¡Huba! Vuelvo a escribiros desde la selva de Palombia, hogar del Marsupilami, el famoso animal de cola infinita y piel amarilla creado por André Franquin. Ya sabéis que llevo un tiempo reseñando los distintos álbumes publicados del personaje por orden cronológico, y esa lectura ordenada me permite conocer cada vez más cosas del ficticio país de Palombia y sus habitantes. En la anterior entrega de la serie, se introdujo el elemento de la esclavitud infantil en una historia dividida en dos partes, y también apareció un antiguo templo oculto en mitad de la selva. Así pues, continuando esa dinámica de conocer un poco mejor este universo, hoy os hablaré de "Marsupilami 9: El templo de Boavista" de Editorial Base.
¿Qué puedo decir de la serie Marsupilami que no sepáis a estas alturas? Es una de las colecciones más entrañables que he tenido el placer de conocer y empezar a reseñar en el blog, y cada nuevo álbum que leo del personaje me deja con buenas sensaciones, independientemente de la calidad de la historia. Creo que precisamente eso es uno de los factores que me permiten seguir disfrutando de este tipo de contenidos, el hecho de que, pese a ser una lectura más orientada a un público infantil/juvenil, yo también me lo paso pipa sin pertenecer ya a ese tipo de público lector. No es ningún secreto que el entrañable marsupilami, animal de piel amarillenta y larguísima cola, vio la luz en la cabecera del mítico Spirou. En aquella época, no dejaba de ser un elemento secundario en las historias, con tendencia a ser más un arma cómica que otra cosa. Pero su encanto y el cariño de la gente, provocó que finalmente el marsupilami consiguiera con el tiempo tener una serie propia, orquestada, como no podía ser menos, por el genial Franquin, padre de la criatura.
Este álbum fue publicado aquí en España en el año 2016 por la Editorial Base, quien lleva bastante tiempo sacando los diferentes números de la serie del personaje. Esta novena entrega sigue el camino de las ocho precedentes al mostrar un poco más del ficticio país de Palombia. Se produjo una curiosa causalidad mientras leía esta obra, pues la trama de la misma orbita sobre la necesidad de un grupo de investigadores de encontrar una mariposa muy especial que solo está en Palombia. Lógicamente, uno de los personajes es precisamente lepidopterólogo, y no hacía mucho tiempo que yo había estado revisionando las películas de la saga "Kingsman", en la que uno de los personajes, Harry Hart, más conocido como "Galahad", quería dedicarse a esta rama de la ciencia. Claro que, como sabréis si habéis visto alguna de las películas de esta franquicia, Galahad no llegó a ser lepidopterólogo, sino que se convirtió en uno de los mejores agentes secretos de la Agencia Kingsman. Pero me resultó bastante simpática esta conexión que me permitió relacionar un cómic con una película que, salvo el detalle de las mariposas, poca conexión más comparten.
¿Qué autores han participado en este tomo? Están al frente los mismos del episodio anterior, que ya llevan varios números en la colección. Tenemos por tanto aquí a Yann Le Pennetier (escritor entre otras obras de la reseñada en el blog "Atom Agency", o de "Basil & Victoria") a los guiones. Sus colaboradores son como supervisor artístico el propio Franquin (1924-1997), y el dibujante Luc Collin, conocido como "Batem", que es un autor que durante toda su carrera prácticamente ha estado ligado a los álbumes del Marsupilami. Del color se ocupa el estudio Cerise (ha participado en "Natacha" o "Solos"), formado por Cynthia Englebert y Gianluca Carboni. La traducción corresponde a David Aliaga Muñoz.
¿Qué historia nos encontraremos aquí? Os comparto aquí la sinopsis de la obra:
"Un grupo de científicos acaba de instalar su campamento en la selva de Palombia.
Su objetivo es encontrar una hembra de la legendaria Narcissus Bucéphalus, una bella y exótica especie de mariposa que suele poner sus huevos en el nido de los marsupilamis.
Pero como un carnívoro que aguarda a su presa, un topo está saboteando la expedición.
Y por si eso fuese poco, además tienen que soportar las excentricidades del idiota hijo del mecenas de la expedición.
¿Cómo afectará todo esto a nuestro amigo Marsupilami?"
No tardarán mucho en hacer su aparición los pequeños marsupilamis, quienes disfrutarán del espectáculo de ver florecer a una mariposa de un capullo. El interés de esto es que no es una mariposa cualquiera, sino que, como se revelará posteriormente, pertenece a un tipo muy especial que, además de no encontrarse en ninguna otra parte del mundo, tampoco se encuentra catalogada ni clasificada por la ciencia. Únicamente se presupone su existencia, porque sí hay constancia de ejemplares machos, pero las hembras de esta especie tan insólita no están documentadas, razón por la cual se llevará todo el prestigio quien logre hacerse con ella.
