28 de septiembre de 2015

Proyecto fobia: Introducción

Hola estimad@s loc@s, os traigo la primera parte de este relato que ya os presenté, y donde podréis ver las primeras piezas del puzzle. Espero teneros atrapados, y despertaros la sensación de formar parte de esta historia, y no solamente estar asistiendo a ella como espectadores lejanos.

Sin más espera, y para que no os gane la impaciencia, es un placer presentaros la introducción, que ha corrido a cargo de un servidor, José Carlos García.


Proyecto fobia: Introducción

Octubre de 1988...


En el sótano del psiquiátrico Clarkson resonaban los gritos de un hombre. En cualquier otro lugar, esos gritos habrían asustado a todo oyente. Pero el psiquiátrico Clarkson no era una institución corriente, ni tampoco lo eran las investigaciones que allí se realizaban. Tampoco parte del personal que trabajaba allí era normal, empezando por su director, el doctor August Remprelt, que en ese momento se encontraba en una de las habitaciones del sótano provocando esos gritos.

El psiquiátrico Clarkson se ubicaba en un gigantesco edificio de ladrillos que en su día había albergado el hospital municipal de la ciudad. Dicho edificio había sido inaugurado en 1955, y el hospital se había trasladado a otras instalaciones más modernas en 1980. Desde aquel traslado, el edificio había quedado en desuso hasta 1983, cuando la corporación “Midland” adquirió la propiedad, instalando allí el psiquiátrico. Desde 1983 a 1985, el psiquiátrico se ganó una enorme reputación en el condado, siendo un lugar muy solicitado, donde no faltaban pacientes. Con mayor frecuencia, y con el paso de los años, empezaban a llegar presos condenados por la justicia a recibir tratamiento psiquiátrico. Fue entonces, con la incesante llegada de esos condenados, cuando el doctor Remprelt vio una increíble oportunidad de desarrollar un estudio pormenorizado de la mente humana, que él denominó: Proyecto Fobia.

Si el doctor Remprelt le hubiera expuesto su proyecto a alguien ajeno al psiquiátrico, le habrían sugerido que durante unos meses dejara de ser doctor para ser un paciente más. El “proyecto fobia” tenía por fin potenciar los miedos de los pacientes, para realizar un estudio de sus reacciones, así como de su funcionamiento cerebral en situaciones límite. Para el doctor Remprelt, el miedo era algo sumamente poderoso, y la capacidad de causar esa sensación en cualquier persona, le hacía sentir hambriento de estudio y experimentación. Y esos pacientes enviados al psiquiátrico por la justicia, podían suponer una importante fuente de conocimiento para el proyecto.

El método para averiguar los miedos de los pacientes era meticuloso. El doctor Remprelt tenía por costumbre recibir a todos los pacientes llegados al psiquiátrico por la vía judicial, y tener una charla con ellos en su despacho. Esa charla tenía dos fines; por un lado, tratar de crear un vínculo de confianza con el paciente, y por otra parte, analizar a conciencia el comportamiento del paciente entrevistado. Tras esas charlas, Remprelt ideaba el momento y lugar para inyectar a sus pacientes “pentotal sódico”, conocido como el suero de la verdad. Ese suero era una de las armas más poderosas que tenía Remprelt, ya que una vez que hacía efecto en los pacientes, éstos respondían a cualquier pregunta formulada.

Para Remprelt, que era aficionado al ajedrez, el proceso de la presentación, la entrevista inicial, y la ideación de un plan de ataque, le recordaba a las primeras jugadas hechas en el tablero de ajedrez, que obedecían a un posicionamiento estratégico de ataque o defensa. Una vez posicionadas las piezas, y ya con conocimiento del punto débil del adversario de turno, a Remprelt le quedaba la última fase de la partida: atacar buscando romper la defensa rival y dar jaque mate. En esta última fase, había que decidir de qué manera y con qué recursos iba Remprelt a valerse del miedo ajeno para lograr los resultados de su estudio. Por suerte, y para desarrollar el “proyecto fobia”, se había adaptado el sótano del psiquiátrico a las necesidades del mismo. En dicho sótano se ubicaban una pequeña farmacia, un laboratorio, un despacho secundario para el doctor, cuatro celdas pequeñas y acolchadas para aislar a los pacientes, un amplio almacén, y dos habitaciones que Remprelt disfrutaba llamando “las salas de fobias”. Era en estas últimas estancias donde se producía la mejor parte del espectáculo. Adoptando el diseño de las salas de interrogatorio policial, las salas de fobias tenían un enorme cristal que ocupaba la mayor parte de una de las paredes. Esos cristales parecían espejos desde el interior, pero permitían que las personas presentes en el otro lado, pudieran observar la ejecución final del proyecto.

