20 de diciembre de 2023

Reseña de SuperGroom: La serie. Spirou deja de ser un héroe para convertirse en un superhéroe

¡Saludos! Ya he contado en algunas ocasiones que en este blog no hago demasiadas reseñas de superhéroes salvo en contadas ocasiones, y porque algo me atraiga especialmente por distintas razones. En ese sentido, salvo de Marvel o Dc, sí que hay análisis de cómic de pijama que he hecho de otras editoriales, por el motivo antes expuesto. Y he aquí que me ha vuelto a suceder eso, pues hace poco llegó a mis manos un cómic que convertía en un clásico héroe del cómic francobelga, en todo un superhéroe. 


Es por eso que quiero reseñaros las diferentes entregas que aparecen de "SuperGroom" de Nuevo Nueve, pues es una serie abierta que comenzó a editarse en la editorial Dupuis, y de momento cuenta con un par de entregas, las cuales reseñaré según la española Nuevo Nueve las públicas aquí. 


Lo primero que tenemos que saber, es que en este tomo se hace un repaso de la forma en la que Spirou ha llegado a convertirse en SuperGroom. Será Spip, la mascota amiga del protagonista, quien haga de narrador para ponernos al día de lo que pasa. Precisamente una de las mayores motivaciones de Spirou para llegar a ser un superhéroe, no es otra que resucitar su carrera, pues el progreso, las nuevas tecnologías, y la enorme competencia en el mundo de los cómics, han hecho que un personaje clásico de la bd ya haya pasado de moda. 

Es un análisis interesante, pues yo leo tanto obras de pijameo como otras clásicas del cómic europeo, y es cierto que lo que pueden ofrecer unas y otras, aunque compartan el entretenimiento, en muchas ocasiones difieren bastante. Así que es interesante ver cómo aparece una figura que puede mezclar ambos mundos. 

¿Qué historia nos encontraremos en este cómic? La sinopsis avanza lo siguiente: 

" La noche es tranquila en Bruselas. Pero esto es solo una ilusión: decenas de figuras enmascaradas deambulan por los tejados. ¿Qué hacen estos superhéroes recién salidos de los cómics estadounidenses en la capital de Europa?

¡El responsable de este lío no es otro que Spirou! ¡Sí, Spirou, el famoso personaje de cómic que ha vivido decenas de aventuras en álbumes y que incluso tiene una revista a su nombre! Hay que decir que en los últimos tiempos, Spirou ha entrado en un período de dudas: olvidado por los más jóvenes (incluso tratado como anticuado).

Su forma de vida y sus incesantes viajes por el mundo chocaban con sus convicciones ecologistas. Entonces surgió esta idea, nada estúpida a priori: inventar un SuperGroom para llamar la atención."

Como ya contaba antes, Spirou está atravesando un momento difícil. A su fama pasada y olvidada, se añade el hecho de que también tiene sus dudas existenciales, pues es un intrépido aventurero que no para de viajar por el mundo, pero al mismo tiempo eso no coincide demasiado con su conciencia ecologista, teniendo en cuenta que , para llegar a todos esos lugares del planeta, debe ir en aviones, trenes... y eso no ayuda precisamente a que él contribuya a un mejor medio ambiente. Sea como fuere, entre estos y algunas otras cosas, se le ocurre que, debido al constante empuje en la actualidad de los superhéroes, una forma de revitalizar su relevancia sería convertirse precisamente en uno de esos personajes. Para dicha tarea le ayudará el siempre ingenioso y colaborador Conde de Champignac, el cual diseñará la indumentaria y los aparatos que usarán Spirou y Spip. 


Ahora bien, aunque Spirou le pondrá muchas ganas a sus primeras apariciones como SuperGroom, las cosas no saldrán precisamente como a él le gustaría, y no tardará mucho en colgar el traje y retomar su vida, la cual, dicho sea de paso, no irá. Precisamente bien por una decisión que tomará. Pero lo peor no es eso, sino que pasará un tiempo, y alguien actuará como SuperGroom, usurpando su identidad superheroica, y será entonces cuando Spirou deba volver a convertirse en esa otra versión suya, para investigar quién lleva su uniforme, y con qué finalidad. . Y es más o menos lo que os puedo anticipar respecto a los sucesos que transcurrirán en este primer tomo de la serie, pues para averiguar el resto de cosas os animo a leer este cómic. 

