Snap, snap, snap. Algo tan simple e inofensivo generalmente como un chasqueo de dedos, usado para llevar el ritmo de alguna melodía, se convierte en una cosa inquietante y turbadora a través del uso que hace de ello el protagonista de esta obra, un asesino en serie que escucha siempre música. Pero más adelante profundizaré en la trama del cómic en sí. Baste decir por ahora que, como fan que soy del género cinematográfico del slasher (eso sí, sin pasarse con el gore y la casquería visual), me llamó la curiosidad esta obra, ya que, en apariencia, suponía la mezcla entre un asesino en serie, y el mundo de la música, aunque se añadieran otros elementos al conjunto.
En ese sentido, esta obra (que ha sido publicada en España en febrero de 2023, pero vio la luz originariamente a través de Image Cómics en 2021) es todo un homenaje a algunos aspectos del slasher, como son los asesinatos especialmente sangrientos, o las personas que, llevando una determinada indumentaria que les hace imponentes, o usando ciertos objetos para sus fechorías, llevan a cabo las muertes de cuanta gente tengan por delante, fueran víctimas elegidas expresamente o simplemente aleatorias. Se puede apreciar en bastantes viñetas, pero algunas de las más evidentes para reconocer ese guiño a ciertas películas independientes o sagas completas del cine, tienen lugar en la casa donde viven dos gemelos con muy mala leche. Allí podéis ver pósters o objetos de "Alien" (sí, por mucha ciencia ficción que sea, no deja de ser un slasher en su estructura), "Evil Dead", "Hellraiser", "La matanza de Texas", "La noche de Halloween", "Pesadilla en Elm Street" o "Viernes 13". No tenía muy claro al principio cómo encajaría el mundo de la música aquí, pero es cierto que, por el propio desarrollo del cómic, se antoja un elemento indispensable. Snap, snap, snap.
¿Qué autores han participado en el cómic? Los creadores son el guionista Doug Warner y el ilustrador Daniel Hillyard, quienes han colaborado en otras obras como "Plástico" o "The Ride". Les acompaña el genial colorista Dave Stewart (mítico engranaje del Hellboyverso en obras como "Abe Sapien" o "AIDP"). Traduce al castellano Hernán Migoya y de la realización técnica se ocupa Joan Moreno.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Comparto la sinopsis:
"Walter está decidido a rescatar a su mejor amigo de las zarpas de un culto criminal de granjeras adoradoras de girasoles.
Pero lo extraño de la situación es que Walter es un asesino en serie, y su mejor amigo el agente del FBI que le dio caza.
Walter se meterá de cabeza en un laberinto subterráneo repleto de secretos y monstruos para cumplir su objetivo…
¿Pero serán esos monstruos más horripilantes y letales que los que él lleva consigo?"
Lo primero que se muestra es una escena que tendrá lugar más adelante en la obra, pero que pertenece al presente. Ahora bien, tras quedarse en un momento de clímax en el que aparecen los personajes de Walter y Dennis, se dará un salto en el tiempo. Será así como tenga lugar un encuentro entre ambos, a través del cual Dennis, agente del FBI, está intentando atrapar a Walter, el asesino en serie al que lleva persiguiendo durante años.
Al final de lo que, en otras circunstancias, habría sido una charla entre amigos, hará acto de aparición Madeleine, la líder de una secta que rinde pleitesía a los girasoles. Pero la mujer es más que eso, pues también tiene un hijo, al que en su día Dennis atrapó y encarceló. Y claro, movida por el deseo de vengarse, Madeleine se llevará a Dennis, sin que éste pueda hacer nada por evitarlo, ni tampoco Walter, sorprendido por la escena. No obstante, posteriormente intentará el asesino rescatar a su "amigo", sin lograr nada positivo de su visita a la casa de Madeleine, salvo comprobar que aquel sitio es una fuente del mal. Y que sienta eso un auténtico psicópata como Walter, ya es decir.