Remprelt se había decidido a experimentar con los condenados por un juez al psiquiátrico, y no con otros pacientes. Había varias razones para esta decisión. La primera obedecía al hecho de considerar que estos condenados ya habían defraudado a la sociedad, aunque realmente pudiera tratarse de personas cuya cordura fuera mínima y que realmente hubieran obrado sin una auténtica maldad. Eso daba igual, habían hecho cosas por las que la justicia había decidido enviarlos al prestigioso Clarkson, y Remprelt consideraba que el aliciente añadido era poder hacerles pagar a ellos el daño realizado a la sociedad, incluso si a él no le había conmovido lo más mínimo. Esta línea de pensamiento era una capa protectora que Remprelt había diseñado en su cabeza, para justificar lo que hacía en nombre del progreso científico. Aunque siendo honesto consigo mismo, Remprelt había puesto en marcha su proyecto para alimentar no solamente su poder sobre otras personas, sino también su fortaleza mental. No había tenido una infancia fácil, y eso le había marcado para siempre. Su infancia, su posterior paso por la facultad de medicina, y sus primeros pasos en la exploración de los miedos, habían trazado con el tiempo la otra razón de no usar los pacientes comunes del psiquiátrico.

Esa razón era sencilla: experimentar con gente que no tuviera problemas con la ley, hacía que si algo salía mal pudiera investigarse a fondo todo el asunto. Y Remprelt había estado cerca de ser descubierto tiempo atrás, cuando experimentó con su primer paciente tras licenciarse en la facultad. Había escogido a alguien cercano y por quien sentía un profundo odio, y se había ensañado tanto con él, que el festival de gritos que provocó alertó a toda la gente de los alrededores. Por suerte Remprelt había tomado algunas precauciones y logró escapar sin ser visto, y sin que jamás recayeran sospechas sobre él. Pero aquello le había puesto alerta: había que ser más selectivo. Y aunque los pacientes condenados pudieran tener familia, si alguien les echaba en falta al final del período de internamiento, siempre sería fácil simular un suicidio o inventarse cualquier ardid para justificar lo que les hubiera pasado.

No todo el mundo sobrevivía a la fase final del proyecto, y Remprelt había aprendido a cubrir bien sus pasos en esas situaciones. Afortunadamente, no estaba sólo en ese proyecto. Un pequeño grupo de trabajadores del psiquiátrico le ayudaba en todo momento, y ejecutaban su labor con precisión y enorme dedicación, atrapados todos ellos por el enorme carisma e influjo de Remprelt. Sin ese grupo de trabajadores, los demás hombres y mujeres que trabajaban en el psiquiátrico habrían descubierto todo, o al menos una parte de lo que pasaba en los sótanos. Aunque esa zona había sido aislada acústicamente cuando se habilitó para el proyecto (algunos de los pacientes gritaban con una potencia inmensa en las salas de fobias), siempre había un miembro del equipo de Remprelt vigilando el acceso principal por si alguien intentaba curiosear. No obstante, y por si fuera poco, sólo había dos llaves para entrar por ese acceso: la de Remprelt, y la que se iban pasando quienes estaban de guardia. El otro acceso al sótano, era a través de un pasadizo secreto ubicado en el despacho principal de Remprelt, y cuya existencia solamente conocía él.      

El hombre que gritaba en el sótano había estado así hasta que se le acabaron las fuerzas. Remprelt había realizado en una de las salas de fobias una de sus sesiones de hipnosis, y si hubiera podido escuchar el sonido al otro lado del espejo, se habría deleitado con los aplausos de los trabajadores que habían visto el espectáculo. A pesar del esperado agotamiento del paciente, que se encontraba atado con correas a una camilla, la sesión había ido bien, y Remprelt terminó dedicándole una sonrisa enorme y maliciosa al espejo y sus espectadores. 

Continuará...


Clickad aquí para leer el Capítulo 1

26 de septiembre de 2015

Un disparo en el desierto

Este relato fue premiado el 13 de octubre de 2015 como "Relato de oro" en el concurso "Relatos de cowboys - El extraordinario Oeste" organizado por "El Círculo de Escritores". Podéis ver el premio clickando aquí. Espero que disfrutéis del relato, el cual empieza a continuación.



Un disparo en el desierto

De lo que se siembra se recoge.

Y en la existencia de Shane “La Parca” Wallace, los méritos se iban acumulando para recoger algún día un vendaval de dolor y sufrimiento. El revólver de Shane aún estaba humeante tras haber sido disparado, y los buitres empezaban a acechar a la víctima del disparo.

