Del apartado gráfico se ocupa Peter Bergting, al que no conocía de nada antes de leer este cómic. Lo primero que pensé al ver su trabajo, es que es muy válido para el tono general que tenía visualmente AIDP, y aunque en el otro tomo de Frankenstein estaba el excelso arte de Ben Stenbeck (con el que es difícil competir dicho sea de paso), hay que admitir que Bergtin ha salido bien del paso. Aunque hay algunas escenas donde no se ve claramente lo que pasa (como en uno de los ataques de Negrura a un ave, y las escenas posteriores), el fuerte de este cómic es la creación de un nuevo paraíso sobre la tierra, lleno de vegetación extraña, así como criaturas de aspecto inimaginable teniendo en cuenta las que poblaban antes nuestro planeta. Hay buena elección de planos visuales y aunque las escenas de acción podían haber estado mejor coreografiadas, no están mal del todo. Queda por lo tanto un trabajo bien hecho que sale del envite.
El color de Michelle Madsen juega también un importante papel en la obra, ya que este nuevo paraíso no es solamente diferente en cuanto a diseño de escenarios, flora y fauna, sino también por su diversidad visual en cuanto a colores. Así que es de estos casos en los que la labor de la persona colorista es fundamental para sumarle puntos al apartado visual de un cómic.
Teniendo en cuenta el tipo de historias que suelen verse en el Hellboyverso, con tramas sobre enfrentamientos con monstruos, descensos a los infiernos o combates con villanos sobrenaturales, me llamó poderosamente la atención que apareciese una miniserie como ésta, concebida como si fuera una partida de Cluedo o una historia a lo Agatha Christie. De hecho, ese cambio de tercio me ha parecido muy favorecedor, y no porque esté cansado del resto de obras del Hellboyverso, ni mucho menos. Pero sí me ha sorprendido gratamente encontrarme con una obra de este tipo, que tiene una trama de asesinatos e investigación con aroma a narrativa clásica, aunque tenga los elementos suficientes para que tenga su encaje en este universo de Hellboy.
Además de los motivos anteriores para leer esta miniserie de cinco números, otra de las razones que alimentó mi interés fue saber que la trama estaría protagonizada por Sarah Jewell, personaje que, junto al de Marie-Thérèse LaFleur, conocí en la obra "
El origen de la Llama Negra". Sarah ya me atrajo desde mi primera toma de contacto con ella, y, aunque tengo pendiente leer la colección de Sir Edward Grey para conocer más aventuras suyas junto al famoso cazador de brujas, he visto en "La casa de los horizontes perdidos" una oportunidad genial de verla nuevamente en acción. Y además por partida doble, que el tomo tiene la miniserie principal, y una mini historia diferente con la misma pareja protagonista en otro misterio.
La sinopsis oficial nos dice lo siguiente sobre la obra objeto de reseña:
"Un asesinato al puro estilo de Agatha Christie pero en el universo de Hellboy.
Cuando una excursión de fin de semana a una isla privada de la costa de Washington se tuerce, la detective Sarah Jewell y su socia Marie-Thérèse LaFleur se enfrentan al misterio de un asesinato imposible en una habitación cerrada.
Atrapadas por la tormenta y rodeadas por una miríada de sospechosos reunidos para una subasta ocultista, el intrépido dúo debe resolver los misterios sobrenaturales de los invitados.
Sin embargo, los cadáveres siguen apareciendo… ¡y tanto Sarah como Marie-Thérèse podrían ser las siguientes!"
En unas pocas páginas sabremos que Sarah Jewell, que había sido invitada para ayudar a Lilian, una vieja amiga en una subasta de objetos de ocultismo, tendrá que socorrerla con algo mucho más turbio y apremiante: un asesinato. Aunque Sarah tiene a su compañera de aventuras Marie-Thérèse LaFleur para echarle una mano, ninguna podrá hacer nada frente a la tormenta que azota la isla donde se encuentran, y que impide que nadie en el enorme caserón de Lilian pueda tener ningún contacto con el mundo exterior. Así pues, con esas condiciones climatológicas, y con un cadáver cuyo asesinato requiere respuestas, Sarah deberá descubrir quién, de todas las personas que se han reunido para la subasta de objetos de ocultismo, ha cometido semejante crimen. Y no podrá tomárselo con mucha calma, porque se producirán más muertes, y nadie estará a salvo.
