Reseña de La carrera del siglo. Una surrealista prueba deportiva que tuvo lugar en los Juegos Olímpicos

¡Un saludo desde la línea de salida de una maratón deportiva! Me encuentro hoy aquí para hablaros de lo que me ha parecido este cómic que, como dice en una de sus páginas, es "Una comedia burlesca absolutamente imaginaria a partir de una historia increíble pero cierta". Tened alguna bebida energética a mano que hay que analizar "La carrera del siglo" de Astiberri Ediciones. 

Lo primero que hay que decir, es que esta obra vio la luz originariamente en Éditions du Lombard en el 2023, y en enero de 2024 nos llegó la edición española a cargo de Astiberri, editorial que a estas alturas ya lleva publicadas bastantes obras de José Luis Munuera, ya sean con él como artista completo, o como ilustrador. Otra de las cosas que hay que tener en cuenta, es que el cómic parte de un suceso real, como fue la celebración en 1904 de los terceros Juegos Olímpicos, cuya sede fue San Luis (Misuri), la misma a su vez de una Exposición Universal, logrando esta ciudad americana tener dos eventos mundiales de gran repercusión al mismo tiempo. Dentro de lo que es el mega evento deportivo, lo que más nos interesa es mencionar que se celebró una maratón, la cual puede ser fácilmente la más desastrosa en la historia de las Olimpiadas, y de las más calamitosas también en la historia del deporte en general. Pues bien, sobre esta prueba deportiva se centra la obra objeto de reseña. 

Y es que hay muchas cosas que sucedieron en esta maratón, que vale la pena mencionarlas para que os hagáis una idea. Estamos ante la edición más lenta de todas las maratones olímpicas, ya que el ganador llegó a meta con un crono de casi tres horas y media. También se dio uno de los primeros casos de dopaje, ya que uno de los corredores recibirá durante la prueba, a través de sus asistentes, varias inyecciones de un combinado que mezclaba huevo, brandy y estricnina (esto se usaba como veneno para ratas), por lo que es casi un milagro que el tipo no la palmara en el evento o poco después. Otro de los corredores correría con ropa de calle, si bien alguien se apiadó de él y le recortó las perneras de los pantalones. También tenemos el dato de que por primera vez participaron en unos Juegos Olímpicos dos atletas africanos y un amerindio seneca. Y por último pero no menos importante, lo más significativo es el hecho de que la prueba se corrió en las peores horas del día, con temperaturas de más de 30º, la mayoría del recorrido era polvoriento (esto causaría hemorragias graves en algunos corredores por aspirar continuamente polvo), y únicamente había un punto, allá por el kilómetro 20, donde se podía beber agua. ¿Os hacéis una idea de lo calamitosa que fue esta maratón? ¡Visto lo visto, que acabaran 14 de los 32 corredores la prueba fue un milagro!

¿Qué autores han participado en esta obra? El guionista es Kid Toussaint (en su haber figuran obras como "Telémaco" o "Love love love"). El ilustrador es José Luis Munuera (en este blog ya he reseñado su participación en "El corazón de hojalata" o "Merlín"). Del color se ocupa el escudero habitual del dibujante, Sergio Sedyas Román (que ha colaborado con Munuera en otras obras como "Los Campbell" o "Pequeños Bill y Bolita"). Traduce al castellano Rubén Lardín, corrige Soraya Pollo, y la maquetación y edición corren a cargo de Alba Diethelm y Lucía Álvarez.

¿Qué historia nos encontraremos aquí? La editorial nos indica lo siguiente en la sinopsis:

"30 de agosto de 1904, terceros Juegos Olímpicos de nuestra era. En las bulliciosas calles de San Luis (Misuri, Estados Unidos), se celebra la maratón más desastrosa de la historia del deporte mundial.

 

Con una terrible marca de 3 horas, 28 minutos y 53 segundos, tan solo 14 de los 32 corredores consiguen acabar la maratón más lenta, tramposa y llena de hitos de todos los tiempos: entre otros, temperaturas de más de 30 grados, un recorrido mal señalizado, el primer caso registrado de dopaje organizado; los primeros atletas africanos en participar en unos Juegos Olímpicos (se habían salido de la cercana Exposición Universal); un cartero cubano vestido de calle (al que un lanzador de disco, amablemente, le corta las perneras del pantalón para que pueda correr con mayor comodidad); un atleta que realiza parte del recorrido en coche; y otros participantes con circunstancias personales alucinantes.

Estamos ante una historia que suena hoy del todo improbable pero que está enteramente basada en hechos reales, y cuyo legado sigue vivo en los anales olvidados del deporte mundial. 

Una historia tan real como poco conocida que hará las delicias de todos los lectores y de los aficionados al deporte en particular."

El primer personaje en copar protagonismo en el cómic será James E. Sullivan, fundador de la Amateur Athletic Union, una organización que desarrolló el deporte en los Estados Unidos. Sullivan, colérico porque los franceses hubiesen sido los dominadores de los anteriores Juegos Olímpicos, celebrados en París, tendrá entre ceja y ceja que, al celebrarse la siguiente edición en San Luis, sean los americanos quienes se tomen la revancha, mostrando así al mundo su poderío mientras ejecutan su venganza. La idea para lograr aplastar a sus rivales, se sustenta sobre el hecho de jugar según sus propias reglas como locales, y preparar pruebas que solamente los físicos de los atletas americanos pudieran superar. Así que, entre la Exposición Universal que se celebrará en San Luis al mismo tiempo que los Juegos Olímpicos, los focos estarán sí o sí centrados en esa ciudad que capitalizará el deporte mundial durante unos días. 