Toca hablar del trabajo de los autores. En primer lugar tenemos al guionista Fabian Vehlmann (conocido entre otras obras de "Ian" o " Solos "). El primer elemento en contra que tenía el escritor, era contar una historia de orígenes de un superhéroe, teniendo en cuenta que es algo muy trillado y donde hay que ser muy original o bien tener muy buen ritmo narrativo para hacer que no sea algo pesado. En ese sentido Vehlmann sortea bien la papeleta, pues es cierto que el inicio del cómic no es excesivamente original, pero sí me ha gustado la motivación para que Spirou decida ser SuperGroom (y que es una realidad, pues el cómic europeo compite constantemente con el de superhéroes americano), y está todo contado con ritmo y no se hace cansino ni aburrido. Más allá de eso, en el resto del cómic pasan las cosas suficientes como para que no decaiga la narración, hay cierto desarrollo de personajes, y me ha gustado lo que se ofrece en esta primera entrega de la serie. Como era inevitable que aparecieran otros personajes del universo Spirou, también él agradecido que, aunque el protagonista absoluto es el que es, no por ello dejen de ayudar a quienes le rodean habitualmente en los cómics y que aquí son buenos secundarios. La trama del cómic en general no os va a sorprender en exceso (especialmente si leéis mucho pijameo), pero está contada con tan buen ritmo y de una forma interesante, que me ha dejado una impresión satisfactoria del trabajo del guionista. 

El ilustrador es Yoann (aunque ha trabajado mucho en el universo de Spirou, es conocido también por obras como "La ladrona del cementerio" o "La mazmorra"). Su estilo tiene un poco de cómic europeo, pero también de americano. Uno de los puntos flojos que le encontré, es el diseño de escenarios, especialmente en planos donde se ve la ciudad de fondo, que parece todo hecho demasiado deprisa. Por lo demás, el dibujante se desenvuelve muy bien en las escenas de acción, y sabe imprimirle fuerza y ​​dinamismo a la mayoría de pasajes. El diseño de los atuendos de superhéroe no son muy originales porque parten del uniforme clásico de Spirou, pero más interesante es cómo lucen los artilugios voladores de SuperGroom, o la esfera que usa el superhéroe falso. Así que en líneas generales, un buen trabajo de Yoann. 

El color corre a cargo de Fabien Alquier (en España nos han llegado obras suyas como "Gringos locos" o "Milenio"), y su labor es bastante acorde a lo que demanda una obra de este tipo, que no es el típico cómic europeo, sino un híbrido con toques americanos, donde la paleta de colores juega un buen papel, y la luminosidad está bien trabajada en la mayoría de escenarios. 

Sobre si merece la pena el cómic, por mi parte es una obra disfrutable, tanto si sois fans de Spirou como si es vuestro primer contacto con él, que permite divertiros y ver al personaje fuera de su zona de confort y probándose en el terreno más. pijama. La obra se lee rápido, entretiene, ya mí me ha dejado con ganas de esa continuación, pues su final es claramente de una obra abierta que pretende engancharnos para leer la segunda parte, y en cuanto a mí, cumple en ese sentido. La edición de Nuevo Nueve no tiene contenido extra, pero es tan genial como siempre en su formato de tapa dura. 



Tal y como contaba en el final de la reseña del tomo primero, esta serie iba a tener al menos una segunda parte por la forma en que terminaba. Es cierto que, mirando en internet, no he encontrado constancia de la publicación de ningún otro tomo desde el 2021, por lo que hay muchas papeletas de que SuperGroom haya terminado su andadura en esta segunda entrega. Es una pena pero así son las cosas si no hay ninguna novedad al respecto.

