La literatura clásica de otras épocas es una constante fuente para futuros proyectos. Desde las constantes adaptaciones de obras como "Drácula" o "Frankenstein", pasando por otras tipo "La isla del tesoro", "Los tres mosqueteros" o "Moby Dick". En ese sentido, no es de extrañar que en el cómic europeo alguien decidiera adaptar en viñetas las más famosas obras de H.G. Wells.
Aquí en España, ha sido Norma Editorial quien ha publicado cuatro adaptaciones que en su día fueron editadas por Glénat. Mi intención es analizar aquí las que pueda leer, para compartir impresiones.
Estamos ante una obra que ha tenido muchas adaptaciones tanto en el formato de lo audiovisual (está de ejemplo la película clásica de Byron Haskin como la moderna de Steven Spielberg) como en las viñetas. Incluso recuerdo que hay algún juego de ordenador y hasta un musical. Mi primer contacto con este universo fue curiosamente a través de un disco de música de Jeff Wayne sobre la obra.
Precisamente y volviendo a las viñetas, en este mismo espacio analicé en su día la trilogía "
Wild's End" que era una nueva adaptación en formato cómic de esta historia, pero protagonizada por personajes antropomórficos. Y no me extraña que tengamos tantas versiones, porque es una historia que tiene mucha fuerza narrativa y gran atractivo para leerla. No obstante y para quien no conozca de qué va esto, dejo la sinopsis:
"Una serie de proyectiles de trayectoria precisa y regular provenientes de Marte golpean la Tierra. En la pequeña localidad de Ottershaw, en Inglaterra, el profesor Ogilvy es reacio a creer la teoría de un ataque extraterrestre que sostiene su joven alumno.
Sin embargo, no tendrá más remedio que aceptar la realidad cuando uno de esos objetos no identificados impacte cerca de su casa y compruebe en sus propias carnes que las intenciones de los visitantes del planeta rojo no son pacíficas."
Nuestro protagonista es el ayudante del profesor Ogilvy, y no tardará mucho en suceder un extraño acontecimiento en la localidad donde residen, pues una especie de meteorito impactará en los alrededores. El problema es que, pese a que científicamente parece todo un fenómeno que puede ayudar mucho mediante su estudio, muy pronto se revelará que lo que ha llegado al planeta no es un amistoso platillo volante, sino un ejército de alienígenas dispuestos a exterminar a la humanidad para adueñarse del mundo.
A lo largo de las vivencias que tendrá el protagonista mientras intenta sobrevivir, iremos viendo las diferentes formas en que los alienígenas, a través de sus máquinas (los trípodes), van acabando con los seres humanos. El poder militar será ineficiente, ya que los humanos están a años luz de poder ofrecer una resistencia digna, por lo que será una batalla desigual y la muerte rodeará constantemente al protagonista, mientras intenta reunirse con su pareja, que está en otra ciudad huyendo del desastre.
Respecto a la valoración de los autores, el guion corre a cargo de Dobbs (en su historial figuran obras como "El álamo" o alguna entrega en "
La verdadera historia del far west"). Es cierto que partiendo de un material de base como es la novela de H.G. Wells, la tarea es más sencilla en cuanto a contar una historia que ya se tiene desarrollada. No obstante se van seleccionando pasajes con acierto y el ritmo narrativo es bueno, por lo que es una lectura fluida que redunda en un buen resultado. Tampoco es que el guionista haga el trabajo de su vida porque el desarrollo de personajes es muy escaso y el manejo de la tensión dramática no está especialmente bien llevado en algunos momentos, pero sí estamos ante un trabajo lo bastante competente para que tengamos una buena adaptación de cómic en cuanto a lo argumental.
El dibujo es de Vicente Cifuentes (habitual del cómic americano en series como "La Liga de la Justicia Oscura" y autor completo en "Murderville"), que realiza un sólido trabajo. Está bien lograda la ambientación de época, y aunque el diseño de las máquinas alienígenas no termina de convencerme del todo (tengo demasiado metidas en la cabeza unas ilustraciones que venían en la versión musical de Jeff Wayne con unos trípodes más parecidos a los de la primera película), sí que las secuencias propiamente dichas de la invasión y los enfrentamientos con humanos no están mal ilustradas. El dibujo es dinámico y el trazo limpio, cosa que se agradece en una obra de este calado. Por lo tanto mi valoración es positiva.