Por si esa serie de asesinatos no fuera poco, todas las personas en la isla comenzarán a tener una misma pesadilla, en la que unas extrañas sombras comienzan a acecharles, y poco a poco irán ganando terreno. A lo largo de la historia, Sarah y Marie-Thérèse irán conociendo los motivos que han llevado a la subasta a las diferentes personas con las que compartirán techo, y también se desvelarán más detalles sobre Arlen, el difunto marido de Lilian, y la forma en que éste amasó una increíble fortuna y comenzó a coleccionar objetos con poderes ocultos, hasta que le llegó su hora. ¿Quién está detrás de las muertes? ¿Quién será la próxima víctima? ¿Qué motivación tiene esa serie de funestos sucesos? ¿Tendrá algo que ver con los objetos místicos de la colección de Arlen? Las respuestas a estos interrogantes se encuentran leyendo el cómic.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Como guionista está Chris Roberson, todo un veterano del Hellboyverso, autor de varias miniseries reseñadas en este mismo espacio. Roberson teje una historia de misterio con ciertos toques sobrenaturales, y lo hace mezclando elementos clásicos del género, con otros propios del Hellboyverso. En diferentes momentos de la lectura, me he sentido como si estuviera jugando una partida del Cluedo y tuviera que adivinar quién cometió un asesinato, y con qué objeto. Del mismo modo, me han venido a la cabeza películas como la adaptación del citado juego de mesa, o "Un cadáver a los postres" y "Diez Negritos". La trama, sin ser especialmente compleja, avanza a muy buen ritmo, estando dosificados de forma acertada los diferentes ganchos para el final de cada capítulo. Aunque el personaje de Sarah tiene muy poco desarrollo, sí que Roberson se toma su tiempo en caracterizar a muchas de las personas que han acudido a la subasta, exponiendo sus razones para estar allí. La parte de los sueños comunes y su peso en el final de la obra me ha gustado mucho, ya que es lo que hace recordar que estamos en un universo ficticio muy peculiar. Eso sí, lo que le achaco al guionista (aunque es un mal del que adolecen otras historias del Hellboyverso) es que, a pesar de hacer un trabajo notable, el desenlace de la obra es demasiado rápido, cosa que deja una sensación de desconcierto, no porque quede algo sin atar, sino porque en pocas páginas suceden demasiadas cosas y eso habría requerido algo más de pausa y dedicación. No obstante, la trama me ha gustado mucho.
El dibujo de la función corre a cargo de Leila del Duca (que ha participado en "La Bruja Escarlata" y en "Wonder Woman"). No había leído antes nada dibujada por esta artista, y mi primera toma de contacto ha sido muy satisfactoria aunque haya cosas que achacarle. El trazo es muy limpio y pulido, quedando muy elegante y acorde a una obra de este tipo, donde el misterio y la ambientación son importantes. Hay muy buen trabajo con la expresividad de los personajes, cosa vital si tenemos en cuenta que estamos en una trama donde hay que ver quién oculta algo o si las reacciones ante ciertos sucesos son naturales. Hay páginas muy buenas, como una doble que sirve de presentación para diferentes rincones del caserón donde transcurre la trama, o esos fragmentos de los sueños comunes, que quedan bien plasmados. Ahora bien, sí he notado un exceso de fondos vacíos en la mayoría de primeros planos de los personajes, y es un recurso que no me molesta si se hace en pequeñas dosis, pero que le quita puntos a una obra de varios episodios como ésta. No obstante, me quedo bastante satisfecho con la labor de la ilustradora. Del color se ocupa Michelle Madsen (con experiencia en el Mignolaverso como atestiguan sus trabajos en "Baltimore" o "El Loto Carmesí"), realizando una buena labor, que saca partido del dibujo de su compañera.
¿Merece la pena el cómic? Ya os resuelvo yo este misterio para decir que SÍ, SE AGRADECE LEER ALGO ASÍ SIENDO FAN DEL MISTERIO, pues este cómic, sin pretender reinventar la rueda, ofrece justo lo que se le puede pedir a una obra así. Hay muertes, misterio, elementos sobrenaturales, y una galería de personajes con diferentes motivos para actuar de una forma u otra. En más de una ocasión me he puesto a pensar en quién sería el asesino o la asesina, y valoro bien las lecturas que me animan a formar parte de ellas de esta forma. Además, como extra, hay una historia corta con la misma pareja protagonista, y de trama muy similar. Por lo tanto, os recomiendo echarle un vistazo a esta miniserie, que puede leerse perfectamente sin tener ningún bagaje previo con los personajes o incluso el Hellboyverso, cosa que amplía su público objetivo a cualquier persona con interés por este material.
