El informe médico no podía ser más claro, el
paciente presentaba un caso claro de ensalada de palabras. Prueba de ello eran
las innumerables frases incoherentes que el paciente había expresado durante
todas las pruebas que el doctor le había practicado. De hecho, algunas
incoherencias habían sido tan graciosas, que el doctor había tenido que poner
constantemente una cara seria, cuando en su interior se estaba riendo a
carcajadas.
Cuando Arturo, el paciente, abandonó la consulta del
médico para irse al trabajo, a pesar de las reticencias del doctor, lo hizo
pensando en un juicio que tenía esa mañana, y al que llegaba con el tiempo
justo. Se trataba de un caso en el que se había producido un robo en plena
calle a punta de pistola, y donde una testigo había visto todo mientras paseaba
a su perro. Arturo había dedicado toda la tarde anterior a memorizar lo que
tenía que decir para demostrar la culpabilidad del acusado, y se sentía bien
preparado para ayudar a su cliente, un anciano que había sido la víctima del
robo.
Sin embargo, y aunque antes de entrar a la sala
repasó mentalmente su programa de actuación, se olvidó de algo, de un detalle
insignificante dentro del mundo de las ironías: su ensalada de palabras. Arturo
había estado tan agobiado por llegar a tiempo al juzgado que, olvidando por
completo lo que le ocurría, se había puesto la toga para entrar a la sala una
vez que le llamaron.
Por eso, cuando en mitad del juicio Arturo empezó a
hablar de la necesidad de ayudar a que el sector del pan y las comunidades de
perros y gatos, empezaran a ir a una academia de tenis y elaboraran planes de
flautas y tomates, se sorprendió de ver al resto de personas en la sala riendo
a carcajadas. El mismo efecto se produjo cuando interrogó a la única testigo
para el juicio. Durante el interrogatorio, Arturo llamó a la testigo la señorita
lavanda, y le preguntó si no era menos cierto que el día de autos, ella había
paseado a su tomatera por la calle, y había visto cómo un pato armado con una pértiga
de salchichón había atracado a un anciano. Arturo se sorprendió al ver que hasta
el propio acusado del robo, que estaba en la sala, se tapaba la boca para no
dejar escapar sus carcajadas. Incluso el anciano al que habían atracado, que también
estaba allí, tenía un amago de sonrisa.
Antes de que llegara el turno de las conclusiones,
Arturo al fin comprendió por qué todo el mundo estaba tan sonriente, incluidas
las partes enfrentadas: su ensalada de palabras. Sin embargo, tenía que
concluir su labor en aquel juicio, ya que era la parte final antes de terminar y
que quedara visto para sentencia. Haciendo de tripas corazón, y con mucho
esfuerzo, Arturo concluyó que el acusado había amarrado la guirnalda del
anciano, y que la señorita lavanda lo había visto todo mientras paseaba a su
tomatera.
Cuando el juicio terminó, Arturo le pidió disculpas a su cliente, y
deseó que aquel día se lo tragara la tierra.
Jajaja, Muy coherente la ensalada de palabras. Pero si te adentras en cualquier mente que se perturba las palabras se mezclan casi todos los días, Unas veces te hacen reír y otras hacen llorar. Si yo te contara...... jajaja Miy buen relato para alegrarme la tarde
ResponderEliminarHola Maria del Carmen, gracias por tu comentario. Estoy seguro de que en una mente donde los pensamientos funcionen de otro modo, las palabras se mezclarán en mayor o menor medida. Seguramente tendrías mucho para contar por tu profesión.
EliminarMe alegro que el relato te alegrara el rato. Un beso.
Yo también quiero ir a esa academia de tennis de perros y gatos!! Que buen juicio y ensalada de palabras la de este abogado, dicho sea de paso muchos colegas tuyos la usan pero funestamente.
ResponderEliminarEstoy segura que después de esa defensa ya todos los relacionados, incluido el juez, se olvidaran hasta del caso.
Que risa JC! Beso celdiaco.
