24 de febrero de 2021

Reseña de Winterworld. Un mundo gélido donde lo único que importa es sobrevivir

Bienvenid@s a una nueva reseña de cómic. En la anterior ocasión, os compartía mis impresiones tras haber leído "Cachorro" de Aleta Ediciones, editorial que en 2021 ha vuelto a la actividad con mucha fuerza. Pues bien, he aquí que me encuentro ante una nueva crítica de otra obra de dicha editorial. Se trata de una historia que nos presenta un mundo dominado por el hielo, donde no hay más finalidad al cabo de los días que la supervivencia en un ambiente tan hostil como el propio frío que campa a sus anchas. Así pues, voy a hablaros de "Winterworld". 


Hay que comenzar destacando la gran labor que ha hecho la gente de Aleta para traernos a España esta obra, pues desde su publicación original en 1987 a través de la ya desaparecida editorial americana Eclipse Comics, estaba inédita en nuestro país. Eso supone la friolera (me viene que ni pintado el término para este cómic) de 34 años de diferencia desde que "Winterworld" vio la luz, hasta que hemos tenido la oportunidad de disfrutarla aquí. Confieso que, en mi caso particular, no supe de su existencia hasta hace unos meses, cuando se anunció que saldría a la venta. Pero a través de diversos comentarios de usuarios en redes sociales, he podido ver que había bastantes personas que llevaban tiempo esperando para que se publicara en nuestro país. Y ojo, porque este tomo trae además la segunda parte, titulada "Wintersea", que no llegó a publicar Eclipse tras su cierre, y que no salió hasta que IDW lo remedió en el 2010. Esta última editorial es la que ha seguido explotando este universo en los últimos años, con su co-creador Chuck Dixon al frente de las secuelas.


En ocasiones, cuando afronto una lectura de este tipo, me van viniendo a la cabeza comparaciones con series o películas de televisión, y eso me facilita poder ubicaros mejor el tipo de historia que se cuenta en las viñetas, y también en qué mundo tiene lugar. En este caso han sido dos las referencias que he tenido presentes. En primer lugar, la saga de "Mad Max", iniciada en 1979 por George Miller y protagonizada en su mayor parte por Mel Gibson, además de "Waterworld" de Kevin Reynolds en 1995, donde Kevin Costner tuvo el papel principal. En ambos ejemplos, se nos presentaba un mundo desolado por diferentes situaciones, donde la principal meta de todo ser vivo era la supervivencia en un entorno de lo más hostil, y el héroe de la historia era un tipo rudo y poco dado a crear lazos emocionales con la gente que iba conociendo. Por ser posterior, y teniendo en cuenta el modo de desarrollarse, es fácil ver que "Waterworld" tuvo como una de sus referencias el cómic que os reseño hoy. 

¿Qué artistas hay al frente de esta obra? Sus creadores son Chuck Dixon (que entre sus muchos trabajos en DC y Marvel escribió "Batgirl: Año Uno" o "El Castigador: Zona de guerra") y el dibujante Jorge Zaffino (que ilustró algunas historias en las colecciones "Batman: Black and white" y "La Espada Salvaje de Conan"), que falleció en el año 2002. Ambos artistas trabajaron unas cuantas veces juntos, no solamente en las dos partes de "Winterworld", sino también en historias de Batman, Conan o El Castigador. La muerte del dibujante argentino truncó la posibilidad de que esta pareja artística desarrollara "Winterwar", que habría supuesto la tercera parte de este universo creado por ambos. No obstante, tenemos un más que disfrutable legado del ilustrador. Me gustaría añadir que, aunque esta edición que os reseño en blanco y negro, la colorista de la versión editada por Eclipse fue Julie Michel. De la rotulación y realización técnica de la versión en castellano se ocupa Gaizka Medrano.

¿Qué argumento tenemos en este cómic? La sinopsis oficial es escueta pero resumen bien lo que hay en estas páginas:

"En un futuro sombrío y desolado, cuando nuestro mundo está completamente envuelto en hielo, un aventurero amoral y una niña huérfana forman una improbable alianza… ¡y juntos luchan con uñas y dientes para sobrevivir!"

No está de más indicar que en ningún momento se llegan a saber las causas de que el mundo esté helado, pero tampoco lo considero necesario, pues la fuerza de la narración está vinculada a la supervivencia de los protagonistas en un entorno peligroso donde el salvajismo es la única ley imperante. Eso es algo que fácilmente se ve en las primeras páginas, en las que Scully y Wynn cruzan sus caminos gracias a un suceso violento. Este dúo, acompañado por el tejón Rah Rah, tendrá que salir adelante de diferentes situaciones desesperadas que pondrán a prueba su capacidad de sacar las castañas del fuego en condiciones de lo más adversas. 