A pesar del primer intento fallido de Walter por rescatar a su amigo, el asesino no se quedará de brazos cruzados. Comenzará a planear su siguiente movimiento, e irá reclutando a algunas amistades para asaltar la casa de Madeleine. Pero claro, las personas a las que conoce Walter no son precisamente normales, sino un grupo de psicópatas de manual, tan pirados como él o incluso más. Así las cosas, tendrá lugar el asalto del grupo de asesinos, pero no será todo tan fácil como se pensaban, pues en la casa no solamente hay mujeres pertenecientes a la secta de los girasoles, sino también otra clase de monstruos que son igual de peligrosos que los asaltantes. ¿Logrará salir victorioso el grupo de Walter, o Dennis será asesinado? ¿Quién vivirá? ¿Quién morderá el polvo? ¿Podréis soportar el festival de sangre y vísceras que os aguardan en estas páginas?
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Éste ha sido el primer cómic que he leído de Wagner, aunque antes de hacer la reseña eché un vistazo a la sinopsis de otra de sus obras, "Plástico", y me quedó claro que es como poco un escritor de ideas delirantes. En la obra objeto de reseña, el autor teje una historia surrealista en la que un asesino en serie, que tiene un grupo de amistades igual de majaras, va a rescatar a un agente del FBI al que considera su amigo, y para ello se infiltra en la sede de una secta que rinde culto a los girasoles. La trama en sí es una auténtica majadería, y también una bacanal gore de sangre y vísceras no apta para todos los estómagos, además de que no siento aprecio ni empatía por ningún personaje (tampoco la esperaba) aunque es cierto que, bajo la fachada, hay puntos de interés. Por ejemplo, el personaje de Walter es un psicópata sí, pero tiene su corazón, y está constantemente escuchando música por un motivo concreto, el cual se revela en la obra, y que habla de un tema siempre de actualidad por desgracia. Además de esto, me ha gustado el homenaje que hay en toda la obra al género slasher, aunque me ha faltado que se haga de alguna manera referencia a mi saga favorita, "Scream". El ritmo narrativo impuesto por Wagner es muy alto, y no hay momento para el descanso una vez que la acción se centra en el asalto a la casa. Como la lectura es dinámica, facilita leer el cómic de un tirón. La historia, a pesar de recopilar los seis números que salieron en Image, acaba con visos a una secuela, aunque me chirría bastante eso por cómo se dan las cosas, y habría preferido un cierre total o una mejor forma de dejar la puerta abierta. No obstante, en líneas generales, hay un correcto trabajo de Wagner.
En cuanto a Hillyard, su trabajo con el apartado gráfico me ha satisfecho bastante más que el de Wagner. El dibujante tiene un trazo limpio y presta atención por los detalles en las viñetas, que es algo que, a estas alturas, ya sabréis que tiendo a valorar muy positivamente. El dibujo de Hillyard es bastante explícito en todas las abundantes escenas violentas, por lo que, si sois fans de la casquería, vais a tener más de una imagen para el recuerdo. Los personajes son expresivos y están bien caracterizados visualmente, y los diseños anatómicos están bien proporcionados, confiriéndole un toque realista a este apartado. Así que queda un notable trabajo del ilustrador.
Del color de Stewart, que habitualmente me deja muy buen sabor de boca, he disfrutado menos en esta ocasión, en gran parte por las tonalidades más chillonas de algunas paletas de colores. Quizás influya que he salido empachado de escenas llenas de rojo sangre (lo sé, aquí tiene parte de culpa el guionista por concebirlas), aunque en cualquier caso no pondría este cómic entre los mejores trabajos de Stewart, si bien hace una labor correcta.
¿Merece la pena el cómic? Aquí hay que ser sincero, y debo decir que... DEPENDE DE VARIOS FACTORES. Si eres una persona que, como yo, disfrutas del slasher (ya cada uno lo hará en mayor o menor medida, yo ando en una proporción media), encontrarás un cómic entretenido aquí que, pese a la trama surrealista y que no puede tomarse demasiado en serio, entretiene y contiene muchos guiños a películas del género, como también al mundo de la música. Ahora bien, si no te gusta demasiado la sangre o la violencia visual... directamente te animo a leer otra obra que no sea ésta. Huelga decirlo, pero está pensada para un público adulto, aunque leyendo la sinopsis y viendo algunas imágenes es evidente. Así que, para darle o no una oportunidad, será importante lo que esperéis de este cómic.
Por lo demás, la edición de Norma es de tapa dura, y como contenido extra trae una galería de cubiertas, portadas y diseño de personajes. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. Snap, snap, snap.