lo están comprobando bien jeje. Un placer dejarte con ganas de más lectura.
Eliminar¡Besos!
José Carlos, en el anterior capítulo te dije que me gustaba la forma que le estabas dando a la historia, con el toque romántico que uno no espera por la situación en sí, diferencias de edad, lo que buscaban...(o lo que a primeras queremos entender).
ResponderEliminarSolo decir que es maravilloso, dejas que el lector absorba el momento y lo disfrute pausadamente en la misma medida que los del relato.
Y lo mejor es que sobrevuela sobre él un romanticismo erótico lleno de posibles, me encanta!!!
Besos.
Sí, es cierto que me mencionaste la ternura que sentías en la historia y que te hizo estar sonriente :) Es cierto que ha habido tantos clichés y tabúes porque dos personas de distinta edad puedan disfrutar, que la gente se olvida de que a veces el carnet no es sino un número anecdótico, y en este caso se está comprobando.
EliminarMe apetecía cocinar a fuego lento la historia, donde, a pesar de la rapidez con la que se desarrollan los acontecimientos, se detuviera un poco el tiempo cuando los dos se juntan.
Sin duda sí que flota por el aire una mezcla de erotismo, romanticismo y complicidad con gran potencial :)
¡Besos y gracias por comentar Irene!
Me gusta mucho está historia José Carlos, se puede respirar el amor en el ambiente!! Espero con ganas la próxima entrega!!
ResponderEliminarBesin ;)
¡Hola Virginia! Como dice la canción "love is in the air" jeje. Te mantendré informada de los próximos capítulos :)
Eliminar¡Un beso!
Cuando me tenías más enganchada y pegada a la pantalla, zas, lo dejas de golpe. Eso no se hace.
ResponderEliminarEspero leer la continuación pronto.
Un besillo.
Ains, qué malvado soy, tienes toda la razón :P La verdad es que así tengo enganchada a la gente un poquito más :) Me alegra que te siga gustando la historia María.
Eliminar¡Un beso!
ooohhhh por q haces eso.... nos dejaste picadísimos, muy buen relato, dulce, romántico, emocionante.... me encanta todo en general..... muy bien ....esperaremos el siguiente capitulo
ResponderEliminaryo fascinada
Hola y bienvenida Lety. Pues...fíjate que me pareció maliciosamente cruel y pícaro dejar el capítulo ahí, así me aseguro teneros con ganas de al menos un capítulo más :) Es un placer que el relato te parezca todo eso, es mi primera historia por capítulos en este género, y quería escribir algo que dejara buen sabor de boca en muchos sentidos.
EliminarEstaré encantado de volver a leerte en el próximo capítulo. ¡Un beso!
gracias... con gusto estaré esperando el siguiente capitulo muchísima suerte. besos
ResponderEliminarNada mujer, gracias a ti por ser parte activa en el seguimiento de la historia. ¡Un beso!
EliminarAyyyy.... no me puedo creer que lo hayas cortado ahí! Eso no se hace! Jaja
ResponderEliminarUna maravilla, me quedo esperando el siguiente ;)
Besos!!
Soy un malvado Flora, lo admito jaja, pero así te tengo con ganas de leer el siguiente capítulo :P Tranquila, que aún les queda noche por delante....
EliminarMe alegra mucho que te pareciera maravilloso, eso me anima a seguir en esta línea :)
¡Besos!
Que voy a decir que no te hayan dicho ya, je, je, y es que voy un poco retrasado con mis lecturas. Describes la escena con el ritmo más que correcto, el que se merece una velada semejante, dosificando perfectamente romanticismo y erotismo. Eso sí, sin dejar nada a la imaginación del lector, je, je. En cuanto al final, menos mal que no has puesto el corte en medio del orgasmo, porque ya hubiese sido la releche. Bueno, que estoy deseando leer la continuación
ResponderEliminarAbrazos
Bienvenido nuevamente amigo, no te preocupes por el retraso, siempre es un placer leerte sea cuando sea. Me alegra que te guste el tempo de la narración, y las dosis románticas y eróticas. Puede que haya sido tan detallado que haya dejado como dices poco a la imaginación calenturienta de quien lo lea jaja.