Respecto a si merece la pena el cómic, tanto para fans de Wells como para seguidores de la ciencia ficción o las invasiones extraterrestres, es una lectura interesante y que proporciona un rato ameno de evasión y disfrute. Es recomendable si os encontráis entre ese tipo de lectores objetivo, y os animo a darle una oportunidad al cómic, que además está editado en una bonita edición de tapa dura.
Me resulta difícil recordar cuándo fue mi primer contacto con el legado de esta creación de Wells. Pudo ser viendo la adaptación al cine de "La liga de los Hombres Extraordinarios" (2003) de Stephen Norrington, o con la notable "El hombre sin sombra" (2000) protagonizada por Kevin Bacon con dirección de Paul Verhoeven. En cualquier caso, lo importante es que el personaje en sí del hombre invisible me gustó. Es difícil que no me entusiasme alguien que tiene el don (y la maldición al ser permanente, las cosas como son) de ser invisible y abstraerse del mundo y el sopor de la rutina cuando le viene en gana.
Pero es verdad que no estamos ante un personaje que precisamente use su don para el bien, sino para todo lo contrario. Aunque esto es algo frecuente, no siempre quien posee algo especial lo usa en beneficio de la colectividad.
¿De qué va esta historia? La sinopsis nos dice esto:
"Cuando un extraño científico, cubierto de vendajes, se instala en un hotel del pequeño y apacible pueblo de Iping, los habitantes empiezan a albergar recelo.
El solitario joven huye para esconder su mayor descubrimiento: una invisibilidad autoinfligida que no es capaz de revertir.
Pero cuando es expulsado del pueblo y rechazado por un antiguo profesor, el Hombre Invisible, profundamente traicionado, se ve dominado por una megalomanía que lo llevará a convertirlos en las primeras víctimas de su locura.
El resto del mundo seguirá..."
Un extraño hombre llega a la tranquila localidad de Iping durante una gélida noche, dispuesto a encontrar acomodo en una posada de allí. Sin embargo, pronto se sabrá que es una persona muy peculiar, ya que está envuelto en vendas y tiene un comportamiento difícil de sobrellevar. Se irán dando una serie de situaciones que provocarán que la población de Iping desee verle fuera de allí, ya que el descubrimiento de su invisibilidad generará mucha intranquilidad. Por lo tanto, la primera parte de la obra trata sobre esto.
En la otra parte (es una obra editada en dos tomos), lo que se nos cuenta es la forma en que el hombre invisible le cuenta su historia a un antiguo compañero de estudios. Será así como el lector pueda saber de qué manera este hombre se volvió invisible, y hasta qué punto desea aprovechar su actual condición. Sin embargo, al mismo tiempo son fáciles de intuir los delirios de grandeza y su egoísta forma de ser, en base a la cual la invisibilidad será un vehículo para sus fines más que algo que usar de una forma altruista. A esto hay que sumar que para revelar todo esto, el hombre invisible ha regresado a Iping, donde la gente sigue queriendo darle un escarmiento...
Repite al guion Dobbs, la cuestión es que, tratándose de una adaptación de un material ya existente, sucede lo mismo que decía cuando hablaba de "La guerra de los mundos"; es decir, que hay que tener en cuenta que aquí la faceta de un guionista se valora de modo distinto porque no está narrando una historia propia. No obstante, Dobbs mantiene un buen ritmo narrativo y la historia tiene dos partes claramente diferenciadas que siguen el mismo patrón: inicio lento, cocción a fuego lento y ebullición final. En general me ha gustado el trabajo del guionista, en gran parte porque la historia de base es muy interesante, pero también porque se ha hecho una buena adaptación.
El ilustrador es Christophe Regnault (aquí en España únicamente tiene en su historial una participación en "La verdadera historia del Far West"), que realiza un trabajo muy competente. Me encantan varias partes, empezando por las primeras páginas en las que se genera una gran atmósfera con la llegada del hombre invisible a Iping. También me han agradado especialmente las escenas donde éste actúa como tal para atemorizar a los lugareños, y el pasaje dedicado a contar su pasado. Se mantiene bastante coherencia visual con las otras entregas de esta colección aunque sean otros ilustradores, y hay un alto nivel de detalle y un gran trabajo con los decorados. Me deja por tanto bastante satisfecho la labor de Regnault.
En conclusión, estamos ante un cómic que me ha gustado bastante sin ser perfecto, pero que me ha enganchado para leer sus dos partes, y me ha recordado una vez más lo interesante que es esta creación de Wells que tanto impacto causó desde sus inicios, y cuyo eco no deja de estar presente hasta tiempos recientes.
