Saludos a todo el mundo. Con la reseña de hoy vuelvo a hablar de un cómic ambientado en la época de la Segunda Guerra Mundial, como ya hice con los análisis de "Champignac - Enigma", "El flautista de Arnhem", o "Lucca". Cada obra de las mencionadas tenía algún elemento que, al margen del contexto histórico, la diferenciaba de las demás. Y aquí sucede lo mismo, pues los protagonistas son un trío de amigos cuyas vidas cambiarán para siempre con la guerra. Por lo tanto, hoy voy a hablaros con gran detalle de "Los niños de la Resistencia 1: Primeras acciones" de Editorial Base, e iré añadiendo mis impresiones sobre el resto de álbumes que vaya leyendo.
No está de más decir que se trata de una serie abierta, pues en la fecha actual, ya hay publicados 7 álbumes en la editorial belga Le Lombard, y 7 aquí en España a través de Editorial Base. Y este primer número vio la luz en 2015, siendo publicado en tierras españolas en 2017. Pues bien, como ya avanzaba en el párrafo anterior, estamos ante una serie que tiene su ubicación histórica en el período de la Segunda Guerra Mundial. Lo sé, a estas alturas de la película, puede que ya hayáis visto un montón de documentales, series o películas ambientadas en la misma época. Quizás incluso andéis saturados de lectura de estas características, ya fuera en formato cómic o libro. Pero "Los niños de la Resistencia" nos ofrece el punto de vista de unos niños que ven cómo cambiará por completo sus vidas la irrupción de la guerra en su país, y el modo en que afectará a sus mayores y vecinos de toda la vida.
No es la primera vez que se enfoca una historia bélica en unos protagonistas jóvenes, de apenas 13 años en este caso. Pero ver las cosas a través de sus ojos siempre es diferente a hacerlo desde los de una persona adulta. En especial en temas como la guerra, que implica una maduración muy rápida para las generaciones más jóvenes que deben vivirla y sufrir sus efectos. En ese sentido, y como podéis leer en el apartado de extras, la intención de los autores es narrar esta historia como si de un diario se tratase, ya que fueron muchos los niños y adolescentes que escribían un diario íntimo durante la guerra; como ejemplo tenéis el famoso diario de Anna Frank. Y además de esto, otra de las intenciones es contar los primeros pasos que los protagonistas dan para ir formando parte de lo que podría llamarse una resistencia al ejército invasor/opresor, también conocida en esta caso como Resistencia interior francesa. Porque sí, aunque no eran casos muy numerosos, sí que existieron niños que ayudaron a la Resistencia, aunque fuera con tareas poco peligrosas pero sumamente útiles.
¿Qué autores han creado esta serie? Como guionista está Vincent Dugomier (ha escrito alguna historia para "Benito Sansón", y es creador de "The Omniscients"), mientras que del dibujo y el color se ocupa Benoît Ers (conocido por "Les démons d'Alexia", donde repitió como compañero de Dugomier). Se trata por lo tanto de autores que han colaborado bastante y que conforman un buen equipo creativo. La traducción al castellano es obra de Carles Estrada Casabona.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Dejo aquí la sinopsis de la editorial:
"Es cierto que, como decía mi padre, nos habían dado una buena torta… La mañana del 10 de mayo de 1940, llegó la guerra.
Rápidamente, sobrevino el desastre. El 22 de junio, se firmó el armisticio con Alemania. Habíamos sido derrotados.
Fue el verano de nuestros 13 años, los míos y los de mi amigo Eusèbe.
Y no estábamos dispuestos a resignarnos."
Como ya se menciona, tras la firma del armisticio entre Francia y Alemania, el país galo, presidido por aquel entonces por Philippe Pétain, fue ocupado por los alemanes. Eso generó una situación en la que tan solo medio país se podía considerar libre para los franceses, lo que se llamó la Francia de Vichy, al ser esta localidad la que funcionó como sede del gobierno galo durante la Segunda Guerra Mundial. Pues bien, la ficticia localidad de Pontain l'Écluse, donde transcurre la mayor parte de este cómic, estaba dentro de la parte del país ocupada por los nazis.
Y es ahí donde arranca todo, con la presentación de François y Eusèbe, dos amigos que se encuentran jugando, y que ven llegar a las tropas nazis que ocuparán Pontain l'Écluse. A través de François, veremos que él no está dispuesto a darle importancia a la aparición de los alemanes, pues lo mejor es hacer como que no existen, para no alimentar su sensación de superioridad al ocupar un país derrotado en combate. Aunque Eusèbe tardará algo más en imitar la forma de actuar de su amigo, también terminará haciendo lo mismo. Pero esto solamente es el principio, pues no hay que olvidar que los soldados han llegado para ocupar la localidad, y además hacer lo que les venga en gana fingiendo ayudar a los franceses. Y por lo tanto, François y Eusèbe irán haciendo más cosas para intentar animar a su pueblo a levantarse contra los invasores.