La vida en los polvorientos desiertos del oeste se resumía así: muerte, animales carroñeros, y enormes rocas que si hablaran serían confidentes de demasiadas muertes a punta de pistola. Sin lugar a dudas, muchas de esas confesiones tendrían a Shane como autor de las muertes. Era incapaz de recordar la razón por la que había cometido su primer asesinato, pero desde aquel bautismo de muerte que le había convertido en un demonio en la tierra, la lista de víctimas no había dejado de crecer. Eso había hecho que casi todo el mundo le temiera, desde campesinos a prostitutas, pasando por agentes de la ley y otros forajidos. Incluso en los tiempos en que había actuado con una banda de forajidos, ellos habían acabado abandonándole, temerosos de no ver un nuevo amanecer si osaban contradecirle.

Shane únicamente había encontrado una persona que no le tuviera miedo, Richard Brown, un cazarrecompensas que llevaba un año tras él. Aunque se habían encontrado en más de una ocasión, no habían logrado causarse más daño que unas heridas que ahora eran cicatrices en sus cuerpos. Richard había sido un digno rival. Pero ahora se encontraba tirado y sin vida frente a Shane, y los buitres ya le estaban picoteando. Esos carroñeros habían aparecido de la nada, y estaban disfrutando del banquete. Aunque Shane disfrutaba del espectáculo, un pensamiento preocupante se repetía en su mente: él sería el próximo plato del menú. Fue entonces cuando los sucesos de las últimas horas se agolparon en su mente.

Shane se había cogido una cogorza de tintes épicos en la cantina del último pueblo donde había parado. A pesar de que su sentido de la alerta le desaconsejaba beber demasiado…se le había ido la mano con el bourbon. Y Richard le había cazado en aquella cantina, dejándole inconsciente con la culata de su revólver. Lo siguiente que Shane recordaba…era haberse despertado en el desierto, de forma distinta a otros amaneceres: estaba enterrado en la tierra, y únicamente sobresalían de ella su cabeza y su mano izquierda. No sentía el resto del cuerpo, y su boca estaba atada con un pañuelo. Richard estaba sentado frente a él con una enorme sonrisa. Fue él quien rompió el silencio, ya que Shane no podía hablar:

 - Te preguntarás por qué he decidido enterrarte aquí. Pues bien, aunque la recompensa por tu cabeza es demasiado suculenta, he decidido dejarte morir en un lugar semejante a aquellos en los que has quitado tantas vidas. Tras capturarte, te metí dentro de un saco y lo até lo más fuerte que pude con varias cuerdas, dejando únicamente fuera de él tu cabeza y la mano con la que disparas. Y esto es lo que haré Shane, voy a colocarte tu revólver en la mano, pero te advierto que sólo he dejado una bala dentro. Te sugiero que la guardes para volarte la cabeza cuando veas a los buitres rodeándote.

Richard colocó el revólver en la mano de Shane, y con una inclinación de cabeza, empezó a alejarse lentamente y riendo. Shane, enrabietado, y en un acto nefasto para sus intereses futuros, logró apuntar el revólver y volarle la cabeza a Richard. Horas después de matarle, los buitres empezaron a rodear a Shane, que intentó inútilmente suicidarse con el revólver descargado. 




24 de septiembre de 2015

Iniciativa "Seamos seguidores"

Hola a tod@s, estos días he visto por la red esta iniciativa que tiene por fin ganar seguidores/as, así como ayudar a otros blogs a lograr lo mismo. Y la verdad, me parece una buena idea que no solamente puede ayudarme a mí, sino también a otr@s bloguer@s que bien saben lo alentador que es tener un creciente número de personas que leen sus relatos y otros textos.

Así que aquí os dejo el logo de esta iniciativa de "Seamos seguidores"


Y aquí os dejo las bases de esta iniciativa:

La idea de esta entrada es que nos ayudemos entre bloggers. Esto es muy fácil, consiste en seguir mi blog y que comentéis esta entrada con el enlace a vuestro blog, así yo también podré seguiros.

Después, os lleváis esta imagen y explicación a una entrada en vuestro blog, para que otros bloggers os sigan, y vosotros podáis seguir a los que os comenten.

No tenéis que enlazar nada, ni nombrar a ningún otro blog. Si queréis podéis poner esta imagen como banner, pero sería para que otros bloggers encuentren más fácilmente la entrada.

¡Solo es publicar y devolver!