En el momento de escribiros estas líneas, una de mis deudas pendientes de solventar con el Hellboyverso, es la lectura de la colección del Bogavante Johnson. Únicamente pude ver el primero de los tomos del personaje, pero me dejó buen sabor de boca y quiero seguir al completo sus aventuras cuando me sea posible. Ahora bien, como una opción alternativa a eso, he podido leer este cómic dedicado a una de las villanas del Bogavante, llamada Loto Carmesí.
Una de las cosas que tiendo a repetir, más que nada para que cualquier persona que visite por primera vez el blog pueda saberlo, es que en el llamado Hellboyverso todo está conectado. Es una comparación más exagerada, pero tiene una interconexión que, salvando las distancias, tenemos por ejemplo en los cómics de Marvel, ya que cualquier personaje que aparece y debuta aquí o allí, tarde o temprano tiene serie propia, o encuentra acomodo en la continuidad del universo. Eso es lo que explica que, al margen de la serie propia de Hellboy, haya muchos spin offs y series limitadas centradas en diferentes grupos o personajes. La ventaja de ello es innegable, pues permite profundizar en el héroe o villano en cuestión, así como en diferentes conceptos del universo y su relación con el mismo. Por eso, como en su día tuvieron otros personajes como "Koshchei", "Frankenstein" o "Rasputín", Loto Carmesí también ha gozado de miniserie propia.
La sinopsis del tomo es la siguiente:
"Descubre los orígenes de la principal enemiga de Bogavante Johnson, en este emocionante relato repleto de intriga y magia.
El Loto Carmesí empezó su vida como una niña cuya familia se vio atrapada en la guerra ruso-japonesa y, treinta años después, ejecuta su terrible venganza con horribles consecuencias.
En China, dos espías intentarán acabar con ella antes de que su telaraña los atrape como a un par de moscas más."
Me resultó curioso ver al inicio que la joven Loto Carmesí se topa con Rasputín, cuando éste entra en un templo cercano a la aldea de Loto y su familia, para robar una estatua sagrada. No vayáis a pensar que Rasputín va a estar presente en el resto de la obra, su aparición se limita a las primeras páginas, en parte para hacer de gancho, y también porque no desentona en lo que se cuenta, teniendo en cuenta que capitanea una escuadra rusa, y él fue una importante figura en su país. Pues bien, a raíz del paso de Rasputín, Loto Carmesí sufrirá la pérdida de su padre, un militar que, al intentar impedir el robo de la estatua, pagó caras las consecuencias. Muchos años después, cuando la niña ya sea una mujer bien adulta, querrá vengarse de los rusos que tuvieron algo que ver en la muerte de su padre.
Por otra parte, mientras Loto ejecuta su venganza, Dai y Shengli, unos espías que han sido enviados a China, deberán afrontar una peligrosa misión. Poco a poco se irá revelando que cada espía tiene un cometido, y también unas habilidades, pues Dai es el hombre de acción sí, pero Shengli la única persona que, gracias a su talento mágico, puede hacer un poco de sombra al enorme poder de Loto. Así las cosas, se irán sucediendo un enfrentamiento tras otro contra la villana, siendo el culmen la batalla en la que, en un templo escondido donde se encuentra la nueva ubicación de la estatua del principio, el bien y el mal medirán sus fuerzas una última vez, la más mortal de todas para los contendientes.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? El guionista es un habitual del Hellboyverso, John Arcudi. Generalmente disfruto de las historias que escribe el autor, aunque he de admitir que, en esta ocasión, no me ha satisfecho tanto su propuesta. Sí que el cómic se lee rápido y entretiene, y pasan bastantes cosas de interés en los cinco episodios de la miniserie. Pero los personajes no me han terminado de enganchar hasta la recta final, y tampoco me parece una obra donde Loto Carmesí, la principal protagonista del título, brille demasiado en sus apariciones. Sí tiene momentos para lucirse, pero he visto villanas con más enjundia que ella en el Hellboyverso. La trama de espionaje que hay insertada en la trama me pierde un poco, y lo más interesante es la pura venganza de Loto contra quienes le hicieron daño en el pasado, y se interponen en sus objetivos en el presente. No obstante, no es un mal trabajo de Arcudi, pero tampoco uno notable.
