29 de abril de 2021

Reseña de Los niños de la Resistencia: La colección. La llegada de la guerra y sus efectos en la infancia de los protagonistas

Saludos a todo el mundo. Con la reseña de hoy vuelvo a hablar de un cómic ambientado en la época de la Segunda Guerra Mundial, como ya hice con los análisis de "Champignac - Enigma", "El flautista de Arnhem", o "Lucca". Cada obra de las mencionadas tenía algún elemento que, al margen del contexto histórico, la diferenciaba de las demás. Y aquí sucede lo mismo, pues los protagonistas son un trío de amigos cuyas vidas cambiarán para siempre con la guerra. Por lo tanto, hoy voy a hablaros con gran detalle de "Los niños de la Resistencia 1: Primeras acciones" de Editorial Base, e iré añadiendo mis impresiones sobre el resto de álbumes que vaya leyendo.


No está de más decir que se trata de una serie abierta, pues en la fecha actual, ya hay publicados 7 álbumes en la editorial belga Le Lombard, y 7 aquí en España a través de Editorial Base. Y este primer número vio la luz en 2015, siendo publicado en tierras españolas en 2017. Pues bien, como ya avanzaba en el párrafo anterior, estamos ante una serie que tiene su ubicación histórica en el período de la Segunda Guerra Mundial. Lo sé, a estas alturas de la película, puede que ya hayáis visto un montón de documentales, series o películas ambientadas en la misma época. Quizás incluso andéis saturados de lectura de estas características, ya fuera en formato cómic o libro. Pero "Los niños de la Resistencia" nos ofrece el punto de vista de unos niños que ven cómo cambiará por completo sus vidas la irrupción de la guerra en su país, y el modo en que afectará a sus mayores y vecinos de toda la vida. 


No es la primera vez que se enfoca una historia bélica en unos protagonistas jóvenes, de apenas 13 años en este caso. Pero ver las cosas a través de sus ojos siempre es diferente a hacerlo desde los de una persona adulta. En especial en temas como la guerra, que implica una maduración muy rápida para las generaciones más jóvenes que deben vivirla y sufrir sus efectos. En ese sentido, y como podéis leer en el apartado de extras, la intención de los autores es narrar esta historia como si de un diario se tratase, ya que fueron muchos los niños y adolescentes que escribían un diario íntimo durante la guerra; como ejemplo tenéis el famoso diario de Anna Frank. Y además de esto, otra de las intenciones es contar los primeros pasos que los protagonistas dan para ir formando parte de lo que podría llamarse una resistencia al ejército invasor/opresor, también conocida en esta caso como Resistencia interior francesa. Porque sí, aunque no eran casos muy numerosos, sí que existieron niños que ayudaron a la Resistencia, aunque fuera con tareas poco peligrosas pero sumamente útiles. 

¿Qué autores han creado esta serie? Como guionista está Vincent Dugomier (ha escrito alguna historia para "Benito Sansón", y es creador de "The Omniscients"), mientras que del dibujo y el color se ocupa Benoît Ers (conocido por "Les démons d'Alexia", donde repitió como compañero de Dugomier). Se trata por lo tanto de autores que han colaborado bastante y que conforman un buen equipo creativo. La traducción al castellano es obra de Carles Estrada Casabona. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? Dejo aquí la sinopsis de la editorial:

"Es cierto que, como decía mi padre, nos habían dado una buena torta… La mañana del 10 de mayo de 1940, llegó la guerra.

Rápidamente, sobrevino el desastre. El 22 de junio, se firmó el armisticio con Alemania. Habíamos sido derrotados.

Fue el verano de nuestros 13 años, los míos y los de mi amigo Eusèbe.

Y no estábamos dispuestos a resignarnos."

Como ya se menciona, tras la firma del armisticio entre Francia y Alemania, el país galo, presidido por aquel entonces por Philippe Pétain, fue ocupado por los alemanes. Eso generó una situación en la que tan solo medio país se podía considerar libre para los franceses, lo que se llamó la Francia de Vichy, al ser esta localidad la que funcionó como sede del gobierno galo durante la Segunda Guerra Mundial. Pues bien, la ficticia localidad de Pontain l'Écluse, donde transcurre la mayor parte de este cómic, estaba dentro de la parte del país ocupada por los nazis.

Y es ahí donde arranca todo, con la presentación de François y Eusèbe, dos amigos que se encuentran jugando, y que ven llegar a las tropas nazis que ocuparán Pontain l'Écluse. A través de François, veremos que él no está dispuesto a darle importancia a la aparición de los alemanes, pues lo mejor es hacer como que no existen, para no alimentar su sensación de superioridad al ocupar un país derrotado en combate. Aunque Eusèbe tardará algo más en imitar la forma de actuar de su amigo, también terminará haciendo lo mismo. Pero esto solamente es el principio, pues no hay que olvidar que los soldados han llegado para ocupar la localidad, y además hacer lo que les venga en gana fingiendo ayudar a los franceses. Y por lo tanto, François y Eusèbe irán haciendo más cosas para intentar animar a su pueblo a levantarse contra los invasores.


Por último pero no menos importante, estos amigos no estarán solos, pues a ellos se unirá Lisa, una chica que ha aparecido en el pueblo sin su familia y huyendo de los nazis. Así que, mientras François, Eusèbe, y las familias de éstos intentan ayudar a Lisa a encontrar a sus padres, le darán cobijo. Eso irá provocando que Lisa cada vez vaya siendo más partícipe de la labor de sus nuevos amigos. Y no quiero contaros más de la trama, el resto es mejor que lo vayáis descubriendo si le dais una oportunidad a esta lectura. Vaya por delante que estamos ante un cómic que, además de narrar las vidas de los protagonistas, nos permite ver diferentes episodios derivados del armisticio, como los éxodos de población que venía huyendo de los nazis a raíz de la ocupación de sus distintos países o localidades, o bien la hostilidad que los invasores empleaban contra toda persona que fuera una enemiga del Reich. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Una de las cosas que más me ha gustado del trabajo de Dugomier como guionista, es que se nota que se ha documentado y preparado bien antes de ponerse a contar esta historia. En el apartado de extras lo podréis ver mejor, porque habla de muchas cosas sobre la concepción del cómic, pero también de la época histórica que retrata. Al margen de eso, me ha gustado la manera en la que van evolucionando los protagonistas, en especial François, por ser quien más cosas vive, y quien más dudas va teniendo continuamente sobre lo que está bien o mal, y la bondad o maldad de las personas. Son cosas que denotan la rápida maduración que está viviendo el personaje, y por extensión Eusèbe y Lisa, cuyas vidas también están cambiando para siempre. Por otra parte, la narración tiene buen ritmo y sabe dosificar bien lo que cuenta y la manera de hacerlo. Queda por lo tanto una más que aceptable labor de Dugomier.

Por otra parte, y analizando la labor del ilustrador Ers, tiene un trazo sencillo pero lleno de detalles y atractivo a la vista. Ers logra dotar a todos los personajes de bastante expresividad, lo que en un caso como éste es importante, dado que los niños están viviendo situaciones nuevas y duras para ellos, y por lo tanto son los más sensibles a todo lo que sucede. Además de lo anterior, el dibujante realiza muy buen trabajo en las distintas situaciones que se ven a lo largo del cómic, dando una sensación de que sea éste y no otro estilo el que mejor encajaría con el guion. 

Y sobre el color, teniendo en cuenta que lo aplica a los dibujos el propio Ers, se nota que ha elegido las mejores tonalidades para complementar su trazo. Por lo tanto, no hay mucho que decir al respecto, salvo que el uso del color es acertado y suma y no resta al producto. 

¿Merece la pena el cómic? Como inicio de una serie abierta SÍ, me parece una más que interesante manera de dar el disparo de salida. No hay que olvidar que de momento no se sabe cuántos álbumes tendrá esta serie, por lo que mi valoración gravita sobre lo que me ha parecido este primer tomo como cómic y como inicio de la colección. En esa tesitura, la lectura ha merecido la pena y me ha sorprendido gratamente, porque no estoy muy acostumbrado a leer un cómic ambientado en este período histórico cuyos protagonistas son niños. La historia, aunque queda claro que seguirá, tiene calidad por sí misma y no perdéis nada por darle una oportunidad a este primer tomo.

Respecto a la edición de Editorial Base, es de tapa dura y contiene como extra un interesante y extenso dossier escrito por el guionista, donde nos habla de la inspiración para este cómic, y además analiza ese período histórico y el papel de la Resistencia en la Segunda Guerra Mundial. Hasta aquí mi análisis en profundidad del primer tomo, pero ahora, y teniendo en cuenta que los autores al frente son los mismos, os encontraréis una valoración más resumida del resto de entregas que he ido leyendo de la colección. Espero que os sean de utilidad para ayudaros a decidir si embarcaros o no en estos cómics.



