28 de abril de 2022

Reseña de WinterWorld: La niña. El regreso de Scully y Wynn, quienes sobreviven cada día como pueden

¡Gélidos saludos! En esta ocasión me ha sido difícil encontrar un lugar caliente para poder contaros qué me ha parecido la obra objeto de reseña, pues está ambientada en un mundo helado. No es la primera vez que me encuentro en esta tesitura, ya que en el pasado analicé el inicio de esta serie que hasta hace poco tiempo estaba inédita en nuestro país. Toca hablaros de "Winterworld: La niña" de Aleta Ediciones.


Antes de iniciar el análisis de la obra en sí, y como me gusta hacer, conviene abordar algunas cuestiones más históricas y técnicas. Fue en el ya lejano 1987 cuando, a través de la desaparecida editorial americana Eclipse Comics, se publicó la primera historia de "Winterworld", la cual tardó 34 años en llegar a España. Esto último tuvo lugar a inicios del 2021 gracias a Aleta Ediciones, que prácticamente ha cogido la genial costumbre de traer a nuestro país obras que están inéditas en castellano. Pues bien, en esa edición de Aleta (aquí podéis leer la reseña de "Winterworld"), no solamente estaba el primer arco argumental de esta serie, sino que además recopilaba la segunda parte, titulada "Wintersea", que no llegó a publicar Eclipse tras su cierre, y que apareció vía IDW Publishing en 2010. A partir de ahí, han salido algunas historias más, como es el caso de la obra objeto de reseña en esta ocasión, que comprende los números 1 a 4 de "WinterWorld" publicados en 2014, y que en este 2022 ya se pueden encontrar en castellano.


Otra cuestión a citar es el hecho de que entre la edición anterior de Aleta, y ésta de aquí, hay un gran cambio, pues el primer volumen era en blanco y negro, y este segundo a color. Además, el co-creador de la serie, Jorge Zaffino, falleció en 2002 y fue el guionista Chuck Dixon, el otro padre de la criatura, quien ha continuado ligado a esto cómics encargándose de su escritura. Eso sí, la familia Zaffino sigue vinculada a esto, pues el hijo de Jorge, Gerardo, realiza algunas portadas. Así pues, si bien encontraréis esa diferencia a nivel visual con respecto al trabajo previo de Zaffino padre, la coherencia argumental no se verá perjudicada por seguir al frente el mismo escritor, quien hace que el desarrollo de los personajes y sus aventuras en este mundo helado donde subsisten, siga una dinámica similar a la que había desde los primeros cómics. 

¿Qué artistas hay al frente de esta obra? Como guionista está uno de sus creadores, como es el citado Chuck Dixon (que entre sus muchos trabajos en DC y Marvel escribió "Batgirl: Año Uno" o "El Castigador: Zona de guerra"). Le acompaña en el dibujo Jackson "Butch" Guice (participó en el mega-evento "La muerte de Superman" y también se ocupó de "El Soldado de Invierno" de Ed Brubaker), y el colorista es Diego Rodríguez (que ha estado en series como "Britannia" o "Ninjak"). Traduce al castellano Joseba Basalo, y rotula Gaizka Medrano. 

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La sinopsis nos cuenta lo siguiente:

"Scully y una niña de 14 años, Wynn, sobreviven en una Tierra convertida en un páramo estéril sin vida. 

Juntos viajan por este brutal mundo buscando a los padres de Wynn, solo para descubrir que el lugar más frío de la Tierra es el corazón humano.

La sensación apocalíptica de una Tierra convertida en un infierno helado vuelve con una historia completamente nueva de la mano del co-creador Chuck Dixon y el artista Butch Guice, haciendo uno de sus mejores trabajos."

Por si alguna de las personas que estáis leyendo esta reseña no conocíais de antes esta serie, y aunque se puede leer este cómic perfectamente sin saber nada previamente, os haré un resumen para orientaros mejor. En los dos arcos argumentales que recopilaba el primer tomo, se presentaba a los personajes de Scully y su tejón Rah Rah, quienes conocían a una niña llamada Wynn. Como ella estaba sola, y el mundo aquí es un gigantesco páramo helado y salvaje, donde sobrevivir cada día ya es un logro, Wynn se unió al dúo de Scully y el tejón. Juntos fueron sorteando cuantas situaciones peligrosas aparecían en el horizonte, que no fueron pocas. Tras su paso por un lugar llamado "Tierra de Fuego", donde sus habitantes lograban subsistir bien gracias a una provisión de calor y energía, Wynn y Scully lograron obtener cierta información sobre el posible paradero de los padres de la niña.