Hola Mendiel, si un día te cruzas con este abogado, pídele la tarjeta de esa academia jaja. En la profesión hay quien no necesita padecer esta ensalada para decir cosas sin mucho sentido jaja.
EliminarSeguramente todos los asistentes recordarán el juicio, y no por los aspectos legales precisamente :) ¡Un beso Compañera Celdíaca!
Un divertido microrrelato. Te mueves como pez en el agua en el género judicial y en el humor, lógico que te quede una buena ensalada de palabras en este escenario y con el tono utilizado. Me quedo con el pato armado con una pértiga de salchichón, jajajaja. Tremendo, compañero.
ResponderEliminar¡Abrazo, José Carlos! ;)
Saludos Edgar, empiezo a cogerle el gustillo a estos microrrelatos cómicos en el ámbito judicial, es un modo ameno de acercar este terreno profesional, por ello me alegra leerte un comentario tan alentador para seguir en esta línea.
EliminarAdmito que me estaba riendo mientras escribía esas líneas del pato, y mentalmente me imaginaba la situación jaja.
¡Otro abrazo Compañero!
Increíble! Aprovecho para contarte que mi blog te ha nominado al premio #BestBlog. Espero que te des una vuelta por mi blog y veas de qué se trata! :)
ResponderEliminarMuchos Saludos! Y Feliz Año Nuevo!
Por aquí te dejo el link de mi blog:
http://elatrapalibros.blogspot.com
Hola Yana, gracias por pasarte y comentar, y también por nominar mi blog :) Te he empezado a seguir en google+ para aportar mi granito de arena a que aumenten tus seguidores. Y coincido en tu gusto por Harry Potter :)
Eliminar¡Un saludo y feliz año!
Un relato pleno de simpatía, con buen ritmo y que nos deja con un sabor agridulce... Las consecuencias de todo no van a ser muy positivas, sin duda...
ResponderEliminarSaludos
Saludos compañero, bienvenido a la burbuja. Me alegra que el objetivo del relato se haya cumplido si despertó tu simpatía :)
EliminarNo te falta razón, las consecuencias no van a ser muy positivas, pero ya sabes, todo tiene arreglo menos la muerte jeje. ¡Un saludo!
¡Ahora entiendo la política! Como al abogado del relato, los políticos de este país están enfermos de ensalada de palabras... ¡No hay forma de entenderlos! Je, je, je...
ResponderEliminarSaludos Arecibo, ya tienes una explicación posible a la ineptitud de parte del gremio político jaja. Tienes razón, entre finiquitos en diferido y otras historias, no hay quien les entienda. ¡Un saludo!
EliminarA veces no sabemos ni lo que decimos. Tu prota el pobre ha tenido una ensalada de palabras pero creo que no será el único ni el último que la tenga.
ResponderEliminarUn besillo.
Estás en lo cierto María, todos hemos tenido más de una vez una "pájara" y hemos dicho algo sin mucha coherencia y nos hemos quedado tan panchos jaja. Y nos seguirá pasando :)
EliminarUn beso compañera.
Ojalá todos los juicios fuesen así; se gane o se pierda uno se pega unas risas, jejeje Un relato bien aliñao.
ResponderEliminarUn besote, compi. =)
Pues sí, de esta forma hasta la parte que perdiera al menos tendría un motivo para una sonrisa. Los juicios de faltas eran muy entretenidos, porque solían ser por situaciones ridículas en ocasiones.
EliminarOtro beso aliñado estimada pampirolesa :)
simpático y original relato, creo que a partir de ahora cuando me coma una ensalada la miraré con otros ojos jeje. Un saludo José carlos.
ResponderEliminarHola Jorge, me alegra que el relato haya logrado su propósito y te haya gustado. Y si encima mirarás las ensaladas con otros ojos, eso ya no tiene precio jeje. ¡Un saludo compañero!