Por último pero no menos importante, estos amigos no estarán solos, pues a ellos se unirá Lisa, una chica que ha aparecido en el pueblo sin su familia y huyendo de los nazis. Así que, mientras François, Eusèbe, y las familias de éstos intentan ayudar a Lisa a encontrar a sus padres, le darán cobijo. Eso irá provocando que Lisa cada vez vaya siendo más partícipe de la labor de sus nuevos amigos. Y no quiero contaros más de la trama, el resto es mejor que lo vayáis descubriendo si le dais una oportunidad a esta lectura. Vaya por delante que estamos ante un cómic que, además de narrar las vidas de los protagonistas, nos permite ver diferentes episodios derivados del armisticio, como los éxodos de población que venía huyendo de los nazis a raíz de la ocupación de sus distintos países o localidades, o bien la hostilidad que los invasores empleaban contra toda persona que fuera una enemiga del Reich.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Una de las cosas que más me ha gustado del trabajo de Dugomier como guionista, es que se nota que se ha documentado y preparado bien antes de ponerse a contar esta historia. En el apartado de extras lo podréis ver mejor, porque habla de muchas cosas sobre la concepción del cómic, pero también de la época histórica que retrata. Al margen de eso, me ha gustado la manera en la que van evolucionando los protagonistas, en especial François, por ser quien más cosas vive, y quien más dudas va teniendo continuamente sobre lo que está bien o mal, y la bondad o maldad de las personas. Son cosas que denotan la rápida maduración que está viviendo el personaje, y por extensión Eusèbe y Lisa, cuyas vidas también están cambiando para siempre. Por otra parte, la narración tiene buen ritmo y sabe dosificar bien lo que cuenta y la manera de hacerlo. Queda por lo tanto una más que aceptable labor de Dugomier.
Por otra parte, y analizando la labor del ilustrador Ers, tiene un trazo sencillo pero lleno de detalles y atractivo a la vista. Ers logra dotar a todos los personajes de bastante expresividad, lo que en un caso como éste es importante, dado que los niños están viviendo situaciones nuevas y duras para ellos, y por lo tanto son los más sensibles a todo lo que sucede. Además de lo anterior, el dibujante realiza muy buen trabajo en las distintas situaciones que se ven a lo largo del cómic, dando una sensación de que sea éste y no otro estilo el que mejor encajaría con el guion.
Y sobre el color, teniendo en cuenta que lo aplica a los dibujos el propio Ers, se nota que ha elegido las mejores tonalidades para complementar su trazo. Por lo tanto, no hay mucho que decir al respecto, salvo que el uso del color es acertado y suma y no resta al producto.
¿Merece la pena el cómic? Como inicio de una serie abierta SÍ, me parece una más que interesante manera de dar el disparo de salida. No hay que olvidar que de momento no se sabe cuántos álbumes tendrá esta serie, por lo que mi valoración gravita sobre lo que me ha parecido este primer tomo como cómic y como inicio de la colección. En esa tesitura, la lectura ha merecido la pena y me ha sorprendido gratamente, porque no estoy muy acostumbrado a leer un cómic ambientado en este período histórico cuyos protagonistas son niños. La historia, aunque queda claro que seguirá, tiene calidad por sí misma y no perdéis nada por darle una oportunidad a este primer tomo.
Respecto a la edición de Editorial Base, es de tapa dura y contiene como extra un interesante y extenso dossier escrito por el guionista, donde nos habla de la inspiración para este cómic, y además analiza ese período histórico y el papel de la Resistencia en la Segunda Guerra Mundial. Hasta aquí mi análisis en profundidad del primer tomo, pero ahora, y teniendo en cuenta que los autores al frente son los mismos, os encontraréis una valoración más resumida del resto de entregas que he ido leyendo de la colección. Espero que os sean de utilidad para ayudaros a decidir si embarcaros o no en estos cómics.
