17 de marzo de 2024

Reseña de Spirou y Fantasio: Integral 3 (1952-1954). La llegada de Seccotine y del coche con turbopropulsor, el retorno de Zantafio y la culpabilidad de Fantasio en un robo

Un saludo gente. Desde hace ya bastante tiempo, como podéis comprobar buscando en el listado de mis reseñas de cómic, vengo leyendo historias ambientadas en el universo de Spirou y Fantasio. Pero no empecé propiamente con este dúo, sino a través de colecciones centradas en el Marsupilami o Champignac, personajes que nacieron en la serie principal. Y tengo el placer de analizar precisamente "Spirou y Fantasio: Integral 3 (1952-1954)" de Dibbuks, donde vuelven a hacer acto de presencia. 

El tomo salió en Dupuis en el año 2007, y llegó a España en 2018 a través de Dibbuks, en esa recuperación en formato integral del Spirou de Franquin (1924-1997) que estaban llevando por esa época, y que a día de hoy de momento no se ha completado, faltando un octavo integral. En cualquier caso, las aventuras contenidas en este tomo tenían la difícil papeleta de superar el listón que habían dejado las anteriores, en las que hacían sus primeras apariciones en este universo personajes tan carismáticos y memorables como el Conde de Champignac, el simpático marsupilami, o el infame Zantafio (primo de Fantasio y su némesis por así decirlo). Seré honesto, las tres historias recopiladas aquí me han gustado y me lo he pasado bien con su lectura, pero puedo anticiparos que no me han gustado tanto como las anteriores, si bien se introducirían elementos interesantes como la creación de la periodista Seccotine, el Turbo-Rino 1 (que se convertirá en el coche por excelencia de los protagonistas a partir de entonces) o el hecho de que Zantafio no fuera un villano de un solo álbum, sino que tendría más recorrido. 


Las historias recopiladas aquí son "El cuerno del rinoceronte" (1952), "El dictador y el champiñón" (1953) y "La máscara" (1954). Quiero detenerme ahora sobre la última, ya que otra de las obras del spirouverso que leí poco tiempo antes de este integral, fue "Una historia de Spirou por: La mascarada", una de esas publicaciones que se hace fuera de la continuidad de los personajes para que pueda acercarse a este contenido gente más novata o simplemente la veterana con ganas de leer algo diferente. Pues bien, en dicho tomo, la trama estaba un poco inspirada en algunos aspectos en varias historias creadas en su día por Franquin, siendo una de ellas precisamente la que os mencionaba antes, y que, en clave más detectivesca, abordará una serie de cosas que le pasarán a Fantasio. 

¿Qué autores han participado en este tomo? Como artista completo desarrollando todas las facetas, está el ya mencionado André Franquin (creador de personajes míticos como el Marsupilami o Gastón el Gafe, cuyas primeras apariciones tuvieron lugar en la revista "Spirou"), que ejerce de guionista  y dibujante. La traducción al castellano de la obra es de Lorenzo F. Díaz y Diego Álvarez. 

¿Qué historias nos encontraremos aquí? Comparto la sinopsis de la editorial al respecto:

"En esta tercera entrega de los integrales de Franquin, encontraremos tres nuevas historias. 

El cuerno del rinoceronte (una de espías que lleva a nuestros amigos a África y donde aparecerá por primera vez Seccotine, la amiga y rival periodista de Fantasio), El dictador y el Champiñón (es hora de que Marsupilami regrese a su hogar, Palombia. Al llegar allí, se encuentran con un país a punto de entrar en guerra y cuyo responsable no es ni más ni menos que Zantafi o, el primo de Fantasio) y La máscara (cuya historia fue publicada en una en una edición especial de coleccionista comentada por Hugues Dayez)."

El tomo se inicia con "El cuerno del rinoceronte". Es una historia cuyo título no hace presagiar que tendrá que ver con el diseño de automóviles y con unos planos que irán de un lado a otro mientras Spirou y Fantasio intentan encontrar a una persona. Además, en esta trama se introducirá por primera vez al personaje de Seccotine, una intrépida reportera que será competencia directa de Fantasio en Le Moustique, y que dará lugar a algunas situaciones graciosas entre ambos. Por si no fuera poco el tema de los planos, el trío protagonista tendrá que escaparse de un par de matones que quieren acabar con ellos, pues buscan los planos y a la persona que centra el interés de Spirou, Fantasio y Seccotine. Y sí, en el tramo final de la historia, los personajes acabarán en pleno desierto teniendo que buscar a un rinoceronte que posee más importancia de la que pueda pensarse, y además habrá una sorpresa a modo de bólido. 