Del dibujo se ocupa Mindy Lee (ha participado en "Harley Quinn: Especial 30 Aniversario" o "Masters del Universo: Revelación"). Tiene un trazo que a veces le confiere un aspecto cartoon a sus personajes, si bien se amolda bien al estilo que he ido viendo en otras miniseries del Hellboyverso. Aunque Lee se defiende bien en la mayoría de situaciones de la obra, como son las numerosas escenas de acción o la expresividad de los personajes, uno de los defectos que he visto a veces (ojo, no siempre), es que, en los decorados y fondos de viñetas, se le nota demasiado que el dibujo es digital, por la alineación de los edificios diseñados con el sofware de dibujo. Soy más amante de la ilustración tradicional, porque esto se nota menos artificioso. Pero quitando eso, Lee hace un buen trabajo. La colorista es Michelle Madsen, que ya conocía de "La casa de los horizontes perdidos", y vuelve a estar en buena forma, ofreciendo una más que decente aportación a la obra, con un interesante equilibrio entre las paletas de colores más apagadas y otras de bastante intensidad, generalmente focalizadas en esos pasajes de acción.
¿Merece la pena el cómic? Aunque el cómic es entretenido, DEPENDE DE LO FAN QUE SEAS DE LOTO CARMESÍ. En mi caso, como todavía no he podido leer la serie del Bogavante Johnson, salvo el primer número, no puedo considerarme precisamente fan de Loto, aunque sí tenía curiosidad por saber más de ella. En ese sentido, este cómic ha sido un buen acercamiento, aunque no me ha dejado un gran impacto. Dicho lo cual considero que, cuando sí pueda leer todo lo del Bogavante, es muy posible que mi valoración de esta miniserie cambie. Hasta que eso pase, la veo como una obra para completistas del Hellboyverso, o bien del Bogavante, o para la gente que tenga curiosidad por el personaje.
A lo largo de las páginas de la serie de la AIDP, uno de los numerosos objetos de interés que aparecían en ella, era la espada de Hiperbórea. El recuerdo más vívido que tengo de dicha arma, es cuando uno de los agentes de campo de la AIDP (llamado Howards), en una misión que se puso cuesta arriba, encontró la espada y entró en una especie de trance con ella. A través de eso, vivió una especie de sueño en el que él era un guerrero tribal de muchos siglos atrás, que también debía hacer frente a una peligrosa amenaza.
Pues bien, Howards terminó esa ensoñación y se convirtió en un hábil guerrero con la espada, que tenía un gran poder. Pudo ayudar a que sus compañeros salieran con vida de esa situación peliaguda, y con el tiempo se convirtió en un importante activo de la AIDP. Sin embargo, quedaban muchas dudas en torno a la espada. ¿Tuvo más propietarios? ¿En qué batallas estuvo presente? ¿De dónde procedía su poder? Es por ello que saber de la existencia de este cómic me resultó interesante, pues me apetecía saber más al respecto, y los fans del Hellboyverso ya sabemos que tarde o temprano estas cosas salen a la luz.
La sinopsis del tomo es la siguiente:
"Descubre la historia de la espada de Howards.
La icónica espada de Hiperbórea del mundo de Hellboy ha pasado por muchas manos importantes: desde el guerrero antiguo Gall Dennar al agente de la AIDP Ted Howards, pasando por Sir Edward Grey.
Y no ha sido por accidente. Sigue el rastro de la espada a través de los encuentros y peripecias que la llevaron hasta el Ragna Rok, el fin del mundo, y sé testigo de su influencia en momentos clave de la historia."
La idea que se persigue con esta miniserie de cuatro números, es contar brevemente un poco de las vidas de diferentes personas que, por unos motivos u otros, han empuñado la espada. Si bien Sir Edward Grey la tuvo y la usó para combatir alguna amenaza sobrenatural, él no aparece aquí, pues se narró en su propia serie. Lógicamente abre la veda el agente Howards, tanto en su vida en los tiempos más actuales, como a través del personaje de Gall Dennar, encarnación que tuvo en aquella ensoñación/hibernación que le aconteció durante la misión con la AIDP. En ese sentido, asistimos a diferentes fragmentos de la vida de ambos personajes, y es lo que marcará el espíritu de la narración en adelante. En el primer capítulo se irán dando pistas de los siguientes poseedores de la espada, a través de algunas viñetas clave.