Como recordatorio inicial os diré que los autores al frente de esta obra son los mismos que ya iniciaron esta colección y que, teniendo en cuenta que se han ocupado de todos los álbumes publicados hasta la fecha, he optado por ir hablando de los diferentes números aquí. Por resumiros lo contado en el número anterior, se hizo la presentación de los niños protagonistas (a saber, François, Eusèbe y Lisa), pues dos de ellos residían en Pontain l'Écluse, la ficticia localidad donde transcurre el cómic, y la chica llegó exiliada allí tras la huida de su familia, quienes escaparon de su hogar como consecuencia de la invasión nazi. Además de esto, se produjo la llegada alemana al pueblo, y se mostró la manera en la que los niños asumieron el nuevo status en sus vidas. Pero claro, una cosa es resignarte a lo que toca vivir en el momento, y otra muy distinta el quedarte quieto…

La sinopsis adelanta los siguientes detalles del tomo:

"En esta segunda parte de "Los niños de la Resistencia", François, Eusèbe y Lisa ya no están tan solos en la desigual lucha que han emprendido contra los ocupantes nazis. 

Los adultos mirarán de ayudarlos en una operación terriblemente arriesgada en que, en una Francia cada vez más rota y dividida, deberán enfrentarse al racismo, la violencia y hasta la muerte."

Retomando un poco el hilo del resumen que os hacía antes, aquí se irán produciendo las primeras consecuencias de las travesuras realizadas por los niños, que al final del primer álbum hicieron algo realmente importante que empezó a instigar el deseo de rebelión de sus vecinos. Es por tanto una de las cosas que se exploran en este segundo arco argumental, las primeras reacciones de los habitantes del pueblo ante esa pequeña Resistencia que ha empezado a funcionar, y al mismo tiempo la manera en la que los nazis reaccionarán a todo esto.

Por ensalzar algo por encima de todo en esta obra, lo que más me gusta es la sensación de cohesión y crecimiento de la misma, pues la evolución de los personajes desde el primer álbum hasta éste, y los siguientes números, da la sensación de ser totalmente orgánica y nada artificial. Los sucesos y conflictos van produciéndose a su alrededor con el paso del tiempo, pero estos personajes también varían desde su presentación inicial, siendo aquí, en este segundo álbum, en el que se produce algo así como la pérdida de la inocencia, pues las travesuras de los niños empiezan a tener un verdadero eco a su alrededor, y esto irá a más, mucho más con el tiempo.

A la hora de abordar el trabajo de los autores, y a través de la labor de Dugomier con los textos, se nota la documentación previa que llevó a cabo para confeccionar la historia. También se ve fácilmente su buen hacer a la hora de manejar los tiempos narrativos, el desarrollo y caracterización de los personajes, y saber cómo contar lo que tiene en mente. Y respecto a Ers, se confirma la agradable sorpresa del primer álbum, pues mantiene un estilo de dibujo limpio y sencillo que encaja muy bien en este contexto y para contar gráficamente estas historias. Los autores forman una buena dupla cuya sinergia creativa es positiva y disfrutable.

¿Merece la pena? Manteniendo los aciertos del tomo anterior, continua ese buen trabajo de documentación, mientras que la historia avanza con bastante coherencia por todo lo que viene sucediendo y lo que tiene lugar aquí, y el apartado gráfico sigue siendo muy disfrutable. No es una obra sobresaliente, pero sí una bastante notable que sirviéndose de acontecimientos históricos, y aunque tenga algunos elementos ficticios al servicio de la narración, se las ingenia para tener mucho carisma y demostrar que todavía se pueden ambientar cómics en esta época y que merezcan la pena.



Toca resumir un poco lo que se había visto previamente en las otras entregas de la serie. Al principio, la pequeña resistencia que los protagonistas realizaban contra los nazis que habían ocupado su pueblo, se limitaba a pequeñas travesuras, como hacer carteles que luego iban pegando por el pueblo o directamente haciendo llegar a sus habitantes. Pero claro, eso fue al inicio, ya que posteriormente las cosas fueron in crescendo. Si ya en el primer tomo los niños conseguían bloquear la presa de Pontaine l’Écluse, punto de importante valor estratégico para la ocupación nazi, en el segundo álbum se iban viendo las consecuencias. En ese sentido, la inicial sumisión de los adultos poco a poco comenzó a cambiar, hasta el punto de que algunos de ellos comenzaran a actuar también frente a los alemanes.

Como consecuencia de lo anterior, ya pudimos ver que los padres de Eusèbe comenzaban a ayudar a soldados aliados a cruzar la frontera para poder escapar de la zona ocupada, e ir a aquella otra que no estaba bajo el control nazi. A su vez, el padre de François también se implicaba en la resistencia popular, reuniéndose con otras personas que también querían poner su grano de arena en la lucha con la ocupación en Pontain l’Écluse. 

¿Qué podemos esperar en este tercer álbum? La sinopsis dice lo siguiente: 

"A pesar de la tragedia y los peligros constantes, Lili, François y Eusèbe continúan luchando contra los ocupantes nazis en el pequeño pueblo francés de Pontain l'Écluse. 

En el verano de 1941 entran en contacto con un miembro de la Resistencia que les confiará tareas cada vez más arriesgadas. 

Asimismo, las dudas y las sospechas cambian las relaciones entre las personas del pueblo, y los amigos de ayer podrían convertirse en enemigos hoy..."

Siguiendo su crecimiento en esta historia, François comienza a tener un mayor interés en entender qué son el capitalismo o el comunismo, para entender mejor el modo de vida en países como Estados Unidos o Rusia, quienes tienen que entrar en la Segunda Guerra Mundial a consecuencia de nuevos movimientos nazis y de sus aliados. Pero eso no es todo, pues, a raíz de la muerte de un personaje al final del segundo álbum, los niños intentarán contactar ellos mismos a otros adultos de la resistencia local.

Esto último tendrá capital importancia, pues este agente querrá comprobar la idoneidad de sus posibles nuevos aliados, y les hará encargos peligrosos, siendo el punto culminante la petición de explotar una instalación que usan los nazis para reutilizar el cobre de la región, el cual, tras ser fundido, se usará para fabricar nuevas herramientas a utilizar en la guerra. Y es cuanto puedo deciros de la trama.

Respecto a la valoración del equipo creativo, a medida que voy leyendo esta serie me doy cuenta del gran trabajo que hacen. De Dugomier huelga decirlo, pero se nota su trabajo de documentación para contar la historia, y maneja con muy buen acierto el modo en que los niños siguen su proceso de maduración forzada por la guerra. El desarrollo de los personajes me resulta bastante natural, y el lector puede tener la sensación de que, al mismo tiempo que este trío de jóvenes, comprende a su manera su evolución en esa etapa de sus vidas. De Ers no puedo decir mucho más que no dijera en la otra reseña, pues sigue realizando un trabajo notable en el apartado gráfico, manteniendo ese trazo limpio y bien definido, con alto grado de detalle, sumando además a ello la buena labor con el coloreado.

¿Merece la pena? Si ya habéis leído los anteriores tomos de la colección y os gustaron, ya estáis tardando en echarle el guante a esta tercera entrega. Si por el contrario no conocéis esta serie pero os gustan las historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, os animo a darle una oportunidad, el que se centre en un grupo de niños hace bastante interesante seguir la pista a lo que sucede aquí.



Hay que decir que este cuarto tomo supone una nueva progresión no solamente en la labor de los niños de la Resistencia, sino que también podemos comprobar de qué manera están cambiando Eusèbe, François y Lisa. Ya no son simples niños, sino que están entrando en la adolescencia. Pero claro, son conscientes de que la guerra les ha robado una parte de su infancia. Les guste o no, les ha tocado vivir en esa época y crecer en un clima de hostilidad total por residir en un pueblo francés ocupado por los nazis.

Pero los cambios que se pueden apreciar no son solamente físicos o biológicos, sino que también se hacen notar en otros frentes. Para empezar, la labor de los niños de la Resistencia sigue una escalada total. Por recordar lo que han ido haciendo anteriormente, han pasado de hacer panfletos, bloquear la presa de Pontain l’Écluse, ayudar a personas a ir a la zona no ocupada del país o destruir una instalación de recogida de cobre para los nazis, a ver cómo su contacto adulto de la resistencia muere en acto de servicio.

Lo que va a narrarse aquí lo desgrana la sinopsis siguiente:

"El verano de 1942, Lily, François y Eusèbe comienzan a dejar atrás la infancia, a la vez que se implican cada vez más en las acciones de la Resistencia contra los nazis en el pueblecito francés de Pontain l'Ecluse. 

Las políticas de persecución de los judíos, ahora también impulsadas por el gobierno colaboracionista francés, prosiguen su escalada imparable. 

Ante tanto horror, ¿hasta donde están dispuestos a llegar nuestros protagonistas en la lucha contra el invasor?"