Sobre las causas de esa posible cancelación o paréntesis tengo mis teorías, que expondré al final de esta reseña. Ahora lo importante es contaros qué es lo que podréis encontrar en este segundo tomo, y por qué me he divertido con su lectura.

¿Qué historia nos encontraremos en este cómic? La sinopsis avanza lo siguiente: 

"Detrás de este misterioso personaje heroico se esconde Spirou, el aventurero que, tras un intento publicitario fallido, se encuentra prisionero de esta nueva identidad. 

Una organización con intenciones maliciosas sin duda en secuestrar a Spip, su ardilla mascota, para obligarlo a participar en la WOW o «Guerra Olímpica Mundial», los «Juegos Olímpicos de los Superhéroes». 

Sólo podrá contar con su inteligencia (y algunos artilugios) para conseguir sus objetivos."

En el tomo anterior, Spirou se convertía en superhéroe un poco como forma de reciclarse, ya que había dejado de ser un icono y la gente se estaba olvidando de él. Ahora bien, lleva a rastras una pérdida, la del personaje que fuera el motor del primer tomo y que sirviera un poco de acicate para su conversión definitiva en SuperGroom. Aquí veremos que Spirou tiene dudas sobre si seguir vistiendo el traje, entre otras cosas porque la mayoría de artilugios que debería usar hacen demasiado daño al medio ambiente. Sin embargo no tendrá mucho tiempo de pensarse nada, pues será raptado y despertará en una isla donde se desarrolla una especie de competición de personas con habilidades especiales. Como Spip estará retenido por la organización, Spirou se verá obligado a participar como SuperGroom, en espera de que, mientras él vence rivales y desafíos, alguien pueda ayudarlo desde fuera (o desde dentro). Veremos a personajes como Fantastik el Mirífico o una nada misteriosa Seccotine como superheroína, así como otros rivales y superhéroes que competirán por el gran premio en metálico en juego. Uno de los aspirantes es un robot que no debería ganar bajo ningún concepto por las maldades que ha hecho antes y que podría hacer después...


Primero toca abordar el guion, donde repite Vehlmann. El enfoque es claramente superheroico, por lo que aquí se nota claramente la influencia del cómic pijamero americano. Ello permite que tengamos una historia muy dinámica, que apenas aburre o se estanca. Los personajes secundarios que suelen acompañar a Spirou tienen mucha frescura en sus identidades superheroicas, y algunos de los villanos están bien caracterizados aunque su presencia sea menor en la historia. El espíritu de la narración es una prolongación de lo visto en el primer tomo, pero multiplicado varias veces. Posiblemente el lector chapado a la antigua y marcado por el Spirou clásico deteste esta versión de Vehlmann que pocas semejanzas guarda, pero a mí esta vuelta de tuerca me parece muy entretenida, porque ni es canon de la serie principal del personaje ni pretende otra cosa que divertir. Y lo consigue, razón por la que me ha dado pena que el tomo, donde sí se concluye la trama principal, termine dando pistas de por dónde podrían ir los tiros en una tercera entrega, que se me antoja difícil que llegue (al menos a corto plazo). En definitiva, Vehlmann presenta un tomo que sin reinventar la rueda (en superhéroes es difícil innovar a estas alturas), es bastante entretenido. Esta versión de Spirou, como pasa con el Zorglub de Munuera, lo veo como una oportunidad para que los jóvenes nuevos lectores del personaje se introduzcan con él de una forma divertida.

En cuanto al dibujo de Yoann, aunque está a buen nivel, a veces hay viñetas donde se le nota prisa por acabarlas, bien por el diseño más feo de los personajes, o incluso por la sensación de que se haya hecho un boceto rápido para entintarlo luego. Pero al margen de eso, es cierto que en líneas generales cumple como en el anterior tomo y ha mejorado en parcelas donde el nivel era muy mejorable, destacando en el diseño de los personajes con habilidades, así como en algunas localizaciones para las pruebas de la competición y unas pocas escenas de acción (posiblemente una de las mejores sea la pelea que veis en la imagen de al lado). En definitiva, he notado un salto de calidad aquí, y da un poco de pena que cuando parecía que le cogía el pulso a la serie, se haya quedado sin continuar. 