Se hace un recorrido de diferentes épocas y personajes en cada episodio. Veremos por tanto la aparición de la espada en un rito ceremonial de la Hermandad Heliópica de Ra (enemigos habituales de Sir Edward Grey), donde una mujer de peculiar naturaleza tendrá que hacer frente a una peligrosa situación, pero también saltará la narración a un tiempo en el que un buzo se encuentra la espada en el fondo del mar, y no será lo único que se encuentre en ese profundidad... Queda también ocasión para que entre el componente musical en la miniserie, pues otro portador del que nos hablan es un guitarrista de blues que, en un momento de necesidad, terminará usando la espada.
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Escriben el guion Mike Mignola y Rob Williams, aunque su labor no pasa de correcta. La narración es bastante fragmentada, lo cual es a veces un elemento habitual del Hellboyverso y no me suele importar, pero aquí termina resultando un problema. Esto perjudica al fin de la obra, que es el de contar las vidas de diferentes portadores de la espada, pues sí que se muestran algunos momentos vitales de los personajes, pero insuficientes, o no de la mejor manera, como para que me generen interés. Quizás es la gran pega de un proyecto así, ya que la espada tampoco está presente de un modo que cobre especial importancia (de hecho se dan únicamente unas pinceladas de su origen y poderes), es un poco como la famosa sala de los menesteres de Harry Potter, que aparece en un momento de necesidad. Por lo demás, el ritmo narrativo es adecuado y el cómic se lee rápido, pero lo veo únicamente interesante para fans de la espada o completistas del Hellboyverso.
Del dibujo se encarga un artista que ya ha hecho otros trabajos para este universo, Laurence Campbell. Hace un buen trabajo, del estilo de otros que ya ha realizado anteriormente en miniseries como la dedicada al personaje de Sledgehammer 44. El trazo de Campbell está dentro del tipo de dibujo medio en el Hellboyverso, por lo que no tengo quejas al respecto, ya que cumple bien su función, y se maneja adecuadamente en las distintas escenas de acción de la miniserie en las que se usa la espada. El color corre a cargo de un correcto Quinton Winter, que trabaja con distintas gamas de color como consecuencia de los diferentes capítulos y narraciones. Quizás se abusa del negro y de las viñetas oscurecidas, y eso resta a veces disfrute del apartado visual. Es lo bueno y lo malo de que Mignola implantara el estilo de claroscuros en Hellboy desde el principio de los tiempos, el que a veces esto se lleva al máximo y no siempre para bien. No obstante, no es un mal resultado en líneas generales.
¿Merece la pena el cómic? Pese a ser un cómic correcto sin más, LO VEO DESTINADO A UN PÚBLICO MUY CONCRETO, que es el de completistas del Hellboyverso (donde yo me incluyo), o curiosos con ganas de saber más de la espada. No es un cómic que tenga sentido si no eres veterano de este universo, o como poco seguidor de la AIDP, porque de no ser tu caso, estarás muy despistado. Así que, aunque el cómic es de aprobado raspado, tiene un público lector muy concreto, y lo veo su mayor pega para quien no esté en ese grupo.
Estamos ante una nueva miniserie del Hellboyverso, centrada esta vez en los personajes de Simon Bruttenholm, tío de Trevor, y Honora Grant. Como es costumbre, se sigue expandiendo este universo ficticio que cuentan con muchas y muy variadas miniseries, las cuales van viendo la luz poco a poco en Norma Editorial.
No ha sido mi primer contacto con Simon, pues en uno de los tomos de la colección de Hellboy, llamado "
El Club de la Linterna de Plata", ya aparecía este personaje, al ser integrante de dicha asociación, el narrador de las historias de ese tomo, y protagonista de las mismas cuando era más joven. Aquí se da el caso de que Simon está en esa época en la que la vejez quedaba lejos, y vivía sus aventuras paranormales. Por contra, salvo que la memoria me falle, sí es la primera vez que me topo con Honora Grant, aunque me quedan cosas del Hellboyverso por leer todavía y no descarto que vuelva a encontrármela.
¿Qué se nos cuenta en este cómic? La sinopsis nos detalla lo siguiente:
"Simon Bruttenholm y Honora Grant investigan dos misterios en el pueblo de Noxton.