En este cuarto tomo, los protagonistas, a pesar de ser conscientes de la constante peligrosidad de su labor, seguirán pasando mensajes encriptados a otras personas de la Resistencia, y encontrarán una radio para recibir mensajes desde el Reino Unido, donde se encuentra la consolidada oposición francesa contra los nazis. Por otra parte, y por el avance del conflicto bélico, se produce la introducción de los judíos en escena, con la consiguiente persecución de los mismos por parte de los nazis, y con la ayuda de gran parte de las autoridades francesas para tal cometido. A Eusèbe, François y Lisa les costará entender qué puede hacer que un ser humano tenga tanta hostilidad hacia otro, solamente por ser diferente a él.

También se irá viendo cómo progresa la campaña de desprestigio a los judíos, privándoles de sus bienes, obligándoles a llevar cosida una estrella de tela en la ropa para ser identificados públicamente, y otras cosas que a estas alturas ya sabréis por cualquier película, libro, serie o cómic que hayáis abordado sobre esto. Huelga decirlo, pero esa parte de la narración nos hace recordar cómo de monstruoso puede ser el hombre cuando pretende “purificar la raza”, y emprende la caza y extinción de todas aquellas personas que son diferentes únicamente por sus creencias religiosas.

Hablando de los autores, nuevamente valoro con buena nota el trabajo de Ers y Dugomier como autores. Dugomier sigue realizando un guion muy coherente con lo que empezó a contar desde el principio, y la evolución de la Segunda Guerra Mundial y de los personajes, va a un ritmo pausado y nada forzado. Hay lugar, como viene siendo costumbre, para conocer más cosas del conflicto bélico, pero también para ver de qué forma marca esto a todas las personas involucradas en esta historia. 

Respecto a Ers, se mantiene en su línea habitual de trabajo, con un apartado gráfico donde predominan un trazo limpio y una buena implicación para los detalles de cada viñeta. Sigue siendo valiosa su manera de mostrar en los rostros de los personajes los sentimientos y emociones de los mismos. Y en cuanto al color, también sigue a buen nivel el artista.

¿Merece la pena? Como se mantiene el buen nivel de los tomos anteriores, si os está gustando la colección es muy recomendable conseguir este álbum para seguirla. A estas alturas soy consciente de que quien se acerque a la obra es porque tiene o ha leído los números anteriores, por eso os sentiréis satisfechos con lo que pueden seguir ofreciendo los autores aquí. 


Aunque es una constante el hecho de que en cada nuevo tomo de la serie, las tramas y el desarrollo de los personajes avancen con naturalidad, esta quinta entrega es muy destacable por eso. Aquí se produce un importante golpe en la mesa en muchos sentidos. Por una parte, en cuanto al devenir de la Segunda Guerra Mundial, hay que recordar que Francia y Alemania, a raíz de un armisticio firmado, tenían una especie de convivencia tranquila, con una creciente colaboración de los franceses a ayudar a los nazis.

Precisamente, y adelantando parte de la trama, aquí la cosa ya irá cambiando, pues para quien no sepa mucho al respecto, Alemania empezó ocupando media Francia, concretamente la mitad del país con mejores recursos en todos los sentidos. En esa tesitura había una línea de demarcación que separaba la Francia ocupada de la libre, pero como iréis viendo en el tomo, eso va cambiando, hasta el punto de que los nazis querrán abarcar más. Esto se produce entre otras cosas, por la entrada en el conflicto bélico de los americanos, quienes, formando parte del bando aliado, comenzarán a hacer mucho daño a los alemanes en África. También entrarán en liza los bombardeos de la fuerza aliada por distintas zonas de Europa.

La sinopsis de la obra nos dice lo siguiente:

"François, Lisa y Eusèbe continúan su lucha. Ahora tiene la misión de proteger a un "pianista", un espía a cargo del transmisor que permite que la Resistencia local se comunique con Londres."

Hay que recordar que en el cómic anterior, los chicos se habían hecho con una radio que se usaría para estar en contacto con Londres desde la Francia ocupada. Pero claro, cuando consiguieron el instrumento, no tenían a nadie para usarla, y será aquí cuando entre en juego la figura de "Eureka", el operador que será enviado para ocuparse de esa tarea. Como la Resistencia creada por los tres protagonistas no para de crecer en prestigio, se les va concediendo un papel más importante, lo que implica entre otra cosas mayor peligrosidad en cada tarea a realizar. Françoise debe ocuparse de que alguien ayude a Eureka a encontrar sitios desde donde usar la radio sin ser localizado por los nazis.

Mientras tanto, los jóvenes siguen siendo conscientes de que la guerra les ha robado parte de su infancia y adolescencia. El cambio aquí es que uno de los chicos se dará cuenta de que, al margen de la guerra, también hay que vivir, razón por la que tendrán lugar sus primeros acercamientos románticos con Lisa, por la que sienten algo tanto Françoise como Eusèbe.

Y por no contaros mucho más del tomo, toca valorar la labor de los autores. Hace ya tiempo que vengo resaltando la buena labor de Dugomier, tanto en la construcción y desarrollo de la historia, como en su manejo de los personajes. Sigue teniendo lugar de una manera muy natural la forma en que François, Lisa y Eusebe maduran con el paso del tiempo. Su labor como líderes de la Resistencia es más notoria que nunca por la repercusión que comienza a generar su trabajo en otras partes, y eso refuta el hecho de que, lo que empezó como pequeñas travesuras contra los nazis invasores, se haya convertido en un auténtico movimiento resistente cimentado de forma coherente en su progresión.

En lo concerniente al dibujo de Ers, mantiene ese excelente trazo que acompaña a la serie desde sus inicios, sin descuidar ningún aspecto en las páginas. Y francamente, cuando uno lleva ya varias entregas de "Los niños de la Resistencia" como es mi caso, agradezco poder seguir disfrutando de tan buena manera de la ilustración, todo un valor seguro.

¿Merece la pena? Si vais siguiendo la colección y os gusta lo que ofrece, claro que merece la pena, pues es más de lo mismo, lectura de calidad y muy disfrutable, y un apartado de extras con bastante información histórica en la que se inspiraron los autores para narrar estos sucesos en su serie. No se nota (al menos no lo he percibido), desgaste en el equipo creativo a pesar de llevar ya cinco entregas, y eso es algo a tener muy en cuenta, y que me vuelve a deparar una nueva sorpresa agradable tras esta lectura. 



Desde el primero de los tomos de la serie hasta éste, la progresión tanto en la historia como en la evolución de los sucesos y personajes había ido en una tendencia positiva, aunque he de anticipar que en este sexto álbum he notado cierto estancamiento en todos los sentidos. Aunque luego haré la valoración, no se trata de un mal cómic, pero da la sensación, o al menos con esa idea me he quedado, de que éste es un número de transición. 

En números anteriores, Eusébe, François y Lisa, quienes iniciaron el movimiento de resistencia conocido como "El Lince" en el primer álbum, fueron realizando tareas cada vez más importantes, que tuvieron como consecuencia el que su labor tuviera una repercusión cada vez mayor, tanto dentro como fuera de su población. En el tomo anterior uno de los sucesos más importante fue el que los chicos ayudaran a un operador de radio a transmitir mensajes a Londres. Mensajes importantes teniendo en cuenta que se enviaban desde una parte de la Francia ocupada por los nazis desde el comienzo de esta colección. Al margen de esto, François descubrió con dolor que Lisa, a quien él ama, comenzaba a salir con Eusèbe, su mejor amigo. Esos fueron los dos focos principales de narración en el tomo quinto.

Sobre lo que podemos esperar aquí, la sinopsis dice lo siguiente:

"Alemania ha decidido obligar a los franceses a trabajar en sus fábricas. 

François, Lisa y Eusébe deciden ayudar a los rebeldes a huir. Pero las autoridades también han creado la milicia francesa, una amenaza adicional para todos los combatientes de la resistencia.

¿Hasta dónde están dispuestos a llegar nuestros protagonistas en la lucha contra el invasor?"

Aquí el eje central será la aparición del "STO" (Servicio del Trabajo Obligatorio), que es un servicio de reclutamiento forzoso de franceses de cierta edad, con el fin de trasladarlos a Alemania a trabajar en fábricas alemanas, todo con el fin de seguir sirviendo a los nazis. Cabe recordar que esto es posible porque el gobierno francés de Vichy estaba por aquel entonces en colaboración con el alemán, y por tanto iba cediendo a todas estas medidas impuestas por los invasores. El STO se produjo porque los nazis tenían que enviar a muchos de sus soldados al frente ruso, donde estaban comenzando a perder batallas, y necesitaban que su industria bélica no deja de funcionar.

Así pues, los chicos querrán ayudar, dentro de sus posibilidades, a evitar que algunos de sus vecinos que cumplen las condiciones para poder participar en el STO, sean elegidos finalmente. Pero hay otras subtramas aquí, pues, como consecuencia del bombardeo que tiempo atrás dejó destruida la presa de Pontain l’Écluse, François tendrá momentos de flashback rememorando a uno de sus antiguos amigos, quien en otros tiempos era el que se ocupaba del mantenimiento de dicha presa. La reconstrucción de la misma servirá para que los chicos puedan preparar una nueva jugada en su aportación a la insurrección contra los nazis.