21 de septiembre de 2015

Proyecto fobia: Presentación

Hola estimad@s lectores/as:

Desde hace algunos meses, una historia de terror, suspense y locura (aunque habrá pinceladas de otros géneros) me rondaba la cabeza. Tenía claras bastantes cosas de la misma, pero sabía que podía ser un reto demasiado grande para abarcarlo en solitario. Fue por eso que, aprovechando los contactos que he ido haciendo con otros escritores con blog como yo, me animé a compartir esta idea. Y todo ello surge del deseo de poder darle a esta historia, tanto carisma y valía para quienes la sigáis hasta el final, como ganas e ilusión por escribirla me genera.

Así que sin más dilación, os presento.... "Proyecto fobia", cuya premisa inicial es la siguiente: ¿cuál es el límite del miedo?


Una idea original de: José Carlos García

Co-escrita por: José Carlos García y Ricardo Zamorano Valverde

Con la colaboración especial de: Santiago Estenas Novoa y Edgar K.Yera


La portada que podéis ver, ha sido creada por Ricardo Zamorano Valverde, con el que ha sido y está siendo estimulante y productivo ir definiendo el resto de cosas que me faltaban por pulir de la historia. 

Aquí os dejo la sinopsis de la obra:

"El psiquiátrico Clarkson se ubicaba en un gigantesco edificio de ladrillos que en su día había albergado el hospital municipal de la ciudad. Dicho edificio había sido inaugurado en 1955, y el hospital se había trasladado a otras instalaciones más modernas en 1980. Desde aquel traslado, el edificio había quedado en desuso hasta 1983, cuando la corporación “Midland” adquirió la propiedad, instalando allí el psiquiátrico. 

Desde 1983 a 1985, el psiquiátrico se ganó una enorme reputación en el condado, siendo un lugar muy solicitado, donde no faltaban pacientes. Con mayor frecuencia, y con el paso de los años, empezaban a llegar presos condenados por la justicia a recibir tratamiento psiquiátrico. Fue entonces, con la incesante llegada de esos condenados, cuando el doctor Remprelt vio una increíble oportunidad de desarrollar un estudio pormenorizado de la mente humana, que él denominó: Proyecto Fobia".


Hasta aquí la presentación de este proyecto conjunto, el cual espero que os tenga enganchad@s, y os haga plantearos cuál es el límite del miedo, y hasta qué punto se puede sobrepasar ese límite.


AVISO: Como posteriormente a esta presentación, ya se ha empezado a publicar el relato en el blog, puedes leer la introducción e inicio clickando aquí.

20 de septiembre de 2015

Premio "Nen@, tú vales mucho!"


Tengo el placer de compartir con tod@s vosotr@s un nuevo premio que he recibido, el "Nen@, tú vales mucho!". Se trata de un premio creado recientemente (la imagen refleja cosas que acompañan en estos tiempos a quienes escribimos), y al que he sido nominado hoy 20 de septiembre por Oscar Ryan a través de su blog "Mi pequeña biblioteca". De igual modo, hoy también he sido nominado por María Campra a través de su blog "Escritora mamá". Y posteriormente, he sido nominado por Mendiel a través de su blog "Pies fríos en la espalda" el 12 de octubre.

¿Qué puedo decir ante esta triple nominación? Pues la verdad, que este premio, nacido para reconocernos entre bloguer@s, es algo que alienta a seguir con el blog y su dinámica. Aunque a veces el tiempo libre escasea y son muchos los blogs interesante que leer, les sigo la pista tanto a Oscar como a María y Mendiel, y sus blogs son lugares donde mi afición a la lectura se ve bien satisfecha en muchos géneros literarios. Por lo tanto os agradezco que me hayáis nominado, y también os felicito por haber sido previamente nominad@s.

Las reglas que se han fijado para este premio son las siguientes:

1) Acéptalo sólo si te apetece, sin compromisos.

2) No tienes que mencionar, ni seguir, ni agradecer a la persona que te ha nominado.

3) Ponlo en tu blog si te apetece, si no, puedes tomártelo como una muestra de lo mucho que te aprecia a ti y tu trabajo la persona que te ha nominado.

4) Puedes pasárselo a otr@s si te apetece, la condición es que sientas que tú les dirías eso mismo a esas personas si las tuvieras enfrente. 


Pues bien, para empezar, claro que acepto este premio y lo tomo como una muestra del aprecio que las personas que me han nominado tienen por mi y mi blog. Anteriormente he mencionado a Oscar y María, a los que ya seguía anteriormente.