Como recordatorio inicial os diré que los autores al frente de esta obra son los mismos que ya iniciaron esta colección y que, teniendo en cuenta que se han ocupado de todos los álbumes publicados hasta la fecha, he optado por ir hablando de los diferentes números aquí. Por resumiros lo contado en el número anterior, se hizo la presentación de los niños protagonistas (a saber, François, Eusèbe y Lisa), pues dos de ellos residían en Pontain l'Écluse, la ficticia localidad donde transcurre el cómic, y la chica llegó exiliada allí tras la huida de su familia, quienes escaparon de su hogar como consecuencia de la invasión nazi. Además de esto, se produjo la llegada alemana al pueblo, y se mostró la manera en la que los niños asumieron el nuevo status en sus vidas. Pero claro, una cosa es resignarte a lo que toca vivir en el momento, y otra muy distinta el quedarte quieto…
"En esta segunda parte de "Los niños de la Resistencia", François, Eusèbe y Lisa ya no están tan solos en la desigual lucha que han emprendido contra los ocupantes nazis.
Los adultos mirarán de ayudarlos en una operación terriblemente arriesgada en que, en una Francia cada vez más rota y dividida, deberán enfrentarse al racismo, la violencia y hasta la muerte."
Retomando un poco el hilo del resumen que os hacía antes, aquí se irán produciendo las primeras consecuencias de las travesuras realizadas por los niños, que al final del primer álbum hicieron algo realmente importante que empezó a instigar el deseo de rebelión de sus vecinos. Es por tanto una de las cosas que se exploran en este segundo arco argumental, las primeras reacciones de los habitantes del pueblo ante esa pequeña Resistencia que ha empezado a funcionar, y al mismo tiempo la manera en la que los nazis reaccionarán a todo esto.
Por ensalzar algo por encima de todo en esta obra, lo que más me gusta es la sensación de cohesión y crecimiento de la misma, pues la evolución de los personajes desde el primer álbum hasta éste, y los siguientes números, da la sensación de ser totalmente orgánica y nada artificial. Los sucesos y conflictos van produciéndose a su alrededor con el paso del tiempo, pero estos personajes también varían desde su presentación inicial, siendo aquí, en este segundo álbum, en el que se produce algo así como la pérdida de la inocencia, pues las travesuras de los niños empiezan a tener un verdadero eco a su alrededor, y esto irá a más, mucho más con el tiempo.
A la hora de abordar el trabajo de los autores, y a través de la labor de Dugomier con los textos, se nota la documentación previa que llevó a cabo para confeccionar la historia. También se ve fácilmente su buen hacer a la hora de manejar los tiempos narrativos, el desarrollo y caracterización de los personajes, y saber cómo contar lo que tiene en mente. Y respecto a Ers, se confirma la agradable sorpresa del primer álbum, pues mantiene un estilo de dibujo limpio y sencillo que encaja muy bien en este contexto y para contar gráficamente estas historias. Los autores forman una buena dupla cuya sinergia creativa es positiva y disfrutable.
¿Merece la pena? Manteniendo los aciertos del tomo anterior, continua ese buen trabajo de documentación, mientras que la historia avanza con bastante coherencia por todo lo que viene sucediendo y lo que tiene lugar aquí, y el apartado gráfico sigue siendo muy disfrutable. No es una obra sobresaliente, pero sí una bastante notable que sirviéndose de acontecimientos históricos, y aunque tenga algunos elementos ficticios al servicio de la narración, se las ingenia para tener mucho carisma y demostrar que todavía se pueden ambientar cómics en esta época y que merezcan la pena.
Toca resumir un poco lo que se había visto previamente en las otras entregas de la serie. Al principio, la pequeña resistencia que los protagonistas realizaban contra los nazis que habían ocupado su pueblo, se limitaba a pequeñas travesuras, como hacer carteles que luego iban pegando por el pueblo o directamente haciendo llegar a sus habitantes. Pero claro, eso fue al inicio, ya que posteriormente las cosas fueron in crescendo. Si ya en el primer tomo los niños conseguían bloquear la presa de Pontaine l’Écluse, punto de importante valor estratégico para la ocupación nazi, en el segundo álbum se iban viendo las consecuencias. En ese sentido, la inicial sumisión de los adultos poco a poco comenzó a cambiar, hasta el punto de que algunos de ellos comenzaran a actuar también frente a los alemanes.
Como consecuencia de lo anterior, ya pudimos ver que los padres de Eusèbe comenzaban a ayudar a soldados aliados a cruzar la frontera para poder escapar de la zona ocupada, e ir a aquella otra que no estaba bajo el control nazi. A su vez, el padre de François también se implicaba en la resistencia popular, reuniéndose con otras personas que también querían poner su grano de arena en la lucha con la ocupación en Pontain l’Écluse.