EliminarHola Julio David, tienes razón en lo que dices, y un político es un gran ejemplo de persona que abusa de las ensaladas de palabras para intentar decir algo sin llegar a decir nada jaja.
ResponderEliminarGracias por pasarte, un saludo.
Es refrescante el poder leer un micro, suelto, espontáneo y muy bien pensado, a decir verdad me gusta mucho esta faceta tuya José Carlos y además es como dije refrescante y relajante, sobre todo después de un dia ajetreado
ResponderEliminarHola Anto, gracias por tus palabras, me alegra que te haya sorprendido gratamente el micro. Como profesionalmente me manejo en el ámbito judicial, me pareció buena idea ir acercando este mundo en clave de humor como hice con "El pistolero".
Eliminar¡Un abrazo amigo!
Pobrecillo tu protagonista!! Un típico caso de ensaladitis aguda. He de decir que yo también me hubiera reído en el juicio, lo he hecho mientras te leía. Lo del pato armado con la pértiga de salchichón ha sido buenísimo...
ResponderEliminarMe he encantado este micro tan fresco y divertido. Buenísimo de principio a fin.
Mil besos
Tienes razón Chari, pobre Arturo jeje. La verdad es que mantener la seriedad en la sala ha sido imposible, ya has visto que hasta el malo de la función se reía jaja. Esa mención al pato ha sido un acierto por lo que me comentáis, me alegra mucho haberlo escrito.
Eliminar¡Otros mil besos compañera!
Jajajaja, una ensalada muy original!! Aunque pobre Arturo... bueno, al menos el juicio fue divertido!!
ResponderEliminarUn besote!!!
¡Gracias Flora! Es cierto que Arturo pasó un mal rato que recordará largo tiempo, pero al menos el juicio y el texto te han sacado algunas risas, y eso ya merece la pena :)
Eliminar¡Un beso!
Ainssss debe ser terrible padecer de "ensalada de palabras", aunque creo que todos tenemos días en que estamos a punto de saberlo de primera mano :P
ResponderEliminarUn micro muy curioso, pero me alegro de que sea ficción. Ese letrado debería haberse cogido la baja jajajaa.
Muy divertido, compi :))
Un abrazo!!
Totalmente cierto Julia, es terrible padecer aunque sea una pinchada de esa ensalada, y estoy seguro de que a todos nos ha pasado más de una vez.
EliminarSí, la situación del micro es ficción, pobre abogado si fuera real, tendría que trabajar en otra jurisdicción después de eso jaja.
¡Un abrazo!
Los abogados (Se que tú lo eres) y los políticos tienen que padecer ese tipo de dolencia a la fuerza, pues tras escucharles atentamente en sus intervenciones se me queda la boca abierta los ojos desorbitados y una gran interrogante encima de la cabeza. Se que esto ocurre porque la pértiga de salchichón atada junto a la guirnalda del anciano no me deja ver, seguramente, a la tomatera paseante junto a la testigo del caso irresoluto. Unas buenas carcajadas es lo que hace falta en algunos juicios en los que parece perderse la coherencia.
ResponderEliminarUn abrazo compañero de ensaladas.
Saludos Francisco, es cierto que hay varios gremios donde no hace ni falta diagnosticar una ensalada de palabras, entre ellos el judicial en ocasiones y el político en abundancia jeje.
EliminarMe alegra que el micro haya logrado el efecto de arrancar unas carcajadas, sin duda situaciones de este tipo en la vida real ayudarían a pasar con una sonrisa malos tragos.
¡Otro abrazo compañero!
Me has hecho reir, por que me preguntaba cuántos al cabo del dia tienen esa ensaladera mental, pero que a veces no lo dicen por que si hablan el resto pensara que de qué psiquiátrico han salido?.
ResponderEliminarEso si, afortunadamente a muchos les pasaria como a todos los que hemos leido esta ensalada..reir, que buena falta hace.
El pato armado con una pértiga de salchichón había atracado a un anciano...me recuerda a esa conversación radiofónica de " Encarna de noche" con la empanadilla de Mostoles..jajaja..delirantes situaciones que se dan en la vida misma tambien..
