19 de noviembre de 2022

Reseña de Lord Gravestone: La saga. Una más que apetitosa historia en lo visual y lo narrativo, con criaturas de la noche y maldiciones vampíricas

¡Un saludo criaturas de la noche! Para nadie es un misterio el hecho de que las historias protagonizadas por vampiros sean populares. Desde la aparición del Drácula de Bram Stoker en adelante, tanto el campo de las letras como el audiovisual han ofrecido incontables historias protagonizadas por estos seres no muertos. En este mismo espacio, sin ir más lejos, he reseñado varios cómics con Drácula de protagonista, ya fuera en la adaptación de la película de Coppola realizada por Roy Thomas y Mike Mignola, como en la versión de Fernando Fernández (mucho más fiel a la novela de Stoker).

Y aquí me encuentro ahora, dispuesto a ir compartiendo mis impresiones de "Lord Gravestone", una nueva serie que publica Tengu Ediciones (y que previamente ha ido saliendo en Editions Glénat), donde se presentan entre otros elementos a los vampiros, esos seres que tanta fascinación terminan despertando siempre, y que tanto juego dan en un terreno como el de los cómics. 


Hay que decir que en las historias de vampiros, y teniendo en cuenta lo que contaba antes sobre la enorme cantidad de series, películas, libros o cómics que han visto la luz al respecto, es difícil sorprender. Una cosa es que algo rompa los esquemas por lo visual, porque las imágenes siempre atraen al principio, cuando una persona está curioseando antes de comprar o leer un cómic. Pero claro, también es importante que la trama pueda tener sus elementos de interés, y, en el caso que nos ocupa, y aunque me adelante un poco al decir esto, puedo deciros que este primer tomo me ha sorprendido muy gratamente por la historia y el enfoque.

¿A santo de qué comento lo anterior? Tiene que ver con uno de los ejes sobre los que orbita el cómic, y que hace referencia a la forma en que un ser vivo pasa a convertirse en un vampiro. Habitualmente asociamos el hecho de que la mordedura es lo que provoca el resto, y no es algo erróneo. Pero hay algo más que se tiene que producir de forma previa, y que condiciona la transformación al hecho de que sea el mismo vampiro que inició el cambio, quien debe morder a la víctima para que se inicie la conversión definitiva. Si no se produce primero lo que en la obra se llama el "beso rojo", cuando una persona es mordida sin más, muere. Si se da dicho beso la persona se inicia un cambio, que cristalizará cuando luego reciba el mordisco. Y este enfoque, que no es precisamente novedoso pero sí atrayente, es una de las cosas que me ha enganchado a la serie. 

¿Qué podemos esperar de este primer tomo? La sinopsis nos dice lo siguiente: 

"John Gravestone, el único hijo de un cazador de vampiros muerto en batalla, prometió desde el principio vengar a su padre y continuar con su trabajo. Por ahora, la educación austera impuesta por su tío aún no le ha permitido cumplir su promesa. 

Pero estaba escrito que el heredero de la lápida seguiría los pasos de su padre y un día se enfrentaría a los mismos demonios que él. Además, cuando la extraña Camilla von Holbein, poderosa striga y enemiga jurada de su familia, resurge del pasado, John finalmente puede abrazar su destino. 

Un destino digno de la leyenda que lleva su nombre. Un primer ciclo en tres actos con una atmósfera oscura y gótica, Lord Gravestone mezcla escritura moderna y fábula vampírica inspirándose en las fuentes del género."


El tomo muestra en sus primeras páginas lo que será la vida de Gravestone más adelante, llena de dolor, maldición y monstruos. Se verá a John, el pequeño Gravestone, junto a su madre, acompañados de una monja, mientras intentan escapar de una jauría de lobos. La madre estuvo rezando antes, ya que su marido debe hacer frente a una serie de peligros que forman parte de día a día, y sobre los cuales se nos hablará ya avanzada la trama. Pues bien, cuando los personajes están huyendo, se producirá una escena que inevitablemente, me hizo pensar en uno de mis personajes favoritos del cómic de superhéroes, Puño de Hierro, pues Danny Rand, el hombre tras la máscara, presenció cómo unos lobos atacaron a su madre, tal como le sucederá al pequeño Gravestone. Poco después de esa escena, el tiempo avanzará.