El color corre a cargo de Fabien Alquier nuevamente. Vuelve a desempeñar un papel correcto, con una paleta de colores que mezcla acertadamente el cómic americano con el francobelga. 

En cuanto a si merece la pena el cómic, con este segundo tomo he disfrutado más que con el primero, aunque ambas lecturas han sido interesantes y divertidas. Para mí es un acierto colocar a Spirou en el mundo superheroico para darle un poco de frescura con historias alejadas de la continuidad, ideales para quien quiera leer algo suelto del personaje, aunque sabiendo que la serie principal está muy alejada de este espíritu. Una pena que no hayan salido más entregas de este SuperGroom, porque yo habría seguido con la colección sin lugar a dudas. ¡Pero que nos quiten lo bailado para quienes la hemos disfrutado en sus dos entregas!

10 de diciembre de 2023

Reseña de Iznogud: 33 historietas de Goscinny y Tabary. El visir que está obsesionado con ser el califa en lugar del califa

¡Un saludo desde el interior de un gran palacio! Como observador de esta historia, puedo contaros qué me han parecido las peripecias de un personaje cuya obsesión por derrocar a su gobernante le llevará a idear planes de todo tipo. Toca hablaros de "Iznogud: 33 historietas de Goscinny y Tabary" de Ediciones Salvat.


Iznogud es una serie de historias francesas creadas por el guionista René Goscinny (1926-1977) y el dibujante Jean Tabary (1930-2011), y que vieron la luz por primera vez en el año 1962, a través de una revista llamada Record, aunque la desaparición de ésta hizo que luego se continuara con la publicación a través de otra revista, Pilote. La trayectorial editorial de esta serie ha llegado a superar la treintena de álbumes, siendo el último del año 2022. Pero, como pasa con los buenos personajes del cómic europeo, estamos ante un producto que ha tenido adaptaciones en el formato audiovisual. Primero llegó una serie de dibujos animados en el año 1995, la cual contó con 52 episodios, y también se hizo una película de acción real en el año 2005, dirigida por Patrick Braoudé (aunque parece ser, por las críticas que he leído, que no es de mucha calidad). Tenemos por lo tanto un personaje con solera en el cómic europeo, y con el que tuve mi primer contacto hace ya bastantes años, precisamente viendo la serie de dibujos. Pasó el tiempo y me empezó a picar la curiosidad por leer algún cómic de Iznogud, y he aquí mi estreno con él en las viñetas. 


Y el recuerdo más vívido que tengo de la serie de dibujos, es el de ver a Iznogud muchas veces malhumorado cuando algún plan le salía mal, lo cual le sucedía a menudo, pues su obsesión era ser el califa en lugar del califa. A su manera, Iznogud no es muy distinto de otro personaje clásico del humor como es Pierre Nodoyuna, pues también hacía gala de una energía infinita para concebir planes malvados, pero también veía siempre cómo fracasaban todas sus ideas e intentos de perjudicar a sus enemigos. Es más o menos la filosofía de Iznogud, si bien su único rival es el Sultán Harún Al-Panzón, y no porque le caiga mal precisamente, sino simplemente por es la figura que ostenta todo el poder en el Bagdad de "Las mil y una noches". Así pues, aunque las historias de Iznogud tienden a ser monotemáticas y de esquemas repetitivos, también son ingeniosas en sus diálogos y eficaces en su humor gráfico. 

¿Qué autores han participado aquí? Como guionista está el famoso René Goscinny (conocido entre otras muchas obras por "Astérix y Obélix" o "Lucky Luke"), mientras que el ilustrador es Jean Tabary (destacan trabajos suyos como "Corinne y Jeannot" o "Valentín el vagabundo"). La traducción al castellano es de...