Luego hay cabida para otras cosas, como algunas pillerías que harán Françoise o Eusèbe para intentar amedrentar un poco a uno de sus vecinos, ferviente defensor de la invasión nazi y la sumisión francesa. También se podrá ver que el propio François, al fin, comienza a aceptar la relación de Eusèbe y Lisa. 

Respecto al trabajo de los artistas, tanto Dugomier como Ers cumplen a buen nivel tanto en el guion como en el dibujo, manteniendo el nivel que llevan mostrando desde el comienzo de la serie, con esa simbiosis de elementos y sucesos históricos con otros totalmente ficticios. En ese sentido, no estoy descontento con el resultado de su labor en este tomo, pero sí que he notado cierto estancamiento en la tendencia ascendente que llevaba la serie, dejándome con la impresión de que en esta ocasión funciona más con un álbum de transición hacia el siguiente que otra cosa. 

¿Merece la pena? Pese a dejarme un tanto insatisfecho, si vais siguiendo la colección y queréis continuarla hasta donde pueda llegar, es una obra que hay que leer. Recalco en este punto que, igual que a mí me ha dejado estas sensaciones más frías, puede que a los demás os satisfaga más, pues esto no deja de ser una valoración muy personal e individual. La serie en general merece la pena y la sigo recomendando a quienes no la conozcan o quieran entrar en ella. 



Decía anteriormente que el sexto álbum me había dejado peores sensaciones que el resto, y no por falta de calidad, pero sí de más sustancia y gancho. Pero claro, por suerte ha sido un bache pasajero, porque este séptimo tomo me ha encantado y vuelve a subir el nivel de la serie. Anteriormente, se había introducido en la historia el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio), que provocaba que muchos jóvenes franceses fuesen obligados a irse a Alemania a trabajar en fábricas nazis. Del mismo modo, también tuvo lugar la formación de una especie de ejército secreto en Pontain l'Écluse, que empezaría su entrenamiento con la excusa de que, mientras aprovechan momentos de calma para prepararse, sus integrantes ayudarían en la reconstrucción de la presa de la localidad, un enclave estratégico de importancia para los nazis. 

¿Qué podemos esperar de la trama en este álbum? La sinopsis dice lo siguiente:

"A finales de abril de 1943, un bombardero aliado se estrella cerca de Pontain l’Écluse y los alemanes buscan a los supervivientes. 

¿Quién en el pueblo se ha arriesgado a dar refugio a los aviadores? ¿Cómo encontrarlos y ayudarlos a volver a Londres?

El Lince deberá actuar y estar a la altura de la Resistencia que, por toda Francia, está uniéndose en torno a un gran proyecto: el Consejo Nacional de la Resistencia."

Quizás estamos ante uno de los álbumes más ambiciosos e intensos de la colección, y eso lo demuestra el hecho de que los protagonistas, François, Eusébe y Lisa, comparten esta vez los focos con diferentes personajes. Por una parte, el hecho de que un bombardero americano se estrelle en Pontain l'Écluse, provocará que los supervivientes deban refugiarse de los nazis, lo que será difícil teniendo en cuenta que la localidad está ocupada desde hace ya varios años, y que los alemanes intensificarán sus patrullas y vigilancias para cazar a los enemigos. 

Además de esto, y lo que ello provocará en la zona, se irá gestando otro acontecimiento de vital importancia para el futuro de Francia en la guerra, ya que aparecerá en el horizonte el Consejo Nacional de la Resistencia, que servirá para unificar todas las diferentes redes resistentes francesas bajo una dirección única. Y claro, habida cuenta de que la red de François, Eusébe y Lisa lleva ya varios años funcionando, y cada vez han realizado más misiones y de mayor importancia, la aparición del CNR supondrá una gran noticia que reforzará la labor de los chicos. Además de eso, ya se irán viendo progresos en el ejército local que se entrena en las obras de la presa. 

En esta ocasión no hay tanto desarrollo de los personajes principales, pero me ha parecido mejor así, ya que estamos ante un álbum que va repartiendo el protagonismo entre otros grupos de personajes, como los aviadores que han sobrevivido o algunas mujeres del pueblo que van compartiendo sus pensamientos de la guerra y la posible llegada de los aliados al país.

La dupla Dugomier-Ers vuelve a subir de nivel en este tomo, y eso redunda en un gran disfrute de lo que cuentan. El guion de Dugomier me parece mucho más jugoso y trabajado que el del sexto tomo, abarcando situaciones que le dan bastante ritmo a la lectura, y además revisten mucho interés. No hay mucho que decir de novedoso respecto a los lápices de Ers, pues durante toda la serie ha demostrado su talento y aquí ofrece un trabajo en la misma línea, de gran nivel. 

¿Merece la pena? Con el pequeño bajón que tuve por el sexto álbum, éste me ha renovado las ganas de seguir la serie, y es un buen recordatorio de del gran nivel general de la colección, que en ningún momento bajaría del notable como nota media. Así que os animo a leer el cómic a quienes estáis haciendo la colección, e igualmente espero que quienes no lo hacen, empiecen por el primer tomo y descubran las virtudes de estos álbumes. 



En el séptimo álbum, fiel al estilo de la serie, las cosas iban avanzando en la trama, no permaneciendo esta estática. Una de las cosas que sucedía en dicho tomo, era el accidente de un avión aliado en Pontain l'Écluse. A raíz de esto, a las personas supervivientes había que buscarles una forma de que se escondan con seguridad en la región, ya que era demasiado posible que cayeran en manos de los nazis ocupantes de la localidad. En ese sentido, los tres jóvenes protagonistas, François, Eusébe y Lisa, tenían que seguir haciendo progresos en sus tareas de la resistencia, para poder ayudar a esta gente. Además de esto, se mostraban los progresos de un ejército local que se entrenaba en un lugar escondido en Pontain l'Écluse.

También se producía la irrupción del Consejo Nacional de Resistencia (CNR), que unificaba los diferentes movimientos represores de los invasores bajo una misma dirección. Eso suponía una gran inyección moral para los protagonistas, ya que su movimiento de resistencia ha evolucionado mucho desde sus comienzos, y El Lince es ya un nombre respetado en Pontain l'Écluse y otras regiones.

¿Qué podemos esperar de la trama en este álbum? La sinopsis dice lo siguiente:


"Era tiempo de cosecha, a mediados del verano de 1943, y en el pueblo lo estaban pasando mal: los alemanes perseguían a los miembros de la Resistencia que imprimían panfletos, poniendo en riesgo la difusión de la información. 

A los del Lince se nos encomendó una misión: entregar un importante stock de papel para la impresión de periódicos clandestinos... ¡a 250 km! ¿Conseguiríamos cruzar la Francia ocupada? El encuentro con otros combatientes iba a descubrirnos nuevos horizontes."

Se da el curioso hecho de que este tomo no explora los avances acaecidos recientemente. Es decir, no volverá a aparecer el campo de entrenamiento de la milicia local, y la influencia del CNR en la trama será muy residual. Lo que aquí tiene un papel primordial es la publicación de diarios y propaganda para animar a la población a rebelarse contra los invasores, y mantener el ánimo al alza con cada noticia de interés. En ese sentido, el gran encargo para El Lince, será transportar una enorme cantidad de papel para impresión de periódicos de un lugar a otro. He ahí el desafío que tendrá el trío protagonista.

Quizás en este tomo la gran figura vuelve a ser François, quien se ocupara de idear la forma de transportar semejante cantidad de papel al lugar de destino, y estará presente en el desplazamiento. Por la dificultad del viaje sorteando controles nazis y otros peligros, terminará entrando en un campamento de maquis, donde seguirá conociendo más sobre el movimiento de resistencia a los nazis. Por otra parte, Lisa comenzará a trabajar en uno de los puestos nazis en Pontain l'Écluse, como cantinera, y ahí podrá obtener información para compartir con los chicos. En cuanto al desarrollo de la guerra, los aliados llegarán a Sicilia, y los italianos comenzarán a colaborar con ellos, o bien dejarán de estar codo con codo con los nazis, por lo que poco a poco la guerra va tomando un giro más favorable para el bando aliado. 

En lo concerniente al trabajo de los autores, se mantiene la buena sinergia creativa entre Dugomier y Ers. Es cierto que el guion, si bien sigue siendo ambicioso y evoluciona en una buena línea, se deja olvidadas algunas cosas (porque otras, como el sistema de transporte de refugiados, sí se mantiene presente) que no habría estado de más tratar, como la evolución de la milicia local. No obstante, Dugomier sigue en buena dinámica con el guion, y aunque no brilla, hace una buena labor. Lo único que espero, es que no se estire la trama en el tiempo a muchas más entregas, pues convendría que el marco temporal de la guerra avance más rápido y no estemos ante una colección eterna. Su compañero Ers se mantiene en ese excelente nivel artístico del que hace gala desde la primera entrega de la serie, y que le convierte en un valor seguro a la hora de elegir una lectura de este tipo. 