Gracias por hacerme pasar unas risas
Abrazos
Saludos compañera. Estoy seguro de que al cabo del día hay muchas ensaladas de este tipo en cualquier lugar, y en más de una ocasión todo queda guardado mentalmente para no quedar en evidencia como has señalado jaja.
EliminarMe alegra y mucho leerte que el relato haya logrado su fin de sacarte unas risas, es mi objetivo cuando os acerco un poco mi terreno profesional desde el lado más cómico. La verdad es que se dan muchas situaciones absurdas como has mencionado, y algunos juicios que pueden verse acaban siendo más cómicos que reflexivos por esa misma razón jeje.
Un placer haberte hecho pasar un rato ameno y divertido.¡Otro abrazo!
Cuantas veces no nos ha ocurrido que en un lapsus mental quieres decir algo (y estas seguro de que lo dijiste) y todos escucharon otra cosa! Vaya con la ensaladera de palabras, que manera de hacerme reír un viernes por la mañana!
ResponderEliminarMuy bueno, tenías razón el espacio esta muy ameno de leer.
Saludos y que tengas un buen día!
Saludos y bienvenida a la burbuja Sue. Pues sí, cuántas veces habremos soltado algo y nos habremos quedado tan agusto, sorprendiéndonos las caras de otras personas alrededor jaja. Me alegra haberte sacado unas sonrisas, poco a poco voy subiendo relatos de humor sobre el mundo judicial, y es muy agradable leer que logren su propósito.
Eliminar¡Un saludo y buen día compañera!
Yo creo que es caso ganado por originalidad!!! jeje
ResponderEliminarMuy bueno y divertido José Carlos.
Visto en la sentencia: el jurado popular nombró a Arturo abogado del mes, :D
Un fuerte abrazo compi, :)
Muy buena idea Irene, caso ganado en ese aspecto jeje, al menos sería una victoria a fin de cuentas. Me alegra que te haya aportado un rato de diversión y risas :)
EliminarArturo y su ensalada de palabras te agradecen la distinción del mes :P
¡Otro abrazo compañera!
Tienen razón en otros comentarios, te quedan muy bien restos relatos humorísticos de ámbito judicial... si te pones puedes crear una serie de ellos. Este relato lleva intrínseca una fina ironía, como es la de todos esos elocuentes charlatanes que nos venden lo que sea porque no nos enteramos de nada, je, je.
ResponderEliminarMuy divertido y original José Carlos. Te felicito por tu Ensalada de palabras tan bien condimentada
Abrazos
Hola Isidoro, es reconfortante leer tanto en tu comentario como en otros que has mencionado, que están gustando este tipo de relatos, ya que me anima a subir con el tiempo alguno que otro más.
EliminarHay quien se vale a menudo de estas ensaladas de palabras para contarnos cosas importantes de un modo que muchas personas se pierdan jaja.
Gracias por tus amables palabras compañero, un abrazo.
Otro relato judicial repletos de humor, sí señor. A este paso vas a crear una élite de abogados un tanto peculiares y zumbados. Y por ello, son historias muy originales, tratadas con un toque fresco y desenfadado que hacen una lectura placentera. Muy ingenioso revoltijo de palabras las del abogado, que a pesar de su incoherencia, suenan totalmente convincentes y posibles, jaja. Un saludo, Compañero.
ResponderEliminarEstá siendo un buen terreno literario en el que aprovechar mis conocimientos de primera mano jeje. La verdad es que mis series legales favoritas eran "Ally Mcbeal" y "Boston legal", donde los abogados/as eran de lo más variopinto, y la comedia y lo absurdo estaban muy presentes al margen de la seriedad de los juicios. Así que es un placer dar vida a este tipo de abogados.
EliminarIntenté encontrar el equilibrio para que a pesar de las palabras usadas, se comprendiera un poco, así que me alegra haberlo logrado. ¡Otro saludo Ricardo!