Y para el cómic que nos ocupa, la prueba deportiva de mayor interés es el maratón del que ya os he hablado bastante antes. Tras la primera aparición de Sullivan, las siguientes páginas vienen a centrarse en diferentes atletas que terminarán participando en la maratón. Hacen así su entrada en escena hombres como Félix "Andarín" Carvajal (cartero de profesión en Cuba), Thomas Hicks (que siempre era el segundo en todo y estaba harto), Frederick Lorz (que se lo toma todo como una broma), los africanos Jan Mashiani y Len Taunyane (que estaban en San Luis como extras de una actividad de la Exposición Universal), o el amerindio Frank Pierce. No serán los únicos participantes en la prueba deportiva, pero sí aquellos en los que se centrará mayormente la narración.

Lo siguiente tras presentar a los personajes, es meterse directamente con el inicio del maratón. Desde el principio se intuirá lo accidentado que puede ser, cuando algunas personas comenten la mala elección para la hora de salida, teniendo en cuenta la temperatura tan calurosa que hace. A partir de ahí habrá de todo, pasos sobre vías de tren, perros que persiguen a algunos corredores, caminos polvorientos e insalubres para transitar, alguien que realizará parte de la carrera en coche, inyecciones de un cóctel dopante que tiene componentes poco saludables, y algunas cosas más. No llegarán a meta todos los que empezaron la prueba, pero... ¿Qué atletas serán los que lleguen hasta el final? 

¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? En lo referente al trabajo de Toussaint, quisiera mencionar primero el hecho de que, por alguna razón, me ha parecido que desarrolla poco a los personajes. Es cierto que al principio los protagonistas son presentados, luego tienen sus momentos para lucirse, pero me falta algo de profundidad en ellos, y habría preferido que el cómic fuera bastante más extenso si el beneficio fuera tener más desarrollo de personajes. Al margen de eso, el ritmo narrativo es muy bueno, y la lectura es fluida (lo que no fue aquella maratón) y dinámica, a lo que influye en parte el buen trabajo del guionista. Me gusta la forma en que se construye la historia, pues primero se hace la introducción sobre la importancia de estos Juegos Olímpicos (donde sí o sí debían aplastar los americanos al resto según Sullivan), luego la presentación de personajes, y posteriormente y sin mucha parafernalia, se entra directamente en el evento deportivo. Y aunque quizás haber enfocado todo esto desde una perspectiva dramática le habría otorgado más fuerza a la narrativa, me alegro de que se abordara finalmente desde un prisma desenfadado y cómico. Tal como se produjo la finalización de la prueba, estamos ante un cómic con varios finales, lo cual es algo peculiar y que mantiene un pequeño giro sorpresa para quienes no sepan qué pasó realmente en la carrera. En resumen, y exceptuando ese "pero" que le he encontrado al trabajo de Toussaint, hace un buen trabajo.

El trabajo de Munuera en el apartado gráfico es tan sólido y disfrutable como el que lleva realizando muchos años el artista español. Si hay una primera razón por la que leo cómics ilustrados por él, es precisamente porque sé que como poco encontraré un dibujo competente y una narración visual dinámica y de lectura rápida. Mantiene esa tendencia a elegir buenos planos para las viñetas, y tiene buen manejo de las escenas puramente deportivas, lo que era un elemento clave teniendo en cuenta el título del cómic y la parte más importante de la trama. Aunque no deja de ser una observación personal, en las primeras viñetas me pareció ver un personaje que era casi clavado a Zorglub, villano cuya serie propia realizó Munuera como artista completo, y me ha parecido un buen detalle, ya fuera de forma consciente o inconsciente. De forma global, el apartado gráfico es muy bueno teniendo en cuenta de lo que es capaz el ilustrador. 

En cuanto al color, otra buena noticia es que Sedyas se mantiene a un alto nivel, como suele pasar en las obras que he leído coloreadas por él. Hay unas tonalidades más sepias en escenas del pasado, y tonalidades muy acertadas con el trabajo de iluminación en las escenas. Destacable también el hecho de que, en las primeras páginas, la bandera americana tenga una presencia muy brillante en sus colores, cuando Sullivan vende lo que serán los Juegos Olímpicos henchido de orgullo patrio, lo cual tendrá su contrapartida justo al final de la obra, cuando se certifique el fracaso que fue la organización de la maratón, donde la bandera tendrá tonos grises.  

¿Merece la pena el cómic? Aquí no hay trampa ni cartón, ES UNA HISTORIA DE RÁPIDA LECTURA E IDEAL PARA CONOCER MÁS DE UN SURREALISTA SUCESO DEPORTIVO DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS. Para los fans de Munuera es una apuesta segura porque el artista rinde a su habitual excelente nivel, y no estamos ante una excepción a ello. No has de ser un fan del deporte para disfrutar de este cómic, lo importante es conocer un esperpéntico suceso histórico que tuvo lugar hace más de un siglo, y donde pasó de todo. Se podría decir que el cómic es una suerte de "Los autos locos" con corredores en lugar de coches, y habida cuenta del tono despreocupado y tirante al humor de la narración. 

La edición de Astiberri es excelente, pues la encuadernación es de tapa dura, la contraportada es como una hoja de periódico por su contenido, y como contenido extra trae bastante información de la carrera, los personajes que se vieron involucrados en ella, así como otras cuestiones relacionadas con aquellos Juegos Olímpicos. Esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías podéis hacerlo aquí. ¡Hasta otra!