Sobre el tercer punto...si lees estas líneas es porque lo he puesto en el blog :)

Por último, toca el turno de las nominaciones. Y con el objetivo de intentar no repetir las nominaciones de Oscar y María para no alimentar el bucle infinito, nomino a las siguientes personas:

1) Tulkas Hammer Pain y su blog "Donde los valientes viven eternamente"

2) Mendiel y su blog "Pies fríos en la espalda"

3) Santiago Estenas Novoa y su blog "Relatos Antilógicos"

4) Ramón Seres y su blog "Seres de luz"

17 de septiembre de 2015

Sangre, costillas y mermelada (Parte 1)

Con ocasión del concurso "Relatos a dúo II" de la web "El Círculo de escritores", he tenido el placer de co-escribir este relato con Edgar K.Yera, el cual también ha hecho la portada.

En esta entrada os dejo mi parte, que es la primera mitad del texto. Igualmente, al final de mi intervención, encontraréis el enlace a través del cual podréis leer la otra mitad en el blog de Edgar.

Espero que esta historia no os deje indiferentes, y os pueda tener inquietos hasta el final. Sin más dilación...os presento...



Cuando Jacobo recuperó la conciencia y abrió los ojos, se sintió extraño. Se encontraba en un lugar tenuemente iluminado que no había visto jamás, pero eso no era lo más extraño, sino que todo estaba del revés…Jacobo trató de incorporarse un poco con el fin de comprender qué estaba sucediendo. Apenas logró elevarse unos centímetros, pero fueron los necesarios para ver algo inquietante: sus pies estaban atados en una viga, y él colgaba boca abajo como un marrano en un matadero. No alcanzaba a recordar qué le había pasado para acabar allí, pero nunca en su vida se había sentido tan asustado. Y su terror se incrementó cuando, recorriendo con la vista la habitación en la que estaba, encontró a alguien de pie al otro extremo.

Al principio pensó que era sólo una invención de su mente, dispuesta a coger el camino directo a la locura, pero tras observar detenidamente…comprendió que era una persona de verdad, no podía ser otra cosa. Bien podía tratarse de un maniquí o de algún truco preparado para asustarle (si era así, le habían asustado infinitamente), pero Jacobo supo con una espeluznante certeza, que era una persona. Se encontraba de pie, y parecía estar observándole. Si la iluminación hubiera sido mejor, Jacobo podría haberla visto con más claridad, pero de momento sólo era una figura lejana y silenciosa. Demasiado silenciosa. 

Jacobo trató desesperado de hacerla hablar, susurrando al principio, incrementando el tono de su voz ante la falta de respuesta. Empezó a llorar, manchando el suelo bajo su cabeza con sus lágrimas. No sabía qué estaba pasando, y aquel observador silencioso le asustaba muchísimo. Iba formando en su cabeza una idea funesta: era su secuestrador, y próximamente…su asesino. Un olor a comida invadió su olfato, parecía…olor a costillas asadas…


En siguiente enlace podréis ver la parte de Edgar, y terminar de leer el texto....

Premio "The Versatile Blogger Award"


El día 16 de septiembre tuve la agradable noticia de haber sido nominado a este premio por Oscar Ryan, a través de su blog "Mi pequeña biblioteca".

Aunque hace poco que nos conocemos, Oscar me parece un gran escritor con un estilo absorbente y con buenas ideas. y siempre es más que interesante visitar su blog y leer sus historias. Al margen de eso, fomenta proyectos grupales y se vuelca en ellos, por lo que hay que agradecerle su labor en ese aspecto. De hecho podré aportar mi granito de arena a "La mansión Crow Mirror", una de esas historias grupales promovidas por él, y en cuya escritura estamos involucradas bastantes personas.

Y un día después, el 17 de septiembre, volví a ser nominado por Ramón Seres de Luz, a través de su blog "Seres de luz". A Ramón también lo he conocido recientemente, y lo que he podido leer de su cosecha me ha gustado, por lo que pienso seguirle los pasos en su blog. Espero igualmente que haya algo en esta burbuja literaria que le anime a ser un lector asiduo.

También volví a ser nominado el 26 de septiembre por Raquel Rueda a través de su blog "Diario de una filóloga". Raquel es una bloguera sobre la que tengo gratas sensaciones a pesar de haber empezado a leerla hace poco. Os animo a leerla.

Por otra parte, el premio "The Versatile Blogger Award" se otorga por la calidad de la escritura, la singularidad de los temas tratados, el nivel de amor que se muestra en las palabras que se escriben, y la calidad de las fotografías.


Como cualquier premio, tiene sus normas:

1. Nominar a otros blogs. Por lo que he leído en los blogs de otr@s premiad@s, no hay un número fijo para nominar.

2. Contar siete cosas sobre mí.

3. Agradecer y seguir al blog que te ha nominado.

4. Poner el logo del premio en tu blog.


Como ya puse el logo del premio al inicio, y después mi agradecimiento al blog de Oscar (al que ya seguía de antes) y al de Ramón, voy a contar siete cosas de mi.

