27 de noviembre de 2023

Reseña de Lo mejor de Pafman. Un divertido viaje a través de las peripecias de esta parodia española de Batman

¡Un saludo desde la españa superheroica! En esta ocasión, toca ponerse un traje adecuado para combatir el crimen y ayudar a la ciudadanía en sus problemas, pues la obra de la que voy a hablaros es "Lo mejor de Pafman" de la editorial Bruguera. 


El origen de Pafman se encuentra en 1986, en los últimos día de la Editorial Bruguera, antes de su adquisición por el Grupo Zeta. En aquel año, a Joaquín Cera se le hizo el encargo de trabajar en un nuevo personaje humorístico, y se le sugirió que podría ser un nuevo superhéroe, teniendo en cuenta el tirón que por aquel entonces tenía Superlópez, uno de nuestros personajes nacionales más emblemáticos de este tipo. Pues bien, en ese 1986, Cera hizo diseños y pruebas de lo que con el tiempo sería Pafman, creación que parodiaba a Batman. Sin embargo, no sería hasta el año 1987 cuando, renacida Bruguera a través de Ediciones B, comenzaría a ver la luz Pafman. Concretamente, hizo su debut en el número 5 de la revista "Mortadelo". Como es lógico, en los primeros años de vida editorial, la serie, muy deudora del humor de Mortadelo y Filemón, intentaría encontrar su estilo y aspecto visual. En este tomo recopilatorio, se reúnen historias tanto de los inicios del personaje, como de su etapa en los años 90. Lógicamente, no están todas las historias de Pafman que existen hasta la actualidad, pero es una especie de grandes éxitos.


Aunque suelo leer mucho cómic americano y francobelga, no leo tantas obras españolas como me gustaría. En ese sentido, aunque en mi infancia leí algunas aventuras de Zipi y Zape o de Mortadelo y Filemón, a día de hoy no recuerdo gran cosa y es un terreno casi desconocido para mí el cómic humorístico español. Sí que conozco series y personajes populares, pero de oídas más que por haberlos leído, y es algo en lo que, en la medida en que pueda, quiero ir remediando. En ese sentido, surgió la oportunidad de ponerme manos a la obra con Pafman, personaje que ni siquiera sabía que existiera hasta hace unos meses, cuando el compañero Eladio de La Tierra Salvaje me habló de él, y me picó la curiosidad. Pasó el tiempo y no me olvidaba de esta recomendación, así que, cuando ha caído en mis manos el tomo objeto de reseña, ha sido inevitable leerlo para ir saldando esa deuda con las viñetas nacionales de este tipo, y contaros qué me ha parecido la experiencia. 

¿Qué autor participa aquí? Como autor completo tenemos aquí a Joaquín Cera (con experiencia en series como "Los Xunguis" o "Rebuznos en el espacio"), quien se ha implicado a la hora de retocar y mejor el color originario de la obra, que seguramente era aplicado por otras personas cuando las historias vieron la luz en su momento. 

¿Qué historias nos encontraremos aquí? La descripción del cómic dice lo siguiente:

"Este libro recopila las mejores historietas de este clásico contemporáneo: Pafman, la serie que cambiaba Gotham City por Logroño y murciélagos por gatos. 

El libro recorre las primeras apariciones de Pafman y sus historietas más queridas, con correcciones de color y texto por parte del mismo autor. 

Con prólogo a cargo del guionista, dibujante y fan Manuel Bartual."

Hay que decir que la mecánica de las historias suele ser bastante repetitiva y simple, y la mayoría de ellas empiezan con Pafman y su compinche Pafcat en su casa, base secreta o el lugar que usen como centro de operaciones a esas alturas de la historia. Habrá veces en que Pafcat, que es un inventor peligroso no, lo siguiente, esté precisamente en medio de algún experimento que, a buen seguro, rara vez saldrá bien, o dará a luz algo cuyo uso fuera el originalmente deseado. Pero bueno, algunas veces (las menos), Pafcat sí que se sacará algún ingenioso artilugio de la manga, si bien su uso luego ya ofrecerá momentos buenos para él y Pafman, o justo lo contrario. 

Por otra parte, Pafman y Pafcat se desplazan a veces en un coche que se da cierto aire en la estética al batmóvil de la serie de televisión de Batman de los años 60. Eso sí, ya he mencionado que Pafman nace como una parodia de Batman, pero hay que decir que con el murciélago tantas cosas en común como podría imaginarse. Pafman suele estar más tieso que la mojama, no tiene ninguna batcueva propia (durante varios episodios él y su socio usarán una base submarina que le roban a un villano), y aunque usa algunos artilugios para sus misiones de vez en cuando, no son precisamente sofisticados, sino más bastos que un arado. Por otra parte, Batman es el detective más inteligente del mundo en su universo, pero nuestro protagonista es bastante estúpido y suele ser del tipo de personaje que no capta las metáforas o los dobles sentidos, sino que se ciñe al pie de la letra con las cosas. Si alguien le dice que tiene que darle un palo (en esta historia, unos músicos lo contratan para que nadie acceda al camerino) a alguien que accede indebidamente a un lugar, Pafman le da precisamente eso, un palo de madera en lugar de un golpe.