La siguiente trama es la perteneciente a "El dictador y el champiñón". Comienza todo cuando Spirou y Fantasio, a bordo de su flamante coche turbopropulsor, vayan a Champignac a ver a su amigo el conde, con quien lleva una temporada el marsupilami. El dúo de amigos querrá devolver al animal a su tierra natal, Palombia. Ahora bien, mientras el Conde de Champignac les enseña a Spirou y Fantasio un nuevo producto de su creación llamado metomol que vuelve blando cualquier metal, el caos estará asegurado cuando el marsupilami lo coja y lo vaya usando a diestro y siniestro por todas partes. Más adelante, y mientras los personajes llevan al animal a Palombia, se encontrarán con la desagradable sorpresa de que en el país ha estallado una revolución y hay una guerra inminente para conquistar otros territorios, y el dictador que está al frente de todo es Zantafio, el malvado primo de Fantasio, y que parecía haberse redimido de sus fechorías por la forma en que les ayudó en el pasado. Pero no, esta versión dictatorial del personaje dista y mucho de ser bondadosa, y hay que pararle los pies como sea. 


Cierra el integral el episodio de "La máscara". El arranque tiene lugar con un hecho tan poco significativo a priori como que Fantasio no encuentra unas fotos de tamaño carnet que tenía en casa. Para animarle un poco, Spirou le propondrá hacer algo de deporte, e irán a una pista que hay al lado de una casa de aspecto abandonada, en la que hace poco ha comenzado a vivir alguien misterioso. Poco a poco irán dándose una serie de hechos que harán parece un criminal a Fantasio. Será entonces cuando Spirou, que empieza a dudar de la bondad de su amigo, se verá inmerso en toda una investigación para averiguar qué está sucediendo realmente. ¿Por qué alguien con el que ha vivido tantas aventuras empieza a actuar de una manera extraña, cometiendo varios robos, uno de ellos en un importante museo? 

¿Qué valoración merece el trabajo del autor? En cuanto al Franquin guionista, el autor ofrece tres historias con diferencias entre ellas respecto a los géneros que se mezclan, pero que tienen el elemento común del humor, el cual está bien trabajado. A lo largo de los tres episodios se introducen nuevos elementos que calarían hondo en la serie, como son la llegada de Seccotine, la aparición del coche con turbopropulsor que los protagonistas usarán a menudo, y el retorno de Zantafio, que dejaría de ser personaje de un solo álbum para tener algo más de recorrido. Quizás me dejaron mejor poso las aventuras del anterior integral, pero realmente tanto en aquel caso como en éste, nos encontramos con material de calidad, teniendo en cuenta lo que puede dar de sí una historia de este tipo. Si tuviera que quedarme con un arco argumental de este tomo, quizás me decantaría por el segundo, especialmente por el hecho de que apareciera de nuevo el marsupilami, y la historia tuviera un inicio tronchante protagonizado por el animal mientras usa el metomol por todo Champignac. Así que en resumen, teniendo en cuenta que los guiones, sin ser sobresalientes y a pesar de no parecer muy bien pensados (en los textos introductorios sabréis que el autor era muy de improvisar), sí que generan bastante diversión, y que el humor está presente a menudo, la labor de Franquin aquí es notable. 

Respecto al Franquin ilustrador, su trazo se mantiene enérgico y dinámico y mantiene el toque para manejarse a la perfección en los gags y bromas visuales. Hay momentos de persecución a lo largo de las tres historias, y en todos los casos el ritmo acelerado de la trama hace que, aunque las páginas vuelen, sea todo un placer dejarse llevar por las ideas de Franquin, que lo va improvisando todo. El diseño de vehículos como el turbopropulsor molan mucho teniendo en cuenta la época en la que se hicieron estas páginas, y escenas como la persecución al marsupilami o la participación involuntario de Fantasio en una prueba ciclista son tronchantes, haciendo que sea difícil no impregnarse del humor que puebla este tomo. 

El color, que no he encontrado quién lo aplica, es correcto y muy adecuado para el trazo de Franquin.

¿Merece la pena el cómic? Está fuera de toda duda por mi parte, pero recalco que SI SOIS FANS DE SPIROU NO OS DECEPCIONARÁ. Es un tomo que contiene aventuras muy disfrutables y que, al hilo de las del anterior integral, siguen introduciendo elementos que perdurarían a lo largo de las décadas en el Spirouverso. En el caso de que sea vuestro primer acercamiento al personaje, no es mala elección en el sentido de que las historias son cerradas, pero siempre es mejor intentar empezar por el primer integral o, teniendo en cuenta que ese es difícil de encontrar, como poco por el segundo. Sea como fuere, diversión y risas están aseguradas en esta obra. 

Respecto del formato en que Dibbuks ha publicado este cómic, es en cartoné, y la edición contiene muchos artículos interesantes que permiten conocer mejor al autor y su forma de trabajo, pero también el contexto en que se hicieron estas historias, y qué cosas influyeron en su concepción. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver más reseñas mías, podéis hacerlo aquí. ¡Hasta la próxima!

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