6 de mayo de 2022

Reseña de AIDP: Integral 4. Acaba el ciclo de las ranas, y se cierra el círculo con otras historias importantes de este universo

¡Saludos desde el mundo de la investigación de lo paranormal! En mi afán de leer y reseñar diferentes obras pertenecientes al universo de Hellboy, tuve la agradable sorpresa de disfrutar un montón de lo que podía ofrecer la serie de AIDP desde el comienzo. Como confirmación de esas maneras tan buenas que apuntaba esta cabecera, me encuentro aquí para comentaros qué me ha parecido "AIDP: Integral 4" de Norma Editorial.


Como nunca está de más hacer algún recomendatorio sobre el camino recorrido por la serie hasta este tomo, hay que decir que, prácticamente desde "AIDP: Integral 1", la colección contiene el mega arco argumental de la guerra contra las ranas. Eso sí, aunque las primeras ranas aparecieron en la cabecera de Hellboy (concretamente en la historia "Semilla de destrucción"), ha sido precisamente en AIDP donde han tenido un extenso e intenso desarrollo, mostrándose durante los primeros integrales de esta serie la batalla que deben librar todos los efectivos de la agencia contra estas ranas de gran tamaño y peores intenciones, estuviesen dirigidas por alguien o simplemente obedeciendo a impulsos destructivos. No obstante, y dentro de este ciclo de las ranas, "AIDP: Integral 3" supuso una especie de pausa en la contienda, pues sus tramas no incidían directamente en la guerra, pero sí se iban dejando en ellas diferentes pistas de lo que terminaría cociéndose aquí, en este integral objeto de reseña, y que supone un fin de ciclo. 


Una de las principales características de AIDP, es que su recorrido bebe tanto de algunos arcos argumentales de la cabecera de Hellboy, como de los suyos propios. Eso es algo que queda perfectamente retratado en las historias contenidas en este cuarto integral, pues una de ellas viene a cerrar lo visto en AIDP, concretamente en "Las tierras huecas", otra supone un cierre a una trama de Hellboy llamada "El gusano vencedor", y la tercera miniserie es una mezcolanza de cosas pertenecientes a ambas colecciones. Esto último es lo que mejor simboliza la esencia de AIDP, pues salió a rebufo de Hellboy y ha ido desarrollando conceptos y sucesos de dicha serie, pero a su vez ha tenido un gran desarrollo propio, convirtiéndose por méritos propios en una de las colecciones más disfrutables del ya de por sí genial "Mignolaverso". Si las aventuras del demonio rojo se caracterizan entre otras cosas por lo onírico de la mayoría de sus propuestas y la naturaleza más solitaria del personaje, ha sido en esta otra colección donde el aire es diferente, percibiéndose como un gran conjunto de historias protagonizadas por un reparto (con cierto cambios de vez en cuando) coral, que además tienen mucha acción. Al menos hasta ahora, incluyendo lo narrado en este cuarto integral.

¿Qué autores han participado en este cómic? Como no podía ser menos, encabeza el equipo Mike Mignola (conocido entre otras cosas por "Batman: Luz de gas" o "Drácula de Bram Stoker"), creador de la agencia y Hellboy, y siempre presente en un rol u otro en las obras de este universo. Como figuras más importantes le acompañan entre otros el guionista John Arcudi (autor muy curtido en este mundo escribiendo en "Abe Sapien" o "Hellboy y la AIDP 1952"), el ilustrador Guy Davis (dibujante en "Batman / Edgar Allan Poe: Nunca más" y artista completo en "The Marquis") y el colorista Dave Stewart (muy ligado al Mignolaverso con series como "Bogavante Johnson" o "Sir Edward Grey: Cazador de brujas"). Traduce al castellano Héctor Lorda y rotula Martín Garcés.

¿Qué historias nos encontraremos aquí? La sinopsis dice lo siguiente:

"La conclusión al ciclo de "Una plaga de ranas".

Con las amenazas creciendo en todo el mundo, los miembros de la AIDP deciden meterse en la boca del lobo y enfrentarse al ejército de ranas y la misteriosa y poderosa figura que parece dirigirlas.

Una batalla subterránea que tendrá como consecuencia la llegada del Infierno en la Tierra."

Por haceros un resumen de lo visto en el tomo anterior, una de las tramas más importantes, y a su vez de las más tristes, era la concerniente a Roger el homúnculo. Roger falleció en una explosión tiempo atrás, pero no todo el mundo aceptaba esa pérdida. Kate Corrigan y Andrew Devon fueron a buscar un libro que podía contener los secretos que ayudarían a resucitar a Roger, aunque la cosa no saldría bien, y el homúnculo no volvería del más allá, donde Johann Krauss comprobó que su amigo estaba en paz y era feliz. Poco después, y obteniendo más detalles de su pasado, Abe Sapien se topó con unos peculiares hombres-robot que pertenecían a la Sociedad Oannes, una especie de grupo intelectual, y que tenían como prisionera a una momia llamada Panya. 