"A pesar de la tragedia y los peligros constantes, Lili, François y Eusèbe continúan luchando contra los ocupantes nazis en el pequeño pueblo francés de Pontain l'Écluse.
En el verano de 1941 entran en contacto con un miembro de la Resistencia que les confiará tareas cada vez más arriesgadas.
Asimismo, las dudas y las sospechas cambian las relaciones entre las personas del pueblo, y los amigos de ayer podrían convertirse en enemigos hoy..."
Siguiendo su crecimiento en esta historia, François comienza a tener un mayor interés en entender qué son el capitalismo o el comunismo, para entender mejor el modo de vida en países como Estados Unidos o Rusia, quienes tienen que entrar en la Segunda Guerra Mundial a consecuencia de nuevos movimientos nazis y de sus aliados. Pero eso no es todo, pues, a raíz de la muerte de un personaje al final del segundo álbum, los niños intentarán contactar ellos mismos a otros adultos de la resistencia local.
Esto último tendrá capital importancia, pues este agente querrá comprobar la idoneidad de sus posibles nuevos aliados, y les hará encargos peligrosos, siendo el punto culminante la petición de explotar una instalación que usan los nazis para reutilizar el cobre de la región, el cual, tras ser fundido, se usará para fabricar nuevas herramientas a utilizar en la guerra. Y es cuanto puedo deciros de la trama.
Respecto a la valoración del equipo creativo, a medida que voy leyendo esta serie me doy cuenta del gran trabajo que hacen. De Dugomier huelga decirlo, pero se nota su trabajo de documentación para contar la historia, y maneja con muy buen acierto el modo en que los niños siguen su proceso de maduración forzada por la guerra. El desarrollo de los personajes me resulta bastante natural, y el lector puede tener la sensación de que, al mismo tiempo que este trío de jóvenes, comprende a su manera su evolución en esa etapa de sus vidas. De Ers no puedo decir mucho más que no dijera en la otra reseña, pues sigue realizando un trabajo notable en el apartado gráfico, manteniendo ese trazo limpio y bien definido, con alto grado de detalle, sumando además a ello la buena labor con el coloreado.
¿Merece la pena? Si ya habéis leído los anteriores tomos de la colección y os gustaron, ya estáis tardando en echarle el guante a esta tercera entrega. Si por el contrario no conocéis esta serie pero os gustan las historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, os animo a darle una oportunidad, el que se centre en un grupo de niños hace bastante interesante seguir la pista a lo que sucede aquí.
Hay que decir que este cuarto tomo supone una nueva progresión no solamente en la labor de los niños de la Resistencia, sino que también podemos comprobar de qué manera están cambiando Eusèbe, François y Lisa. Ya no son simples niños, sino que están entrando en la adolescencia. Pero claro, son conscientes de que la guerra les ha robado una parte de su infancia. Les guste o no, les ha tocado vivir en esa época y crecer en un clima de hostilidad total por residir en un pueblo francés ocupado por los nazis.
Pero los cambios que se pueden apreciar no son solamente físicos o biológicos, sino que también se hacen notar en otros frentes. Para empezar, la labor de los niños de la Resistencia sigue una escalada total. Por recordar lo que han ido haciendo anteriormente, han pasado de hacer panfletos, bloquear la presa de Pontain l’Écluse, ayudar a personas a ir a la zona no ocupada del país o destruir una instalación de recogida de cobre para los nazis, a ver cómo su contacto adulto de la resistencia muere en acto de servicio.
Lo que va a narrarse aquí lo desgrana la sinopsis siguiente:
"El verano de 1942, Lily, François y Eusèbe comienzan a dejar atrás la infancia, a la vez que se implican cada vez más en las acciones de la Resistencia contra los nazis en el pueblecito francés de Pontain l'Ecluse.
Las políticas de persecución de los judíos, ahora también impulsadas por el gobierno colaboracionista francés, prosiguen su escalada imparable.
Ante tanto horror, ¿hasta donde están dispuestos a llegar nuestros protagonistas en la lucha contra el invasor?"
En este cuarto tomo, los protagonistas, a pesar de ser conscientes de la constante peligrosidad de su labor, seguirán pasando mensajes encriptados a otras personas de la Resistencia, y encontrarán una radio para recibir mensajes desde el Reino Unido, donde se encuentra la consolidada oposición francesa contra los nazis. Por otra parte, y por el avance del conflicto bélico, se produce la introducción de los judíos en escena, con la consiguiente persecución de los mismos por parte de los nazis, y con la ayuda de gran parte de las autoridades francesas para tal cometido. A Eusèbe, François y Lisa les costará entender qué puede hacer que un ser humano tenga tanta hostilidad hacia otro, solamente por ser diferente a él.