La mayor parte de este primer tomo mostrará a John Gravestone ya de adulto, si bien se reparte el protagonismo entre él, su tío Teófilo, y la pareja de vampiros formada por el príncipe Aqueronte y Camilla Von Holbein. Por una parte, John intentará cumplir su destino y relevar a su padre como cazador de monstruos, mientras vive un romance con una mujer llamada Mary. Teófilo, que vive en Roma y se dedica a formar a nuevos cazadores de monstruos, será pieza clave a la hora de conocer la existencia de los vampiros antes mencionados, muy peligrosos para cualquier ser humano convencional. A medida que este primer tomo avance, se narrará más sobre la época en la que Teófilo y el padre de John, Luther, intentaron dar caza a Aqueronte y Camilla, dando como resultado la cacería una maldición que recaería sobre la estirpe Gravestone en adelante. Y así, entre enfrentamientos con criaturas de la noche, un personaje buscando ser el heredero digno de su apellido, romance y violencia, transcurre esta historia.

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? El guionista, Jérôme Le Gris (con obras publicadas como "El Dios Serpiente" o "La edad perdida"), teje una historia que, a pesar de transitar por elementos más que conocidos para quienes tenemos ya un bagaje con las lecturas vampiriles, engancha y es muy disfrutable. A lo largo de las páginas he tenido esa sensación constante de estar ante una trama plagada de erotismo, acción, aventura y tragedia, y en una obra de esta índole, es justo lo que quería, y lo que me ha hecho sentir altamente satisfecho con la lectura. Que Le Gris haya querido alterar un poco el convencional modo en que una persona se convierte en vampiro me ha gustado, porque no redescubre nada, pero deja claro que no tiene interés por contar una historia tirando de clichés fáciles. El ritmo narrativo está muy bien gestionado, habiendo momentos para todo tipo de escenas habituales del género, se dedica tiempo al desarrollo de personajes, y no tengo más que palabras positivas para Le Gris. 

Respecto al apartado gráfico, Nicolas Siner (que ya había trabajado con Le Gris en "Horacio de Alba") se ocupa del dibujo y el color, realizando una labor sobresaliente. Nada más empezar la obra hay una página doble que es una declaración de intenciones, pues en el cómic va a tener un gran peso el diseño de escenarios, y la expresividad de los personajes. Me encanta el arte de Siner diseñando los diferentes escenarios en los que transcurre la historia, y en más de una ocasión me ha hecho recordar a la saga de videojuegos de Castlevania, sensación que se reforzaba cada vez que veía a los vampiros en acción. Aunque sea reincidir en esto, tan importante me ha parecido en un cómic como este que la historia merezca la pena, como el hecho de que las localizaciones en las que transcurre todo ayuden a crear una atmósfera oscura y deprimente, evocando esas películas de monstruos ambientadas en la época victoriana. El color es otra delicia, ya que resalta las virtudes del trazo del propio Siner, y aunque la tendencia es que sean tonalidades más apagadas, no deja de haber momentos para que otras más luminosas también tengan su presencia. 

¿Merece la pena el cómic? Queda por ver el nivel de la obra completa, PERO ES UN PRIMER TOMO FANTÁSTICO para adentrarse en la historia que se nos propone. La narrativa es dinámica, el apartado gráfico un caramelo, y la escena final deja con los dientes largos, pues lo que necesité en el momento en que acabé la lectura era tener a mano el segundo tomo. Obra recomendable a todas luces a quienes gusten de las historias de vampiros, de género oscuro o fantástico, o simplemente a quienes deseen disfrutar de un producto bien hecho. La edición de Tengu es muy bonita y de tapa dura. No esperéis mucho para hincarle el colmillo a esta obra. 



