21 de marzo de 2024

Reseña de El Conde. Una versión futurista de una de las grandes obras de Alejandro Dumas

¡Un saludo desde el interior de una colonia carcelaria flotante, donde tramo una venganza! Cuando me enteré de la existencia de esta versión de uno de los clásicos de Alejandro Dumas, mi curiosidad fue enorme por saber qué nos contaría el cómic de "El Conde" de cARTEm Cómics. 


Hace ya muchos años, antes de que existieran siquiera las plataformas de streaming, una de las maneras de ver una película, además de alquilándola en un videoclub o yendo al cine, era a través de la televisión. Fue así como vi "La venganza del Conde de Montecristo" (2002) dirigida por Kevin Reynolds, y protagonizada por Jim Caviezel (yo habría elegido a cualquier actor expresivo antes que a él, pero así son las cosas) y Guy Pearce. Era mi primer contacto con esta famosa historia de Alejandro Dumas y Auguste Maquet, y la película me gustó mucho quitando varios detalles. Sé que hay varias adaptaciones más de la obra de Dumas, pero no he visto ninguna otra, quizás porque la que pude disfrutar me ofreció cuanto le pedía, o quizás porque me despertó el suficiente interés como para leer el libro un tiempo después. 


Sea como fuere, estamos ante un clásico de la literatura universal que se presta fácilmente a adaptaciones o revisiones, y la razón es sencilla: es una gran historia, y además la venganza es atemporal. Dando igual el género de una historia, cuando se te presenta una buena trama donde se está cociendo una venganza por un personaje que las ha pasado canutas y quiere su redención, es inevitable no querer ver cómo se gesta todo. Ese momento de catarsis que tarde o temprano le llega al protagonista es lo que justifica el camino previo, y haber acompañado al personaje en su camino hasta ello. Y me atrevería a decir que, al menos en mi caso, es la principal razón que en su día me movió a ver la venganza de Edmundo Dantés, porque había sido víctima de una serie de injusticias, y cuando todo estaba en su contra, comienza a trabajar para cambiar las tornas, gestándose el momento en el que él le devolverá a cada persona implicada su merecido por lo que le hizo. En un western posiblemente eso sucedería a veces en cuanto el protagonista cogiera un revólver y tuviera al malo de turno a tiro, pero en el género de capa y espada las cosas tienen otra secuencia temporal, y también es parte de su encanto. Y en esta ocasión, lo primero que me atrajo para leer el cómic fue que se ambientara en el futuro. 

¿Qué autores han participado aquí? El guionista e ilustrador es Ibrahim Moustafa (entre otras cosas ha trabajado en "Pájaro Burlón" o "High Crimes"), mientras que del color se encarga Brad Simpson (ha participado en obras como "Batman: El mundo" o "Bloodborne"). De la maquetación se encarga Antonio de Diego, y de la traducción al castellano V.M. García de Isusi.

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis editorial (en la web de la editorial hay una muy extensa si queréis curiosear y no conocéis la obra de Dumas), dice lo siguiente:

"En un mundo donde la traición y la corrupción son moneda corriente, la vida de Redxan Samud se ve truncada por una injusta acusación. 

Sus rivales celosos, respaldados por un magistrado corrupto, lo confinan en una colonia carcelaria flotante, donde su libertad se reduce a una mera ilusión. 

Sin embargo, la llama de la venganza arde inquebrantable en su interior."

El primer contacto que tenemos con Redxan nos permite ver que está hecho de otra pasta, ya que aparecerá realizando una peligrosa tarea para hacer que la nave mercante en la que trabaja pueda volar sin problemas. Cuando culmine ese menester, pronto se puede ver que la tripulación le tiene mucho aprecio como marinero, a excepción del capitán de la nave, Kaster. Una vez que el mercante llegue a puerto, dicho capitán, que se ha escondido en una situación de peligro, será cesado, quedando Redxan como su relevo y nuevo dirigente de la nave. Ahí ya veremos que se gana un enemigo en Kaster. 

Pero eso no será todo, pues en el puerto había dos personas esperando el regreso de Redxan: Onaxis y Meris. Esta última es la mujer que está enamorada del protagonista, y Onaxis se sentirá celoso de esa relación porque él, a pesar de que ella es su prima, querría que fuera su esposa. Pues bien, por si no fuera poco que Onaxis tuviera envidia de que un plebeyo como Redxan se hubiera ganado el corazón de Meris, lo peor vendrá cuando él se entere del ascenso a capitán de su enemigo, pues una de las condiciones que existían para que la pareja de novios pudiera contraer matrimonio, consistía en que únicamente tendría lugar cuando el protagonista lograra subir de rango. A partir de aquí, el villano de la función urdirá un plan para quitarse de en medio para siempre a su rival, alguien que ni siquiera debería estar disfrutando de tantas buenas cosas en la vida. Y a raíz de un problema con unas mercancías que se encontrarán en el barco del que Redxan es nuevo capitán, será encarcelado y llevado a la prisión de la FID (Facción de Internamiento Disciplinario). 