También se irá viendo cómo progresa la campaña de desprestigio a los judíos, privándoles de sus bienes, obligándoles a llevar cosida una estrella de tela en la ropa para ser identificados públicamente, y otras cosas que a estas alturas ya sabréis por cualquier película, libro, serie o cómic que hayáis abordado sobre esto. Huelga decirlo, pero esa parte de la narración nos hace recordar cómo de monstruoso puede ser el hombre cuando pretende “purificar la raza”, y emprende la caza y extinción de todas aquellas personas que son diferentes únicamente por sus creencias religiosas.
Hablando de los autores, nuevamente valoro con buena nota el trabajo de Ers y Dugomier como autores. Dugomier sigue realizando un guion muy coherente con lo que empezó a contar desde el principio, y la evolución de la Segunda Guerra Mundial y de los personajes, va a un ritmo pausado y nada forzado. Hay lugar, como viene siendo costumbre, para conocer más cosas del conflicto bélico, pero también para ver de qué forma marca esto a todas las personas involucradas en esta historia.
Respecto a Ers, se mantiene en su línea habitual de trabajo, con un apartado gráfico donde predominan un trazo limpio y una buena implicación para los detalles de cada viñeta. Sigue siendo valiosa su manera de mostrar en los rostros de los personajes los sentimientos y emociones de los mismos. Y en cuanto al color, también sigue a buen nivel el artista.
¿Merece la pena? Como se mantiene el buen nivel de los tomos anteriores, si os está gustando la colección es muy recomendable conseguir este álbum para seguirla. A estas alturas soy consciente de que quien se acerque a la obra es porque tiene o ha leído los números anteriores, por eso os sentiréis satisfechos con lo que pueden seguir ofreciendo los autores aquí.
Aunque es una constante el hecho de que en cada nuevo tomo de la serie, las tramas y el desarrollo de los personajes avancen con naturalidad, esta quinta entrega es muy destacable por eso. Aquí se produce un importante golpe en la mesa en muchos sentidos. Por una parte, en cuanto al devenir de la Segunda Guerra Mundial, hay que recordar que Francia y Alemania, a raíz de un armisticio firmado, tenían una especie de convivencia tranquila, con una creciente colaboración de los franceses a ayudar a los nazis.
Precisamente, y adelantando parte de la trama, aquí la cosa ya irá cambiando, pues para quien no sepa mucho al respecto, Alemania empezó ocupando media Francia, concretamente la mitad del país con mejores recursos en todos los sentidos. En esa tesitura había una línea de demarcación que separaba la Francia ocupada de la libre, pero como iréis viendo en el tomo, eso va cambiando, hasta el punto de que los nazis querrán abarcar más. Esto se produce entre otras cosas, por la entrada en el conflicto bélico de los americanos, quienes, formando parte del bando aliado, comenzarán a hacer mucho daño a los alemanes en África. También entrarán en liza los bombardeos de la fuerza aliada por distintas zonas de Europa.
"François, Lisa y Eusèbe continúan su lucha. Ahora tiene la misión de proteger a un "pianista", un espía a cargo del transmisor que permite que la Resistencia local se comunique con Londres."
"Alemania ha decidido obligar a los franceses a trabajar en sus fábricas.
Hay que recordar que en el cómic anterior, los chicos se habían hecho con una radio que se usaría para estar en contacto con Londres desde la Francia ocupada. Pero claro, cuando consiguieron el instrumento, no tenían a nadie para usarla, y será aquí cuando entre en juego la figura de "Eureka", el operador que será enviado para ocuparse de esa tarea. Como la Resistencia creada por los tres protagonistas no para de crecer en prestigio, se les va concediendo un papel más importante, lo que implica entre otra cosas mayor peligrosidad en cada tarea a realizar. Françoise debe ocuparse de que alguien ayude a Eureka a encontrar sitios desde donde usar la radio sin ser localizado por los nazis.
Mientras tanto, los jóvenes siguen siendo conscientes de que la guerra les ha robado parte de su infancia y adolescencia. El cambio aquí es que uno de los chicos se dará cuenta de que, al margen de la guerra, también hay que vivir, razón por la que tendrán lugar sus primeros acercamientos románticos con Lisa, por la que sienten algo tanto Françoise como Eusèbe.