¿Qué historias nos encontraremos aquí? Se recopilan hasta 33 historietas del personaje de distinta extensión. La descripción del tomo nos dice lo siguiente:

"Este volumen reúne 33 historietas de Iznogud escritas por René Goscinny y dibujadas por Jean Tabary, publicadas inicialmente en las revistas Record, Pilote y, en algún caso, directamente en álbum, entre 1962 y 1969. 

En palabras del propio Goscinny: «Dos personajes son los protagonistas de esta serie. El primero, Harún al-Panzón, califa de Bagdad, que es muy bueno, muy gordo, poco inteligente y apenas hace nada (aunque lo poco que hace lo hace bien). El segundo, el gran visir Iznogud, que es pequeño, delgado y horriblemente malo y sol tiene un sueño: convertirse en califa en lugar de califa»."

Como podéis imaginar, teniendo en cuenta el gran sueño de Iznogud de ser el califa en lugar del califa Harún Al-Panzón, las tramas orbitarán siempre sobre esa obsesión. Valga como ejemplo aquella cuya imagen tenéis adjunta, en la que Iznogud y su esbirro fiel, Dila Lará, serán testigos de la existencia de un genio mágico que aparecer al frotar un par de babuchas. Teniendo en cuenta que dicho genio concede el deseo que se le pide, está claro que el visir querrá hacer uso de ese poder para lograr ocupar el lugar que cree que le corresponde siendo él el califa. Y como será costumbre en todos los episodios, dará igual lo que haga el protagonista, así como el ímpetu o la habilidad de la que haga gala para conseguir llevar al éxito sus planes, que nunca saldrá nada como él desea. 

Es cierto que, a pesar del inexistente elemento de la sorpresa por acabar siempre de la misma manera, sí que los autores intentan cambiar el cómo suceden las cosas, y de qué manera varía cada plan de Iznogud de ser califa. Hay por ejemplo una historia en la que Dila Lará conoce a un mercader que es una copia exacta de Harún Al-Panzón, y cuando le presente a dicha persona a Iznogud, la intención será la de suplantar al auténtico califa para que, una vez más, pueda llevarse a cabo el deseo del protagonista. Ahora bien, cada vez que este doble debe hacer alguna tarea, se irán dando diferentes circunstancias para que nada de lo que va planeando y modificando luego el insistente Iznogud pueda salir bien. O bien el califa contraerá una enfermedad, o perderá peso, o le saldrá barba, o diferentes circunstancias más, las cuales harán inútil tener un doble suyo si a cada rato ha de cambiarse algo en él. 


Curiosa será la duplicidad de historias que tendrán como telón de fondo sendos picnics fuera del palacio real. Quizás de las dos la más divertida es la segunda narración, ya que el plan de Iznogud, que intentará ejecutar junto a su fiel Dila Lará, es llevar al califa al desierto y, una vez en algún punto perdido del mismo, dejarle abandonado para que se muera de sed. Dará pie a más de una risa el hecho de que los lugares escogidos por Iznogud para cumplir su propósito, estén poblados de mucha gente, como comerciantes de agua que van de un lado a otro, un mercader de un aceite que se parece sospechosamente a agua, otro hombre que se ocupa del riego y transporta agua de un punto a otro del desierto, alguien que se ha preparado una piscina para refrescarse... En definitiva, es un ejemplo más de que nada que conciba Iznogud para hacer el mal, está predestinado a salir bien, aunque es cierto que en algún que otro momento logrará alguna victoria en apariencia, como la historia en la que consigue hacer volar al califa como un globo de aire, o cuando, gracias a una bebida especial, intercambie su cuerpo con él. Por lo tanto, tenéis mucho por leer dentro de estas 33 historias. La mayoría son episodios de unas 8 o 10 páginas, pero de vez en cuando hay unos complementos de 2 páginas que sirven para terminar de desarrollar el final de alguna historia amplia, intentando atar todos los cabos aunque se abran nuevas situaciones.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? En lo referente a los guiones de Goscinny es inevitable recalcar el gran problema que os podéis encontrar, y es la falta de frescura en la dinámica narrativa de cada historia, pues siempre es lo mismo: Iznogud buscando quitar de en medio al califa. Ahora bien, si eso no os importa (en mi caso lo único en que afecta, es que difícilmente podría leerme seguidos dos integrales de esto, ya que me saturarían demasiado), la gracia de las tramas desarrolladas por Goscinny se encuentra en el modo de alcanzar el consabido único objetivo de Iznogud en la vida. Hay historias muy divertidas dentro de este tomo, donde queda claro que, con apenas cuatro detalles, calamos rápidamente al protagonista, pues en general es un personaje apático y malhumorado, salvo cuando está inmerso en una nueva tentativa de acabar con el califa (quien, por otra parte, nunca se entera de la jugada, y siempre se toma todo a bien), donde se muestras infatigable, altamente creativo, entusiasta, y terco a pesar de que rara vez le salen bien las cosas, pero no por eso deja de intentarlo hasta que ya es imposible. En ese sentido, lo mejor del tomo a nivel narrativo es ver de qué forma nos sorprenderá Iznogud a la hora de intentar ser el califa en lugar del califa, pues a buen seguro habrá risas con cada nuevo intento suyo. El que cada episodio recopilado aquí sea de corta extensión favorece a que el ritmo de lectura sea dinámico. Así pues, en resumen, teniendo en cuenta que Goscinny le saca provecho a un mismo concepto bastante simple y repetitivo, su labor es buena.