Tras enfrentarse a ellos y salir victorioso, Abe rescatará a Panya, que será trasladada a la sede de la AIDP, donde poco tiempo después se pudo ver a Johann con un nuevo cuerpo humano, fruto de un hallazgo que se hizo en los laboratorios de la Sociedad Oannes. A su vez, Liz Sherman volverá a ser contactada por aquel tipo tan extraño que la ayudó a acabar con la amenaza de Katha-Hem. Todo se tornará más peligroso con la llegada de un wendigo a la base que provocará el caos, en especial cuando se desvelen todos los secretos del pasado de Benjamin Daimio. Daimio se convertirá en una horrible y peligrosa criatura, que dejará mucha muerte a su paso, escapando de la base. Y es ahí donde empieza este tomo, con Abe liderando la búsqueda de Daimio, tanto si está vivo como si ha muerto por las bajas temperaturas de toda la región que rodea el cuartel de la AIDP. Por otra parte, Kate, Liz, Johann y Panya intentarán realizar una sesión de espiritismo para que Bogavante Johnson acuda ante ellos, pues podría saber quién es el tipo que ha contactado varias veces a Liz. 



A raíz de la respuesta que les transmitirá Bogavante, y pasando por varias situaciones (entre ellas el rapto de Liz por el extraño hombre que conoce), la AIDP terminará en tierras alemanas (allí aparecerá  el policía Bruno, que hará buenas migas con Kate), haciendo frente a una nueva amenaza para la tierra, que a su vez no es tan nueva para la agencia, pues ya combatieron a ese enemigo tiempo atrás, en la historia llamada "Las tierras huecas". En el segundo arco argumental, los personajes intentarán descubrir el paradero de Liz, lo que, gracias a diversos hallazgos, les conducirá a un lugar muy especial, donde no solamente sabrán más del tipo que se llevó a Liz, sino que también deberán hacer frente a un enorme mal, pues varios de sus enemigos del pasado se han aliado y son mucho más peligrosos. La última historia tendrá a los personajes repartidos en varias misiones, pues por un lado Kate, Bruno y el espíritu del Bogavante irán al lugar donde se produjo la muerte de éste último; y mientras Abe, Devon y Liz intentarán acabar del todo con la última amenaza a la que se enfrentaron, lo cual les llevará a reencontrarse con otro antiguo villano de la AIDP. Como ya es sintomático de la colección, todo está vinculado y no deja de ser un nexo cíclico de personajes y situaciones que se van ampliando para ser resueltas.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Como tengo por costumbre, comienzo hablando de los guionistas, que aquí vuelven a ser Mignola y Arcudi. La conclusión del ciclo de las ranas es algo que resuelve los arcos argumentales más recientes, pero que supone a su vez cerrar el círculo de lo iniciado largo tiempo atrás, primero por el propio Mignola, y luego por Arcudi tras unirse a la serie. Porque una de las consignas de AIDP es que todo está conectado, y por eso es importante tener fresco en la mente todo lo acontecido previamente, para saborear mejor este final y no perderse entre menciones a hechos pasados. Los guionistas, como viene siendo costumbre, ofrecen una narración intensa y muy disfrutable, que se ambienta en diferentes lugares del mundo, y tiene muchos momentos de acción, pues aquí no cabe ninguna duda de que la guerra contra las ranas alcanza su momento más intenso. Pero eso no quiere decir que los personajes dejen de tener desarrollo, pues también hay momentos para seguir conociendo más de ellos, y ese combo de película palomitera y personajes con carisma sigue siendo de lo más notable, recordándome (aunque ya lo tengo bien presente), que Mignola y Arcudi forman una dupla de guionistas que es pura dinamita. 

Respecto al dibujo de Davis, y por el nivel de exigencia que debió suponer para él ilustrar las diferentes batallas recopiladas en este tomo, estamos ante uno de sus mejores trabajos para la serie, regalándonos muchas viñetas memorables, como por ejemplo la que podéis observar aquí, y que me hizo recordar inevitablemente la célebre obra de "La guerra de los mundos" de H.G. Wells. Que Davis es un artista de trazo rápido no me cabe ninguna duda, pues es algo que se puede observar en ciertos detalles, pero desde que se unió a esta colección es uno de los soportes de la misma, y páginas como las que pueden verse en las distintas y numerosas batallas de esta guerra, son una inmejorable carta de presentación de lo que puede ofrecer este gran dibujante. 

No menos grande es Stewart, otro de los puntales del "Mignolaverso", quien rinde prácticamente siempre a un gran nivel como colorista. También ha tenido una nivel de exigencia más elevado en esta ocasión, por los diferentes contrastes necesarios tanto de iluminación en los escenarios, como de diferenciación con los distintos personajes que han ido apareciendo a lo largo de las viñetas. Por eso he vuelto a disfrutar de su trabajo, y tampoco puedo pensar en el mundo de AIDP sin este colorista.

¿Merece la pena el cómic? Para quienes lleven un tiempo leyendo AIDP, ES UNA LECTURA OBLIGADA, que cierra un ciclo, pero deja bastantes pistas de lo que vendrá después, coincidiendo con el ciclo "Infierno en la Tierra" que arranca en la cabecera de Hellboy. No es el tomo indicado para comenzar a leer AIDP, pero si por la razón que sea es con el que os estrenáis, si bien os podéis perder un poco, es un claro exponente de alguna de las virtudes que atesora esta colección y la hacen tan interesante como contrapunto a Hellboy. Por lo demás, se cierran unas tramas y se abren otras, pero eso ya es lo habitual aquí, y es un buen aliciente para seguir con esta serie, que mantiene un nivel memorable de calidad en todos los arcos argumentales hasta el presente. 

Por ir terminando, y sobre la edición de Norma Editorial, es de cartoné, forrado con tela y con cinta marcapáginas. Como contenido extra hay textos sobre la publicación editorial y comentarios, diseños y bocetos tanto de Mignola como de Davis, así como un interesante texto del propio Davis, donde cuenta cómo surgió su amor por el Bogavante. Esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!

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