¿Merece la pena el cómic? Si seguís a estas alturas con la colección, es porque os ha merecido la pena, y queréis ver qué cuentan los autores en cada entrega. No es nada nuevo bajo el sol respecto a lo que ya se ha visto antes, pero se sigue manteniendo en buena dinámica para dejar con ganas de saber qué depararán los nuevos cambios que presenta el panorama para el siguiente tomo. 

28 de abril de 2021

Reseña de Imbatible 1: Justicia y verduras frescas. Una divertida e ingeniosa lectura que revitaliza las historias con superhéroes

¡Saludos y sed bienvenid@s a una nueva reseña! Aunque en este blog prácticamente no hago reseñas de cómics de superhéroes, sí que soy un aficionado a ese género. Pero he de confesar que a veces, en especial con el cómic americano, necesito descansos cada cierto tiempo por saturación, porque al final siempre es lo mismo. Y hace poco llegó a mis manos el álbum que voy a reseñaros hoy, publicado en el mercado franco-belga, que me ha encantado por su originalidad y su manera de jugar con las páginas y las viñetas, ya que se sale de los estándares del cómic. Así que voy a hablaros de "Imbatible 1: Justicia y verduras frescas" de Editorial Base. 


Como sucede con muchos personajes interesantes y conocidos del cómic franco-belga, Imbatible vio la luz en 2013 en "Le Journal de Spirou", y se fueron publicando historias muy cortas del personaje en dicho medio. Pues bien, la editorial Dupuis sacó en 2017 un primer álbum recopilatorio de esas pequeñas aventuras, y en 2019 llegó a España a través de Editorial Base. Además, en 2020 "Imbatible" recibió el premio al mejor cómic juvenil en la Feria de Bolonia, compitiendo con más de 1800 libros de unos 41 países. Ahí es nada. No tengo ni idea de cómo serían las obras finalistas de dicho certamen, pero no tengo ninguna duda de que este cómic se merece este premio y cualquiera otro que le puedan conceder, porque es una auténtica pasada y no ha dejado de sorprenderme página a página. Y como ya habréis podido apreciar por mi experiencia con el género de los superhéroes, eso no es fácil. 


Es cierto que, si veis el estilo sencillo de dibujo que hay aquí, a caballo entre el cómic franco-belga clásico y el cartoon, lo fácil es pensar que esta lectura está dirigida a un público infantil, o que incluso las historias están concebidas para los más pequeños de la casa. Pero que eso no os confunda, ya que "Imbatible" es un personaje que pueden disfrutar lectoras y lectores de todos los rangos de edad. Es cierto que la narración es sencilla y puede seguirla y entenderla fácilmente cualquier persona. Pero creo que, precisamente para la gente veterana con los cómics, conocer las andanzas de Imbatible puede suponer un soplo de aire fresco, por la manera en la que su creador saca partido de las reglas del género de superhéroes, pero también por cómo concibe gráficamente todas las aventuras protagonizadas por esta persona que, al margen de tener habilidades especiales, solamente intenta vivir su vida como cualquier ciudadano convencional. 

¿Qué autores han participado en este tomo? Para empezar nos encontramos a su creador, Pascal Jousselin (ilustrador en "Colt Bingers: Saison One" que también participó en "L'atelier Mastodonte"), quien se ocupa tanto de los guiones como de la ilustración. Le acompaña la colorista Laurence Croix (conocida por ejercer este mismo trabajo en varios tomos de "Spirou y Fantasio" o en "Tyler Cross"). No tengo constancia de que estos dos artistas hubiesen colaborado hasta esta obra, pero eso ha importado poco, ya que el resultado de su trabajo conjunto me ha parecido fantástico y muy elegante en la ejecución de su propuesta gráfica. Por otra parte, la traducción al castellano corresponde a Albert Vilardell.

¿Qué historia nos encontraremos aquí? Aunque este un recopilatorio de muchas tiras del personaje, la sinopsis es la siguiente: 

"¡Imbatible al rescate! ¡El único y verdadero héroe del cómic ya está aquí, allí y en todas partes!

No es un superhéroe normal. Tiene el poder de atravesar el tiempo, el espacio … ¡y la página! 

¡Un poder que utilizará para frustrar planes tortuosos de los malos de todo el mundo! 

Pero, ¿cómo se lo hará el Imbatible? Será un viaje salvaje, eso seguro..."

Como puede apreciarse desde las primeras páginas, Imbatible es el único verdadero superhéroe del mundo del cómic. Vaya por delante que es el eslogan que acompaña al personaje, pero sí que me parece muy acertado para definir a alguien cuyos poderes trascienden las viñetas, permitiéndole estar aquí, allí o en donde sea menester para anticiparse a los desastres que sucederán e intenta evitar. Además, una cosa que queda clara con facilidad, es que Imbatible, al margen de ser un superhéroe, es un ciudadano normal que tiene sus rutinas, como ir a comprar al mercado, cocinar, comer en casa de su abuela los domingos, y otras cosillas del estilo. Pero eso no quita el hecho de que sea un vecino con ganas de ayudar a la gente que está en peligro, cuando algún villano entra en acción, o bien necesita una mano para salir de un apuro. Porque es entonces cuando sus habilidades son más necesarias que nunca.

Si los poderes de Imbatible le permiten hacer lo que quiera para ayudar a los demás, lo mismo puede aplicarse respecto a algunos personajes que desfilarán por estas viñetas. Es cierto que hay un científico loco que, sin tener poderes, sí que intenta en varias ocasiones dominar el mundo y causar destrucción, pero además de este hombre, Imbatible conocerá al aspirante a superhéroe Tudí, y también al criminal conocido como "El Bromista". Respecto a Tudí, es un joven que, aunque sigue yendo al colegio, quiere hacer prácticas de superhéroe con Imbatible, y aprovechar sus habilidades, las cuales le permiten manipular o coger objetos ubicados en cualquier parte de una viñeta, y soltarlos donde le plazca. Y sobre "El Bromista", es una especie de Joker con poderes que le permiten traspasar las viñetas, haciendo que sea extremadamente difícil enfrentarse a él si no se conocen sus puntos débiles. 


A lo largo de las casi 50 páginas de este álbum, hay historietas de diferente extensión. Es cierto que predominan aquellas que empiezan y acaban en la misma página, aunque hay algunas que abarcan varias páginas o están dividas en dos capítulos, pero en cualquier caso, sea cual sea la extensión, se aprovechan igualmente los poderes de Imbatible para deleite del lector. Como ejemplo tenemos la manera en la que Imbatible viaja a cualquier lugar, que es a través de la línea telefónica; basta que en otro lugar haya una persona sujetando un teléfono para que el superhéroe pueda aparecer ahí. Pero ojo, también puede visitar un lugar mientras alguien lee una historia sobre esa localización. Hay muchas más formas de mostrar el modo en que Imbatible hace uso de las viñetas. Puede ver lo que sucede en el futuro o enviarse mensajes a sí mismo para no olvidarse de cosas que debe hacer. Especial mención merece una página en la que, mediante el uso de un arma de destrucción por el científico loco, queda afectado el margen de una página, con las consecuencias narrativas que tiene para todos. Y así todo el álbum, que es un auténtico festival de cómo aumentar hasta límites insospechados el potencial de una página de cómic.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? He ido mostrando mis cartas pronto, y no necesitáis los poderes de ver el futuro de Imbatible, para saber que la labor de Jousselin como guionista y dibujante ha sido deliciosa y altamente satisfactoria. Como confesaba inicialmente, en el género de los superhéroes, en especial el del cómic americano, llega un punto en el que me termino saturando por la falta de originalidad y frescura al narrar las historias de los personajes, sobre los que parece que muchas veces ya está todo lo interesante contado. Pero he aquí que "Imbatible" ha sido una lectura que he disfrutado una barbaridad, ya que viene a reafirmar lo que llevo bastante tiempo pensando, y es la inmensa calidad creativa que hay en el cómic europeo, que para mucha gente sigue siendo un tanto desconocido. Por eso, y como guionista, Jousselin está estupendo en todas las historias. 

Y como dibujante su labor también es de alto nivel, ya que, a pesar de tener un trazo sencillo y con toques de cartoon, las ilustraciones juegan una baza fundamental para complementar lo que nos proponen los guiones, y ambos aspectos se fusionan de una más que acertada manera, brindando páginas y páginas de disfrute visual. Se hace una continua demostración de que se puede aprovechar todo el espacio disponible, y que las viñetas no tienen por qué contener acciones aisladas unas de otras, aunque pertenezcan a una misma escena que avanza o retrocede. Además, es muy divertido ver las reacciones de la gente cuando Imbatible desaparece y reaparece, similares a las de un espectador sorprendido ante un gran truco de magia. 

El color de Croix se amolda perfectamente al estilo gráfico de Jousselin, por lo que no encuentro nada que objetar a este apartado.

