17 de abril de 2023

Reseña de Hellboy y la AIDP 1955. La reaparición de la enkeladita, los monstruos gigantes, y una multiplicidad de agencias paranormales

¡Saludos desde el mundo de la investigación de lo paranormal! A estas alturas ya hace tiempo que analicé en la Burbuja la colección principal de Hellboy, que termina con el personaje en el Infierno. Pero aquello no fue el final editorial para sus andanzas, pues se fueron publicando historias suyas vividas en los primeros años como agente de la AIDP, y hoy toca hablaros de "Hellboy y la AIDP 1955" de Norma Editorial. 


Aunque ya lo he ido comentando en las reseñas anteriores con Hellboy formando parte de la AIDP , una de las cosas buenas de este tipo de cómics es ver los primeros años del famoso personaje luchando contra los nazis e investigando sucesos paranormales aquí y allá. Que básicamente es lo mismo que luego haría todo el tiempo, formando o no parte de la agencia, pero el aliciente en estos casos es ver cómo se fue desenvolviendo Hellboy en sus primeras peripecias. En ese sentido, fue en "Hellboy y la AIDP 1952" cuando tuvo su primera misión de campo, mientras que en "Hellboy y la AIDP 1953" ya se le notaba al personaje con más tablas, aunque no dejara de solucionar la mayoría de los problemas a golpes. En "Hellboy y la AIDP 1954" no es que varíe mucho el uso de la fuerza bruta, pero sí que el investigador vivirá situaciones más peligrosas que las experimentadas previamente. Y ahora nos plantamos en el año 1955, sobre el que ahondaré un poco más adelante. 


Una de las ventajas que le encuentro a este tipo de cómics, es que son recopilatorios con diversas historias cortas ambientadas en el mismo año, pero con tramas diferentes. Esto permite por un lado que, quien tenga el temor de empezar a leer a Hellboy, pero se sienta abrumado por la inmensa cantidad de cómics protagonizados por el personaje, pueda tener su rodaje con este tipo de títulos centrados en contar sus primeros años como agente de la AIDP. Del mismo modo, puede servir para que el lector vaya conociendo mejor los entresijos de la gran agencia de investigación de lo paranormal, pues la serie dedicada a ella es genial y os la recomiendo encarecidamente, aunque Hellboy tenga un papel testimonial y únicamente aparezca al principio de la colección, y luego sean otros personajes quienes lleven la voz cantante durante muchos tomos. Por eso ya os anticipo que os sigo recomendando que disfrutéis de estos cómics. 

¿Qué autores han participado en este cómic? Las historias recopiladas han sido escritas por Mike Mignola (conocido entre otras cosas por "Drácula de Bram Stoker" o "Joe Golem: Detective de lo oculto") y Chris Roberson (habitual de este universo en obras como "La casa de los horizontes perdidos" o "Rasputín: La voz del dragón"). En el grupo de dibujantes se encuentran Shawn Martinbrough (que ha trabajado en series como "Batman" o "Ladrón de ladrones"), Brian Churilla (ha participado en la adaptación a cómic de "Golpe en la pequeña China" y en "Godzilla: Oblivion") y los hermanos Rivera, tanto Paolo (estuvo en el "Daredevil" de Waid, y en "La Ilíada: Clásico ilustrados Marvel") como Joe (trabajó en "Howard el Pato" o "The Valiant"). No puede faltar el colorista Dave Stewart (muy ligado al Mignolaverso con series como "Abe Sapien" o "AIDP"). Traduce al castellano Héctor Lorda y rotula Martín Garcés.

¿Qué historias nos encontraremos aquí? Comparto la sinopsis de la editorial:

"Continúan las aventuras de juventud de Hellboy.

Depredadores invisibles, combustión instantánea y una misteriosa arma en una base de las fuerzas aéreas que es más de lo que parece. 

Descubre estos casos inéditos de la juventud de Hellboy.

Los autores nos trasladan al año 1955 para darnos a conocer los entresijos de los casos que Hellboy investigó en esa fecha junto a la AIDP."

Comenzando el análisis de la primera historia, llamada "Naturaleza secreta", es justo aquella en la que hay un depredador invisible, al menos a priori. Serán Hellboy y el agente Woodrow Farrier quienes tendrán que ir a Oregón, para investigar una serie de muertes de diferentes animales pertenecientes a varias granjas de una misma zona. Y casi sin pretenderlo se encontrarán con un recordatorio del racismo que había en la época, pues el principal testigo del caso no recibirá de buen agrado que un hombre de color forme parte de una agencia del gobierno. Woodrow, que está acostumbrado a lidiar con ello, no tardará en convencer a Hellboy de que hay cosas más importantes a las que hacer frente, como a ese depredador que está acabando con distintos animales de granja. 