Y por no contaros mucho más del tomo, toca valorar la labor de los autores. Hace ya tiempo que vengo resaltando la buena labor de Dugomier, tanto en la construcción y desarrollo de la historia, como en su manejo de los personajes. Sigue teniendo lugar de una manera muy natural la forma en que François, Lisa y Eusebe maduran con el paso del tiempo. Su labor como líderes de la Resistencia es más notoria que nunca por la repercusión que comienza a generar su trabajo en otras partes, y eso refuta el hecho de que, lo que empezó como pequeñas travesuras contra los nazis invasores, se haya convertido en un auténtico movimiento resistente cimentado de forma coherente en su progresión.
En lo concerniente al dibujo de Ers, mantiene ese excelente trazo que acompaña a la serie desde sus inicios, sin descuidar ningún aspecto en las páginas. Y francamente, cuando uno lleva ya varias entregas de "Los niños de la Resistencia" como es mi caso, agradezco poder seguir disfrutando de tan buena manera de la ilustración, todo un valor seguro.
¿Merece la pena? Si vais siguiendo la colección y os gusta lo que ofrece, claro que merece la pena, pues es más de lo mismo, lectura de calidad y muy disfrutable, y un apartado de extras con bastante información histórica en la que se inspiraron los autores para narrar estos sucesos en su serie. No se nota (al menos no lo he percibido), desgaste en el equipo creativo a pesar de llevar ya cinco entregas, y eso es algo a tener muy en cuenta, y que me vuelve a deparar una nueva sorpresa agradable tras esta lectura.
Desde el primero de los tomos de la serie hasta éste, la progresión tanto en la historia como en la evolución de los sucesos y personajes había ido en una tendencia positiva, aunque he de anticipar que en este sexto álbum he notado cierto estancamiento en todos los sentidos. Aunque luego haré la valoración, no se trata de un mal cómic, pero da la sensación, o al menos con esa idea me he quedado, de que éste es un número de transición.
En números anteriores, Eusébe, François y Lisa, quienes iniciaron el movimiento de resistencia conocido como "El Lince" en el primer álbum, fueron realizando tareas cada vez más importantes, que tuvieron como consecuencia el que su labor tuviera una repercusión cada vez mayor, tanto dentro como fuera de su población. En el tomo anterior uno de los sucesos más importante fue el que los chicos ayudaran a un operador de radio a transmitir mensajes a Londres. Mensajes importantes teniendo en cuenta que se enviaban desde una parte de la Francia ocupada por los nazis desde el comienzo de esta colección. Al margen de esto, François descubrió con dolor que Lisa, a quien él ama, comenzaba a salir con Eusèbe, su mejor amigo. Esos fueron los dos focos principales de narración en el tomo quinto.
Sobre lo que podemos esperar aquí, la sinopsis dice lo siguiente:
François, Lisa y Eusébe deciden ayudar a los rebeldes a huir. Pero las autoridades también han creado la milicia francesa, una amenaza adicional para todos los combatientes de la resistencia.
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar nuestros protagonistas en la lucha contra el invasor?"
Aquí el eje central será la aparición del "STO" (Servicio del Trabajo Obligatorio), que es un servicio de reclutamiento forzoso de franceses de cierta edad, con el fin de trasladarlos a Alemania a trabajar en fábricas alemanas, todo con el fin de seguir sirviendo a los nazis. Cabe recordar que esto es posible porque el gobierno francés de Vichy estaba por aquel entonces en colaboración con el alemán, y por tanto iba cediendo a todas estas medidas impuestas por los invasores. El STO se produjo porque los nazis tenían que enviar a muchos de sus soldados al frente ruso, donde estaban comenzando a perder batallas, y necesitaban que su industria bélica no deja de funcionar.
Así pues, los chicos querrán ayudar, dentro de sus posibilidades, a evitar que algunos de sus vecinos que cumplen las condiciones para poder participar en el STO, sean elegidos finalmente. Pero hay otras subtramas aquí, pues, como consecuencia del bombardeo que tiempo atrás dejó destruida la presa de Pontain l’Écluse, François tendrá momentos de flashback rememorando a uno de sus antiguos amigos, quien en otros tiempos era el que se ocupaba del mantenimiento de dicha presa. La reconstrucción de la misma servirá para que los chicos puedan preparar una nueva jugada en su aportación a la insurrección contra los nazis.
Luego hay cabida para otras cosas, como algunas pillerías que harán Françoise o Eusèbe para intentar amedrentar un poco a uno de sus vecinos, ferviente defensor de la invasión nazi y la sumisión francesa. También se podrá ver que el propio François, al fin, comienza a aceptar la relación de Eusèbe y Lisa.