¿Merece la pena el tomo? Nos ha fastidiado... claro que SÍ. Se trata de un conjunto de historias ingeniosas y divertidas que nos permiten conocer otra manera de aprovechar los poderes de un personaje. Considero "Imbatible" recomendable para todo tipo de públicos y cualquier rango de edad, porque es de esas lecturas que te deja con una sonrisa continuamente. Además, lo recomiendo especialmente para gente aficionada a escribir guiones de cómic o hacer ilustraciones, ya que es un perfecto manual de cómo experimentar narrativamente para contar de manera distinta una historia.

Respecto a la edición de Editorial Base, es de tapa dura, y aunque no contiene ningún extra, no lo he echado en falta por lo bien que me lo he pasado con las aventuras de este peculiar superhéroe. Hasta la fecha hay editado un segundo álbum de "Imbatible" aquí en España, que espero leer y reseñar en el blog. Dadle una oportunidad a este personaje que merece y mucho la pena. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!

26 de abril de 2021

Reseña de Lucky Luke 8: Un cowboy entre algodones. Un viaje a Luisiana en la época de las plantaciones

¡Un saludo desde las polvorientas tierras del salvaje oeste! Tengo el gusto de compartiros mi primera reseña de un cómic de Lucky Luke, personaje del que no había leído nada hasta la fecha, a pesar de que me encantan los cómics y el western, y tarde o temprano esto debía suceder. Así que subid a vuestros caballos y preparaos para el viaje, que voy a hablaros de "Lucky Luke: Un cowboy entre algodones" de Ediciones Kraken. 


Y al ser la primera reseña que hago de este famoso personaje, toca hacer un pequeño recorrido por su vida editorial. Lucky Luke, el hombre que dispara más rápido que su sombra, fue una creación de Maurice de Bevere (1923-2001), cuyo alias artístico era Morris. Este vaquero vio la luz por primera vez en 1946, concretamente en el "Almanach 47 de Spirou", y nació como un homenaje y a la vez una parodia de las aventuras del lejano oeste. Hay que decir como dato curioso que, mientras Morris vivía y se encargaba de dibujar las historias de su personaje, uno de sus compañeros creativos más famosos fue el guionista René Goscinny, conocido mundialmente por ser el co-creador de "Astérix el Galo" junto con Albert Uderzo. Pero claro, no fue el único guionista que acompañó a Morris, pues en la larga vida editorial que ha tenido y sigue teniendo Lucky Luke, sus historias han estado elaboradas por muchos artistas, tanto antes como después del fallecimiento de Morris. Eso nos trae aquí, a una de las dos líneas editoriales que publica Ediciones Kraken, llamada "Las aventuras de Lucky Luke según Morris", que son nuevas historias del personaje siguiendo la esencia de su creador. Y aquí tenemos este tomo, publicado en 2020 por Lucky Comics, que ha llegado a España en este 2021.


Y como sucede con personajes tan importantes en la historia del cómic europeo como Lucky Luke, hay que decir que no solamente ha tenido presencia en las viñetas, sino que el vaquero ha protagonizado películas de animación y acción real, ha vivido a su vez aventuras en series de dibujos animados, e incluso en el mundo de los videojuegos. Esto lo comento porque al final, incluso para quienes no hayan leído nunca un cómic de Lucky Luke, la figura sí que les resultará conocida, como también su inseparable caballo Jolly Jumper, o sus rivales más habituales, los hermanos Dalton. Estamos por lo tanto ante un personaje que ha trascendido en el tiempo y es muy conocido, y cuyas aventuras, si bien están encuadradas en el género del humor, son aptas para todo tipo de públicos. Y como pasa en casos como el del cómic que os reseño hoy, tenemos además apariciones de personajes históricos, y sucesos de la misma índole. Eso es algo que confiere un sabor especial a las lecturas, que además de mecanismo de evasión, proporcionan información de interés, como presentarnos a la histórica figura de Bass Reeves, el primer marshal de color, o hablarnos de cómo era la Luisiana de la época de las plantaciones, tiempo después de que se hubiese abolido la esclavitud. 

¿Qué autores han participado en este tomo? Como guionista tenemos a Julien Berjeaut, más conocido como "Jul" (que ha participará en el próximo tomo de "Iznogoud", y ya colaboró en "La gallerie des ilustres"). A cargo de las ilustraciones está Hervé Darmenton, cuyo alias es "Achdé" (ha participado con diversos roles en "C.R.S = Détresse, y como escritor en "La Esmeralda"), mientras que del color se ocupa Mel. Hay que añadir que este trío ya ha colaborado antes en un par de historias más de Lucky Luke. Y por último, traduce al castellano Carlos López Ortiz. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis oficial es la siguiente:

"Después de París, ¡Lucky Luke parte a Luisiana!

En “Un cowboy entre algodones”, nuestro héroe tendrá que luchar contra la injusticia con la ayuda de un viejo amigo.

Esta vez, una viuda rica y admiradora de las hazañas de Lucky Luke, le ha legado una importante plantación de algodón de en Luisiana.

Allí tendrá que luchar para ganarse la confianza de sus aterrorizados empleados negros, y dividir su herencia entre ellos.

Un objetivo para el que recibirá la ayuda de la comunidad local y de…¡los Dalton!"

Aunque Lucky Luke se encuentra de vacaciones, disfrutando de unos días de calma y tranquilidad, eso cambiará pronto. Tras encontrarse con su viejo amigo Bass Reeves, que lleva a los Dalton a la cárcel, Lucky Luke recibirá la visita de un notario, quien le comunicará que, tras la muerte de Constance Pinkwater, una adinerada viuda, el vaquero es el heredero de todos los bienes de la fallecida. La razón de que Lucky Luke sea el heredero sin conocer de nada a la mujer, viene motivada por el hecho de que ella era una auténtica aficionada a seguir las aventuras del protagonista, y por lo tanto le incluyó en su testamento como beneficiario de su herencia. Eso provocará que el nuevo rico deba ir a Luisiana, donde la mujer poseía una enorme plantación de algodón.

Una vez que Lucky Luke y su caballo Jolly Jumper lleguen a Luisiana, no tardarán en darse cuenta de que, lo que en apariencia es un lugar bonito que conocer, esconde en realidad cosas turbias, pues, a pesar de que ya había sido abolida la esclavitud, las personas de color siguen siendo tratadas y vistas como esclavas en aquella zona del país. Y aunque la intención del pistolero es repartir la herencia y las tierras entre las familias que viven en ellas y trabajaban para la fallecida, pronto se dará cuenta de que la cosa no es tan sencilla de resolver como él creía. Lucky Luke conocerá, muy a su pesar, a personas de lo más detestables, que no le permitirán concederle ningún beneficio a las familias de la plantación.


Así que una de las cosas que más podrá verse en esta historia, es el tema del racismo existente en la época y en aquella parte de los Estados Unidos. Y eso es algo de lo que ya le había advertido Bass Reeves a Lucky Luke en su encuentro. Aunque hay que tener en cuenta que, por la extensión que tienen este tipo de álbumes, tampoco se puede profundizar mucho en el tema si se quiere contar una historia para el personaje principal. Esto lo digo por si hay personas a las que les parezca un tanto light o superficial el retrato que los autores hacen del racismo. Además de abordar el tema de las plantaciones, también tendrá su presencia en estas páginas el Ku Klux Klan. Si le sumamos a eso el hecho de que aparezca Bass Reeves, que fue el primer marshal de color nombrado al oeste del Misisipi, con un historial de detenciones de más de 3.000 criminales, considero bastante interesante todo lo que este álbum ofrece como nota histórica, además de como ficción en lo que a Lucky Luke respecta. Y eso hace que mi primera lectura de este personaje haya sido una grata sorpresa. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Respecto al guion de Jul, considero que elabora una historia interesante, donde se hace un pequeño retrato de la época, mediante la narración de una aventura para el personaje, que desconoce cómo funcionaban las cosas en aquella parte del país. Los momentos cómicos están mayormente protagonizados por los hermanos Dalton, aunque también habrá algunos causados por otros personajes. El ritmo narrativo es bueno y no me ha resultado nada pesado de leer el álbum, que prácticamente me leí de un tirón. Así que considero que Jul hace un buen trabajo.

En cuanto al dibujo de Achdé, el autor tiene el trazo característico de este tipo de historias franco-belgas, y no es muy diferente del que podéis ver en otras historias de Lucky Luke. Eso puede ser algo bueno o algo malo según lo que esperéis encontrar, pero en mi caso en particular, este estilo clásico de ilustración nunca me disgusta, y siempre lo termino disfrutando. Especial atención merece una página donde tiene gran presencia un fenómeno de la naturaleza que prefiero no desvelar. Por lo tanto, Achdé también realiza un trabajo de valoración positiva.

Respecto al color de Mel, mantengo lo que decía en el párrafo anterior, en el sentido de que también es el tipo de color que uno suele encontrarse tanto en este tipo de cómics como en las aventuras del personaje, y complementa bien el estilo gráfico.