EliminarLa verdad, fíjate que cuando dejé el capítulo ahí antes de subirlo al blog, no pensé que fuera tan malvado dejarlo en ese punto jaja. Creo que si lo hago en medio del orgasmo, mejor no aparecer en el blog por un tiempo jaja. Será un placer mantenerte informado.
¡Un abrazo Isidoro!
amigo cuando sale el otro capitulo, o ya salio?
ResponderEliminarHola Lety, la semana que viene, sobre el lunes o el martes, estará el siguiente capítulo :) Muchas gracias por tu interés y tus ganas de seguir leyendo más.
EliminarMenos mal que yo tengo la ventaja de poder leer a continuación el siguiente capítulo jejeje. A ver ¿qué puedo decirte sin parecer que soy una fan tuya demasiado loca? Porque sí, ya me considero tu mayor fan por la forma que tienes de escribir y, por supuesto, por tratar el tema erótico tan bien. Después de tantas aberraciones que he leído por ahí, leerte a ti es comparable a estar en el paraíso, vaya.
ResponderEliminarMe sigue gustando la poca experiencia de Gabriel y los nervios de ambos ante la noche que les espera. La iniciativa de Natalia y ese comienzo tan abrasador. El tacto con el que ambos han reconocido y explorado el cuerpo del otro. ¡Me tienes maravillada! ¿Cómo no me vas a poder considerar ya tu fan si es que lo siento así? Jajaja.
Me ha encantado, por si no se ha notado :P
Saludos.
¡Hola! Qué puedo decir ante semejantes comentarios, me siento halagado. Es muy cierto, tienes la ventaja de que al estar ya el siguiente capítulo, no es tan brusco el fin de éste como en su momento jaja. Es un placer leerte que ya te consideres una gran fan de la historia, sabes que no estoy habituado a escribir en este género, y valoro mucho opiniones como la tuya.
EliminarPor continuar con lo que dices, siempre he tratado de darle a lo erótico y sexual la forma más elegante posible, en el sentido de no soltar vulgaridades demasiado fáciles de usar. Así que me alegra saber que te gusta el modo en que he ido detallando las distintas situaciones del texto.
Creo que parte del encanto de la historia es lo que mencionas, la poca experiencia de Gabriel, y la forma en que ha conectado con Natalia. Será un placer continuar contando contigo como seguidora activa de la historia :) ¡Un saludo compañera!
Del romanticismo al erotismo en apenas unos párrafos, unos párrafos intensos y llenos de sexualidad a la par que de dulzura y sentimiento. Una noche inolvidable para Gabriel. Ya sabes que el género erótico no es de mis preferidos, pero lo importante aquí, como decía Edgar en el chat respecto al de la hermandad, es la forma. Tu modo de escribir es impecable, tu narración limpia y agradable nos hace seguir leyendo cada línea sin detenernos y eso causa adicción. Me alegro por Gabriel, ha conseguido lo que quería y de qué modo. Vaya nochecita...
ResponderEliminarSaludos, Compañero de Celda.
Aunque al iniciar esta historia pensaba que acabaría siendo erotismo, me complace ver que hay erotismo sí, pero también romanticismo, y la mezcla de estos elementos están dando unos frutos valiosos para Gabriel y Natalia. Me alegra que el texto te haya tenido atrapado hasta el final, eso siempre es buena señal. Vaya si lo ha conseguido jaja.
Eliminar¡Un saludo Compañero de Celda!
Me imaginaba que tu relato iba a ir subiendo de tono según lo leido, Me ha gustado mucho como has enfocado el encuentro, la cena y la forma romantica y erotica de la escena
ResponderEliminarHola compañera, hay capítulos en los que el tono se sube, y otros en los que está más tranquilo, es como una montaña rusa con subidas y bajadas, para intentar dar un efecto equilibrado de disfrute. Me alegra que te haya gustado la forma en que se desarrolla este capítulo.
Eliminar¡Un saludo!
Me ha encantado como va paso a paso con pasión contenida y entretenida ;) mi mente vuela y lo peor que tengo que dejar la lectura, por ahora... Esta noche volveré a disfrutar con todos los sentidos ;) Un abrazo!
ResponderEliminarAsí es, la pasión tiene muchas formas de disfrutarse, y cuando ambas personas implicadas han conectado igual, todo merece la pena. Deja esa mente volar hasta donde te lleve jeje, otro abrazo :)
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