Respecto al trabajo de los artistas, tanto Dugomier como Ers cumplen a buen nivel tanto en el guion como en el dibujo, manteniendo el nivel que llevan mostrando desde el comienzo de la serie, con esa simbiosis de elementos y sucesos históricos con otros totalmente ficticios. En ese sentido, no estoy descontento con el resultado de su labor en este tomo, pero sí que he notado cierto estancamiento en la tendencia ascendente que llevaba la serie, dejándome con la impresión de que en esta ocasión funciona más con un álbum de transición hacia el siguiente que otra cosa.
¿Merece la pena? Pese a dejarme un tanto insatisfecho, si vais siguiendo la colección y queréis continuarla hasta donde pueda llegar, es una obra que hay que leer. Recalco en este punto que, igual que a mí me ha dejado estas sensaciones más frías, puede que a los demás os satisfaga más, pues esto no deja de ser una valoración muy personal e individual. La serie en general merece la pena y la sigo recomendando a quienes no la conozcan o quieran entrar en ella.
Decía anteriormente que el sexto álbum me había dejado peores sensaciones que el resto, y no por falta de calidad, pero sí de más sustancia y gancho. Pero claro, por suerte ha sido un bache pasajero, porque este séptimo tomo me ha encantado y vuelve a subir el nivel de la serie. Anteriormente, se había introducido en la historia el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio), que provocaba que muchos jóvenes franceses fuesen obligados a irse a Alemania a trabajar en fábricas nazis. Del mismo modo, también tuvo lugar la formación de una especie de ejército secreto en Pontain l'Écluse, que empezaría su entrenamiento con la excusa de que, mientras aprovechan momentos de calma para prepararse, sus integrantes ayudarían en la reconstrucción de la presa de la localidad, un enclave estratégico de importancia para los nazis.
¿Qué podemos esperar de la trama en este álbum? La sinopsis dice lo siguiente:
"A finales de abril de 1943, un bombardero aliado se estrella cerca de Pontain l’Écluse y los alemanes buscan a los supervivientes.
¿Quién en el pueblo se ha arriesgado a dar refugio a los aviadores? ¿Cómo encontrarlos y ayudarlos a volver a Londres?
El Lince deberá actuar y estar a la altura de la Resistencia que, por toda Francia, está uniéndose en torno a un gran proyecto: el Consejo Nacional de la Resistencia."
Quizás estamos ante uno de los álbumes más ambiciosos e intensos de la colección, y eso lo demuestra el hecho de que los protagonistas, François, Eusébe y Lisa, comparten esta vez los focos con diferentes personajes. Por una parte, el hecho de que un bombardero americano se estrelle en Pontain l'Écluse, provocará que los supervivientes deban refugiarse de los nazis, lo que será difícil teniendo en cuenta que la localidad está ocupada desde hace ya varios años, y que los alemanes intensificarán sus patrullas y vigilancias para cazar a los enemigos.
Además de esto, y lo que ello provocará en la zona, se irá gestando otro acontecimiento de vital importancia para el futuro de Francia en la guerra, ya que aparecerá en el horizonte el Consejo Nacional de la Resistencia, que servirá para unificar todas las diferentes redes resistentes francesas bajo una dirección única. Y claro, habida cuenta de que la red de François, Eusébe y Lisa lleva ya varios años funcionando, y cada vez han realizado más misiones y de mayor importancia, la aparición del CNR supondrá una gran noticia que reforzará la labor de los chicos. Además de eso, ya se irán viendo progresos en el ejército local que se entrena en las obras de la presa.
En esta ocasión no hay tanto desarrollo de los personajes principales, pero me ha parecido mejor así, ya que estamos ante un álbum que va repartiendo el protagonismo entre otros grupos de personajes, como los aviadores que han sobrevivido o algunas mujeres del pueblo que van compartiendo sus pensamientos de la guerra y la posible llegada de los aliados al país.
La dupla Dugomier-Ers vuelve a subir de nivel en este tomo, y eso redunda en un gran disfrute de lo que cuentan. El guion de Dugomier me parece mucho más jugoso y trabajado que el del sexto tomo, abarcando situaciones que le dan bastante ritmo a la lectura, y además revisten mucho interés. No hay mucho que decir de novedoso respecto a los lápices de Ers, pues durante toda la serie ha demostrado su talento y aquí ofrece un trabajo en la misma línea, de gran nivel.