Este segundo tomo tenía bastantes retos por delante. En primer lugar, demostrar que lo que vimos en la anterior entrega de la serie no fue casualidad, y efectivamente nos encontramos ante una gran historia dividida en varios actos. Pero por otra parte, también suponía la oportunidad de descubrir si el apartado gráfico podía rendir al mismo nivel de lo que se pudo disfrutar antes. 

Son interrogantes que intentaré responder más adelante con precisión, aunque digamos que en algunas cosas he vuelto a tener sensaciones muy positivas, y en otras no tanto. 

¿Qué historia nos encontramos aquí? La sinopsis detalla lo siguiente: 

"John Gravestone ha sido mordido por un demonio y corre el riesgo de convertirse en un chupasangre. 

Su tío Théophile y su amigo Tibbett se ponen manos a la obra para salvarlo, pero la vampira Camilla está pisándoles los talones.

¿Podrá el destino de los Gravestones depender de la relación entre John y Camilla?"


Recordando un poco lo último que se pudo ver en el primer tomo, John Gravestone, que parecía haber muerto ahorcado, no estaba tan fallecido. La entrada en escena de Camilla, que quería vengarse del linaje de los Gravestone convirtiendo en un ser de la noche al pobre John, hizo que todo sufriera un inesperado giro. En este segundo tomo, John está ya nuevamente a cargo de Teófilo y Tibbett, aunque su estado de salud es muy precario debido a haber sido mordido por la vampira. No ha sido convertido en un chupasangres todavía, pues es de momento algo intermedio entre el ser humano y un vampiro, pero es palpable la sensación de que tarde o temprano Camilla volverá para terminar su trabajo, y si eso ocurre, quizás no haya nada que se pueda hacer. Para conseguir que el enfermo protagonista desaparezca de su localidad, donde todo el mundo le cree muerto, y que al mismo tiempo se recupere, la acción se traslada a otra parte. Concretamente, a un castillo que pertenece todavía a los Gravestone, pero que llevaba mucho tiempo sin ser habitado. Así las cosas, Tibbett se ocupará del transporte de John en carromato, mientras que Téofilo intentará finiquitar unos cuantos asuntos importantes antes de reunirse con los otros dos.

Lo malo para ellos es que, en pleno tránsito hacia su destino, Camilla atacará a Tibbett, y se llevará al convaleciente John. Lo curioso de todo es que el lugar donde pasarán un tiempo a solas será precisamente en el mismo castillo donde le querían llevar Teófilo y Tibbett. Allí John, mientras se empieza a recuperar de su delicado estado de salud, convivirá con una versión más humana de Camilla, que fingirá ser una sirvienta del castillo. Y tendremos varios frentes abiertos en la trama. Por un lado, la cada vez más cercana relación entre John y Camilla, lo que provocará que la vampira no tenga tan claro si quiere convertir al hombre en alguien como ella. Por otra parte, Mary, la mujer enamorada de John, que no sabe que realmente no murió del todo, intenta averiguar qué ha pasado con su cuerpo. Y mientras tanto Teófilo y Tibbett, una vez que vuelvan a encontrarse, irán a toda prisa hacia el castillo, temerosos de lo que pueda estar pasando allí con el último descendiente de los Gravestone. 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Jérôme Le Gris vuelve a repetir como guionista (realmente el equipo creativo es idéntico al tomo anterior), y aunque su trabajo aquí no me ha resultado tan disfrutable como en la primera entrega, sigue estando a un nivel bastante aceptable. Aquí se prioriza el trato a los personajes, ya que la narración se centra principalmente en John y Camilla, y en la evolución de los sentimientos de ambos, así como en otras cuestiones que les atañe. Eso es bueno porque dejan de ser personajes planos que van teniendo un desarrollo más intenso de lo que se había hecho antes, a pesar de que el primer tomo sirvió para poner en contexto el pasado de ambos. Por otra parte, se nos mete en la ecuación a los hombres lobo en cuanto a unas pinceladas de su pasado, así como de su rivalidad con los vampiros (¿no se os viene a la cabeza la saga de "Underworld"?), y en cierto punto aparecerá uno de los últimos hombres lobo que quedan, que por algo aparece en la portada. El ritmo narrativo aquí, salvo el tramo final, es más pausado, por lo que la lectura no es tan frenética como en la otra ocasión, pero eso no es ni mejor ni peor, obedece a poner el foco en los personajes más que en la acción. Por lo tanto y como resumen, un buen trabajo de Le Gris. 