Honora espera encontrar información sobre las singulares tradiciones del pueblo y Simon busca a su ayudante desaparecido.
Dos investigaciones distintas que no obstante transcurren por el mismo camino… ¡un retorcido camino que conduce al terrible secreto que se oculta tras la inocente fachada de Noxton!"
La investigadora Honora Grant se encuentra recorriendo diferentes localizaciones para conocer mejor la celebración de ciertos festivales relacionados con las cosechas, y eso la ha llevado a Noxton, lugar con una tradición peculiar, aunque luego descubrirá que no es ni la punta del iceberg lo que se imagina. Por su parte, la acompaña Simon Bruttenholm en su visita a Noxton, pues el ayudante de laboratorio de éste se encuentra desaparecido, y precisamente sus últimas noticias llegaron desde esa localidad. Así pues, ambos protagonistas, unidos por diferentes motivos pero que deseen investigar el mismo escenario, comenzarán haciendo eso mismo, cada uno yendo por su cuenta para luego compartir información de sus hallazgos.
Y como suele pasar en estos casos de investigaciones cruzadas, Honora y Simon terminarán colaborando, habida cuenta de que parece que cada vez tiene más relación los motivos que llevaron a ambos a Noxton. Por una parte, oirán la mención a cierto hombre gris de la localidad, pero también verán una especie de monumento neolítico formado por un círculo de piedras, en cuyo centro hay una diferente al resto. Aquel escenario será uno de los puntos fuertes en su investigación, pero no el único, pues irán haciendo diversos hallazgos que les harán darse cuenta de que, tal como se intuía inicialmente, en Noxton pasa más de lo que parece. ¿Qué habrá sido del ayudante de Simon? ¿Qué rito realizan los habitantes de esa población para tener mejores cosechas?
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? El guion es de un veterano del Hellboyverso y sus miniseries como Chris Roberson. No estamos precisamente ante una obra sorprendente o muy creativa, sino un trabajo rutinario, pero se agradece que, aunque todo sea previsible, no se pierda excesivo interés por ver cómo acaba la cosa. El ritmo narrativo es fluido y se lee rápido el cómic. Punto positivo para esa conexión de la trama con la raza de alienígenas que apareció por primera vez en "
Hellboy: Semilla de destrucción", y uno de cuyos integrantes tuvo su propia miniserie aquí reseñada, y llamada "
El Visitante: Cómo y por qué se quedó". En líneas generales, el trabajo de Roberson, que ha hecho miniseries muy buenas con otros personajes, no pasa de un aprobado, y aunque se lee rápido, es de esos que se olvidará con facilidad en el tiempo.
El dibujo corre a cargo de Andrea Mutti, quien realiza un trabajo que, sin ser espectacular, está por encima del de su compañero guionista. Tenemos un estilo de dibujo que ya he visto en otras tantas historias del Hellboyverso y no es que me haya asombrado más de la cuenta, pero está bien realizado y con eso me es suficiente. No obstante, hay algunos fallos que no he podido dejar pasar por alto, como una mochila que suele llevar Simon en la espalda, y unas veces sale y otras no, y es un pequeño detalle que conviene cuidar. Algo similar me sucede con una de las piedras antiguas, concretamente la que tiene una losa en el suelo, pues en unas viñetas se ve y en otras no. Así que la labor de Mutti es buena, pero esos fallos hacen que pierda algunos puntos.
El color de Lee Loughridge es adecuado para el trazo de Mutti, y hay un buen manejo de los diferentes cambios de tonos de color en momentos de flashbacks del pasado, visiones apocalípticas, y escenas rituales en el círculo de piedras. Así que es una buena labor la suya.
¿Merece la pena el cómic? Principalmente, SÍ, SI ERES COMPLETISTA DEL HELLBOYVERSO. Ojo, no es un mal cómic, si bien no es especialmente bueno. Me deja con la sensación de que podía haber dado mucho más, y fácilmente puedo olvidarlo con el tiempo. Pero es pasable, la historia aunque previsible y poco sorprendente para un veterano de este universo es del estilo habitual, y se lee rápido. No la recomendaría si uno quiere empezar con el mundo complementario de Hellboy, pero para quien quiera seguir un poco a Simon Bruttenholm, le puede interesar. Más allá de eso, le veo un interés más reducido salvo si se es completista de estos cómics.