En primer lugar...uno de los personajes literarios que más me fascinó en mi infancia, fue "Sherlock Holmes", y he visto infinidad de películas sobre el personaje, he leído muchas de sus historias, e incluso jugado a los juegos de ordenador que han llegado a mis manos.

En segundo lugar...en lo que a juegos de ordenador se refiere, desde mi infancia me han apasionado las "aventuras gráficas", y entre ellas las sagas de "Gabriel Knight", "Broken Sword", "Sherlock Holmes", "The secret of Monkey Island, y las españolas "Runaway" y "Hollywood Monsters".

En tercer lugar...mis primeros pasos escribiendo fueron con la poesía en mi época de instituto, pero con los años fui descubriendo una mayor pasión por escribir relatos de todo tipo, y a día de hoy la poesía me es un recuerdo muy lejano.

En cuarto lugar...soy licenciado en Derecho, y en lo que a escritura al respecto se refiere, desde inicios de este 2015 escribo artículos en una web jurídica llamada "Mundo jurídico".

En quinto lugar...me encanta escuchar música. En especial me encantan el rock progresivo y sinfónico, y el blues, pero también disfruto escuchando música instrumental, jazz, clásica, bandas sonoras, y algo de rock o pop.

En sexto lugar...el nombre del blog, "la burbuja literaria", se me ocurrió pensando en el personaje de una de mis historias, que tiene su casa en el interior de una burbuja.

En séptimo lugar...cuando alguien me pregunta... ¿eres de Star Trek o de Star Wars?, yo soy de los que responden... ¿y por qué no de ambas cosas a la vez? Cuando ambas sagas te encantan, es un lujo poder quedarme con las dos.


Y para terminar, procedo a las nominaciones. Como señalaba anteriormente, no hay un número específico de blogs que nominar, así que hay cierta carta blanca al respecto. También hay que decir que me encantan muchos blogs, pero ya han sido nominados recientemente y no es plan de formar un bucle continuo.

Me he guiado por las sensaciones que me despiertan los siguientes blogs a los que no había nominado antes (salvo una excepción), y es por ello que considero que merecen su nominación:

1) Eduardo Olmedo, por su blog "Bailar con el reflejo".

2) Alejandro Gallardo, por su blog "De guionista a cuentista".

3) Jorge Hernández, por su blog "En el rincón más oscuro".

4) Eva Mercader, por su blog "La Ciudad Esmeralda".

5) Soledad Gutiérrez, por su blog "Pampiroladas".

6) Hada Rac Mar, por su blog "Relatos de hada".

14 de septiembre de 2015

El despertar

Esta historia supone el primer relato musical que escribí. Un amigo me pasó una canción instrumental, y me animó a escribir lo que pasara por mi cabeza al escucharla. Y bueno, el resultado lo tenéis aquí, espero que os guste.

Consejo: Para poder escuchar la música hecha para esta historia, sólo dadle al play, leed el texto, y disfrutad de la experiencia al completo. Espero que os resulte de lo más innovadora.

"El despertar"