La siguiente historia, que es la más extensa del tomo, es "Inteligencia ocultista". Aquí hay varias subtramas abiertas, pues el profesor Trevor Bruttenholm y la agente sensorial Susan Xiang estarán en Inglaterra, mientras que Hellboy y los agentes Woodrow, Jacob Stegner y Archie Muraro se verán involucrados en un nuevo misterio mientras realizan una parada técnica con el avión de la agencia en las Islas Marshall. Respecto del profesor, aprovechará la visita inglesa para recorrer algunos lugares que frecuentaba en otra época de su vida, mientras que Susan, que entrenará un poco sus habilidades sensoriales y precognitivas, se reencontrará con Victor Koestler, el niño que conoció en un caso del año 1954


Mientras tanto, Hellboy y los demás agentes tendrán que enfrentarse a monstruos de gran tamaño, y descubrir qué relación tienen con estas presencias la experimentación de los militares con unas bombas especiales, y averiguar por qué la famosa enkeladita, piedra que ya se vio entre otros en el año 1948, está en la base militar. Lo que es importante también, además de la reaparición de la enkeladita, es que se abre la vía a la existencia de más agencias paranormales en los EEUU además de la AIDP, porque esto es algo que tendrá recorrido posteriormente, y permitirá que el profesor tenga clara una cosa, y es que las piezas del tablero cada vez son más numerosas, y en el terreno de lo paranormal se podría estar gestando una guerra. Para cerrar el tomo, se encuentra la pequeña historia de "Estación ardiente", donde Hellboy, junto al profesor Bruttenholm y la agente Susan, intentarán desentrañar el misterio en torno a la combustión espontánea que se produce en una zona concreta de Florida, y que ya se ha cobrado al menos una vida humana. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Mantengo la opinión que ya he expresado en muchas otras ocasiones, referente al hecho de que Mignola, esté más o menos implicado en la elaboración de los guiones, suele ofrecer mejores resultados en las historias cortas, como bien escenifica este tomo, donde cada uno de los tres arcos argumentales tienen elementos suficientes de interés como para disfrutarlos. No es baladí el hecho de que el compañero de Mignola sea Roberson, ya que suelen hacer un buen tándem. Aquí hay un acertado y muy ameno ritmo narrativo, buenos ejercicios de cohesión y retrocontinuidad para seguir hilvanando acontecimientos del pasado con su relevancia en los del presente, y algunos personajes tienen su evolución de unos tomos a otros (como ejemplo Susan, que pasó de tener a veces visiones, a hacerlo de forma más continua, y encontrar aquí un elemento que le ayudará en el futuro). Razones como esas, unido al hecho de tejer unas tramas interesantes (a pesar de que ya no son precisamente innovadoras en este universo), hacen que los guiones merezcan la pena y se disfruten bastante.

En cuanto al apartado gráfico, lo primero a mencionar es el hecho de que el estilo de cada uno de los ilustradores es diferente al del resto, pero en todos los casos es un tipo de trazo que, pese a ello, encaja bien en lo que es este universo de Hellboy, Si tuviera que quedarme solamente con el dibujo de una de las historias, es más que posible que eligiera el de la última, a cargo de los hermanos Rivera, ya que me gusta mucho el altísimo nivel de detalle y lo pulido del trazo. Esto no quiere decir que desluzca la labor de Martinbrough o Churilla, ni mucho menos, ya que también realizan una notable labor dentro de lo que es el estilo de cada uno. Así que, en líneas generales, he disfrutado bastante de esta parte del tomo. 

El color de Stewart sigue siendo excelente, dando igual que se aplique al trazo de tal o cual artista, porque estamos ante el colorista clave del Mignolaverso, y si sigue presente en la mayoría de obras es porque su calidad hace que en casi todas las ocasiones, el producto quede mejor acabado. 

¿Merece la pena el cómic? No tengo dudas, y es un SÍ ROTUNDO SI ERES FAN DE HELLBOY, pero también aunque no lo seas todavía, o bien estés empezando con este universo. Ya decía antes que un tomo de esta índole, que recopila diferentes historias del personaje de una misma época, me parece una opción más que interesante para su lectura. Pero es que, además de su idoneidad por estar ordenador cronológicamente, es muy disfrutable, razón por la que no puedo hacer otra cosa que animaros a leerlo. 

Por ir terminando, y sobre la edición de Norma Editorial, es de cartoné, tiene el lomo numerado al ser esta obra parte de una de sus colecciones de Hellboy. Como extras contiene entre otras cosas, una galería de bocetos, y algunas anotaciones de los artistas. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

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