De todas formas, tanto en las historias que empiezan como os contaba antes, como en aquellas que arrancan de forma distinta, siempre se trata de misiones que le encargan a Pafman y Pafcat (quienes a partir de la mitad del tomo trabajarán para un comisario de policía), o bien de amenazas que la pareja debe afrontar a su manera. Ninguno de los personajes tiene poderes especiales más allá de la fuerza física normal de una persona, o de los artilugios que utilizan, y ya he anticipado que ambos van justos de luces, pero hacen lo que pueden, y fracasan estrepitosamente a veces, mientras que no en tantas ocasiones salen victoriosos. No quiero destriparos la mayoría de tramas, pero por estas páginas desfilarán personajes como el recurrente villano Enmascarado Negro, un sucedáneo del Capitán América conocido como Capitán Europa, y algún que otro científico que recuerda a alguien como el Profesor Bacterio de Mortadelo y Filemón. Habrá espacio para invasiones extraterrestres, máquinas gigantes, grupos de música, robos de todo tipo, superhéroes que intentan tomarse unas tapas en un bar, y algunas cosas de este tipo. En definitiva, un recopilatorio de este tipo permite que haya aventuras de todo tipo. 

¿Qué valoración merece el trabajo del autor? En un cómic de estas características lo primero que pido es que me haga reír. Si el humor va acompañado de una gran creatividad e ingenio (como pasa con "Imbatible", serie que me encanta), pues mucho mejor. No obstante, como comentaba antes, mucha originalidad no nos vamos a encontrar aquí, ni un desarrollo profundo de personajes o situaciones, pero sí un enorme disfrute y entretenimiento, con muchas risas por el camino. Aunque muchas de las historias no dejan de ser, tanto estética como narrativamente, un reflejo de la época en que se publicaban, y las semejanzas con otras cabeceras de Bruguera. Lógicamente, con el paso del tiempo y a medida que Cera se iba haciendo con los personajes, el tono de las historias seguía siendo deudor del humor mortadeliano por así decirlo, pero también adquiría personalidad propia. Me han encantado muchos guiños a películas famosas de años atrás, pues hay una historia para ver homenajeada "Alien", otro donde hay una divertida reinterpretación de "Gremlins", y los cameos famosos también se dejan ver por aquí, como el de Superman o Hulk (aunque se le llame Julk), logrando que esos guiños le den valor añadido a una recopilación de historias bastante entretenida y que han hecho que mereciera la pena invertir tiempo en conocer a Pafman y Pafcat, y en reírme con sus peripecias. Así que la labor a los guiones de Cera es buena. 

Ahora bien, en el apartado gráfico diría que es donde más brilla Cera. Vuelvo a decir lo de antes, pues estas historias también son herederas del espíritu Bruguera en lo visual, y no solamente en lo narrativo. En ese sentido, las viñetas de Cera plasman bien el humor visual, son compañeras necesarias para que la risa que se ha estado gestando con el lenguaje escrito termine por salir a la superficie, y en no pocas ocasiones los experimentos fallidos de Pafcat o las cagadas de Pafman funcionan bien a nivel humorístico por el dibujo. El tipo de trazo de Cera es típico de la época en que se crearon estas historias, y que obedece al estereotipo de Bruguera, por lo que en ese sentido, si sois fans de los cómics de este perfil, no creo que os defraude. En unas pocas historias sí se aprecia una composición de página más atrevida, pero lo que impera es un esquema clásico, que no por ello es menos efectivo.

En cuanto al color, como no leí este material en el momento en que se editó por primera vez, desconozco si ha cambiado mucho la cosa. No obstante, el trabajo que se hace aquí es correcto sin más, y a veces hay fallos en el color del coche de Pafman, o incluso en su atuendo en alguna que otra historia. Supongo que puede haberse pasado al retocar el color clásico, aunque sin tener eso en cuenta, este apartado lo veo correcto y típico de este tipo de cómics. 

¿Merece la pena el cómic? Si me lo recomendó mi amigo Eladio, intuía que SÍ, ESTE TOMO ES DIVERTIDO Y HAY QUE CONOCER A UNOS ZOPENCOS COMO PAFMAN Y PAFCAT. El que estemos ante una recopilación de las mejores historias de estos personajes hace que sea más atractiva la idea de afrontar su lectura, porque así alguien como yo, que hace unos meses no sabía ni que existían, se puede hacer un curso acelerado al respecto. Es un buen exponente de la lectura como evasión o herramienta para dar rienda suelta a las risas, y lo veo ideal para un amplio público, desde los más peques de la casa que ya tienen algo de bagaje con los cómics, hasta alguien adulto. 

La edición de Bruguera es de tapa dura, y como contenido extra trae algunos textos explicativos del personaje y su trayectoria, así como un prólogo de Manuel Bartual. Por lo demás, si queréis leer cualquier otra reseña mía de cómic, las tenéis todas aquí. ¡Hasta otra!

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