Como ya decía antes, tenemos nuevamente a Nicolas Siner como ilustrador y colorista. ¿Está al mismo nivel del primer tomo? En mi opinión no, se encuentra un escalón por debajo (algunos fallos por ejemplo tienen que ver con rostros que, mirando por ventanas, atraviesan el cristal por cómo está dibujado), pero no me ha importado mucho porque, a pesar de ello, sigue siendo un artista muy válido con más aciertos que virtudes a la hora de narrar visualmente los guiones de su compañero. Su fuerte, además de una buena caracterización de personajes, radica nuevamente en la construcción y diseño de escenarios y localizaciones, donde su labor de colorista logra que, por las paletas de colores que se usan, perpetúen esa sensación de ambiente lúgubre y victoriano por las páginas del cómic. Ha sido interesante ver también de qué forma diseña Siner a un hombre lobo, ya que en una parte del cómic tendremos el inevitable enfrentamiento entre esta criatura y una vampira. 

¿Merece la pena el cómic? Si el primer tomo me parecía una oportunidad fantástica de enrolarse en una nueva serie, en esta ocasión SIN SER SOBRESALIENTE, SE MANTIENE UN BUEN NIVEL, Y SIRVE DE BISAGRA PARA LO QUE VENDRÁ. Dadle una oportunidad a esta serie que se disfruta bastante. Creo que será una trilogía de álbumes y el tercero será el colofón, de ser así queda por ver lo que nos reserva el desenlace, teniendo en cuenta cómo han quedado dispuestas las piezas sobre el tablero. La edición nuevamente es de tapa dura, y en el lomo se sigue completando el dibujo que se inició con el primer tomo. 



Estamos ante la conclusión de esta serie, al menos eso se ha anunciado, aunque por cómo acaba no me sorprendería que se abriera otro ciclo de álbumes en un período posterior. En el anterior tomo se había metido a un hombre lobo en la historia, haciendo que los vampiros no fueran las únicas criaturas de la noche presentes en estas páginas, si bien sí se había hablado de los lobos y su rivalidad ancestral con los chupasangres. 

¿Qué podemos esperar en este tercer acto? La sinopsis nos dice lo siguiente:

"El advenimiento de un emperador de las cenizas…

Después de ser engañado por Camilla, John Gravestone finalmente encuentra a su prometida Mary. Ahora que su fiel protector Tibbett ha muerto, su tío Théophile es el único que puede advertirle: mientras Camilla respire, siempre representará un peligro para John, que sigue siendo un íncubo. Si es mordido por la vampiresa, su alma se perderá para siempre. 

Mientras tanto, Camilla se ha unido a las tinieblas para curar sus heridas y esperar el nacimiento de su hijo, ¡el hijo de John! Escondida entre los sombríos muros de un santuario, ha tomado su decisión: su descendencia pertenecerá a un mundo mejor, el de los humanos. Para John y Mary, comienza una larga espera de nueve meses…"


En el clímax del tomo anterior, Tibbett, convertido en un hombre lobo, se enfrentaba a Camilla. Durante la refriega, sería mortalmente herido, por lo que John Gravestone no podrá hacer aquí nada más que llorarle, ya que el fiel sirviente de su padre y luego suyo, no volverá a respirar. Por lo tanto, el único apoyo de John en su guerra contra la oscuridad serán su tío Théo, y su querida Mary, que al fin se ha reencontrado con él. Ahora bien, la vampira Camilla, que también está herida, además de embarazada de John, acudirá a uno de los santuarios que los suyos usan para recuperarse. Allí se encontrará con Basileus, un antiquísimo chupasangre de gran poder, con el cual hará un pacto: el hijo de Camilla nunca pertenecerá a la oscuridad, sino al reino de los hombres, pero a cambio deberá darle algo a Basileus llegado el momento. 