La isla del Doctor Moreau
Esta historia me genera un recuerdo de lo más peculiar. Hace ya un tiempo (no sabría precisar cuánto), leí un cómic digital sobre esta clásica obra de Wells. Hay varias versiones de ello en viñetas, por lo que no sé si fue precisamente éste que reseño ahora el que ya había leído tiempo atrás, o fue otro. La trama ya la conocía, pero no alcanzo a saber con certeza si realmente se trata del mismo cómic que he leído en dos ocasiones, o dos versiones distintas. Sea como fuere, le tocaba el turno a esta obra de Wells.
Curiosamente, y muy deudora de la trama, hablé hace tiempo en este blog de un cómic del Juez Dredd donde salen los Aliens y los Depredadores, y que tiene que ver con experimentación genética. Por si os interesa, dicha obra se llama "
Depredador vs Juez Dredd vs Aliens: Corta y empalma".
¿Y qué historia tenemos en el cómic del Doctor Moreau? La sinopsis dice esto:
"Tras varios días a la deriva, un náufrago es rescatado en medio del mar. La embarcación que aparece ante él se dirige, cargada de animales y extraños tripulantes, a una isla perdida, deshabitada y escondida al mundo.
Pero ese recóndito lugar permanece estratégicamente oculto para guardar un secreto: es el salvaje laboratorio de un funesto científico ávido de conocimiento.
A espaldas del mundo, el Doctor Moreau pone a prueba el lado más siniestro de la naturaleza humana, sin sospechar que sus planes puedan verse pronto truncados."
Un hombre llamado Prendick se encuentra a la deriva en el mar tras el naufragio del barco en el que viajaba. Tendrá suerte y será recogido por una embarcación donde hay un médico para atenderle. Eso sí, ya desde el principio algo irá mal, pues en dicho barco hay una carga de lo más extraña. No mucho después, Prendick llegará a una extraña isla en la que se encuentra el Doctor Moreau, célebre por su peculiar forma de entender la ciencia y por las cosas que hizo en otras partes del mundo y que le obligaron a poner tierra de por medio para seguir con sus investigaciones genéticas.
A medida que Prendick vaya pasando días en la isla, se percatará de cosas extrañas que pasan allí. Desde gritos animales a la presencia de unos extraños seres en los alrededores de la cabaña donde se hospeda. No tardará en descubrir los secretos de la investigación que el Doctor Moreau está llevando a cabo allí, lo que incluye una especie de sociedad formada por animales con pensamiento humano, pero supeditada a una serie de reglas que intentan imponerle un nuevo estilo de vida menos animal y más socializado. Pero claro, no todos los seres mutados de allí seguirán a rajatabla la ley de Moreau, y tarde o temprano estallará el caos...

Una vez más, está Dobbs como guionista. Desconozco si ha adaptado todos los pasajes de la novela o solamente las partes más interesantes, ya que no he leído este libro. No obstante y sin entrar en esa cuestión, estamos ante el tomo más corto de los de esta colección, pero no por ello se disfruta menos. La historia tiene un ritmo alto y pasan cosas constantemente aunque parezca de cocción lenta al principio. Quizás se podía haber alargado más o profundizado en el personaje del Doctor Moreau, ya que apenas hay dos pinceladas de él y su final es un tanto abrupto, pero la historia en sí se lee rápido y está bien hilvanada. Eso sí, no estamos ante el mejor tomo de la colección por calidad narrativa.
Se ocupa del dibujo Fabrizio Fiorentino (ha participado en cómics como "Abbadon" y algo de pijameo en Marvel y DC). En comparación con los otros artistas que han pasado por esta colección, no es el que mejor lo ha hecho, pero se mantiene cierta coherencia visual y el dibujo fuera de comparativa no está mal. Hay buenos diseños de los personajes que habitan la isla, y aunque no estemos ante un trabajo sobresaliente, sí que el artista hace una labor pasable.
En conclusión, sin estar ante el mejor cómic de esta colección dedicada a Wells, sí es una obra que entretiene, y por su corta extensión se lee rápido. La idea de Wells era muy buena teniendo en cuenta que tuvo lugar hace mucho tiempo la publicación del material, y este cómic es una interesante curiosidad de lo que eran los primeros intentos de manipulación genética junto a obras como la de Frankenstein.