En la parcela gráfica, se podría decir un poco lo mismo de Tabary como ilustrador que lo referente a su compañero el guionista. Estéticamente, el arte de Tabary no difiere en exceso del imperante en la época, ni de muchos otros artistas similares. Pero obviando eso y que no estamos precisamente ante historias planteadas de una forma visual que rompa los esquemas, y que se presentan en composiciones de página clásicas, hay que admitir que Tabary es un buen narrador cómico. En las peripecias de Iznogud es tan importante el humor escrito como el que se plasma a través de los dibujos, y en ese aspecto el ilustrador se maneja muy bien en el terreno, ya que el tomo está plagado de gags cómicos visuales. También destacaría la expresividad de Iznogud, que tan pronto está en unas viñetas malhumorado o triste cuando algo no le sale bien, como sonriente y feliz como un niño el día de Navidad cuando tiene nuevas ideas. Queda por tanto una correcta labor de Tabary, que no diría que sobresalga en ningún aspecto, pero que como poco es competente, en la línea de los cómics de los años 60, cuando se crearon estas historietas. 

¿Merece la pena el cómic? Le he sacado grandes objeciones en guiones y dibujo, pero SÍ, IZNOGUD ES UN PERSONAJE QUE DEBÉIS CONOCER, ESPECIALMENTE LOS AMANTES DE LA BD CLÁSICA. Estamos ante más de 30 episodios en los que el gran e inmundo visir (como se lo describe a menudo) va a tener siempre el mismo objetivo vital, a pesar de que rara vez conseguirá lo que quiere. Es un ciclo continuo que parte siempre de esa sencilla premisa de querer desbancar al califa para gobernar en lugar de él, pero en la mayoría de ocasiones la gracia está en ver qué estratagemas inventa Iznogud para intentar salir victorioso. El dibujo es el de la época, pero cumple su cometido de completar bien el tono humorístico que impregna toda la publicación. Recomendado para fans de la bd, pero también para todos los públicos, y aunque este integral recopila las historias de la época de los 60 y no sé si habrá más entregas por la editorial, es un tomo más que decente para disfrutar de cuanto pueden ofrecer las peripecias de Iznogud el inmundo, el infame, y cualesquiera otros adjetivos malignos, los cuales merece sin lugar a dudas. 

El tomo de Salvat es en formato de tapa dura, y quizás tiene el fallo de traer como extra una amplia entrevista que no tiene nada que ver realmente con el contenido del tomo, y queda por tanto como un complemento anecdótico. Por lo demás, si queréis leer cualquier otra reseña mía de cómic, las tenéis todas aquí. ¡Hasta otra!