Es a partir de aquí donde comienza este "WinterWorld: La niña". Si bien las primeras páginas muestran una situación peligrosa que vivirá una chica rodeada de hielo, poco después aparecerán los protagonistas de la obra, Scully y Wynn. Acompañados nuevamente de Rah Rah, siguen juntos, pero mantienen esa costumbre de experimentar un problema tras otro. Con su único medio de transporte mecánico averiado y sin poder ser arreglado, tendrán que ir caminando en busca de un refugio. Y eso les supondrá un recordatorio de lo adversas que son las condiciones del mundo en el que están, y donde no queda nadie vivo que viera el planeta antes de la catástrofe que lo convirtió en un páramo helado. Esto es algo que no se desveló en el tomo anterior, ni tampoco se hace aquí, por lo que sigue siendo una incógnita qué desencadenó todo, y cómo tuvo lugar. 


Una vez que Scully y Wynn encuentren un nuevo medio de transporte, continuarán su periplo, el cual les llevará hasta una población conocida como "La Niña", donde, sorprendentemente, hay una comuna de personas que vive en unas tierras llenas de vegetación y recursos, y que incluso pescan en el mar en ocasiones. No es que los protagonistas no se hayan topado antes con una zona donde hay comida en abundancia, pero sí que es nuevo el hecho de que el territorio tenga partes donde el hielo no hace acto de presencia. Ahora bien, pronto serán conocedores de que, en aquel lugar, tiene un fuerte impacto la existencia de algo llamado "El Niño", que es quien logra que las condiciones para la obtención de alimentos sea más sencilla. Pero para que eso se produzca, hay que dar algo a cambio. Además, entre la gente de allí existe el deseo de volver a lograr que el mundo sea como antaño, y creen que para ello la contaminación jugará un papel primordial. Por último pero no menos importante, se producirán las primeras apariciones de un personaje femenino cuya presencia tendrá seguramente más peso en un próximo tomo. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Una de las cosas que más agradezco de que Dixon siga al frente de los guiones, es el hecho de que, aunque haya pasado un tiempo desde que leí el tomo anterior (también transcurrieron varios años desde que él mismo escribió ambos arcos argumentales), no me he sentido desconectado de la historia, sino que es como si la hubiera leído ayer mismo y hoy la retomase. En ese sentido, valoro de forma notable la sensación continuista que impregna la obra, que constantemente muestra lo salvaje que es este mundo helado. Scully y Wynn siguen sus aventuras, aunque es cierto que, continuando lo planteado anteriormente, evoluciona su relación, y se nota que perfectamente podrían ser una familia aunque no compartan vínculo de sangre. Por otra parte, la trama del cómic ya se ha tratado antes y no ofrece nada nuevo, pero sigue siendo entretenida, los cuatro capítulos se leen de un tirón, y me quedo con ganas de más, porque es evidente que esto no ha terminado y continuará. Por eso, y porque ofrece lo que buscaba, valoro muy positivamente la labor de Dixon.

Respecto a la parcela gráfica, hay que tener en cuenta que la papeleta de tomar el relevo de Zaffino era muy complicada. El fallecido dibujante tenía un estilo ideal para el mundo salvaje y violento donde se narran estas historias, y aunque Guice tiene un trazo bastante diferente, con su trabajo demuestra que es igualmente válido. El fuerte de Guice está más centrado en los diseños de los vehículos y personajes, así como en la expresividad de los rostros, que en los fondos y escenarios. No es que esto último sea un lastre, pues esta serie es por encima de todo una narración sustentada en la violencia y los personajes que pueblan sus páginas, y en ese sentido la labor de Guice ha sido una grata sorpresa y supone una elección acertada. 

Queda hablar del color (la gran novedad de este tomo con respecto al anterior), a cargo de Rodríguez. Precisamente el hecho de que esta vez no sea en blanco y negro la historia, me ha dejado con la agradable sensación de que este mundo ficticio se puede disfrutar perfectamente de una manera u otra. Y ahí tiene mucho que ver Rodríguez, que desempeña su labor con mucho acierto, especialmente usando una extensa gama de tonalidades de azules y oscuras para dar vida a ese mundo helado y desolador. 

¿Merece la pena este tomo? Mantengo la opinión del primer volumen de la serie, y ES UNA OBRA DISFRUTABLE PARA DARLE UNA OPORTUNIDAD. Si ya os gustó el tomo anterior, aquí hay más de lo mismo y sigue siendo disfrutable. Aunque siempre es mejor para degustar un poco más del contexto, no es indispensable haber leído antes nada más de estos personajes. Eso sí, el último capítulo concluye el principal arco argumental, pero queda bien claro que la historia continua por ciertos sucesos que acontecen. Personalmente me quedo con ganas de más, y eso, unido al disfrute y el entretenimiento que me han dado el cómic, hacen que os anime a darle una oportunidad.

En lo concerniente a la edición, este tomo está sacado en formato de tapa dura y la historia es a color esta vez. Como extras contiene las portadas oficiales, y varias alternativas de Gerardo Zaffino. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

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