Amanece en el dojo y como cada mañana, Takeshi Mushasi se arrodilla en el suelo y reza antes de emprender su andanza. Es un samurái desde que alcanzó la edad para empuñar una espada y servir a su clan. El rezo a sus ancestros, es uno de los rituales que realiza al despuntar el alba y una vez finalizado éste y atada su katana al cinto, sale al exterior del dojo para dirigirse a los campos de cultivo. Pasea de un lado a otro respirando el aroma de la tierra, disfrutando de las primeras luces del día. Ha tenido la suerte de nacer en un lugar que ama y en el cual no tiene necesidad de muchos lujos. Prosigue hacia el bosque y con su katana en mano, comienza a practicar con ella cortando cada ráfaga de aire. El samurái es un servidor y un guerrero que antepone su vida individual al bienestar de una comunidad. Está dispuesto a vivir cada día como el último, porque cuando llegue su hora, estará preparado para dejar este mundo y seguir luchando en el siguiente.
Tras varias horas de práctica con la katana, se refresca en la cascada que hay al final del bosque. Vuelve al pueblo y se une al grupo de meditación. Todos comparten su bushido, todos conocen su deber, su cometido, y ninguna edad difiere para ello. Su filosofía es que no hay más guerrero que el que se sacrifica con una vida de servidumbre, con el honor y la lealtad como estandartes. Al acabar de meditar, vuelve al dojo, coge su arco y sus flechas y camina hacia el bosque, a practicar varias horas más. El día no ha llegado a la mitad, pero Takeshi ya se prepara para la batalla que tendrá lugar al día siguiente. Se acuesta, pensando en lo que le espera, en el terreno en el que yacerán sin diferencia amigos y enemigos, en el aire húmedo que les acompañará durante la contienda… y se abandona al sueño.
Al día siguiente, embutido en su verde coraza, cabalga hacia la batalla, una más, en la defenderá su honor y el de su clan. Varios centenares de guerreros parten de la aldea samurái, y ninguno de ellos tiene la certeza de que regresará. Él empuña su katana y se acerca raudo al lugar donde esperan sus oponentes. Es un samurái, y como tal, no teme a la muerte, sino al deshonor de no morir luchando. Ha desmontado veloz de su caballo y comienza a cruzar su katana contra las de los adversarios que le salen al paso. Los demás samuráis de su clan se encuentran también combatiendo a su lado, y el aire no tarda mucho en impregnarse de sangre, casi sin que ésta se vea afectada por las fuerzas terrestres, y parezca flotante sobre los hombres que gritan, mezclada con el sonido metálico de las katanas que chocan entre sí. El frenesí del guerrero hace exprimir al máximo cada fracción de segundo, cada uno de los sentidos, y hace nublar todo atisbo de miedo combatiendo con el doble de valentía, ya que el único miedo es el de morir mostrando cobardía. 

Las flechas vuelan por el cielo, con distintos destinos, silbando los oídos de los guerreros en la escaramuza. Takeshi nota fatigados los brazos, pesadas las piernas, y sabe que un despiste pueda causarle la muerte. Su coraza, está manchada de la sangre de sus contrarios, samuráis al igual que él, sin miedo a morir por servir a su ideal, y es lo que hace que admire a su rival por encima de otros sentimientos. Ve a compañeros caídos, y a otros en pie que continúan luchando. Las flechas siguen tiñendo el día de ráfagas oscuras a su paso, resonando en los oídos de los contendientes. Cada vez hay más muertos y más heridos que tratan de mantenerse en pie. El terreno sobre el que luchan, de verde césped al inicio de la batalla, se muestra ahora tiznado de rojo sangre. Takeshi se nota muy cansado debido a las heridas sufridas y al combate, ganando velocidad hacia la muerte. Trata de recordar el día anterior y la calma que experimentaba, la unión de su yo físico y el espiritual, y recobra parte de su vitalidad.
Los enemigos empiezan a menguar y retroceder, viéndose superados en número por sus rivales. Takeshi corre a buscar su caballo y se arma con su arco y las flechas que se encuentra en la montura. Dispara a sus iguales en retirada junto a los arqueros de su clan, obligándoles a huir a los bosques por los que llegaron. La batalla ha terminado. Muchos son los que cayeron abatidos, y los que quedaron no pueden hacer más que enterrarlos allí mismo, hincarse de rodillas sobre el terreno, y honrar a sus hermanos con un rezo por que sus almas inmortales alcancen la iluminación en su forma etérea. No hay motivo alguno para celebraciones, por lo que los samuráis ya preparan sus equipos y monturas para volver a casa cuanto antes.
Los que sobrevivieron regresan al pueblo, y Takeshi se dirige al dojo. Muy pocos regresaron de la carnicería. La vida del guerrero es así, nunca se sabe qué día será el último, ni de qué forma llegarán los últimos instantes. Lo único que Takeshi entiende, es que la continua lucha le ayuda… en su despertar.

Texto original: José Carlos García

Música y efectos: Juan Jesús Lupiáñez


Edición del texto: José Carlos García y Juan Jesús Lupiáñez


11 de septiembre de 2015

Los sonidos de la alegría

Este microrrelato, lo escribí para uno de los concursos de la comunidad "Edupsique: Narrativas multiformes", en concreto para su sección #ancla2. En uno de los concursos de esta sección, se ofrecían distintas imágenes para que los participantes escogieran una y escribieran un texto. Y aquí os traigo el mío, el cual espero que os guste, porque tuve el placer de ser uno de los 3 ganadores de aquel concurso.