¿Merece la pena el tomo? No hará falta que me apunten con un revólver para decir que SÍ, sin lugar a dudas. Es cierto que puede no ser el mejor tomo para comenzar a leer al personaje, porque implica que uno conozca un poco de su universo, pero desde luego que es una opción más que interesante para disfrutar de las aventuras de Lucky Luke y saber un poco más de la historia de los Estados Unidos, aunque sea algo que posiblemente ya supierais de antemano. En cualquier caso, el cómic es entretenido y simpático de leer, y deja un buen sabor de boca. 

Como comentaba al principio, este octavo álbum pertenece a la línea "Según Morris", que son nuevas aventuras de Lucky Luke siguiendo la esencia de su creador, y por lo tanto es una más que interesante opción si queréis introduciros en el universo del personaje con publicaciones recientes, ya que esta línea comenzó hace algunos años y tiene apenas un par de décadas de existencia. El tomo contiene como extras un par de textos dedicados a Morris y a Bass Reeves. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima y tened cuidado con los peligros del salvaje oeste!

24 de abril de 2021

Vida y muerte en el espacio

Un ligero temblor en la nave fue la señal de que estaban abandonando el planeta Morback, conocido desde hace dos años como el “Vergel de los Muertos Vivientes”. La capitana Bricia Cranston, tras comprobar que salían sin problemas del campo gravitatorio del planeta, dejó que su co-piloto Sherby Wondal se ocupase del resto de la maniobra para volver al espacio. Sería entonces, una vez en órbita, cuando ella tendría que encargarse personalmente de manejar la nave, ya que Morback estaba fuertemente vigilado por la Federación de Planetas Unidos, y la única opción viable de entrar y salir sin ser vistos, escapando a los escáneres de las naves de la Federación, requería poner en práctica la pericia que Bricia, como ex-piloto de cazas de combate, tenía en su haber.

Mientras Sherby se ocupaba de todo, Bricia usó su intercomunicador para hablar con Jelko, Parek y Krestic, sus hombres de armas, que en aquellos momentos estaban vigilando el cargamento de la nave. Por el momento los muertos vivientes no daban demasiados problemas, pero era lo lógico, teniendo en cuenta que hasta una veintena de aquellos comecerebros estaban atrapados en un tanque metálico que emitía descargas eléctricas a quien tocara sus paredes. Con cargas como aquellas, no había que andarse con tonterías.

Bricia no había estado muy convencida ni antes ni después de aceptar aquel encargo, y únicamente su necesidad de conseguir una buena suma de dinero había decantado su decisión. Pero claro, eso no implicaba sentirse bien consigo misma. A fin de cuentas, desconocía las razones por las que el millonario que le había encomendado aquella misión, podría necesitar un pequeño grupo de zombies, pero su instinto le decía que no serían para nada bueno.

Y era lógico, ya que, desde que un grupo de mineros reventó en las minas de Morback una bolsa de gas venenoso, aquel planeta había sufrido lo indecible, viendo casi exterminada su población por la conversión de los mineros en zombies a raíz de inhalar aquel gas, y la posterior infección que transmitieron a cuantos habitantes pillaban a su paso, fueran humanos o alienígenas. La cosa se desmadró tanto que, para cuando la Federación entró en acción y logró evacuar a lo que quedaba de población sana, declaró el planeta en cuarentena, estacionando allí un contingente de vigilancia para no dejar entrar o salir a nadie, quedando los zombies atrapados. Claro que, como en todas las cosas, siempre hay una manera de llegar a donde uno quiere. Y nadie sabía qué motivó el hecho de que dejaran a los muertos vivientes vagando por el planeta en lugar de extinguirlos, pero así se habían sucedido las cosas.

Bricia no era ni mucho menos la primera persona que iba a capturar zombies allí, y precisamente por las experiencias de otros pilotos, ella ya sabía cómo debía manejar la nave para evitar los escáneres y el control de la Federación. Y pensando en eso, llegó el momento en el que la capitana debía ocuparse de manejar su nave. Tras darle las órdenes pertinentes a Sherby, Bricia agarró bien los controles, y dio el aviso a la tripulación para que se agarrasen a lo que tuvieran a mano, pues el viaje iba a ser movidito hasta salir de la zona. Y vaya si lo fue, mucho más que para acceder a Morback. De hecho, Knighter, el mecánico, tuvo que trabajar bajo mucha presión para conseguir toda la potencia extra que la nave necesitó para salir del control de la Federación.

***

Cuando la nave de Bricia aterrizó en el planeta Treniac, su anfitrión, el magnate Prendal, tenía todo preparado para sacar la carga con seguridad, y un numeroso ejército de soldados supervisó el traslado de los zombies a las dependencias asignadas para mantenerles encerrados. Jelko y Parek los acompañaron, y Krestic se quedó vigilando a su capitana. Mientras tanto, y sintiéndose muy complacido, Prendal felicitó a Bricia por su labor y dio inicio a una conversación:

- Me habían hablado maravillas de ti, y me alegra comprobar que no eran alabanzas sin fundamento.
- En una profesión como la mía, señor Prendal, la reputación lo es todo- respondió con firmeza Bricia, que seguía sin fiarse de aquel hombre-. Y procuro llevar a término todos los encargos que acepto.
- Esto lo demuestra, sin duda- Prendal señaló con una de sus manos hacia el lugar donde se dirigían sus soldados con los zombies-. Y pienso darles buen uso.
- Lo único que le aconsejo, si me permite el atrevimiento, es que controle la forma en la que los utiliza. No olvide que esas criaturas extinguieron casi toda la vida de un planeta.
- Lo sé, precisamente me interesan por eso- y en el rostro de Prendal se dibujó una sonrisa que heló la sangre de Bricia-. Tengo algunos problemas entre manos, y esas aberraciones serán un arma poderosa para apoyar mis argumentos.
- Bueno, a partir de ahora la responsabilidad del uso que se les dé, es suya.
- Me alegra que lo vea así, ahí están sus honorarios- y Prendel señaló hacia una mesa que había cerca de ellos, sobre la cual se encontraba un cofre metálico-. Me he tomado la libertad de incluir un extra para que usted y su tripulación guarden silencio sobre este encargo. ¿Me comprende?
- Sí, sin ningún problema- Bricia se acercó al cofre y lo abrió para comprobar que todo estaba en orden-.
- Pues entonces, ya no hay nada más que tratar. Les deseo un buen vuelo.
- Gracias- cuando Jelko y Parek regresaron, Bricia les indicó con un gesto de cabeza que cogieran el cofre-. Y recuerde, tenga cuidado con esas criaturas.
- Lo tendré- Prendel esperó a que sus visitantes estuvieran entrando en su nave-. Y aunque no lo tenga, ¿quién va a detenerme ahora?

Bricia no pudo escuchar la malévola risa de Prendel, pero de todas formas ella seguía sin estar del todo tranquila con aquello. Una vez estuvieron tanto ella como el resto de sus hombres dentro de la nave, comenzó a pulular por su cabeza una inquietante preocupación... ¿habría hecho lo correcto aceptando aquel encargo? Jamás en su vida había visto tanto dinero como el que estaba a buen recaudo dentro del cofre, pero... ¿en serio iba a dejar en manos de aquel tipo un ejército de zombies? Sherby le habló y la sacó de sus pensamientos. Ella respondió de forma automática, ordenándole salir del planeta. Mientras la nave ascendía por los cielos... su cabeza no dejaba de darle vueltas a lo mismo. ¿Por qué se había quitado de forma tan liviana su responsabilidad al dejarle claro a Prendel que, en adelante, él sería responsable del uso que le diera a su nueva adquisición?

***

Pasaron un par meses, y Bricia se enteró del terrible uso que Prendel le había dado a los zombies. La información la había obtenido en “Wallander’s”, la taberna más popular del pequeño planeta Trinium, donde solían reunirse mercenarios, cazarrecompensas y demás buscavidas de la galaxia. Bricia ni siquiera estaba en aquel lugar para averiguar aquello, sino para disfrutar junto a su tripulación de una buena comilona tras otro trabajo reciente culminado con éxito. Pero entre las muchas conversaciones que tenían lugar allí, la capitana captó parte de una que abarcó toda su atención, provocando que abandonara la mesa donde estaba sentada para escuchar más atentamente. Un alienígena mercante le estaba relatando a un pirata una tragedia acontecida en Treniac.


Por lo visto, una horda de zombies había aparecido en aquel planeta, causando muerte y destrucción en una región poblada por ganaderos. Prácticamente la mitad de la población de allí había sido asesinada, y la otra mitad convertida en muertos vivientes. Tras algunas semanas, la horda zombie había sido aniquilada gracias a la aparición de los ejércitos de la Federación, que habían colaborado con diferentes milicias de Treniac formadas para la ocasión. Bricia sintió una punzada en el corazón, y tuvo el presentimiento de que Prendel seguramente estuvo tras alguna de esas milicias. Por descontado estaba el hecho de que hubiera dado aquel uso a los zombies, pero la pregunta pertinente entonces era... ¿por qué habría atacado esa región ganadera? Él debía ser de los tipos más ricos del planeta, y hasta donde Bricia sabía, la ganadería no era precisamente uno de los negocios más rentables por aquel sistema solar. ¿Qué motivo habría tras aquella tragedia? ¿Se trataría de alguna sangrienta artimaña de Prendal para apropiarse con el tiempo de aquella región? ¿O simplemente estaría enfrentado con esa gente? Una cosa era segura, y es que Bricia quería averiguar más al respecto, por eso puso al día a su tripulación, y viendo que todos se sintieron abatidos por la noticia, les propuso volver a Treniac. Debían hacer algo, a fin de cuentas, fue su responsabilidad llevar aquella carga tan peligrosa allí.