En "Winterworld", el primer arco argumental, Scully y Wynn serán capturados y llevados a un recinto deportivo donde una banda armada disfruta de la calidez del lugar, mientras usa esclavos para cultivar alimentos. La pena para quienes escapan de allí y vuelven nuevamente capturados es perder un dedo, así que parte de la gracia en esta tesitura, será descubrir si los protagonistas logran conservar intactas sus manos. También podremos asistir al hecho de que Scully, que siempre ha sido un solitario sin apego por nadie, comienza a tener sentimientos hacia Wynn, de un modo similar al ya mencionado Kevin Costner cuando su personaje de cine se encariñaba con una niña a la que debía proteger. Hay que precisar el hecho de que, a pesar de que gran parte del primer acto transcurre dentro del estadio deportivo, tenemos las suficientes escenas en lugares exteriores como para hacernos una idea del mundo que Scully lleva demasiado tiempo recorriendo como comerciante. Eso nos permite ver no solamente la agresividad adquirida de todo ser humano, sino también que muchas personas hablan de forma extraña, casi como si su salvajismo diario hubiese afectado también a la fluidez de sus conversaciones. 


Por otra parte, y como ya comentaba, este tomo también contiene "Wintersea", el siguiente arco argumental. Aquí seguiremos acompañando a Scully y Wynn mientras intentan salir adelante como pueden. La diferencia principal respecto a la historia anterior, es que aquí el mar tendrá una fuerte presencia, ya sea con la aparición de tiburones, que no dejan de ser el equivalente de los humanos como depredador que intenta sobrevivir en su medio, pero también con la entrada en escena de una tribu de aspecto vikingo que aparece en barcos gigantes. Además de eso, conoceremos más sobre el origen de Wynn, gracias a que ella y Scully encontrarán a la familia de la chica, que vive en un lugar llamado "Tierra de fuego", donde su población vive cómodamente teniendo suficiente provisión de calor, energía y alimentos. Y hasta aquí os puedo contar. Vaya por delante que las dos partes recopiladas en el tomo tienen una dinámica narrativa muy buena, que permite conocer la dureza del entorno donde vive la gente, al mismo tiempo que va al grano y mantiene al lector absorto entre sus páginas.

¿Qué valoración merece la labor de Dixon y Zaffino? No ha sido mi primera lectura de una historia escrita por Dixon, que creo que es un guionista un tanto infravalorado por el lector medio de cómics, pero que en todas las ocasiones en las que he podido acercarme a una obra escrita por él, no me ha dejado insatisfecho. Cosa que tampoco ha ocurrido aquí, pues "Winterworld" me parece un cómic interesante y muy disfrutable, que se lee del tirón. Los personajes y las situaciones son duras y violentas, pero no puedo pensar en otra perspectiva teniendo en cuenta el mundo que aquí nos describe Dixon, donde el único arte que vale, es el de la supervivencia. Las historias transcurren con buen ritmo, y aunque el desarrollo de personajes no está muy trabajado, sí que se nos revelan algunos datos de interés de Scully y Wynn. Quizás el mayor defecto en esta propuesta es que no se nos explica la razón de que el mundo esté congelado, pero como os decía anteriormente, tampoco es algo esencial, ni creo que fuese la idea del guionista, sino más bien abordar cómo sería la vida en un entorno así. Así que, en resumen, Dixon realiza un notable trabajo. 

Toca ahora abordar el apartado gráfico, donde Zaffino se ocupó del dibujo y el entintado. Estamos ante un artista que, como el propio Dixon manifiesta en el prólogo de la obra, sabía retratar la malevolencia en los personajes, y eso es algo que, como ya habréis imaginado, le viene a las mil maravillas a este cómic. Tenemos un trazo bastante elaborado, que transmite bien a nivel visual ese salvajismo que impregna toda la obra, así como también esa sensación de insignificancia del ser humano cuando es apenas una mota de polvo en un extenso paisaje helado.  El mayor defecto que he encontrado en algunas páginas, es que, cuando se trata de viñetas con demasiada presencia de color negro, cuesta un poco más distinguir bien lo que está sucediendo. Pero no es algo que diga para menospreciar el talento de Zaffino, ya que realizó una tarea al mismo nivel satisfactorio de valoración que su compañero Dixon.

¿Merece la pena este tomo? Toca una respuesta cálida entre tanto frío... claro que SÍ. Si nos centramos en lo puramente editorial, el que Aleta haya publicado esta obra ya es un hecho destacable que lo convierte en pieza de coleccionista, pues antes no había llegado a tierras españolas. Si valoramos la historia en sí, también nos encontramos con una narración que merece la pena tanto por su guion como por el dibujo, donde un servidor no se ha aburrido en ningún momento, y he tenido la sensación de que, entre otras cosas, estaba leyendo una especie de western ubicado en otra época y con un clima radicalmente opuesto al desértico propio de ese género. Así que os animo a darle una oportunidad a "Winterworld", porque no os dejará indiferentes y la historia es lo bastante cerrada por si no queréis leer más partes. A mí me ha dejado con ganas de más, y espero que las ventas acompañen lo suficiente para que Aleta saque las secuelas de IDW.

En lo concerniente a la edición, este tomo está sacado en formato de tapa dura y la historia es en blanco y negro, y como extras contiene un prólogo donde Chuck Dixon cuenta cómo conoció a Jorge Zaffino, y de qué forma logró la publicación de esta obra, así como una ilustración hecha por Gerardo Zaffino, el hijo del anterior, que hizo portadas para las secuelas de "WinterWorld" publicadas por IDW. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

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