Los sonidos de la alegría


En otros tiempos, Eulalia escuchaba expectante los ruidos que surgían al otro lado de la pared. Lo fácil era observar por cualquier ventana de la casa, cuyas vistas daban al puerto pesquero del pueblo. Sin embargo…para Eulalia era especial escuchar a través de aquel maravilloso y ornamentado círculo ovalado del desván. Lo que le llenaba el corazón de alegría, como el viento que hincha las velas de un barco antiguo y le insufla de una enorme potencia, era escuchar a través de aquel círculo el sonido del puerto en su máxima actividad. Eso sólo podía significar una cosa: que el barco de su esposo había vuelto de faenar en alta mar. Lo mágico era llenar cada cavidad de sus oídos, con el sonido mezclado de las gaviotas y los marineros entonando alegres canciones. Siempre que Eulalia escuchaba eso, el corazón le latía tan deprisa que ella tenía miedo de que se le parara de golpe. Cuando Ricardo atravesaba el umbral de la casa y ella bajaba corriendo las escaleras del desván para abrazarle, todo era alegría, una alegría tan inmensa que sólo la conocen quienes verdaderamente aman o han amado a alguien.

El desván y aquella construcción circular, que lejos de ser una ventana bien laboriosa o un ojo de buey, era para Eulalia su círculo de la alegría, tuvo su importancia durante muchos años, hasta que Ricardo y su barco se hundieron en una tormenta marítima, y él y sus demás compañeros no regresaron jamás. Ricardo nunca llegó a saber que Eulalia se quedó embarazada tras su último tiempo juntos. 

Algunas décadas después, y todavía en la misma casa, Eulalia le contaba a su nieta Olga la importancia de aquel círculo mágico del desván, y ambas se emocionaban cuando los sonidos del exterior llegaban a sus oídos. 

7 de septiembre de 2015

Cambios

Alonso llevaba una hora repitiendo la misma operación, sin terminar de creer lo que estaba viendo. Lo que realizaba sin cesar, era la limpieza del espejo que había en el cuarto de baño de su casa. Una y otra vez echaba limpiacristales sobre el ovalado cristal, y luego usaba con furia un trapo para dejarlo todo impoluto. Pero cada vez que terminaba de limpiar, Alonso soltaba un enorme y potente grito cargado de furia, que habría asustado a su familia de haberla tenido. Sin embargo él vivía solo, y de no haber sido así, habría gritado igualmente. Lo que veía en el espejo no podía ser cierto. No solamente quería que aquello fuera un error, sino que trataba de repetirse una y otra vez que no era posible. Sin embargo, estaba ocurriendo. Desanimado, Alonso se acarició el cuello, y no pudo evitar recordar lo que había dado inicio a toda su desgracia.

Tres noches atrás, Alonso había salido a correr a un parque cercano a su casa. No tenía por costumbre hacer ejercicio pasada la medianoche, pero aquel día necesitaba desconectar de todo. La noche había sido tan fría, inhóspita y oscura, que apenas se había encontrado con alguien mientras recorría el parque. Cuando estaba dando una de sus últimas vueltas al recinto, una sombra había emergido de detrás de unos arbustos, estrellándose con tanta fuerza contra el cuerpo de Alonso, que le dejó fuera de combate. Cuando él había recobrado el conocimiento, no encontró a nadie a su alrededor. Estaba tan asustado al despertarse, que corrió como nunca había corrido en su vida para llegar a casa. Al llegar, se había dado una larga ducha, y al secarse frente al espejo, había visto algo nuevo en su cuello: una marca, similar a la de una mordedura. Eso había iniciado el principio del fin.

Lo primero en suceder, había sido la pérdida de apetito que había experimentado Alonso. Los alimentos que había ingerido con desgana días atrás, habían perdido todo sabor para él. También había perdido las ganas de dormir durante la noche, y había empezado a descansar de día. Precisamente, en las pocas ocasiones en que había salido a la calle con intención de ir al médico, se había sentido tan débil que había dado la vuelta para regresar a su casa. Todos esos cambios habían ido alterando la existencia de Alonso, y le habían ido trastornando de un modo alarmante. Los dos últimos cambios habían tenido lugar el día en curso. Durante la mañana, Alonso había empezado a sentir una sed tan fuerte, que no había logrado saciarla ni con la ingesta de varios litros de agua. Incluso en las horas sueltas que había logrado dormir, había soñado que estaba cada vez más sediento. Pero el último cambio, el que no podía creer, había ocurrido una hora antes.

Tras la última limpieza, Alonso, que se encontraba mirando nuevamente el espejo, tiró el trapo al suelo, y empezó a llorar. De pronto había comprendido todo con claridad. Tras el ataque de aquella sombra del parque, tantos cambios no podían conducir más que a una respuesta. Y esa respuesta se encontraba en lo que veía en el espejo, o mejor dicho, en lo que no veía: su reflejo. Fue entonces cuando Alonso comprendió qué le había atacado aquella noche, y peor aún, en lo que se estaba convirtiendo.