En anteriores entregas han llegado a la selva de Palombia personas de todo tipo, pero no había sido muy frecuente el que un grupo de científicos pusieran sus pies allí, cosa curiosa debido a la interesante flora y fauna de la zona. Sí aparecerá nuevamente un viejo conocido del marsupilami, el cazador Bring M. Backalive, que en esta ocasión ha sido contratado por otro científico deseoso de encontrar ciertas cosas en la selva.
Por otra parte, también está el grupo de científicos citado anteriormente, quienes tienen su laboratorio sobre las copas de los árboles, en una especie de pulpo gigante hinchable. Será bastante peculiar la reacción del marsupilami cuando se tope con el laboratorio, pues disfrutará de lo lindo por la experiencia de toparse con algo tan exótico y gigantesco en la selva. Respecto a la gente del laboratorio, el líder de la expedición es el más interesado por echarle el guante a esa mariposa hembra tan especial, pues es evidente el deseo que tiene de ser reconocido por la comunidad científica. Pero no será tarea sencilla su búsqueda, pues entre los miembros de la expedición hay alguien que se está encargando de torpedear la estancia en la selva, y los sabotajes en el laboratorio están muy presentes. Por si esto no fuera poco, el hijo del mecenas de toda esa investigación, hará su aparición y no parará de meter la pata. Y si a este cóctel se añade la presencia del marsupilami, que suele dejarlo todo patas arriba... ¡el caos y la locura están más que aseguradas!
¿Qué valoración merece el trabajo de los autores? Hay que tener claro algo que llevo un tiempo diciendo, y es que las diferentes historias de esta serie no son muy complejas o innovadoras. En ese sentido no os esperéis la aventura más creativa del mundo. Pero sí que me resultan tremendamente simpáticas este tipo de obras, quizás por las buenas sensaciones que me deja siempre este tipo de lectura, la cual sigo consumiendo porque disfruto. Soy consciente de lo que Yann puede ofrecerme con sus guiones, y una vez más ha realizado una labor decente, presentando una trama que permite saber más del mundo del marsupilami, al tiempo que se las apaña para crear unas cuantas situaciones bastante cómicas. El autor ofrece lo mismo que lleva ya un tiempo haciendo desde que llegó a la colección, y si eso os gusta, no os quedaréis insatisfechos con él.
Con respecto al arte de Batem, mis pensamientos van al hilo de lo anterior, pues ofrece más de lo mismo que en otras ocasiones. Este artista estaba ya más que asentado en la colección, y se sigue desenvolviendo bien en las escenas cómicas que requieren la total destreza del dibujar al residir parte de la gracia en lo que se muestra y no se explica. El marsupilami continua teniendo el mismo diseño y encanto que el que ya dibujara Franquin tiempo atrás, y el trazo de Batem guarda bastantes semejanzas con el del creador del personaje. Si ya habéis leído otras aventuras del personaje, y os gusta este estilo tan característico del franco-belga humorístico más clásico, encontraréis motivos para disfrutar del arte de Batem, cuyo desempeño me sigue pareciendo disfrutable como lector.
El color de Cerise mantiene el buen toque que ya se le ha visto en otras ocasiones, realizando una correcta aportación para el resultado final de la obra.
¿Merece la pena el cómic? Si ya sois fans del marsupilami, ES UNA BUENA OPCIÓN, pues viene a ofrecer exactamente lo mismo que otros álbumes de la colección; esto es, tramas sencillas, personajes simpáticos, y situaciones cómicas que aderezan cualquier trama más seria de fondo. Al ser una historia cerrada, no os sentiréis "obligados" a conseguir más entregas si la obra no os ha terminado de convencer. Mantengo mi valoración de que, ante todo, es una lectura que posiblemente disfruten los más peques de la casa, pero que tiene el suficiente encanto para contentar a un público más adulto. Si por el contrario el marsupilami no os despierta mucho interés, quizás ésta no sea vuestra lectura, pero igualmente se le puede dar el beneficio de la duda si algo de este análisis os ha suscitado un poco de curiosidad.
Por último, y sobre el formato de Ediciones Base, este tomo está publicado en tapa dura, y tiene el lomo del color de la piel del Marsupilami, lo que le da un toque bonito para tener en vuestras estanterías. Y esto es todo por mi parte, si queréis ver otra reseña del personaje tenéis la de "Marsupilami: Historias cortas por..." o si queréis reseñas de otro tipo las podéis encontrar aquí. ¡Hasta otra!
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