¿Merece la pena? Con el pequeño bajón que tuve por el sexto álbum, éste me ha renovado las ganas de seguir la serie, y es un buen recordatorio de del gran nivel general de la colección, que en ningún momento bajaría del notable como nota media. Así que os animo a leer el cómic a quienes estáis haciendo la colección, e igualmente espero que quienes no lo hacen, empiecen por el primer tomo y descubran las virtudes de estos álbumes.
En el séptimo álbum, fiel al estilo de la serie, las cosas iban avanzando en la trama, no permaneciendo esta estática. Una de las cosas que sucedía en dicho tomo, era el accidente de un avión aliado en Pontain l'Écluse. A raíz de esto, a las personas supervivientes había que buscarles una forma de que se escondan con seguridad en la región, ya que era demasiado posible que cayeran en manos de los nazis ocupantes de la localidad. En ese sentido, los tres jóvenes protagonistas, François, Eusébe y Lisa, tenían que seguir haciendo progresos en sus tareas de la resistencia, para poder ayudar a esta gente. Además de esto, se mostraban los progresos de un ejército local que se entrenaba en un lugar escondido en Pontain l'Écluse.
También se producía la irrupción del Consejo Nacional de Resistencia (CNR), que unificaba los diferentes movimientos represores de los invasores bajo una misma dirección. Eso suponía una gran inyección moral para los protagonistas, ya que su movimiento de resistencia ha evolucionado mucho desde sus comienzos, y El Lince es ya un nombre respetado en Pontain l'Écluse y otras regiones.
¿Qué podemos esperar de la trama en este álbum? La sinopsis dice lo siguiente:
"Era tiempo de cosecha, a mediados del verano de 1943, y en el pueblo lo estaban pasando mal: los alemanes perseguían a los miembros de la Resistencia que imprimían panfletos, poniendo en riesgo la difusión de la información.
A los del Lince se nos encomendó una misión: entregar un importante stock de papel para la impresión de periódicos clandestinos... ¡a 250 km! ¿Conseguiríamos cruzar la Francia ocupada? El encuentro con otros combatientes iba a descubrirnos nuevos horizontes."
Se da el curioso hecho de que este tomo no explora los avances acaecidos recientemente. Es decir, no volverá a aparecer el campo de entrenamiento de la milicia local, y la influencia del CNR en la trama será muy residual. Lo que aquí tiene un papel primordial es la publicación de diarios y propaganda para animar a la población a rebelarse contra los invasores, y mantener el ánimo al alza con cada noticia de interés. En ese sentido, el gran encargo para El Lince, será transportar una enorme cantidad de papel para impresión de periódicos de un lugar a otro. He ahí el desafío que tendrá el trío protagonista.
Quizás en este tomo la gran figura vuelve a ser François, quien se ocupara de idear la forma de transportar semejante cantidad de papel al lugar de destino, y estará presente en el desplazamiento. Por la dificultad del viaje sorteando controles nazis y otros peligros, terminará entrando en un campamento de maquis, donde seguirá conociendo más sobre el movimiento de resistencia a los nazis. Por otra parte, Lisa comenzará a trabajar en uno de los puestos nazis en Pontain l'Écluse, como cantinera, y ahí podrá obtener información para compartir con los chicos. En cuanto al desarrollo de la guerra, los aliados llegarán a Sicilia, y los italianos comenzarán a colaborar con ellos, o bien dejarán de estar codo con codo con los nazis, por lo que poco a poco la guerra va tomando un giro más favorable para el bando aliado.
En lo concerniente al trabajo de los autores, se mantiene la buena sinergia creativa entre Dugomier y Ers. Es cierto que el guion, si bien sigue siendo ambicioso y evoluciona en una buena línea, se deja olvidadas algunas cosas (porque otras, como el sistema de transporte de refugiados, sí se mantiene presente) que no habría estado de más tratar, como la evolución de la milicia local. No obstante, Dugomier sigue en buena dinámica con el guion, y aunque no brilla, hace una buena labor. Lo único que espero, es que no se estire la trama en el tiempo a muchas más entregas, pues convendría que el marco temporal de la guerra avance más rápido y no estemos ante una colección eterna. Su compañero Ers se mantiene en ese excelente nivel artístico del que hace gala desde la primera entrega de la serie, y que le convierte en un valor seguro a la hora de elegir una lectura de este tipo.
¿Merece la pena el cómic? Si seguís a estas alturas con la colección, es porque os ha merecido la pena, y queréis ver qué cuentan los autores en cada entrega. No es nada nuevo bajo el sol respecto a lo que ya se ha visto antes, pero se sigue manteniendo en buena dinámica para dejar con ganas de saber qué depararán los nuevos cambios que presenta el panorama para el siguiente tomo.