Por lo tanto, mientras Camilla se recupera de sus heridas y tiene lugar todo el período de gestación del embarazo, John, Mary y Théo estarán recluidos en un convento desde donde intentarán encontrar la localización en la que se halla la vampira. El objetivo es acabar con ella, si bien el hijo que espera es una cuestión más peliaguda. John, que no soporta la larga espera, no dudará en ir a buscar a Camilla en cuanto reciba un soplo de su posible paradero. La pregunta es... ¿Qué hará cuando esté frente a ella? ¿Y qué hará cuando se encuentre con su hijo/a? Por otro lado, Basileus tiene grandes planes para lo que está por venir, y no dudará en hacer uso de aquello que le prometió Camilla que le daría llegado el momento. ¿Qué será?

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Jérôme Le Gris culmina su trilogía con este tomo. Lo bueno y lo malo de llegar hasta el final (o al menos hasta un punto de una historia que pueda ser mayor), es que permite sacar conclusiones que en otros momentos son precipitadas. Hasta ahora, el guionista había realizado un buen trabajo construyendo este universo, y caracterizando personajes. Ahora bien, en lo que a mí respecta, si bien ofrece un trabajo competente y el ritmo está bien gestionado teniendo en cuenta lo que el autor quiere narrar, el final no me ha gustado nada. No deja de ser una opinión personal y cada persona disfrutará más o menos del final, pero hay decisiones poco inteligentes que hacen que lo que pasa me resulte poco creíble a partir de ahí, y por lo tanto no me satisfaga la manera en que terminan las cosas. De pronto y para justificar los giros finales se nos mete con calzador una revelación de que los Gravestone eran siglos atrás una estirpe familiar relacionada con vampiros y francamente, no me lo trago a estas alturas ni me parece bien justificado con lo visto en los tomos anteriores. Pero bueno, el guionista optó por eso y en mi caso me deja con un mal sabor de boca, aunque mantengo el hecho de que la trilogía es interesante de leer al margen del final. 

Respecto a Nicolas Siner, dibujante y colorista, tampoco veo su trabajo a la altura de lo que ofreció en el primer tomo, o quizás es que me he acostumbrado a su arte y, pese a ser muy disfrutable a pesar de sus defectos, no ha vuelto a sorprenderme como la primera vez. Si bien sigue trabajando de forma correcta los diseños de escenarios y localizaciones, a veces noto ciertas carencias en las pocas escenas de acción que tenemos, y en ocasiones hay cierto abuso de los primeros planos de los personajes. De todas formas son apreciaciones mías, nada más. El color sigue estando muy bien aplicado y se compacta bien con el tipo de trazo que posee el artista. 

¿Merece la pena el cómic? Si bien hay que abordar ya la valoración global, SE DEJA LEER AUNQUE SEA EL MÁS FLOJO. Al menos con esa sensación me quedo, de que hemos tenido una serie que apuntaba altísimo en su primer tomo, y luego ha ido bajando gradualmente el nivel de calidad en lo argumental sobre todo. Lógicamente habrá quien opine al contrario que yo y es muy respetable, porque es la gracia de leer algo, las múltiples valoraciones que se saquen del material. 

No obstante y como resumen, si bien esta trilogía no ha llegado al nivel que presagiaba, su lectura es entretenida y ofrece un nuevo acercamiento al entorno vampírico especialmente, pues los hombres lobo aparecen de forma más residual. No sé si habrá algún nuevo ciclo en el futuro, pero no me sorprendería por cómo acaba todo. En cualquier caso, espero que mis análisis os hayan sido de utilidad. 

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