***

Bricia se sentía totalmente desolada cuando logró hablar con algunos supervivientes de la masacre de Treniac. Era irónico, habían sobrevivido menos personas que zombies había dejado ella en manos de Prendal. De boca de una de las personas que salvaron la vida de milagro, supo que Prendal llevaba mucho tiempo intentando comprar los terrenos de aquella zona de ganaderos. Ante la persistente negativa de éstos, el ricachón fue probando diferentes sistemas de extorsión con ellos, que iban desde sabotear sus cosechas y robar algunas de sus reses, a dar palizas a personas. Pero los ganaderos, y Bricia se sintió extrañamente orgullosa, no se dejaron amedrentar, manteniéndose firmes en su negativa a vender. Prendel era muy rico, pero en Treniac no se podía comprar a todo el entramado de autoridades locales para intentar ninguna triquiñuela por esa vía, así que, sin tener el respaldo de la ley, ni la seguridad de que le apoyarían en cualquier contienda con los ganaderos, Prendal había ido demasiado lejos con la adquisición de los zombies que dejó a su libre albedrío en aquellos terrenos que tanto se les resistían. El resto... era fácil de imaginar. Ahora que los supervivientes habían iniciado su peregrinación para marcharse de allí, él había ganado.

Cuando terminó de hablar con los ganaderos supervivientes, Bricia y su tripulación se dirigieron a la hacienda de Prendal. Aquella sabandija recibió con una enorme sonrisa a la mujer que le había ayudado involuntariamente a masacrar a sus enemigos. De no ser por Knighter y Sherby, que la agarraron fuertemente, la capitana habría saltado a la yugular de Prendal. De haberlo hecho, los mercenarios que había en los alrededores la habrían matado, tanto a ella como al resto de su tripulación. Jelko, Parek y Krestic no paraban de mover sus armas apuntando en todas direcciones, nerviosos por sentirse ampliamente superados.

- ¿Viene a felicitarme por el uso que le di a los zombies?- dijo Prendal con tono de satisfacción-.
- Maldito desgraciado, si llego a saber lo que iba a hacer...
- ¿Qué, no habría aceptado el encargo? Por favor, usted y su banda de andrajosos personajes no son más que muertos de hambre que necesitan de gente como yo para subsistir. Le ofrecí una gran cantidad y usted aceptó, así de simple.
- ¿Así de simple? - Bricia casi consigue soltarse de los brazos de Knighter y Sherby-. ¡Ha matado a gente! ¡Criminal!
- ¿Qué yo he matado a alguien? Han sido esos zombies los que han asesinado y convertido a esos ganaderos.
- Manejados por usted, canalla.
- Ja, ja, ja. ¿Cuándo me dejó la carga qué se pensaba, que iba a jugar a las casitas con ellos?
- Lo que no pensé es que masacraría a parte de este planeta. ¡Y además se sentiría orgulloso Prendal!
- Bueno, si quiere hacer algo de justicia para sentirse mejor, vaya a los tribunales y denúncieme- en aquel momento, Prendal señaló a Bricia con una de sus manos-. Pero no obvie el hecho de que usted me facilitó el cargamento de zombies, extraído de una zona vigilada por la Federación. Adelante, denúncieme a las autoridades.
- Esto no quedará así, ¿me oye?
- Si quisiera, podría matarla aquí mismo- y Prendal señaló en todas las direcciones donde sus hombres estaban posicionados y apuntando con sus armas a Bricia y los demás-. Lárguese de mi propiedad, y no se le ocurra volver, sabandija espacial.
- Vámonos Bricia- Sherby apretó uno de los hombros de su capitana-, no merece la pena.
- Está bien, nos largamos de esta cloaca.
- Que tengan buen viaje- Prendal dedicó una última sonrisa a sus huéspedes, que ya iniciaban la retirada hacia su nave.

Bricia no logró calmarse ni siquiera cuando su nave salía del planeta. Aquello no podía quedar así. No debía. Pero... ¿qué iba a hacer? Cuando pensaba que estaba superada por la situación, una idea sobrevino a su mente. La expuso al resto de su tripulación, y viendo que nadie ponía objeciones al respecto, pusieron rumbo a Morback.

***

Por segunda vez en pocos meses, Bricia había vuelto a Morback para atrapar un nuevo cargamento de zombies. La diferencia es que esta vez lo había hecho gratis, con la única finalidad de usarlos contra Prendal. Gracias a Jelko, Parek y Krestic, se le había implantado un pequeño explosivo a cada una de las capturas. Bricia no quería provocar otra tragedia en Treniac, por lo que iba a limitar el radio de acción de sus nuevos amigos. Su plan era soltarlos sobre los dominios de Prendal, y dejar que camparan a sus anchas por allí, mientras que Bricia se mantendría sobrevolando la zona, para disfrutar así del espectáculo. ¿Era un mal plan? Posiblemente. ¿Era inmoral? Era cuestionable. ¿Le apetecía llevarlo a cabo? Sin lugar a dudas.

Cuando la nave regresó a Treniac, Bricia y Sherby aterrizaron en una zona algo alejada de los terrenos de Prendal. La idea era contar con el mayor porcentaje posible de factor sorpresa, para lo cual transportarían a los zombies, que seguían atrapados en un contenedor, en un vehículo de carga, dirigiéndose toda la tripulación de la nave hacia una zona idónea para abrir el contenedor. Cuando alcanzaron una porción de terreno fuera de la vigilancia de los sistemas de seguridad de Prendal, Jelko y Krestic abrieron el contenedor, azuzando con pistolas eléctricas a los zombies para ponerles en la senda que terminaría llevándolos a la casa principal del ricachón. Era un momento arriesgado del plan, pues existía la posibilidad de que los muertos vivientes se dispersaran por todas partes, pero Sherby había aportado una idea a ese respecto. No dejaba de ser alocada, pero... ¿acaso no lo era todo aquello?

Así que, armado con una pistola de bengalas, Sherby, que sostenía que los zombies se sentían atraídos entre otras cosas por los objetos brillantes, disparó varias bengalas en dirección hacia el edificio principal donde habían tenido sus anteriores encuentros con Prendal. Y los zombies siguieron la estela de humo, intentando encontrar el punto donde la bengala comenzaba su descenso en el cielo. Al cabo de un rato, Bricia y los demás escucharon unas pequeñas alarmas ubicadas en distintas partes de los terrenos de Prendal, y supieron que la cosa iba bien. Era el momento de regresar a la nave para disfrutar del espectáculo.


Por primera vez desde que había comenzado todo aquel asunto, Bricia y sus chicos se sentían felices, aunque la culpa de ese sentimiento la tuviese el placer sádico que experimentaban observando a los zombies acabar con los hombres de Prendal. Éste, que se había ido escudando en diferentes mercenarios para mantenerse a salvo de los atacantes, se estaba quedando sin lugares para protegerse. Presa de un terror palpable desde la distancia, había terminado metiéndose en el interior de su casa. Bricia desconocía si allí tendría algo parecido a una habitación blindada, pero poco importaba viendo que los zombies que todavía seguían en pie, se habían dirigido hacia ese mismo edificio tras acabar con el resto de mercenarios.

Ahora solamente quedaba una cosa por hacer, y la capitana apretó con satisfacción el botón que accionaba los explosivos insertados en el cuerpo de los muertos vivientes. La explosión hizo arder hasta los cimientos toda la zona, alcanzando el fuego varios kilómetros a la redonda. Para curarse en salud, no habían querido usar cargas explosivas pequeñas, y era una decisión de la que Bricia se alegraba. Así no habría lugar posible para salir indemne de aquello.

Cuando fue seguro bajar a inspeccionar, Bricia y sus tres hombres de armas se aseguraron de que no quedara nadie ni nada con vida en los terrenos de Prendal. Se acercaron hasta donde el fuego les permitía, pero les bastó para comprobar que allí no quedaba más vida presente que la suya. El edificio principal estaba totalmente derruido, y la capitana dudaba de que Prendal siguiera vivito y coleando. Poco después emprendieron el regreso a la nave, para marcharse de aquel planeta al que, en la medida de lo posible, Bricia no esperaba volver jamás. Y aunque no dejaría de aceptar trabajos en el futuro, sí que esperaba cambiar dos cosas: el juzgar mejor a sus próximos clientes, y no ver nunca a más muertos vivientes.