Una vez en la prisión flotante a la que ha sido enviado, Redxan no tardará en descubrir lo aciago de su destino, ya que allí le obligarán a combatir con otros presos para seguir con vida, y si pierde, morirá. El azar hará que conozca a Aseyr, otro prisionero que lleva allí bastante tiempo, y con el que trabará una amistad que permitirá que Redxan aprenda a combatir mejor, y además intente escapar de allí ayudando a su nuevo amigo a cavar un túnel de salida. Cuando la fatalidad recaiga sobre Aseyr, éste le revelará a Redxan dónde puede descubrir un enorme tesoro escondido si logra escapar de la FID. Esto será lo que haga que el protagonista, cuando logre huir de la prisión flotante, pueda heredar una enorme fortuna que comenzará a gastar en el único objetivo que ha tenido desde que las cosas se volvieron negras en su vida: la venganza. Si algo tuvo en prisión, fue tiempo de sobra para pensar en quiénes le traicionaron, y para acumular un deseo insaciable de vengarse de todas esas personas cuando alcanzara la libertad. ¿Lo logrará? ¿O volverá a ser derrotado por quienes confabularon contra él en el pasado? La respuesta está en estas páginas.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? En cuanto a la labor como guionista de Mustafa, hay que decir que el gran problema que he encontrado, es la mala contemporización de los acontecimientos, ya que muchos pasajes importantes de la novela se narran de forma muy acelerada en el cómic, y no necesariamente eso es bueno aunque favorezca una lectura rápida. También hay que decir que el autor adapta parte del material originario, si bien luego añade cosas nuevas como la batalla final, o lógicamente aspectos propios de haber ambientado la historia en el futuro. No es que haya mucho desarrollo de personajes a pesar de que desfilen unos cuantos por estas páginas, pero al centrarse en la figura de Redxan, se consigue transmitir bien que vive por y para la venganza, sin importarle nada más. En ese sentido, la venganza es lo que impregna toda la obra una vez que la injusticia del principio se va tornando en esa otra emoción. Un poco en resumen, Mustafa podría haber manejado mejor los tiempos narrativos y, aunque se toma sus libertades sobre el material original, realiza una buena adaptación que tiene ese aliciente de haber revivido esta historia desde una perspectiva futurista. 

La otra mitad del trabajo de Mustafa ha sido en el dibujo, donde realiza un trabajo competente, que encuentra su mayor virtud en la constancia a la hora de dibujar los rostros de los personajes, pues rara vez es difícil reconocerlos y tienen el mismo aspecto, y no una cara en una viñeta y otra distinta en otras. Hay algunas composiciones de página interesantes cuando Mustafa se sale del formato más clásico. Tampoco se le dan mal las escenas de combate cuerpo a cuerpo, especialmente en el tramo final del cómic, y cuando hay duelos de espadas. Ahora bien, teniendo en cuenta que estamos ante una versión futurista del clásico de Dumas, he echado en falta un mejor trabajo en el diseño de escenarios y en las naves espaciales (los robots que aparecen están bien hechos) en algunos pasajes, ya que no están mal, pero a veces es un tanto mejorable este aspecto para que tengamos sin lugar a dudas la sensación de estar en una sociedad avanzada tecnológicamente. Por lo demás, teniendo en cuenta los aciertos y los errores, queda un bagaje bastante positivo respecto a lo que me ha parecido el apartado gráfico del cómic. 

El color de Simpson es perfecto para el tipo de trazo que tiene el ilustrador, y también encaja bien en una obra de corte futurista, destacando especialmente en la iluminación de los cielos, y también en algunas escenas donde el uso de la tecnología o los propios aparatos de este tipo, destacan de lo demás por sus tonalidades azules. 

¿Merece la pena el cómic? Estamos ante UNA ADAPTACIÓN ENTRETENIDA Y FUTURISTA DEL CLÁSICO DE LA LITERATURA, que no redescubre nada y, si bien se toma sus libertades respecto del material fuente, no es irrespetuoso, sino que intenta insistir en la idea de la venganza como el motor de todo. No hay por qué ser aficionado de la novela o las películas para disfrutar este cómic, basta con tener ganas de leer una obra que nos contará hasta dónde llegará alguien que ha caído al abismo, y saldrá de él movido por un deseo de vengarse. 

Sobre la edición de cARTEm, es de tapa dura, y como contenido extra trae unos cuantos diseños de escenarios, vehículos y personajes realizados por el ilustrador, además de unas breves biografías del equipo creativo. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!

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